Los personajes utilizados en esta historia no me pertenecen, todos ellos son obra y magia de Akira Toriyama y sus secuaces.
"... Cell se estaba volviendo cada vez mas poderoso, y el único método que los guerreros Z tenían a la mano era entrenarse para lograr vencerlo. Goku señaló que la manera más rápida y factible de entrenar era en la habitación del tiempo, la cual proporcionaba menos horas de práctica en la linea temporal normal, pero con un mayor desarrollo de las habilidades. Es por eso, que Vegeta y Trunks aceptaron la petición, e ingresaron ambos para realizar un entrenamiento que les permitiera volverse más fuertes en menor tiempo."
Capítulo uno: El rechazo
'Buena suerte' fue lo último que escuche de parte de Gohan al entrar a la habitación del tiempo, mi padre y yo estaríamos un año entero entrenando… juntos. Dentro de mí, habían sentimientos encontrados, que luchaban por sobresalir unos con otros; temor, por lo acontecido, ansiedad por lo que se venía, sin embargo sabía que debía tener un actitud impávida frente a mi padre, y en algunos ocasiones, simplemente debía dejar de escuchar sus palabras que en su mayoría eran insultos, o un rechazo total. Nunca esperé que me abrazara, o me diera una palabra de aliento, cada vez que mi madre intentaba explicarme la personalidad de mi padre, lo veía como un hombre orgulloso y fuerte, y jamás me hice falsas expectativas, sabía que su corazón era frío, duro como una roca, pero nunca pensé que sería tan extremo, que me rechazaría de tal manera.
—Trunks, espero que no me estorbes
—No te preocupes, no lo haré. Me limitaré a seguir tus movimientos, no insistiré pidiendo que entrenes conmigo, sé que te negaras a pesar que lo suplique una y otra vez
—Por supuesto —Dijo, riéndose de mi —, necesito un oponente que me haga superar mis poderes, no uno que no sirva para nada
Me quité la chaqueta y comencé a entrenar, mi padre fue a otro lado, lejos. No recuerdo el tiempo que transcurrió ese día, pero me sentía agotado, así que decidí comer y descansar para recuperar energías y seguir con mi entrenamiento. Mi padre, Vegeta, estaba ahí, sentado en uno de los escalones de la pequeña habitación, con los ojos cerrados, meditando. No quise preguntar ni hacer comentarios al respecto, de todas formas recibiría un insulto, o un profundo silencio. —¿Crees que podrás conseguir algo con ese entrenamiento tan básico, Trunks? —No le respondí, continúe mi camino hasta la nevera. —Ya veo, no quieres responder, pero que chiquillo mas insolente
—Es el entrenamiento que realizaba en la otra dimensión, en mi realidad —dije—, Gohan me enseño todo lo que sé, y ya que tú no quieres entrenar conmigo, seguiré a este ritmo
Así fue nuestra relación los primeros meses, conversaciones cortas en las que solo criticaba mi manera de entrenar, mi nivel, mis poderes, por lo que decidí ignorar cada una de sus palabras. Él me quería lejos, yo me alejaría entonces de él.
El tiempo transcurría rápido, estaba un poco más alto, pude notarlo y mi cabello comenzaba a crecer. Sentía que me hacía más fuerte, la energía que desprendía en mis poderes era cada vez mayor, y mi padre se dio cuenta de ello. Hubo ocasiones en que me miraba a lo lejos, y otras tantas se acercaban un poco, y desde el aire, observaba mis movimientos, en una oportunidad incluso, pude ver en su rostro una pizca de sorpresa, que desapareció rápidamente al notar que lo miraba. Un día, como tantos otros, en medio de mi entrenamiento, sin avisar, mi padre me lanzó un poder por la espalda, desestabilizándome, y haciéndome caer. —¡¿Pero qué demonios estás haciendo?! —grité, intentando recobrar el aliento.
—Deberás mejorar tus sentidos, no puedes simplemente concentrarte en lo que haces, y no en tu alrededor. Si hubiera sido Cell, ya estarías muerto; actúas como un Saiyajin de clase baja… es cierto, qué más puedo esperar si fuiste entrenado por el hijo de Kakarotto. Pelea conmigo.
Y así lo hice, comencé una batalla de entrenamiento junto a mi padre, sé que para él fue un simple acto para 'calentar' como decía, pero para mí, era pasar al fin, un instante junto a él, de todas formas, mi regreso al pasado no fue solo para advertir de lo que venía y ayudar en la batalla contra los androides, sino también poder conocer a mi padre, y pasar tiempo juntos.
—Vamos Trunks, no tengas miedo en atacar a tu padre, hazlo con todas tus fuerzas —decía, en tono de burla y a la vez, severidad. —¿Acaso no te sientes feliz al estar cerca de mi? Buscabas este momento, tener una interacción familiar, pues bien, ¡te daré la dicha de ser golpeado por tu padre!
Intenté responder a todos sus movimientos, pero iba un paso delante de mí. Me golpeó con fuerza repetidas veces en el estomago y el rostro, y para terminar, me lanzó uno de sus poderes, dejándome en el suelo, lastimado. —Sabía que no eras oponente para mí, no pareciera que fueses hijo mío, con este nivel de pelea tan bajo, me repugnas. —Me levanté, y dejé que el poder de Supersaiyajin se apoderara de mi cuerpo, lo ataqué entre la cólera, y las ganas de demostrarle que merecía su respeto, lo ataqué sin limitarme por su titulo de padre, lo ataque como si de un enemigo se tratase, y lo vencí. Sin darme cuenta, había derrotado a mi padre, lo dejé fuera de su transformación, sin fuerzas, mirándome con el ceño mas fruncido de lo normal, trató de levantarse, algo aturdido y con el cuerpo curvo, me maldecía. Dejé mi transformación, y bajé a su lado —Lo siento papá yo… hice lo que me dijiste.
—Déjame sólo, no necesito tu ayuda ¡Largo de aquí!
Continuará...
