SECUELA: La Gran Batalla de Fuuka
CAPITULO 1: Cotidianidad
La imagen de una Shizuru aterradora y poseída que quería matarla heló sus huesos. Natsuki retrocedía por el suelo, por alguna extraña razón no podía ponerse en pie, era imposible. Shizuru se puso frente a ella sujetando su arma HIME en ambas manos. Sonrió y la miró de cerca.
-No puedes huir… Ya es MUY tarde…
-¡NO!
Natsuki despertó sobresaltada.
Las sábanas estaban empapadas en sudor. Suspiró profundamente y echo un vistazo a su alrededor.
Hacía más de dos meses que ella y Shizuru se habían mudado a una cabaña lujosa de la familia Fujino en las montañas. Pero esa pesadilla era recurrente. No le causaba miedo; le aterraba que Shizuru fuera esa quien usaran en él para aterrarla, a quien había aprendido amar. Ya llevaban más de 2 meses de vivir por su cuenta allí.
Y por cierto ¿Dónde estaba Shizuru?... Despertó sola en la cama, cuando la noche anterior durmió con Shizuru.
Natsuki se puso un par de sandalias y salió de la enorme habitación.
Pasó por el living, la sala de estar, y finalmente la cocina. Sonrió a si misma aliviada al encontrarla aun con su pijama larga y su bata levantadora color violeta preparando té y galletas para desayunar.
-Hoy te levantaste temprano
-¡Oh! Natsuki –Shizuru se volteó a verla
Camino hacia ella y le dio un beso en la frente.
-No, tú dormiste demasiado hoy jejeje
-¿Qué hora es?- Preguntó Natsuki extrañada
-Pasan de las 10; hace frío pero si está algo tarde
-Jajaja tarde… -Río Natsuki acomodándose en la barra de la cocina -¿O es que no pudiste dormir bien?
-No, en realidad si dormí bien… -Shizuru la miró de reojo pícaramente –Como no dormir cuando las manos de Natsuki tienen un poder divino, fufufu
Natsuki se sonrojó. Shizuru y ella no planeaban las veces que podían estar juntas (sexualmente hablando) pero esto solía ocurrir casi todas las noches. Y aunque su relación ya iba suficientemente avanzada, Shizuru aún lograba hacer sonrojar a Natsuki ampliamente.
-¡Ba-Baka! Diciendo esas cosas…
-Es mejor eso a decir que no me mueves ni el cabello ¿no?- Shizuru le ofreció una taza de té caliente
-Supongo…
Shizuru se acomodó al lado de Natsuki y la abrazó. Natsuki bebió su té con tranquilidad. Desde ahí podía verse el estudio de Shizuru a rebosar de papelería de la compañía de su padre. Shizuru miró de reojo y suspiró.
-Si, tengo que des atrasarme un poco hoy…
-¿Por qué no lo habías hecho?- Natsuki alzó una ceja
-Pues… -Shizuru levantó la cabeza pensativamente
FLASHBACK
El día anterior Shizuru se sentó en el estudio, hasta que Natsuki llegó con una taza de té. Para cuando comenzaron a hablar el tiempo voló y de repente se encontraban ambas envueltas en una de sus sesiones pasionales sobre la alfombra del estudio. Para cuando cayó el anochecer el suceso terminó en la habitación.
El día anterior a este Shizuru revisaba algo de esta papelería en la sala de estar, cuando Natsuki entró sacudiendo sus pies de la tierra de afuera con varios troncos de leña cortados. La puso al fuego y nuevamente las cosas llegaron a un encuentro pasional junto a la chimenea.
Y el día anterior de ese Shizuru se intentaba dormir revisando los mismos papeles cuando Natsuki se recostó en ropa interior debido al calor. Shizuru no lo resistió y otro evento pasional surgió, el cual acabó a altas horas de la madrugada.
FIN FLASHBACK
Natsuki se sonrojó al ella recordar aquellos sucesos; avergonzada miró a Shizuru, quien mantenía una sonrisa de oreja a oreja junto con una mirada pícara. Parecía estar recordando estos momentos con lujo de detalles en su cabeza.
-Bueno, pero todo eso valió la pena… Entonces hoy debo trabajar todo el día, eso parece
-Lo siento, Shizuru- Natsuki suspiró apenada
-Ara ¿Te disculpas por hacerme feliz en la cama, Natsuki?
La cara de Natsuki brilló y humeó como un filete a la barbacoa. Tosió y miró a Shizuru apenada.
-Jejeje tranquila; me daré un baño a iré a trabajar… ¿Vienes?
-¿Contigo? ¿A la ducha?
-Claro, solo es una ducha…
Natsuki la miró con los ojos entre cerrados.
-Shizuru, contigo nada es tan sencillo y lo sabes
-Bueno, Natsuki me ha descubierto… Pero si lo hacemos antes de que trabaje, me concentraré mejor
-¿Quién me asegura eso?
-Mooouu, Natsuki no cree en mi…
-Ahhh… Eres insaciable… -Natsuki sonrió al terminar la frase –Vale, pero al terminar a trabajar
-¡Ookini!
Natsuki agarró la mano de Shizuru y ambas partieron al baño privado de la habitación. Este contaba con una tina en que podían relajarse, pero este caso era totalmente diferente.
La puerta fue trancada y el agua comenzó a correr. De repente una serie de "risitas" y golpeteos en la pared comenzó a retumbar en el resto de la casa silenciosa, acompañados de una serie de gemidos melodiosos a dúo que parecían intensificar el tono con el paso de los segundos.
-¡Buen día Natsuki!
Mai entró. Traía un montón de bolsas de comida y bebidas. Además de medicinas y repelentes contra insectos. La casa se oía silenciosa.
De repente un crujido en la habitación.
-¡Oh no!
Mai soltó lo que hacía y corrió.
-¡Natsuki!...
Silencio total. Mai palideció, enrojeció, su cara pasó a estar de un color azul vergüenza subido, sus ojos estaban fijos en tal escena. ¿Cómo demonios habían alcanzado esa posición? El espaldar de la cama quebrado apoyado en la mano de Shizuru, mientras ellas estaban unidas en una posición imposible.
-¡Mai! ¡Mai yo… tu… no llamaste y…!...
-Yo… yo… ¡Shizuru-san, su espalda!
Shizuru se incorporó. Afortunadamente estaban levemente cubiertas por una sábana enredada. Shizuru se cubrió el frente y miró su espalda en el espejo de la habitación. Había varios rasguños que destilaban gotas de sangre.
Mai se quedó viendo a Shizuru por un momento. Aunque cubiertas podía notar la esbelta y curvilínea figura de la castaña. Esta clase de cuerpo divinamente proporcionado era una proeza en una japonesa refinada como Shizuru, parecía un castigo de luzbel para sus ojos embobados en ella.
-¡Mai!- Le gritó Natsuki -¡No le eches el ojo un segundo más o te pateo los ojos!
-Ara, Tokiha-san estaba mirándome…
-¡N-No!... –Mai salió de la habitación de un portazo
Mai tomó los paquetes. Parecía "adormecida"… Una vez leyó: "Nunca nadie será totalmente heterosexual cuando se lo cuestiona por primera vez, o cuando siquiera evalúa la idea de detallar el mismo sexo, pues nunca se volverá a tener la misma percepción de si mismo después de cuestionarlo"… ¿Acaso lo había hecho?... Su relación con Tate fue algo tan pasajero y un llamo amor adolescente que ni siquiera lo pensaba ya.
Shizuru salió de la habitación apenas cubierta por una enorme camisa masculina azul celeste. Pasó a la sala de estar y sirvió té, Mai lo recibió amablemente.
-Lo siento, Tokiha-san… Pero no estamos acostumbradas a recibir visitas tan temprano
-No, no, lo siento yo; debí avisar antes de venir- Mai seguía sonrojada
-Ara ¿Aun estás nerviosa?
-¡N-No, para nada!- Mai cerró los ojos avergonzada
Natsuki salió, ella usaba una sudadera gris y unos shorts de jean cortos. Se sentó junto a Mai y suspiró.
-Tú has de ser experta en verme sin ropa interior, Mai
-Perdón…
-Ya, no es nada… ¿Pero por qué te quedaste viéndola así?
-¿A quien?
Natsuki miró a Shizuru.
-Ooooh!... Natsuki es celosa ¿no?- Bromeó Mai sonriendo
-¿Celosa?- Natsuki se sonrojó –Que va…
-Jajaja lo es- Afirmó Shizuru
-¡Shizuru!- Regañó Natsuki
-Jajaja no te enojes, ya tendrás toda la noche para hacerlo Natsuki- Río Mai
-Por el amor de Dios… -Suspiró Natsuki –Y bueno ¿Por qué vienes tan temprano?
-¡Ah si! Primero, traje unas cosas- Mai señaló las bolsas junto a la puerta –Haremos una fiesta, Haruka-san, Yukino-chan, Midori-sensei, Mikoto y Reito-san vendrán mañana en la noche
-¿Y se invitaron solos?- Natsuki alzó una ceja
-¡Buena idea! Hace tiempo que no nos vemos- Sonrió Shizuru
-Oi, Shizuru… -Natsuki suspiró –Tienes trabajo por hacer…
-Bueno, pero puedo acabarlo si me das un respiro
-¡¿Qué yo te de un respiro?! ¡Si por ti fuera vivías conmigo metida en esa cama!
-¿La cama? No recuerdo que ese sea el único lugar donde te…
-¡WAAAAA Shizuru, basta!- Le calló Natsuki
-… Bueno… ¡Ya sé! ¿Por qué no vamos de compras, Natsuki?- Propuso Mai
-¿Compras?
-Claro, cerveza, dulces, no pude traer mucho porque no podría cargarlo todo ¡Vamos de comprar!
-Oye, pero…
-Si Natsuki no está para tentarme, podré terminar todo hoy- Agregó Shizuru
-¡¿Qué yo te tiento a ti?!
-Ve a vestirte y saldremos de compras ¿Ok?- Le empujó Mai
-Ahhh… Vale, vale…
Natsuki entró a la habitación de nuevo y se encerró.
-Para variar creo que lo único que hacen aquí es eso ¿no?- Murmuró Mai
-Ara, Tokiha-san ¿A que te refieres?
-…Etto… ¡No nada!- Contestó Mai ligeramente sonrojada
-Vale, vale… -Shizuru se cruzó de piernas –Bueno, yo iré a terminar de vestirme
Mai la vio caminar hacia la puerta de la habitación. La abrió muy confiadamente.
-¡Oi, Shizuru!-Regañó Natsuki
-Ara, los pechos de Natsuki crecieron…
-¡Shizuru! Mai está… Oi… no toques… ahí… ahhhhhh…
Mai suspiró.
Camino a la puerta de salida y salió al jardín. De vez en cuando recolectaba las verduras de la huerta que Shizuru se encargó de sembrar, y a este paso debería preparar el almuerzo antes que Shizuru dejara salir a Natsuki.
