N/A: Vi que no habia fics de Mukuro y Tsuna...asi que despues de decir WTFFFFFF hice uno. Si. Es como mi fandom ahora kufufu. Mukuro es un enfermo y Tsuna es alterable, pero es esa enfermedad de mukuro que sólo él sabe si es realidad o fantasia. Y si se empeña en algo...puede ser envuelto en ella. Es básicamente las razones de porque me cautivan tanto. En fin. No se porque demonios Mukuro es el 69... Sé lo de Tsuna...pero no de la piña. Si alguien tiene informacion referente hagame saber pues no quiero quedarme con la idea que es por razones un poco mas...sugestivas...si...
En fin xD. Espero que lo disfruten. Este es Tsuna Centric.
El Cielo Llora
Es algo parecido al fuego.
Solo que en la garganta, sólo que rodeándote de un rubor innecesario en mejillas y nudillos. Sin saber si es por coraje o tristeza.
No dijo Adiós.
Quisiera verle con otros ojos pero los míos ni me dejan la imagen clara, entre lágrimas se desaparece su figura, su cabello azul ondulando en la distancia…y la niebla de la que es hijo le envuelve completamente.
Quiero engañarme. Quiero pensar que todo ha sido eso mismo. Una mentira.
Pero de qué sirve pensar…de qué sirve engañarme si ese es su encanto. Que alguien me diga, de qué sirve echarse atrás, cuando yo mismo, sabiéndolo, caí en sus redes.
En sus perfumadas redes.
Con la soga en el cuello, el siguió encantándome.
"…Tsunayoushi…Sawada…"
Teniendo a su presa en bandeja de plata, prefirió divertirse mientras durara. Me sedujo hasta creerme sus palabras, me mantuvo bajo su mira cada día que pasó conmigo.
"Sawada Tsunayoushi…. ¿Me aceptas?".
Su voz, su tono de voz tan profunda y entera me fascina. Es como si me llevase al paraíso, un edén vacio. Falsas promesas. Falso todo.
No vale la pena recordarlo. ¿Verdad?
Se fue. Siempre lo hace, pero sé que no va a volver.
No me lastima su ausencia. Mucho menos que no veré su cara…ni tampoco escuchare su voz dentro de mucho tiempo.
Sino, que de todas las desventajas de no tenerlo cerca, es que no defender lo que quedaba con mi propio poder, por miedo.
Aunque ese miedo, se lo pude oler en sus pasos, cuando se retiraba lejos de aquí. De mí.
Lo que más me llena de duda. Es porque nunca poseyó mi cuerpo si le di las oportunidades para hacerlo. Le di los momentos perfectos, le entregué mi piel, mis besos. Todo lo que quiso poseer de mi se lo di para que hiciese con él lo que se le viniera en gana…pero nunca lo hizo.
A veces, hasta me hace pensar que él cayó en sus propias ilusiones.
Si…este dolor que tengo…me insisto, no es del todo mío.
