Hola! Se me ocurrió este fic queriendo hacer un regalo, fue lo que se me ocurrió y aquí esta. Este fic lo escribí como regalo a Candy (01PrincessaCandy01) por su cumpleaños. Espero que te guste! Y también que les guste a todos ustedes.
—Diálogos—
"Pensamientos"
LIBERTAD
Su boca esbozó, lentamente, una sonrisa.
No podía evitar sonreír mientras se acercaba al inconsciente cuerpo delante de él, perteneciente a la persona que odiaba más en el universo. Su padre.
Caminó hasta encontrarse a tan solo unos pasos, y despacio se inclinó para apreciarlo con mayor cercanía.
Sus ojos comenzaron a abrirse, observando todo borroso a su alrededor. Unos segundos bastaron para poder ver todo claramente.
Frente a él se encontraba el causante de su desgracia, aquel a quién hace tan solo unas horas podía controlar a su antojo, sin miedo a caer ante su enorme poder. Su hijo.
—Bastardo —susurró con esfuerzo, debido al deplorable estado en el que se encontraba.
—¿Qué sucede, padre? —le preguntó con desprecio Broly.— Acaso... ¿Esto es humillante para ti? ¿Creíste que me controlarías para siempre? —continuó burlonamente.
—Vas a pagarme esto —le contestó Paragus.
—Eso crees. Pero serás tú quién me pague todo lo que me has hecho cuando te haga arder en el infierno —le dijo para luego soltar una sarcástica risa.— Pagarás todas, padre, una por una.
—Mocoso insolente —fue lo último que logró decir antes de que Broly lo dejara inconsciente de nuevo, con un golpe en la cabeza.
Solo el poder de su hijo habría logrado eso. No creía el hecho de que se encontraran vivos después de aquello. Cuando el planeta estuvo a punto de ser alcanzado por aquel meteorito, a pesar del mal estado en el que estaba, Broly llegó hasta él. Gracias a su poder, viajaron durante horas y terminaron en otro sistema desconocido para él.
Fue inteligente al momento de atacarle. Su primogénito lo atacó con la fuerza suficiente para dejarlo inmóvil, pero no para matarlo. Claro, no lo acabó allí para encargarse luego, y hacerlo sufrir lentamente. Podrían ser sólo conclusiones, pero estaba seguro de aquello.
Todavía aturdido pudo apreciar cómo, el otro hombre, recuperaba lentamente la consciencia. Con temor, intentó alejarse de él, pero su herido cuerpo no le permitió moverse más que unos pocos metros.
Sintió aquella horrible mirada sobre él, mirada muy parecida a la de una bestia acechando a su presa, y en este caso, él era la presa.
—B-Broly —dijo temblando Paragus— todo lo que hice fue por tu bien.
Broly rió. — ¿Eso es lo que crees, padre? ¿Privarme de mi poder fue lo mejor que se te ocurrió para mi bien? —Hizo una pausa y luego continuó— Definitivamente se me ocurren mejores opciones para mi 'bien'.
—Tú no lo entiendes, tu poder era demasiado para controlar.
— ¡Para ti! —Lo interrumpió— No te convenía que yo conociera mi enorme poder, que tuviera control sobre él. Eso significaría tu perdición, porque sabías que podría utilizarlo en tu contra. —le dijo con toda la rabia que tenía acumulada de tantos años.— Pero no te equivocaste, porque en estos momentos te encuentras totalmente a mi merced, para hacer lo que yo quiera contigo.
Volvió a abrir sus ojos, esta vez para observar el desolado paisaje a su alrededor. Sintió un líquido caliente recorrer su frente, mejilla y por último caer en su hombro como pequeñas gotas. Con su lengua intentó alcanzar y probar aquel líquido que caía. No se equivocaba cuando creía que era sangre, su sangre.
Simplemente este era un pequeño golpe más a su cuerpo, nada que no pudiera soportar. Su primogénito ya se había de encargado de someterlo a tan sólo una parte de la tortura, sabía que vendría más sufrimiento.
Observó sus brazos y pudo ver las marcas que Broly dejó en ellos. Incluso se dio cuenta de que en algunas partes su piel estaba totalmente quemada, dejando ver carne. Había marcas que parecían ser cortes, sólo que éstos estaban provocados por ki.
No estaba seguro de cuanto más soportaría la tortura a la que su hijo le sometiera, apenas podía mover sus extremidades, sabía que moriría a pesar de cuanto volviera a suplicar.
Disfrutaba todo esto, su padre se merecía ese dolor y más. Toda su vida estuvo bajo su influencia por culpa de aquellos elementos que lo privaron de su poder y libertad. Libertad. Conocería el significado de aquella palabra que era prácticamente desconocida para él.
Sería libre de actuar a su antojo, de elegir destruir lo que había a su alrededor o no, de utilizar su poder al máximo si lo quería. Sin tener que obedecer a nadie, sin tener que rendir cuentas a aquella persona que le prohibió muchas cosas.
Podría hacer su sufrir a Paragus lentamente, sin embargo optó por acabar con él rápidamente. Su cuerpo no podía contener más la emoción, la adrenalina de no sentirse bajo el yugo de alguien nunca más.
Con lentitud se acercó al casi inmóvil cuerpo que se encontraba cerca de él. Observó su rostro contraerse en una mueca similar al miedo.
—No te preocupes, Paragus —escupió su nombre con desprecio— pronto te liberaré de este sufrimiento — "Mientras, yo me liberaré de tu indeseable presencia".
—Broly, soy tu padre, no puedes hacerme esto —dijo Paragus en una súplica débil, quizás no estaba tan perdido, o eso creía.
—Te equivocas, nunca fuiste mi padre, pero es bonito que intentes serlo ahora. —se burló el saiyajin.
Dicho esto, Broly alargó un brazo frente al hombre que le dio la vida y comenzó a formar una esfera de ki en la palma de su mano.
—¡Broly no lo hagas! —Pidió con desespero Paragus cuando vio que la esfera aumentó de tamaño— Juntos podremos dominar el universo, controlarlo todo.
—No necesito de ti para eso, además de que no me interesa. Simplemente quiero disfrutar de mi tan cercana libertad —le respondió con regocijo. — Te veré en el infierno, padre. —Pronunció antes de lanzar su ataque.
Paragus no tuvo tiempo ni para gritar en cuanto fue alcanzado por el gran poder de su hijo. Así, fue consumido lentamente por la energía que Broly le arrojó.
Soltó un fuerte suspiro antes de esbozar una enorme sonrisa. Una sonrisa libre de maldad, una risa llena de felicidad. Impensable en alguien como él, pero sí en quién experimenta una nueva sensación.
Y libertad era aquello que Broly no conocía, pero que ahora, lo hacía sonreír de dicha y felicidad. Porque al fin, era libre.
Fin
Jamás creí que se me ocurriría escribir algo así, y mucho menos de estos personajes tan peculiares. Espero que lo hayan disfrutado así como yo disfruté escribiéndolo para ustedes, y haber podido mantener la personalidad de los personajes.
Feliz cumpleaños Candy y espero que te haya gustado este regalo que hice con todo mi cariño para ti.
Espero sus comentarios, y su ayuda en los fallos que encuentren.
Saludos!
