Aclaraciones: "Los personajes de Naruto no me pertenecen"


"Udumbara y Loto"

Capitulo I: Fango

El examen de graduación de este año tenia a prometedores ninjas. Los herederos de los clanes Yamanaka, Nara, Akimichi, Inuzuka y Aburame, el hijo del Hokage y el segundo hijo del líder del clan Uchiha, todos tenían grandes expectativas para esta generación, menos el clan Hyuga, su heredera también estaba por graduarse.

Como última misión ANBU tenía que vigilar la realización del examen de los futuros ninjas, veía dos cabezas rubias, una rosada, algunas castañas, muchas azabache, estaban en el examen escrito, se puso en una de las vigas del techo y saco su libro naranja, pasaron 20 min, y sintió una pequeña corriente de chakra, bajo el libro y se fijó de dónde provenía, un chico con cabello corto peliazul, tenía la cabeza baja mirando el examen, se bajó del techo sin hacer el menor ruido, se acercó por detrás a unos metros de su espalda, al estar en la última fila se le hizo más fácil, se fijó en el examen recién tenia contestada una pregunta, y faltaban 10 min. Para terminar, giro la vista para ver el de los otros, quizás este año las pruebas eran más difíciles, pero a todo el que veía tenia al menos 7 contestadas.

Estaba a punto de dar la vuelta cuando algo llamo su atención, se fijó en la prueba del chico Aburame, quien se distinguía por los lentes y su abrigo, que estaba al lado del peliazul, su prueba era distinta, se fijó en el del chico Uchiha su examen era igual al del Aburame, todos tenían la misma prueba menos el chico peliazul, cuando estaba a un metro, el chico se dio vuelta, se dio cuenta que era un Hyuga y no cualquiera su frente estaba despejada, era la heredera, la chica se volvió a girar hacia la prueba, el ANBU muy lentamente susurro

-Kai-

Sonó el timbre que daba el termino y todos giraron sus pruebas, Kakashi estiro la mano para poder tomar el examen de la chica, pero un sensei lo tomo antes y le sonrió, los alumnos se pararon, y se fueron, el peliplata quedo parada al final del salón, no estaba seguro de lo que paso, pero mantendría un ojo sobre a chica Hyuga.

El último de los exámenes era hacer un bunshin, todos pasaron, pero el que sorprendió fue Naruto Namikaze, realizo tres Kage no bunshin, rivalizando con el Uchiha, que fue el mejor en los ejercicios físicos, para ser el novato de año.

Ese mismo día en la tarde por las calles de Konoha se encontraba una pequeña peliazul, caminando con la cabeza gacha mirando sus pies, de vez en cuando subía la mirada al inmenso cielo azul, para ver a las aves volar y las nubes moverse lentamente, siempre la relajaba hacer eso, era la parte que más le gustaba del día, cuando caminaba desde la mansión a la academia y de vuelta a la mansión, al recordarla un escalofrió le recorrió la espalda, la mansión, donde vivía su familia, un suspiro se escapó de sus labios, esa familia que la ignoraba y si la tomaban en cuenta era para recordarle sus errores, lo débil y torpe que era, que ella representaba todo lo que un Hyuga no era, bajo la mirada del cielo, y se topó con la puerta de la mansión, el viaje siempre le resultaba tan corto.

Entro y vio a los guardias, la miraron de reojo y siguieron con lo que estaban haciendo, camino hasta la puerta de la casa principal, siempre estaba en silencio y oscura, camino lo más rápido que pudo hacia las escaleras, no quería toparse con su padre y le preguntara como le había ido en el examen, suficiente tenía con prepararse mentalmente para mañana, cuando su padre se entere que no paso, no sabe que será de ella, no ha existido ningún Hyuga que no haya pasado el examen para ser ninja y ella como la heredera, sería un deshonra que no lo pasase.

Llego a su habitación y se acostó en la cama, cerró los ojos y recordó a sus compañeros de clase, cuando salieron de la sala todos los padres estaban ahí esperando, vio a los otros herederos de clanes, todos tenían a alguien ahí esperando para saber sus resultados, menos ella, entendía que el clan Hyuga era uno de los más importantes, pero el Hokage también fue a esperar a su hijo, y él también está ocupado.

Movió la cabeza negando, su padre estaba ocupado por eso no pudo ir, ella no podía ser tan egoísta, su hermanita también estaba entrenando él no podía dividirse para estar con las dos, aunque lo entendía, no pudo evitar que una lagrima escapara por su ojo.

A la mañana siguiente estaban todos los futuros ninjas esperando en la academia, y para hacer realidad el peor de los miedos de Hinata, todos pasaron, menos ella, el Hokage empezó su discurso, un nudo se le formo en la boca del estómago, las manos le sudaban, y los ojos se le llenaron de lágrimas, el Hokage termino y comenzaron a levantarse a buscar a su familia para darles la noticia, se paró de su asiento una vez estuvo todo vacío, tenía la vista nublada, un nudo en la garganta que apenas la dejaba respirar, llego a la puerta y vio a sus compañeros con sus bandas ninjas, sus familias abrazándolos y felicitándolos, ni siquiera se molestó en buscar a alguien de su familia, sabía que nadie iría por ella, menos cuando no pudo convertirse en ninja, iba a dar el primer paso y una mano en su hombro la detuvo, levanto la vista y se encontró a un hombre con el pelo plateado y una mascara

-que..que.- respiro hondo, intentando olvidar lo que sentía hace solo segundos atrás-¿Qué ne…necesita?

-Hinata- la llamaron esa voz la reconocería donde fuera, los pelos de la nuca se le levantaron, y toda la calma que pudo reunir segundos atrás se esfumaron; su padre estaba ahí, se giró lentamente para verlo, sus ojos fríos, la observaran, para cualquiera no expresarían nada, pero ella se volvió una experta en descifrar esos ojos, mostraban decepción, como cada vez que la veía

-O.. O…Oto..Oto-san- llamo tan débilmente que apenas se hoyo, los ojos del hombre parado frente a ella ya no mostraban solo decepción si no también ira, ella sabía que el odiaba que tartamudeara. El hombre se giró, indicándole sin palabras que la siguiera, ella así lo hizo con la cabeza gacha mirando el suelo, las manos retorciéndose en nerviosismo, sintió una presencia a su lado, levanto un poco la mirada y se dio cuenta que era el hombre de la máscara, que la observaba, bajo la mirada inmediatamente.

Llegaron a la torre del Hokage, Hinata sentía que todos la miraban, seguro ya se enteraron que no paso el examen, respiro hondo, lo último que podía hacer era llorar frente a otras personas, su padre jamás se lo perdonaría, llegaron a una puerta café, su padre toco, se escuchó un adelante, se adentraron, unos sillones con una mesa a un costado, al fondo había un escritorio detrás de este estaba el Hokage. Minato Namikaze, le sonrió amablemente, ella bajo la cabeza sonrojada y espero, porque realmente no sabía porque estaba ahí.

-Hokage-sama, ¿Para qué fue requerida de mi presencia? - pregunto su padre con el mismo tono monótono

-Hiashi, quería hablar sobre el examen escrito que realizo Hinata- la pequeña se tensó, jamás pensó que la llamarían para algo así, quizás fue tan malo que el Hokage quería informárselo a su padre, había comenzado a temblar, los ojos nuevamente se le llenaron de lágrimas, no quería que su padre se enterara, sabía que era imposible ocultárselo, pero no que fuera por medio del Hokage, sabía que iba a ser humillante para él

-Ya estoy enterado, del paupérrimo desempeño de Hinata, no veo la finalidad de perder el tiempo, por algo como esto, el consejo del clan también está enterado de su resultado, el castigo ya ha sido decidido- Los ojos de la pequeña se abrieron desmesuradamente, y los temblores ya eran evidentes para todos los presentes de la habitación

-Hiashi, sobre eso, no creo que sea apropiado un castigo

-Los castigos dentro de un clan, solo incumben a un clan, Hokage-sama

-Hiashi, escúchame, la prueba de Hinata fue alterada por un Genjutsu, Kakashi fue testigo de esta situación, así que volveremos a realizarle la prueba para poder calificarla-

-Eh? - Por primera vez se escuchó la voz de la niña, que había levantado la cabeza en señal de asombro

-El castigo se impondrá

- ¿Qué? - esta vez fue Kakashi el que hablo, Hinata bajo la cabeza nuevamente

-Hiashi estas siendo irracional

-Un Hyuga jamás puede caer bajo un Genjutsu, el que no se haya dado cuenta es motivo suficiente para que se le imponga el castigo acordado por el consejo- Minato suspiro resignado, ese hombre era un terco

- ¿Y que decidieron? -

-Se le sellara el Byakugan y será expulsada del clan- Un silencio frio se apodero de la habitación luego de las palabras del hombre de ojos perlados, los otros dos hombres no podían creer lo que estaban escuchando y la niña con la mirada baja tenía los ojos abiertos y las lágrimas comenzaron a salir disparadas, no hizo ningún sonido, como cada vez que lloraba, su mente era un caos, ella sabía que no era fuerte como Neji o Hanabi, pero jamás pensó que fuera tan poca cosa como para que ni siquiera pudiera ser considerada una Hyuga.

-No hablaras en serio- le pregunto serio el rubio

-Es totalmente cierto, Hinata ha tenido suficientes oportunidades para demostrar ser una digna Hyuga y las ha desaprovechado todas, ni siquiera le puede ganar a su hermana tres años menor, es una vergüenza para el clan, así que el consejo estimo que lo mejor es que sea expulsada para no seguir soportando vergüenzas de parte de ella

-No lo permitiré-

-Usted no puede interferir en las decisiones de los clanes con respecto a uno de sus miembros

-Es tu hija, por el amor de dios- el rubio no podía creer lo que escuchaba sabía que Hiashi era severo con sus hijas, pero esto era ir demasiado lejos

-Mi única hija es Hanabi, no puedo reconocer a alguien tan débil y mediocre como un pariente

-O..O..Oto-san- la voz quebrada de la niña llamo la atención de los tres hombres

-No tienes derecho a llamarme así- el hombre la miro con desprecio, la pequeña temblaba y como nunca en su vida le sostuvo la mirada a su padre con la esperanza de ver que todo lo que dijo era mentira, que la amaba, que solo con ser ella era suficiente para ser parte de su familia, pero solo se encontró con desprecio y asco en esos ojos tan iguales a los suyos-El sello se te impondrá esta tarde, mañana a primera hora espero no encontrar ninguna de TUS pertenencias en los recintos del clan- el hombre hizo una reverencia y se alejó. Al llegar a la puerta se detuvo y en un susurro que fue audible por todo en la sala dijo- ni siquiera al final puedes comportarte como un Hyuga

La pequeña se limpió rápidamente las lágrimas- Hai …Oto…Hia…Hiashi-sama- el hombre se fue sin siquiera voltear a verla.

El silencio se quedó en la sala, los dos hombres aun procesaban la información, cuando una vocecita los sacó de sus pensamientos

-Me…me retiro Hokage-sama- hizo una reverencia y salió lo más rápido que pudo, corrió todo lo que sus pequeñas piernas le permitían, entro al bosque y siguió corriendo sin parar, su pie quedo atascado en una rama y cayo con un golpe seco al piso, se sentó y se quedó ahí, tirada sin moverse, las lágrimas bajaron de sus ojos perlas y como nunca lo había hecho, Hinata Hyuga grito, puso sus manos en el pecho, y las apretó, sin dejar de gritar, desesperada, sentía un nudo en la garganta y punzadas en el pecho, sus pensamientos eran un caos, tenía tanto miedo, de volver y descubrir que todo lo que vivió en esa oficina fue real, que su familia la despreciaba por ser débil, que ya no podría volver a llamarlo Oto-san, que ahora si estaba completamente sola, quería despertar de esa pesadilla, todo desde ayer fue horrible y todo era por su culpa, que Hyuga no sabe que está en un Genjutsu, pues ella, cuando estaba haciendo la examen sintió una corriente de chakra pero jamás pensó que era por un Genjutsu, estaban en la academia no había razón para que hubiera alguno.

Se tomó la cabeza con las manos y se quedó ahí por horas, llorando y gritando sola en el bosque, cuando pudo calmarse alzo la mirada y se dio cuenta que se estaba haciendo tarde, se levantó y se percató del lugar donde estaba, era una cascada, se acercó y tomo agua entre sus manos ,tenían rastro de sangre de la caída, se lavó al cara, y volvió a mirar al cielo, suspiro, y camino de vuelta a la aldea sin despegar la vista del cielo, tenía un hermoso naranja, las nubes se estaba moviendo lentamente, el viento cálido mecía sus cortos cabellos azulados, paso por el mismo recorrido que hacia cuando volvía de la academia.

Se encontró con el portón de la mansión, entro y se tropezó con los dos guardias, que la miraron fijamente y la saludaron con un "Hinata-sama", camino hasta su casa, subió hasta su habitación, se recostó en la cama y vio el techo blanco, los ojos le ardían su padre se enfadaría si la ve así, cerró los ojos y se dio los ánimos para levantarse, se dirigió hasta el ropero, saco una enorme maleta café y su mochila, fue sacando su ropa

Y se dio cuenta, todas sus chaquetas y kimonos tenía el símbolo del clan, pertenecían al clan no ha ella, solo consiguió dos pantalones pescadores negros, y dos camisas de red negras, las guardo en su mochila, junto a ropa interior y unas sandalias ninjas, todo lo demás era del clan, se acercó a su escritorio, tomo la caja de zapatos y la abrió, había fotos de su madre cuando vivía y un pergamino sellado, las guardo, fue al baño y tomo sus artículos de aseo junto a una toalla. Todas sus pertenencias ya estaban guardadas.

Tocaron la puerta indicándole que la esperaban en el salón de juntas, ella asintió y camino con la cabeza gacha hasta el salón toco y espero que le indicaran entrar, cuando estuvo en el cojín que estaba al medio de la sala, bajo la atenta mirada de todos los presentes, subió su vista buscando a su padre, mientras uno de los ancianos hablaba sobre los motivos para tomar dicha acción, ella no lo escuchaba, cuando encontró a su padre, el la miraba fijamente, las imágenes del día y de todos los años vinieron de golpe, sus ojos nuevamente se llenaron de lágrimas, su padre hizo el gesto de desaprobación, apretó el puño que tenía sobre su regazo, cuando bajo su mirada se dio cuenta que a su derecha, en el puesto del heredero, estaba Hanabi, sonriéndole, Hinata jamás vio a su hermana más feliz, atrás de ella estaba Neji, también parecía feliz, una idea cruzo su cabeza, y con miedo vio a su alrededor, todos parecían felices o indiferentes por su situación, no había nadie que lamentara el no tenerla en la familia, ni siquiera una persona la quería ahí, quería llorar y gritar, pero las últimas palabras de su padre la detuvieron, al menos sería una Hyuga al final, enderezo la espalda y subió la barbilla, sus ojos se volvieron vacíos, las millones de emociones que hace un segundo cruzaron por ellos ahora no se veían, los presentes parecieron notar el cambio, un anciano carraspeo para que continuaran.

Se escuchó unos golpes en la puerta, por este entro el Hokage, quien saludo a los presentes, lo siguiente que supo Hinata la hicieron recostarse le amarraron las manos y las piernas, el Hokage realizo uso sellos, dos estrellas de siete puntas aparecieron una sobre ella y otra debajo donde estaba recostada

-Lo siento- escucho en un susurro, quiso girar la cabeza para ver quien lo había dicho, pero un dolor comenzó a propagarse por el cuerpo, vio como la estrella comenzó a acercarse, el dolor cada vez era más fuerte, en un momento no lo resistió mas, sentía que quemaba y dolía todo su cuerpo, se intentó zafar de los amarres pero apretaban cada vez más, removía las piernas y las muñecas, que comenzaba a raspar la piel con los amarres, sentía llamas en los ojos , jamás había sentido un dolor tan agonizante, sentía como algo se le clavaba en cada parte del cuerpo, comenzó a gritar desesperada que alguien le ayudara , sentía la garganta raposa de tanto gritar, como pudo abrió un poco los ojos y vio cuando la estrella que había estado sobre ella se posiciono en su cuerpo, giro la mirada a su padre, pero ni siquiera un atisbo de compasión vio en ellos, y lo entendió, ellos jamás la quisieron, ya no podía respirar haciendo que su pequeño cuerpo se convulsionara, estaba perdiendo la conciencia y recordó ese lo siento, ella también lo sentía, pero al parecer ya era muy tarde para que hiciera algo, estaba muriendo, frente a su padre, hermana, primo, abuelos, y nadie hizo nada para ayudarla, cerró los ojos resignándose a morir con este último pensamiento.

En la habitación reinaba el silencio, todos observaba al Hokage posicionar a la niña mientras realizaba el sellado, unos Hyuga de la rama secundaria amarraron sus manos y piernas, nadie se movió cuando la niña comenzó a removerse, nadie se movió cuando comenzó a gritar por ayuda, nadie se movió cuando sus muñecas comenzaron a sangrar, nadie se movió cuando comenzó a convulsionar, nadie se movió cuando dejo de moverse, nadie se movió cuando vieron como la estrella purpura se fusionaba con su piel hasta desaparecer y nadie se movió cuando un destello salió de sus ojos.

El Hokage que hasta hace solo un momento estaba arrodillado realizando la serie de sellos, se levantó con la rapidez que le dio el apodo del rayo amarillo de Konoha, para tomar a la niña en brazos y verificar que siguiera respirando, hizo una reverencia y salió con la niña, afuera del salón había un Hyuga que tenía una pequeña mochila.

-Estas son su pertenencias- el rubio la tomo y se la acomodo en el hombro, salió de la mansión con la niña inconsciente, busco un chakra en específico, se subió a los techos y corrió a toda velocidad para intentar llegar a tiempo.


Hola, espero les guste el fics estaré subiendo todas las semanas un capitulo, ya llevo 6 escritos así que no hay modo que me retrase solo en caso de que se produzca un apocalipsis zombie o se me caiga el Internet.