Hola ¿como anda? Yo bien gracias. Aquí dejo mi siguiente fik. No he tardado mucho ¿eh?. Bueno solo he de decir que Naruto no me pertenece y no hago este fik con fines algunos monetarios simplemente dejo que vuele un poco la imaginación. Sin más comentarios os dejo con el capi. Porfitas dejarme algun reviews-
Secretos
1- Incidente:
El cielo brillaba en todo su esplendor, a pesar de estar en medio del invierno. La calle volvía a tener su aspecto normal después de las fiestas navideñas y como es evidente los niños volvían muy alegre a su instituto. Aunque a otras personas no tanto. Sakura iba con su nuevo porch amarillo pollito mientras veía como una fila de niños entre 3 y 4 años cruzaban el semáforo con una cuerda alrededor de la cintura. Al ver que tardaban mucho y que aún quedaba una buena hilera de niños por pasar encendió la radio y se puso cómoda mientras se repetía en la cabeza el horario que tenía ese día para la Universidad. Su carrera no era nada del otro mundo, toda su familia lo llevaba haciendo desde hace años y como era lógico ella también tenía que seguir su tradición. No le fascinaba mucho la carrera de Psicología y mucho menos ser eso. Desde muy pequeña se había decidido a ser Escritora de fama mundial. Todo el mundo le decía que tenía carisma, imaginación y ganas… ¿Qué más le faltaba?...Bueno a parte de mejorar su ortografía y la gramática nada le fallaba…pero durante unas cuantas semanas no había podido escribir ni una sola línea de su nueva creación. "Claro de Luna". Ese título era bastante famoso, no simplemente por la obra de Beethoven y de Debussy. Aparte que el Claro de Luna era su preferida (la de Beethoven) no era eso lo que le hizo ponerle el título a su obra maestra, sino por la primera historia que escribió con solamente 6 años. En esos momentos ponerse a leer "eso" le entraba un ataque de risa, era horrendo, lleno de faltas y mal narrado… ¡Un desastre!
En la luna como estaba no se dio cuenta que los críos ya habían pasado y la que estaba trancando el tráfico era ella. Recibió unos cuantos cornetazos insultos hasta que al fin comenzó a rodar nuevamente. Miró el reloj y se asusto, solo faltaba 4 minutos para sonará el timbre de clase y el profesor hubiera entrado y comenzado la clases. Sin miramientos apreto el acelerador y comenzó a volar por la carretera.
Al dar solo un paso en la clase comprendió que se había salvado totalmente, aún faltaba un par de personas en clase y el profesor no daba signos de aparecer. Con calma se arreglo un poco su larga melena y se la recogió en una coleta baja para tener más comodidad y prestar más atención. Sin saludar a nadie se sentó en su silla y saco una pequeña libreta de su mochila mientras que leía las últimas palabras que había puesto…
"Entonces…"
-Entonces…la dulce Sakura se enamoró totalmente del noble Naruto Uzumaki- la voz chillona de su querido amigo era tan especial que aunque no hubiera dicho su nombre ya sabía quien era- ¿Aún sigues con esa líneas?
-¿Qué crees?- le contestó de manera bruta mientras cerraba la libretita- ¡Si no andas con ojo tu novia se pondrá celosa de mi y no sería la primera vez!
El chico se dio por aludido y se volvió a dirigir a su sitio mientras refunfuñaba y luego soltaba un par de insultos incomprensibles.Había pasado 20 minutos y el profesor no se presentaba en la aula. Sakura no le importaba en más mínimo la ausencia de este, ya que se podría colocar su mp3 y escuchar música y intentar escribir algunas letras más. Imposible.Frustrada volvió a cerrar la libretita a lo bruto se levanto haciendo el máximo ruido posible con la silla y salió al pasillo.
El pasillo era bastante largo, las paredes estaban pintadas de blanco y por la parte de abajo había una pequeña franja pintada de verde hierba. Luego al final de este estaba la salida de emergencias que comunicaba con el jardín y así una puerta lo bastante grande para que salieran 10 personas en horizontal. Normalmente a esas horas se solía oír el murmullo hablar de los profesores en las clases continuas y algún que más ruido del patio con los estudiantes de Danza. Pero ese día todo se encontraba en un impetuoso silencio. Asustada volvió a entrar en el aula y a una compañera de clase le comentó lo ocurrido.
-¡No seas boba Sakurita!- comento una rubia de ojos azules y un pequeño moño en la cabeza- ¡Tu y tus paranoias! ¡Deberías leerte el libro que nos dieron de la Psicologia Evolutiva! ¡Te iría muy bien!
-¡No estoy desvariando!¡Mira por ti misma!
Así a rastras sacó a su amiga de la aula y unos cuantos compañeros curiosos le acompañaron. Como había dicho ella, los pasillos se encontraban en un silencio espantoso. Cualquier eco ya provocaba que la piel se le erizara en los brazos. Con aquel silencio no fue de extrañar que cuando el pitido de fin de clase sonará todos se alteraran de forma horripilenta. Ya todo era sumamente extraño, el timbre había sonado antes de la hora y solo había pasado media hora que estaba ahí adentro. No pudo comentar nada más con sus amigos ya que en masas salían de la aula para ir a la siguiente que tocaba en la parte de arriba. Sakura frustrada se sentó en su sitio un minuto más hasta que comenzó a recoger todo, su fiel perrito guardián Naruto le esperaba meneando la colita con los ojitos apunto de lluvia.
-Naruto…Hinata se enfadara…-le comentó cansada mientras se colocaba la bolsa en el hombro y salía de las filas- …Mira…Hablando del rey de roma..
En la puerta se encontraba una chica de largos cabellos azules oscuros y ojos traslucidos y una piel sumamente blanca. Tenía en la mano un bolso con unas grandes letras donde ponía su nombre y el del perrito faldero. Sakura se rió de lo ridículo que quedaba pero se alegraba por su amiga. Después de haber convivido toda su infancia con ella antes de entrar a la Universidad al fin se le declaro al perrito y este le correspondió sumamente contento.
-Acuérdate Hina…la costumbre siempre se queda… - le dio unos golpecitos en la espalda a su amiga y los dejo a los solos que seguramente terminarían más que hablando- ¡Nos vemos después!
Subió por las grandes escaleras que daban al piso de arriba. Aquella planta desprendía un olor totalmente desagradable cada día. Comprendía que en el laboratorio se hicieran experimentos pero podrían comprar algún ambientador para hacer neutro el olor. Pero aquel día en el aire se respiraba un cierto aroma a pólvora. Sin prestar mucha atención a su alrededor se fue caminando hasta su aula. No podía comprender que era lo que le faltaba a su historia. Lo que ocurrió al instante que puso el pie en el pasillo fue a cámara lenta y totalmente doloroso.
Los ojos de sus compañeros se abrieron de par en par cuando ella entró luego escucho el disparo de una arma y luego un fuerte dolor en el abdomen. Se encontraba tirada en el suelo con la mano puesta en la herida sangrante, nadie movía un dedo. Tenía la vista borrosa y no comprendía nada. Cuando una extraña sobra se apreció delante de ella pensó que estaría salvada. Estiro la mano como intentando sujetar a aquella persona pero al hacer eso sintió como todos los huesos de su mano derecha se rompían poco a poco. Entre el dolor de la mano y del abdomen no sabía muy bien como reaccionar. Pero aquella voz que gritaba era la suya, supuso que de dolor. Cerró los ojos un minuto, y en ese momento escuchó gritos, luego que le jalaban de su hermoso pelo luego más grito y otro disparo que le dolió bastante lo demás solo fue negro.
