Los dos eran rubios. Hablaban a base de gritos. Si a Sasuke le preguntaban si creía en las almas gemelas, él lo negaría, sin embargo cierto par de rubios se les cruzaría por la mente. Y es que no entendía como los demás no pensaban como él, o solo lo imaginaban. Básicamente toda su adolescencia Naruto lucho por llamar la atención de Sakura, cosa que nunca consiguió. Entonces, ¿Por qué el idiota nunca miro al lado? Es decir. Ino y Sakura prácticamente estaban pegadas con goma era imposible no ver a una sin notar a la otra. Lo más extraño era que nadie más lo noto. ¡Por el amor de Dios! Ellos eran tal para cual.

Ese era el dilema con el que Sasuke había luchado en la secundaria, un montón de ''que hubiera'', pero nunca lo dijo porque pensó que quizás con el tiempo su mejor amigo abriría sus horizontes. Y lo hizo. Solo que no con Ino.

Otra persona con la que Sasuke se imaginó a su mejor amigo era con Hinata. Todo lo opuesto a Naruto. Tímida, oportuna, de buenos modales. Quizás ellos pudieron haber terminado juntos, pero era obvio que al tonto ese, se le tenían que meter por los pantalones para que empiece a notar a las chicas. Adolescente. Hormonas. Ya saben que siguen. Y al final el destino hace lo que tiene que hacer y pone a las personas con las personas correctas. Él estaba seguro que Hinata lo encontraría. Solo que no con Naruto. Para él era obvio. Porque Naruto era un idiota.

Para cuando todos tomaron caminos diferentes después de la escuela, todos se iban sabiendo que la relación que mantenía con sus amigos de infancia era de aquellas que no se rompían, no importa el tiempo ni la distancia.

Han pasado muchos años desde la última vez que estuvo en un mismo lugar con todos ellos. A veces coincidía con un par, o uno de ellos de vez en cuando. Pero desde que cada uno siguió su rumbo ha sido difícil, mantener el contacto.

Ahora 10 años después, parece ser que el destino ha decidido volver a juntarlos y es que su mejor amiga, Sakura será la primera en casarse, y ha decido que la ceremonia sea en su ciudad natal. Para alegría de todos, se casaba con un conocido: Sabuko no Gaara. Muy gracioso ya que cuando Gaara se mudó de Suna a Konoha ellos no podían ni verse. Naruto estaba más que feliz, con los años aprendió a apreciar a Sakura como la hermana que nunca tuvo y la amiga que aprendió a querer.

No tomo mucho tiempo para que Sasuke recibiera un correo de Ino. Invitándolo a llegar 2 semanas antes para poder tener un pequeño reencuentro con todos los demás. Y así poder organizar una fiesta para Sakura, pues ella era también su mejor amiga. Al parecer todos sus viejos compañeros ya habían aceptado y ella se encontraba muy emocionada y muy triste a la vez porque iría sola. Cosa que no le importaba mucho, pero con el tiempo aprendió a ser sociable y no ser un idiota a la hora de responder.

¡Oh sorpresa! Naruto también estaba soltero. Y sus teorías de que hubiera pasado, volvían a resurgir en su cerebro. Estaba decido estas dos semanas se dedicaría a comprobar si el de alguna u otra manera tenía razón.

¿Qué ganaría él? Solo la satisfacción de saber que siempre tuvo razón. Y debía de admitirse que ese par de rubios se verían muy bien juntos.