hola hola!!!
este es mi primer fic de HP, es sobre Rose/Scorpius, pero es algo... raro...
hay muchas cosas que cambian, otras sorpresas y a medida que el fic avance les reto a adivinar quienes son mis personajes favoritos XD.
agradezco infinitamente a mis hermanitas, por ayudarme a hacer este fic. mas o menos a partir del capitulo 20 y algo este fic tendra un paralelo ¡y seran dos historias!
tiene malas palabras, ofensas y algunas amenazas, tambien incluye lagrimas y golpes y uno que otro crucio.
los dejo con el fic entonces, disfruten este primer capitulo.
(imperio!) dejen un review.
CAPITULO I: ¿Qué es aquel deseo de siempre hacer lo que esta prohibido y probar el sabor de lo incorrecto?
Rose tenía el cabello castaño de su madre, aunque era liso como el de su padre, además sus ojos eran azules y su sonrisa fresca y fácil. Ginny, su tía, había predicho que Rose iba a ser una digna sobrina suya, esto hacía reír a más de uno.
Durante su infancia Rose creció rodeada su familia entre los que se contaban sus primos, los más queridos por ella eran Albus y Victorie, también estaba Teddy Lupin, alguien a quien ella buscaba cada vez que se sentía aburrida. Además de hacerla reír le enseñaba cosas útiles de magia.
El verano había llegado, al fin había terminado en aquel colegio muggle y sabiendo lo que la esperaba, no soportaba la idea del verano. Tan largo y caluroso, ella prefería el frio del invierno, el fresco de la primavera o el viento del otoño… NO el verano.
- Rose tus primos llegaron- su madre llamo desde el recibidor. Ella estaba en su habitación mirando al jardín trasero de su casa. Nada extraordinario, vivían en un suburbio del Londres muggle, ella no entendía porque sus padres insistían en hacer todas las cosas Muggles si eran magos.
-Ya voy mama- dijo ella bajando las escaleras sin ánimos.
Cuando llego a la sala se encontró con sus primos, los Potter. Lily parecía algo contrariada mientras Albus estaba radiante de felicidad, James no hacia mucho caso, ya se había ido con Hugo a jugar por otro sitio.
-Hola Rose- dijo Lily fríamente
-Que pasa Lil´- dijo Rose sorprendida por la actitud de la siempre activa y feliz prima suya.
-Nada- bufo ella.
-¡tengo mi carta de aceptación de Hogwarts!- anuncio Albus agitando la carta en el aire como si fuera el gran trofeo.
-¡felicitaciones!- salto Rose realmente feliz- y yo que pensaba que llegaría sola este año a Hogwarts.
-Oye…- dijo Albus cuando Rose y Lily rieron por el comentario.
-Era broma- dijo la castaña- sabia que lo lograrías.
Luego de esto se quedaron hablando a cerca de las materias, los cuadernos, los uniformes, las escobas y lo que posiblemente encontrarían ahí. Incluso Lily se animaba a hablar de ello, soñando con el día en que le darían la carta.
La tarde paso rápido, una de las tantas que quedaban ese verano, pero Rose ya no se sentía tan aburrida como al principio del día, sabía que siempre habría algo que hacer, especialmente con su hermano cerca de la tienda de su tío George.
****
-Señorita Weasley- llamo el profesor Longbottom.
Rose estaba tan distraída pensando en aquel verano hace siete años, cuando era niña y se imaginaba junto a sus primos lo que Hogwarts les depararía, que no se dio cuenta en que momento dejo caer los recipientes de herbología.
Con la llamada de su profesor, Rose se agacho a recoger las cosas que se esparcieron por todo el suelo…
Aquellos días eran realmente felices pensaba mientras levantaba las cosas del suelo no tenia preocupación alguna…
La clase continuó con normalidad, los alumnos prestaban toda la atención posible pero Rose estaba en otro planeta.
Ella recordaba la primera cena en Hogwarts, cuando la designaron a la casa Gryffindor, igual que su padre y su madre, cuando se sentó entre sus nuevos compañeros, cuando para sorpresa de todos Albus eligió ser designado a la casa Slytherin, cuando ella logro desenmarañar ese extraño sentimiento hacia él.
Él… pensó Rose manipulando la extraña planta que tenia al frente él complico las cosas.
Y si era así, no sabía en verdad, se complicaba la existencia por todo. Su familia seguramente pegaría un grito en el cielo si se enteraran, y quizás él no se fijaría en ella.
Albus le había contado algo de él una vez.
-Es un chico extraño- decía Albus- es silencioso y solo habla cuando debe hablar, y dice lo que debe decir. Pero cuando dice algo, en serio Rose, es genial. Tiene ideas muy buenas…
Rose no pudo evitar dirigir una mirada furtiva al objeto de su silencioso deseo. Se imaginaba como serian esos labios sobre los suyos, el tibio reconfortante calor al ser abrazada por esos brazos, escaparse del mundo con solo ver esos ojos… la expresión soñadora de Rose se fue intensificando poco a poco.
Y antes de que pudiera evitarlo Scorpius Malfoy la estaba viendo, ella se sonrojo hasta las orejas, como su padre lo hacía.
Scorpius se rió, pero no era una risa burlona, sino una silenciosa y divertida… una sonrisa tierna.
Rose se sorprendió por ello, se esperaba todo viniendo de un Malfoy, todo menos eso. La castaña se sorprendió sonriendo también, pero ya no lo miraba a él, sino que resolvió poner atención a la clase. Ahora una sensación de felicidad embargaba su pecho, de alguna manera una esperanza empezó a nacer en su corazón.
*****
-Rose!- llamo Albus cuando la clase de herbologia había terminado. Ella parecía que caminaba en las nubes, y en serio que no podía estar más cerca de la tierra.
-A… hola…
-Que pasa contigo Rose.
-Nada, porque preguntas?
-Tienes una sonrisa tonta- dijo Albus señalando a su prima.
-Y? acaso no puedo- ahora la "sonrisa tonta" desapareció del rostro de Rose dando paso a una expresión de disgusto.
-No es que no puedas, sino que me preocupa la razón de tu sonrisa.
-No quieres verme feliz o que.- corto Rose. Su primo la estaba sacando de quicio.
-No creas que no me di cuenta como mirabas a Malfoy- dijo Albus serio y tajante.
-Y como lo miraba- Rose seguía simulando rabia, pero en su interior los nervios la mataban.
-Como si te gustara- sentencio Albus. Rose abrió mucho los ojos.
-Crees que estoy loca para fijarme en un Malfoy? Qué crees que diría mi familia
-Creo que enloquecerían- dijo Albus, pero luego su tono de voz se hizo solo un susurro- pero yo no.
-¿Qué?
-Vamos a hablar a otro sitio- dijo Albus agarrando a su prima por el brazo y llevándola al interior del castillo.
El invierno apenas empezaba, había una suave escarcha en el suelo duro y frio. Ambos caminaron con prisa hacia algún lugar que estuviera solitario dentro el castillo, algún salón vacio o escalera deshabitada, incluso algún baño… lo que fuera.
Rose no oponía resistencia, la actitud de su primo le sugería que algo importante tenía que decirle. Sentía que se divertía, antes de entrar al castillo había visto como Scorpius era rodeado por sus amigos, él le dirigió a ella, Rose, una mirada extrañada mientras sus amigos le preguntaban algo.
Cuando volvió en si se encontraba en un salón vacio en algún piso del castillo.
-Ahora podemos hablar tranquilamente- dijo Albus luego de lanzar un hechizo silenciador.
-Y… que era lo que querías decirme?
-Empieza tu- dijo el de pelo alborotado- desde cuando te gusta Scorpius Malfoy?
-Esta es una conversación de chicas- sentencio Rose, vio como su primo se molestaba, pero antes de que él pudiera protestar ella dijo- sin embargo no tengo amigas con las cuales pueda charlar sobre esto en especial…
-Bien- dijo Albus con una renovada sonrisa en el rostro- ahora me dirás?
-Scorpius no me gusta- dijo Rose- lo odio.
-Claro, como no- Albus sonrió.
-En serio- Rose no podía evitar reírse.
-Desde cuando
-Desde la primera vez que lo vi, en la estación de Kings Cross.
-Cuando tu padre te dijo que lo debías superar en todo- recordó el de cabello alborotado, su prima sonrió moviendo la cabeza afirmativamente.
-Sip, desde ahí.
-Y que le viste…
-No lo se…tal vez sean esas ganas de contradecir lo que mis padres dicen, lo que siempre ha sido así. Lo de hacer algo nuevo y osado.
- Tienes esa tendencia a contradecir cuando te conviene- dijo Albus divertido.
- Supongo que si… pero eso es solo un deseo, nada mas- concluyo tristemente Rose.
- ¿Porque dices eso?
- Scorpius nunca se fijaría en mi- dijo sencillamente la castaña encogiéndose de hombros.
Albus no respondió, miro a su prima con picardía y luego quito el hechizo silenciador. Rose iba a protestar, pero su primo salió de la habitación en un parpadeo.
*****
Rose caminaba junto a su amiga Cristal, ellas habían estado juntas desde que entraron al tren por primera vez. Ambas Gryffindor, ambas igual de inteligentes, ambas tan distintas en cuanto a gustos se refieren.
Cristal tenía el cabello negro, ojos verdes y piel morena. Era hermosa sin duda, pero ella prefería lo práctico y sin problemas, últimamente había empezado a salir con alguien de Hufflepuff. Estos chicos eran famosos por su amabilidad, caballerosidad y buen trato con las chicas, y eso era exactamente lo que a Cristal le gustaba. Era por eso que Rose no le podía contar a su amiga a cerca de lo que sentía por Scorpius, eso sería algo así como un suicidio ya que Cristal era capaz de armar una obra teatral solo para demostrar su sorpresa, y escribiría un "best seller" a cerca de su desacuerdo con Rose.
Si, Cristal era muy efusiva. Y eso era exactamente lo que a Rose le llamaba más la atención, ella no podía ser así, era silenciosa en cuanto a sus emociones, ya que su amiga demostraba por las dos.
Pero hoy Rose tenia la urgencia de contarle a alguien, a quien fuera, sus sentimientos hacia Scorpius. Y no sabia en verdad porque, hace un par de semanas que su primo, Albus, le había preguntado por ello, y ella le conto… pero ahora quería que alguien mas supiera.
… pero nadie debe saber.
-¡Rose!... ¡Rose Weasley!- una voz llamo a Rose, era un chico…- Rose Weasley.
-¿Si?- ella giro a ver, era su hermano Hugo, que estaba en quinto año, se veía cansado y jadeaba por la larga carrera para alcanzarla.
-Un mensaje de parte de Albus- dijo el niño casi sin aliento, le entrego un papel.
-Gracias, supongo…
Rose recibió el mensaje y Hugo la miro con una sonrisa inocente y luego se fue, estaba demasiado atareado con los deberes que en quinto año siempre son un dolor de cabeza, además que el chico pertenecía al equipo de Quidditch de Gryffindor. Con este pensamiento en su cabeza Rose guardo el papel dentro de su maleta y siguió caminando.
-¿No lo vas a ver?- pregunto Cristal con su aterciopelada voz de trópico.
-No creo que sea algo importante viniendo de mi primo.
-Deberías verlo, nunca se sabe.
-¿Tu crees?- a Rose le pareció que su amiga estaba muy interesada.
-Sí, yo creo.
-Ok, entonces vamos a ver.
Sacó el papel de su maleta y lo abrió. Ambas juntaron cabezas para leer lo que decía.
"te espero en el salón vacio después de almuerzo, no olvides llevar tu cerebro.
Con cariño. Tu primo"
-Típico- susurro Rose sonriendo- ya ves, son solo tonterías
- ¿El salón vacio?
-Ya sabes, uno de tantos que deben haber en este colegio, por eso digo que son tonterías. ¿Cómo quieres que sepa a qué se refiere?
Por supuesto que Rose sabia cual salón era, y se sentía feliz por la llamada de su primo, justo a tiempo pensó, y por supuesto que lo era. Ella estuvo a punto de contarle todo a Cristal.
Caminaron hasta el aula de encantamientos. Asistieron a clases normalmente, clase que compartía con los de Hufflepuff. Por supuesto que Cristal se sentó con su proyecto de novio, Rose tuvo que soportar la fastidiosa tarea de hacer de cuenta que nada pasaba, atender a clases, tomar apuntes, y rezongar cuando el profesor anunciaba la tarea.
Cristal no se unió a Rose para ir al gran comedor…
-Valiente amiga que tengo- dijo ella en un siseo casi mortal, muy digno de Slytherin- me cambia por el primer chico lindo que se le pasa por el frente.
Mientras caminaba seguía maldiciendo y protestando en voz baja a su amiga ausente, sus pasos eran pesados y sus manos caían a los costados cerradas en puños, no muy apretados. Caminaba y rezongaba, miraba al techo con fastidio y murmuraba algo, luego pateaba el suelo y seguía murmurando…
-Un momento… yo no soy así
Se sorprendió a sí misma en esa actitud tan infantil, a decir verdad sabría explicar porque se comportaba de esa manera pero no lo quería aceptar.
Tienes envidia
Esa molesta vocecita en su cerebro le gritaba la razón, ella agitaba la cabeza con fuerza en negación.
Porque Cristal puede caminar con su novio en público y tu no
De nuevo negó con la cabeza, cerró los ojos con fuerza, seguía caminando.
Ella puede tener un novio normal, tú en cambio nunca podrás…
Ambas manos sostenían su cabeza mientras negaba con fuerza, su cabello se desordenaba mientras lo hacía.
Tienes caprichos muy raros… y te recomiendo abrir los ojos porque…
PAF!
Un choque fuerte envió a Rose al suelo. Dichosa pared pensó ella mientras recogía las cosas del suelo, últimamente estaba demasiado tiempo recogiendo cosas del suelo cosas que siempre se me caen cuando pienso en él.
Por suerte el pasillo estaba vacío, bueno, casi vacío…
-Que paso señorita Weasley- esa voz hizo que Rose se sobresaltara, la sorpresa hizo que soltara los libros que tenia entre los brazos.
-Malfoy…- susurro ella
-Acaso las paredes también cambian de posición?
-Solo para fastidiarme, al parecer- respondió ella molesta, no por haberse chocado, sino porque el tono de voz burlón usado por Scorpius.
-Si, a mí también me pasa
- ¿Que?- Rose no se la creía. Es decir, él se estaba burlando de ella ¿y repentinamente dice que "también" le ha pasado?, que estaba mal con ese chico por los cielos…
-Sí, suelo ser distraído, bueno no es que quiera, sino que me pasa. Así de simple- Scorpius se agacho para ayudar a Rose a recoger los libros. Ella no se había dado cuenta de lo cerca que estaban.
-No lo imaginaba…- dijo ella con voz nerviosa, estaba toda sonrojada y eso se le notaba a leguas.
-Te ves graciosa- dijo él. Ella lo miro fijo a los ojos, de nuevo esperaba encontrar todo menos lo que vio. Estaba esa sonrisa tierna y los orbes plateados del chico transmitían cariño.
- Como así que graciosa- susurro ella, se había quedado congelada donde estaba. Frente a él, ambos agachados en el suelo con algunos libros en la mano.
- Cuando te sonrojas, te ves graciosa.
- Graciosa de chistosa?
- No, graciosa de bonita…- dijo él entregándole los libros a ella- creo que ya son todos.
- Si…- Rose tenia los ojos bien abiertos por la sorpresa, apenas musito la monosilábica palabra con un respiro. No lo podía creer… Scorpius Malfoy me ve bonita.
-Supongo que vas a almorzar- dijo el extendiéndole una mano para ayudarla a levantarse.
-Si… ¿vamos juntos?- invito ella sin creerse capaz de decir así de sencillo esas palabras que hace tantos años quería decirlas
-Quisiera, pero sabes que tu familia está por aquí rondando y sinceramente quiero evitarte problemas.
-Claro…- dijo ella asintiendo con tristeza. Scorpius se dio cuenta de ello
-Pero podríamos ir juntos hasta antes de llegar al comedor
-Supongo que no podremos hacer mas- dijo ella forzando una sonrisa.
-No por el momento- susurro él.
Ambos caminaron lentamente, Scorpius ayudó a Rose con los libros, ambos caminaban en silencio quizás pensaban en el tema para charlar mientras el camino se hacía corto.
-Puedes llamarme Rose- dijo ella bajando la mirada tímidamente.
-Gracias Rose. Tu puedes llamarme Scorpius, o si quieres puedes ponerme algún sobrenombre original- dijo él encogiéndose de hombros. Rose se rió por lo bajo
-Pensare en algún sobrenombre, mientras te diré Scorpius.
-Gracias- él sonrió y ella lo miro, ambos caminaban, ambos sin darse cuenta de que el mundo ya los había encontrado y los estaba viendo.
Ciertamente eran una pareja extraña, la enemistad entre los Weasley y los Malfoy era legendaria, y se tenia por sentado que asi era, asi tenia que ser. Pero entonces estos dos aparecen de algun corredor, él cargando los libros de ella, mientras ella le sonríe a él.
-Rose!- la voz de su prima Lily los saco de su ensueño.
-Hola Lil'- dijo la castaña algo confundida girando a encontrarse a su prima. Scorpius hizo lo mismo pero dejo su sonrisa a un lado.
-Te estaba buscando- dijo la menor de los Potter mirando a Scorpius con desconfianza- necesito decirte algo en privado
-Puedes hablar- dijo Rose tranquilamente, que forma sorprendente de recuperar sus nervios.
-Dije en privado- acentuó Lily, no dejaba de mirar a Malfoy con desdén, él tampoco se amedrentaba por el odio transmitido por la pelirroja.
-No hay problema- dijo Rose mirando a Scorpius- confío en él
Eso si fue sorpresa, Rose miraba a Scorpius y él le devolvió la mirada con sorpresa, nunca nadie antes había dicho que confiaban en él…
-Pues yo no- dijo Lily con determinación, Rose estaba dispuesta a responder pero Scorpius se le adelantó.
-No hay problema Rose- dijo él con su voz aterciopelada y tranquila- de todas maneras ya me iba.
-Pero…- Rose intento detener a Scorpius.
-No te preocupes, dejare los libros con tu primo. Hasta la próxima Rose, fue un placer hablar contigo
Y asi se fue, sin mas despedida que una promesa de volverse a ver. Ella se quedo un momento desconectada del mundo, parecia cámara lenta cuando el rubio cruzo la esquina para ir al gran comedor.
-¿me estas escuchando Rose?- Lily parecia haberle estado hablando desde que Scorpius se fue.
-Que?...
-Te estoy diciendo que como se te ocurre andar con Malfoy a estas horas cuando todo el mundo los ve ¿crees que es divertido hacer sufrir a tu familia de esta manera…
-¡¿Y tu te crees mi madre?!- exploto Rose, desde el momento en el que vio como su prima miraba a Scorpius, ella sintió rabia hacia su prima Lily- ¡no tenias derecho a hacerlo sentir mal!
-¡soy tu prima y creo que tengo todo el derecho del mundo de decirle lo que se me de la gana! ¡es un malfoy!- dijo Lily con irreverente odio en su voz.
-No eres mas que una niñata estúpida, inmadura y detestable- siseo Rose entrecerrando sus ojos
-Tu cállate! No sabes de la que te salve- dijo Lily bajando el tono de voz al darse cuenta que ahora ambas estaban rodeadas por curiosos.
-Ahorrate el favor niña- dijo Rose en voz clara y dura- no quiero ser salvada de Scorpius Malfoy.
Dicho esto giro sobre sus talones y camino hacia el gran comedor quebrando el circulo de curiosos que ahogaron un grito cuando escucharon la confesión de Rose. Lily se quedo en medio del circulo mirando a su prima alejarse de ella hacia el futuro oscuro que se cernia a partir de estas palabras.
