Hola tal vez algunos me recuerden (y otros no) pero bueno en fin, este fic es realizado por mí, que está también en Wattpad. Sin más que decir pues comencemos.

POV Yoshiko.

Me llamo Yoshiko Tsushima tengo 15 años y soy una chica que tuvo una infancia un poco difícil, ya que, como no encajaba con la gente (o con la mayoría de la gente) cree mi propio mundo de fantasía con demonios y cosas surreales.
Al principio no me sentía mal, pero a medida que iba creciendo me di cuenta que no hablar con la gente era algo duro para mí, al menos eso cambio cuando conocí a Hanamaru Kunikida alias Zuramaru debido a su dialecto que le hace terminar sus frases con zura.

En fin me lleve bien con ella, pero, desafortunadamente, ella conoció a otra chica con quien se llevaba muy bien. Al final yo me quedé sola y sin compañía, o al menos eso cambiaría el día que me uní a Aquors. Ese día cambiaría mi vida por completo, ese día la conocí a ella y a sus amigas, quienes me hicieron compañía y respetaron mis malas conductas demoniacas.

A partir de ese día conocí la amistad en su máximo esplendor, me sentí feliz al tener amigas con quien compartir momentos y recuerdos. Lo que yo no sabía es que otro tipo de sentimientos se estaban creando en mí.

POV Riko.

Me llamo Riko Sakurauchi tengo 16 años soy una chica que ama el piano, me gusta crear música con él, pero debido a un conflicto en mi infancia deje el piano. Creí que mi carrera musical acabaría ahí, hasta que conocí a Chika Takami quien me influenció a ser una School Idol, al principio me negué pero conforme paso el tiempo le di una oportunidad; al final me terminó gustando ser una School Idol.
Me divertí siendo una, pero sobretodo me encantaba convivir con Chika y con You, al parecer les había tomado cariño a las dos. Pero todo dio giro en 180 grados cuando una nueva integrante se unió al grupo. Esa chica me recordaba a una niña con quien había convivido en mi infancia.
Me trate de llevar bien con todas pero al parecer tenía algo de pena en hablar con la chica nueva, no sabía el porqué, ya que a mí se me hacía fácil entablar amistad con quien fuera.

Un sentimiento que no había tenido desde que era niña había vuelto a mí, era la pena y el temor a no poder entablar amistad con la chica nueva. Esperaré un buen momento para hablar con ella.