Esperanzas rotas.

Por Cassiopeia Druella Black


Disclaimer: Todo pertenece a Tite y bla, bla, bla...


La luna brillaba intensamente esa noche de verano, en esa noche, todo parecía perfecto, estaba exactamente como debería ser el clima ideal, y una suave brisa recorría las playas de Karakura.

Karin llevaba un hermoso vestido suelto, y mojaba sus pies en la brillante agua cristalina, su largo cabello negro ondeaba suavemente al compás del viento, y la escena era la perfecta para protagonizar una película romántica.

En la película, ella habría estado acariciando su abultado estomago suavemente, mientras dejaba que unas lágrimas de añoranza cayeran por su rostro, en la película, su joven enamorado, habría estado caminando junto a ella…

Pero Toshiro no estaba con ella…

Se había ido… Por lo que parecían siglos y siglos, aun cuando solo habían pasado 6 meses desde que el volviera a la Sociedad de Almas.

Cada día desde que él se había ido se volvía más fácil, pero no por ello menos doloroso, ellos habían quebrantado la ley, y la Sociedad, la maldita Sociedad, había decidido robarle los recuerdos a Toshiro, y si no se los borraron a ella, era por la pequeña niña que llevaba dentro suyo, porque era una niña, pero Toshiro nunca lo sabría.

La noche era perfecta, la escena era perfecta, o lo seria si él estuviera allí.

Karin ahogo un gemido que amenaza con quebrar o embellecer aún más la escena, porque lo había sentido, aunque no pudiera verlo, sabía que estaba cerca de ella, sabía que aunque ya no la recordara el la cuidaría.

Sabía que volverían a estar juntos algún día, y que la Sociedad no podría impedirlo…


HE VUELTO, LANCEN LOS FUEGOS ARTIFICIALES, ABRAN LAS BOTELLAS DE CHAMPAÑA, LA REINA DEL DRAMA HA VUELTO BITCHES