HOLA, ESTA ES MI PRIMER HISTORIA QUE PUBLICO EN FAN FICTION, POR LO QUE SE PUEDE DECIR QUE SOY NUEVA EN ESTO. ESPERO QUE LES GUSTE ESTA HUMILDE HISTORIA Y QUE SEPAN COMPRENDER LOS ERRORES…ESPERO SUS REVIEWS CON IDEAS PARA SEGUIR ESCRIBIENDO Y SUS COMENTARIOS SOBRE LOS LIBROS.
EN ESTE FICS LA PROTAGONISTA ES GINNY, ASI QUE ESPERO QUE SUS FANATICOS LEAN Y DIGAN QUE ES LO QUE PIENSAN..BUENO SIN DEMORARLOS MAS LES DEJO EL FIC, SIN ANTES DECIRLES QUE TODOS LOS PERSONAJES PERTENECES A JK. ROWLING Y A WARNER...AQUI VA LA HISTORIA.
CAPITULO 1: GINNY
El sol asomaba por una colina a lo lejos y sus rayos comenzaban a colarse por una pequeña ventana. La casa en cuestión, era muy acogedora, todo en ella parecía emanar un calor hogareño diferente al normal. Seguro que así sería, pues se trataba de la casa de unos magos.
La Madriguera, como se llamaba, se alzaba sobre una pequeña colina en las afueras de Londres, era una casa de dos pisos, con mezcla de diferentes estilos. En esta que un montón de aparatos muggles y no muggles se amontonaban en su interior, dándole un aspecto bastante diferente a las casas normales, pero a la vez otorgándole ese toque especial que lo hacia el hogar perfecto. La familia que allí vivía eran los Weasley, una familia de magos de sangre pura, no muy adinerada, pero feliz. Los nueve miembros de la familia siempre eran reconocidos por una singular característica, su cabellera, siempre colorada, simulando ser llamas de fuego rojo.
En una habitación pequeña, de la ya conocida Madriguera, una chica de ahora cabello más corto, pero igual de rojo, se acababa de despertar. Abrió sus ojos y miro pensativa el techo de su habitación, era de un color claro, que hacia que los rayos de sol que entraran por la ventana se confundieran con el suyo. Por un momento se pudo observar una sonrisa sobre su rostro. Se levantó rápidamente y bajo las escaleras a desayunar. Allí la familia se encontraba.
La señora Weasley, una mujer algo regordeta y con una gran sonrisa, que a pesar de esto dejaba ver cansancio la recibió en la cocina con un gran beso en la mejilla. –Buenos días, cariño-le dijo, mientras le daba una tostada.
-Buenos días, mamá- le contestó, mientras se acomodaba en su lugar en la mesa y miraba entretenida como los gemelos hablaban por lo bajo, seguramente tratando de inventar una nueva golosina explosiva, pero en ese momento la distrajo la entrada alborotada de Ron.
-…no creo que sea buena idea Harry, la verdad que para mi es muy difícil todo esto-decía un Ron algo sonrojado todavía mientras entraba desde el jardín a la cocina, por detrás de el un chico de ojos verdes y pelo bastante desordenado entro riéndose por lo bajo.
-¿Qué es difícil para vos, Ronnie-dijo en tono burlón Fred.
-¿Ehhh?...no, nada…nada-dijo Ron poniéndose tan rojo como su pelo, y subiendo las escaleras aceleradamente, por atrás comenzó a subir Harry pero Ginny lo hizo detenerse.
-Harry… ¿dónde esta Hermione-le preguntó al chico.
-Creo que sigue en el lago-le contestó antes de sonreírle y subir rápidamente las escaleras.
Ginny se paro lentamente de su lugar mientras tragaba su ultimo bocado de tostada y se disponía a salir de la cocina en busca de su amiga, pero se encontró con esta entrando ya por la puerta.
-Hola-le dijo animadamente, pero Hermione solo levanto la cabeza y le mostró una sonrisa falsa. Ginny ya se imaginaba de qué se trataba, seguramente había peleado con Ron.
Subieron las escaleras sin decir nada. Ginny fue la primera en hablar luego de que entraran en la habitación de las chicas.- ¿Qué hizo Ron ahora-le preguntó tratando de resultar graciosa para mejorar el humor de la chica, pero pareció no dar resultado
-Esta vez no hizo nada-contestó sin levantar la vista.
Ginny decidió entonces que era mejor no preguntar en ese momento, pero si que averiguaría después. Camino hasta su cama y saco de debajo de esta una pila de revistas, con portadas no muy coloridas. Seleccionó una y comenzó a leerla desde la mitad de un artículo que era su preferido.
"…en Bulgaria en el año 1945 encontró la forma de transformarse por primera vez en un animal, experimentando primero lo suficiente con diferentes objetos, pero nunca obteniendo el resultado deseado, hasta que lo probó en si mismo. Recién en el año 1956, un grupo…."- pero se vio interrumpida por el llanto de Hermione. Ginny se sentó en su cama y puso cara de enojo y preocupación a la vez.
-¿Me vas a decir qué tenés o vas a llorar ahí sola como una tonta-le dijo bruscamente.
Hermione levantó la vista de la cama, donde minutos antes la había clavado decidida de que nada ni nadie la obligaría a que la levantara.
-Es…es que estoy muy triste-dijo entre sollozos. La pelirroja, que ya se había tranquilizado se sentó a su lado y la abrazó fuertemente.
-Sabes que Ron tiene el increíble poder de hacer sentir mal a la gente por lo más mínimo-le dijo tratando de levantarle el animo.
-Ya te dije que no hizo nada esta vez.
-Entonces, ¿Por qué estas así?
-Es que me di cuenta de algo y es demasiado tarde…
Ginny sabía de qué se trataba todo esto, pero realmente no quería poner peor a Hermione así que se decidió por solo acompañarla en el silencio que en ese momento era lo único que parecía querer su amiga.
Se quedaron así un rato, pero Ginny no pudo contener su mente durante todo el tiempo así que se puso a pensar en "sus cosas", como a ella le gustaba llamarlas. Se acordó que el cumpleaños de Collin era en una semana y que debería regalarle algo, seguro que con sus ahorros le podría comprar algo a sus hermanos. Entonces se escuchó que alguien llamaba a la puerta, Hermione rápidamente se seco sus lágrimas y se fue hacia la ventana y se quedó mirando hacia el patio fijamente. La puerta volvió a sonar.
-¿Qué quieren-dijo Ginny una vez que abrió la puerta y se encontró con Ron y Fred allí parados.
-Mama dice que ya bajen a comer, el almuerzo ya esta servido-dijo Fred.
Ginny no dejaba de mirar a Fred que hacía muecas mientras hablaba, pero su mirada se desvió hacia Ron, que como nunca, estaba muy callado. El chico miraba hacia adentro de la habitación, seguramente buscando a Hermione.
-¿Busacas algo-dijo Ginny molesta por la impertinencia de su hermano.
Ron sin decir nada empujo la a Ginny y luego al puerta que ella había dejado entreabierta y se dirigió hacia Hermione.
-¿Te ocurre algo, Hermione-le dijo preocupado.
Ginny y Fred miraban la escena desde la puerta. Entonces Ginny sujetó a su hermano del brazo y lo sacó de al habitación, justo cuando el tenia pensado acomodarse para escuchar la conversación de los otros dos chicos.
-¿Qué haces-le preguntó Fred, una vez que se encontraban fuera de al habitación.
-Necesitan privacidad, Fred- contestó tajante la pelirroja.
Al bajar las escaleras, se encontraba toda la familia Weasley y unos cuantos miembros de la orden entre los que se encontraban Lupin y Tonks. Ginny se sentó a la par de esta ultima y nuevamente dejo volar su imaginación, pensando en como haría para volver a mirar a Hermione sin que su cara le diga que ella tiene la culpa de su llanto, seguramente a esta altura Ron le habría contado todo, aunque hubiera preferido ser ella la que le dijera la verdad a Hermione, ahora seguro que se haría la enojada por unos días, y después todo volvería a la normalidad…aunque si Ron y Hermione se ponen de novios…
El ruido de un plato roto la separo de sus pensamientos, Bill desde la otra esquina de la mesa había tirado sin querer un plato lleno de pastel de calabazas que había traído Tonks, y al ver esto la chica bajo al cabeza desanimada. Ginny entonces se paró y ayudo a su hermano a levantar, los ahora destrozados, pedazos de pastel.
Cuando volvió a su lugar se acomodó esta vez entre Tonks y Harry que acababa de llegar a la cocina y miraba la escena, pero sus ojos estaban en otro lugar, y Ginny se imaginaba perfectamente donde.
Luego de la comida, que fue bastante silenciosa, se disponía a ayudar a su, madre a levantar la mesa, pero entonces escucharon que alguien llamaba desde la chimenea, y todos se levantaron a ver quien llamaba. Lupin que había sido el primero en entrar en ver de quien se trataba, se dirigió a los chicos y les dijo-Es de la orden. Y con esto los gemelos, Ginny y Harry comprendieron que no podían ir a ver de qué se trataba. Los gemelos no lo pensaron dos veces y salieron corriendo escaleras arriba, en búsqueda, seguramente de algo que les permitiera escuchar la conversación en la otra sala.
Ginny comenzó lentamente a levantar los platos, vasos y cubiertos que se encontraban en la mesa, con ayuda de Harry que no pronunciaba palabra alguna, entonces ella decidió romper el silencio.
-¿No vas a hablar nunca mas-le dijo entre enojada por la actitud de Harry y tranquila.
Harry la miro directamente a los ojos, y le sonrió.-Si, pensaba decirte precisamente ahora que me gusto mucho el regalo que me hiciste para mi cumpleaños, no sabía que tenías esa foto, ¿de donde la sacaste?
-Me la dio Sirius-dijo Ginny distraída, al mismo tiempo que se daba vuelta para comenzar a lavar los platos sucios.
-Te la dio a ti, ¿por qué-preguntó Harry, que parecía enojado ante esta nueva información que tenia.
-Porque yo se la pedí, pero luego pensé que vos la querrías y para mi es mas importante que la tengas vos.
Ginny se giró para ver a Harry, y lo encontró bastante cerca de ella, mirándola nuevamente a los ojos, ahora sentía como su cara comenzaba a ponerse colorada, por la mirada del chico y por tenerlo tan cerca.
-Gracias-le dijo Harry, que todavía parecía ponerse incomodo cada vez que se nombraba a Sirius.
Harry se acercó mucho a la chica y le dio un beso en la mejilla. Ginny que se había quedado helada solo lo miraba y podía sentir su cara hirviendo.
-De…de nada-le dijo bajito, mas para si, que como una verdadera respuesta.
Harry le sonrió, pero no dejo de mirarla. A Ginny comenzaba a molestarle la mirada de Harry.
-Bueno, ya podes cortarla con la miradita-le dijo irritada, y casi corriendo hasta el otro lado de la sala.
Cuando pensó que estaba lo suficientemente lejos del chico, se dio vuelta y lo volvió a mirar, pero esta vez no buscaba los ojos del chico. Harry sonreía desde el otro lado de la sala, parecía disfrutar del nerviosismo de la pelirroja, que estrujaba una servilleta que tenia entre sus manos.
-¿Estas algo nerviosa-le dijo acercándose a la pelirroja lentamente, pero sonando bastante confiado.
-N-no-dijo Ginny que miraba un cuadro en la pared, al tiempo que de reojo veía como el chico de cabello azabache, se acercaba mas a ella, por lo que opto comenzar a caminar en dirección contraria pero por el otro lado de la mesa.
Harry que parecía haber hecho enojar lo suficiente a Ginny, se quedó helado con la reacción de la pelirroja, entonces opto por sentarse a mirarla levantar la mesa, siguiendo estudiosamente cada uno de sus movimientos.
-Bueno, en serio, la vamos cortando con esa miradito que me pone nerviosa-dijo Ginny ya completamente enojada ante la mirada del chico.
-¿Qué no era que no estabas nerviosa?
Ginny solo atino a mirarlo sorprendida, no sabia como hacía, pero hasta con esa simple pregunta, había logrado incomodarla.
En ese momento entraron los gemelos algo cabizbajos, seguido por Ron y Hermione que venían también algo tristes y la Sra. Weasley que parecía bastante enojada. Ginny supuso entonces el porque del rostro de los chicos, entonces, anticipándose a la que se venía le dijo a su madre con un tono inocente:
-Mamá, ¿querés que lave los platos también?
-Bueno cariño-le contesto la madre, pero sin dejar de mirar enojada a Fred y George.
Cuando la Molly Weasley salio de la cocina, los gemelos cambiaron un poco su expresión cabizbaja, pero Ron y Hermione, seguían medio tristes.
-Y a ustedes dos que les pasa-preguntó Harry.
-….
-Están así porque mamá los corto en medio de su reconciliación por la pelea de esta mañana, seguramente-dio Fred, que ya se había parado y se dirigía hacia Ginny.
-¿Qué...-no alcanzó a decir Ginny ya que Fred le había llenado la nariz con burbujas del jabón que usaban para lavar los platos. Ginny se puso roja de la furia y agarró un puñado de jabón entre sus manos y comenzó a perseguir a Fred por toda la habitación, corriendo alrededor de la mesa. Cuando Ginny pasaba por segunda vez a la par de George, este se levantó y la tomo por la cintura levantándola por el aire, y sin soltarla a pesar de todos los intentos de Ginny por soltarse, lo cual había ocasionado que tragase algo de jabón.
-¿Qué está pasando aquí-dijo con vos divertida Tonks, al tiempo que George soltaba a Ginny y la dejaba caer al piso. Una gran risa invadió la cocina Weasley, salvo Harry que ya se veía venir un ataque de furia de Ginny, pero para su sorpresa, la pelirroja solo sonrió y se paró en su lugar, tratándose de sacar el jabón de la cara.
Cuando finalmente terminó de secar lo platos y cubiertos que habían utilizado en la cena, Ginny se dirigió escaleras arriba, lista para dormir, pero le preguntaría a Hermione que había pasado con Ron, pero una mano la sujetó del brazo y la entró con violencia al cuarto de los chicos. Cuando el brazo la soltó, pudo ver que se trataba de Ron que la miraba con una de esas caras, las cuales le ponía cuando le iba a pedir algo, sentado cerca de la cama de Ron se encontraba Harry.
-¿Qué te pasa, Ron, ¿sos tonto o que-dijo la pelirroja enojada, pero al ver la cara de preocupación de su hermano decidió comportarse bien y se sentó en la cama de Harry.
-Quiero pedirte un favor…en realidad…es un favor muy grande….-comenzó a decir Ron, de vez en cuando miraba la puerta, como asegurándose de que nadie escuchara lo que estaba a punto de decir-necesito saber…si, bueno…si Hermione esta celosa, por lo del plan digo-dijo mientras se despeinaba mas su pelo, aptitud que había adoptado últimamente.
-El plan marcha bien, así que no lo arruines-dijo Ginny algo fría, y se marcho de la habitación sin mirar a su hermano ni a Harry.
