Disclaimer: Harry Potter y demás personajes que reconozcan le pertenece a J.K. Rowling y los que no, pues a mi y a mi conciencia.


Why...?

Tell me why...

Why the destiny has to be evil?

Why the people we love have to die in front of our eyes?

Just…

Tell me…

Why?


Privet Drive, Surrey

15 de Julio de 1996.

Era una noche de verano, como tantas otras que habían pasado. El viento cálido se filtraba por la ventana de uno de los cuartos de la casa número 4 de Privet Drive, Surrey.

Un joven de cabellos negro azabache se encontraba recostado sobre su cama. Sus ojos verde esmeralda, opacos, rebosaban de lagrimas, hacia noches que no dormía. Hacía días que se negaba a aceptar la perdida de su padrino...

Hacia ya mucho tiempo que no encontraba razón para vivir... que no encontraba algo que lo atara a este mundo...Si, tal vez gente inocente que moriría tratando de dar batalla a Lord Voldemort... pero ¿Y eso a él que le importaba? Se le había negado el tener padres desde bebé...Se le negó un infancia llena de amor y cariño...El tener esperanza e ilusión... el tener algo que los demás tenían... elección... Si él hubiese tenido el poder de elegir, elegiría tener a sus padres con vida, a su padrino junto a él, jugando, bromeando,... el no tener esa tonta profecía sobre sus hombros...

Pero no...

El destino le jugaba a su antojo... No sabía cuando iba a atacar y que era lo que le iba a arrebatar, pero al final, siempre era algo que él valoraba en lo más profundo de su corazón...

Y nuevamente la imagen de su padrino volvió a su cansada y adolorida mente... El verlo nuevamente atravesar el velo... la verdugo de su muerte parado frente a él... riendo feliz por la muerte de Sirius... Y nuevamente la ira lo envolvió sumiéndole más en la oscuridad... y el sentimiento de culpa resurgió acompañado de ese nuevo pensamiento...

El suicidio...

Ahora más que nunca deseaba estar muerto... reunirse con sus padres, con Sirius... ya nada lo ataba... nada.

El joven mago se levanto de su cama, sin hacer caso los rugidos de su estomago, pues desde su llegada de Hogwarts no había probado bocado alguno. Abrió la puerta lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible, no quería que sus tíos se despertasen pensando que alguien o algo había penetrado en la casa. Bajo las escaleras, y camino seguro hasta la cocina, pero a mitad del pasillo se encontraba un espejo grande y elegante con adornos a los extremos.

Se detuvo.

La luz de la blanca luna entraba por una de las ventanas y se reflejaba en el espejo. Y se vio. Se vio muerto. Sus ojos sin vida, una palidez cadavérica sobre su cara, sus labios morados y resecos, se veía más delgado, y no era para sorprenderse... había pasado más de dos semanas sin comer y era rarísima la vez que probaba un sorbo de agua... Se entristeció más al saber que ni sus padres ni Sirius hubiesen deseado verlo así... pero lo hecho, hecho esta y no había vuelta atrás... bueno si la había.. si existía, pero el no retrocedería, se negaba a decir no después de haber tomado esa decisión.

Se alejo del espejo, y entrando a la cocina busco frenéticamente con la mirada algo que estuviese lo suficientemente filoso como para cortarse las venas...

Y lo encontró...

Era un cuchillo, no muy grande ni muy pequeño. Lo tomo y lo miro como si fuera la cosa más maravillosa del mundo... y lo era... era su salida asegurada de las penurias...

Y lo hizo. Corto sus venas. Y dejo que la sangre fluyera... y fluyera...

Y una Oscuridad bella y deliciosa lo rodeo... Un hermosa y bienaventurada oscuridad...


Despacho de Albus Dumbledore.

15 de Julio de 1996.

Unos ojos azules se asomaban preocupados por las gafas de media luna. Albus Dumbledore tenía una preocupación que no lo dejaba en paz desde que le dieron el reporte sobre el joven Potter.

-------Flash Back-------

La puerta se abrió dejando asomar a un hombre de aproximadamente 40 años. Su cara estaba demacrada. Sus ojos habían perdido esa luz que los caracterizaba. Había ido al despacho del director con la intención de intención de informarle acerca de la salud de Harry Potter.

Desde la muerte de Sirius Black, se había hundido en una desesperación sorprendente. Ahora veía con más claridad el cariño que Harry le profeso o le profesa a Padfoot, su buen amigo Padfoot.

-'Buenas tardes, Remus'- saludo cordialmente el director- '¿Qué te trae por estos rumbos?'-

-'Buenas tardes a ti también, Albus'- respondió el hombre de cabellos dorados- 'Harry. Harry es lo que me trae por aqu'í-

Remus espero ver que alguna emoción sobresaliera en esos ojos. Pero espero en vano.

-'¿Qué pasa con Harry, Remus?'-

-'No ha comido nada, Albus; y no es por que los Dursley no lo alimenten, al contrario, le dan la comida más sana, pero él no come, se lo da a su lechuza, Hedwig. Muy pocas veces se le ha visto tomando agua. Su palidez es extrema. Parece muerto. Sus ojos no brillan, Albus'.-

Albus suspiro. Había sido tonto al creer que Harry podría superar la perdida de Black solo.

-'¿Qué hacemos, Albus? Por que si no actuamos rápido lo perderemos...'-predijo Remus al antiguo director-' Y no creo que yo lo pueda soportar'- añadió con la voz temblándole.

-'Ya veré que se puede hacer Remus... ya veré'-

-------Fin de Flash Back-------

El "ya veré" se había quedado intacto. No había hecho nada, pues al poco tiempo hubo un atentado en el Callejón Diagon. Y ahora...

Ahora...

Ahora esa preocupación no lo dejaba en paz y, en esa misma noche había aumentado en gravedad. Hasta Fawkes estaba triste... Alto... ¿Fawkes triste?... El que un fénix se entristeciera de la manera en que lo estaba Fawkes en ese momento significaba un cosa... solo una cosa...

Muerte.


Privet Drive, Surrey Madrugada del 16 de Julio de 1996

Los miembros activos de la Orden del Fénix arribaron a la casa donde el joven Potter pasaba sus vacaciones de verano.

Los Dursley estaban dormidos gracias a un maleficio que les lanzo Moody. Tonks reviso la sala; Lupin y Moody el cuarto de Harry. El señor Weasley armario que esta debajo de las escaleras. Revisaron toda la casa... menos la cocina.

En el instante en que Albus Dumbledore llego a Privet Drive. Tonks y Lupin se acercaron.

-'Nada Albus'- informo Lupin al director

-'Es como si se hubiera desvanecido'- añadió Tonks preocupada.

-'No hay muestras de que los escudos que están alrededor de la casa fuesen rotos o manipulados'- informo Arthur Weasley, pues se acerco al director en el momento en que lo vio.

-'¿Ya revisaron todo?'-

-'Todo'-

-'Menos la cocina'- añadió Lupin

-'Entonces revisen la cocina'- ordeno Dumbledore con un tono de voz aparentemente calmado. Pero Remus vio que sus ojos le traicionaban. Reflejaban miedo y muchísima preocupación.

Remus y Tonks se dirigieron a la cocina para encontrarse con un charco seco de sangre, unos lentes rotos y un cuchillo al lado de estos. Tonks grito y Remus palideció en extremo.

Los demás, atraídos por el grito de la joven auror penetraron en la cocina...

-'¿Qué demonios paso aquí?'- pregunto el señor Weasley con la voz temblorosa al mirar la sangre seca.

-'Lo mismo me pregunto Arthur'- comento Dumbledore.- '... lo mismo'.-


Dolor. Era dolor lo que sentía. Estaba demasiado débil como para siquiera abrir los ojos. Pero pudo apreciar que se encontraba en una cama; no era su cama, era un cama cómoda y blanda, demasiado reconfortante, había de añadir. Respiro profundo. De la nada, se empezaron a oír dos voces. Al parecer dos hombres estaban discutiendo algo, pero un lenguaje que él desconocía, aunque era relajante escucharla, le inquietaba de cierta forma. Se suponía que estaba muerto, y cuando uno muere no siente dolor. No siente nada. No escucha nada. En pocas palabras: No vive.

Pero ahí estaba...

En un lugar que no conocía.

Entonces, al parecer, los dos hombres comenzaron a hablar su lengua, su idioma.

-'¿Tienes alguna idea del porque estaba tan debilitado y con esas heridas en sus muñecas? Es normal que los nuevo elegidos se debiliten al llegar, pero no al grado de caer en coma'- la voz sonaba preocupada.

-'No, pero ya le preguntaremos cuando despierte'- contesto la otra persona, pero este, a comparación del otro, parecía tranquilo.

Harry intento, con la fuerza que pudo reunir, abrir sus ojos. Muy, muy lentamente lo consiguió, dejando que la luz del sol chocara contra sus ojos. Intento parpadear, pero la falta de fuerzas era demasiada. Cuando al fin pudo abrirlos por completo, observo la habitación. Era hermosa. Parecía estar en armonía con la naturaleza que la rodeaba. Era una con el bosque.

-'Veo que ya despertaste, joven'-

El moreno giro su cabeza para quedarse en shock. Estaba frente a dos hombres. El primero tenía el cabello de color negro y sus ojos eran grises, aparentaba entre 40 y45 años, por las facciones de su rostro.

La segunda persona fue la que lo dejo helado. Era de una belleza sobre humana. Sus cabellos eran como el oro y tenía la expresión de alguien que es muy sabio, sus orejas eran puntiagudas.

Harry intento decir algo, pero el cansancio apenas si lo dejaba mantener los ojos abiertos.

-'Estas cansado, duérmete, perdiste demasiada sangre y estas muy debilitado'- aconsejo el señor de ojos grises. Con una mirada de preocupación y cariño.

Harry lo miro con recelo... había algo que no cuadraba bien dentro de ese cuadro. Primero: él DEBERÍA estar muerto, no vivo; Segundo¿Quiénes eran esas personas¿Cómo estaba seguro de que no eran espías de Voldemort? Tercero¿Cómo demonios había llegado hasta ahí?

El rubio vio la forma en que los miraba. Y le dijo algo en ese... ese... ese idioma raro a su compañero. Este solo asintió; y el rubio salió del cuarto sin decir un palabra, ya fuera en el idioma normal o en esa extraña lengua.

-'Duérmete'- pidió el señor amablemente.

Harry se quiso negar pero el cansancio estaba de acuerdo con el extraño, así que no le quedaban muchas opciones. Cerro los ojos y se dejo llevar por Morfeo...


Cuartel General de la Orden del Fénix.

5:00 am del 16 de Julio de 1996.

-'¿Cómo que desapareció?'- grito Molly Weasley después de que le digieran que la persona que consideraba como su propio hijo estaba desaparecida. Estaba fuera de sí, roja como un tomate y no tenía nada que envidiar al pelo de Ron. – 'Explícate, Albus Dumbledore'-

-'Molly, tranquilízate y te lo explicare'- pidió Albus a la mujer que estaba frente a él.

Estaban en la dirección del Colegio Hogwarts, y los demás miembro de la orden habían acudido a la llamada urgente del director.

-'¿Qué me calme¿QUÉ ME CALME?' – grito a todo pulmón la señora pelirroja con los ojos desorbitados de la furia- 'Ese niño es como si fuera mi propio hijo, Albus Dumbledore. Y créeme, que si el Lord Oscuro lo tiene en sus garras, se arrepentirá de haber existido, por que ese niño es MIO. Y nadie, nadie le hace daño a mi familia sin tener que soportar mi furia'-

-'Cálmate, Molly'- dijo Severus Snape- 'Voldemort no lo tiene y esta furioso, por que, según las apariencias, alguien o algo se le adelanto con el muchacho'.

Albus suspiro.

Fue en ese instante en que los presentes presenciaron la tristeza y la preocupación del director. Sus ojos no brillaban, no sonreía, parecía ido.

-'¿Alguna idea de donde puede estar?'-pregunto Moody

Todo el mundo negó con la cabeza.

-'Exactamente¿qué fue lo que encontraron?'- pregunto una joven de cabellos castaños y ojos negro. Su nombre: Nadia Smith.

-'Sangre seca, un cuchillo y sus lentes'- respondió Albus

-'¿Y no había algo más?'- pregunto con avidez la gemela de Nadia: Jessy Smith.

-'No'- contesto Arthur, pero Remus se había quedado pensativo, y lo recordó.

-'Sí, sí había algo, algo inusual'- La mirada de todos los presentes que ocupaban la sala estaba puesta sobre él- ' En el mango del cuchillo, había una especia de liquido espeso que cambiaba de color cada cierto tiempo'.

-'Si eso es verdad¿Cómo es posible que nosotros no lo notásemos?'- pregunto Tonks

-'Por que cuando lo vimos estaba de color negro'-

-'Pero también dijiste que cambiaba de color'-

-'Sí, y su tiempo de duración para cada color es de, mínimo, veinte minutos'-

-'¿Y como sabes que el tiempo es de veinte minutos?'- pregunto Snape secamente- 'Puesto que no estuvieron dentro de la cocina más de quince minutos'-

-'Exacto. Y tome el cuchillo y los anteojos de Harry'- Explico Remus.

-¿Todavía lo tienes, Remus?- pregunto el director, a lo que Remus negó con la cabeza.

-'Se desvaneció poco a poco'- respondió el licántropo

-'Lo mejor será que se vayan a sus respectivas casa, ya mañana hablaremos de esto más calmadamente'-

Cuando todo mundo se hubo ido del despacho, Albus susurro a la nada como si esta supiera la respuesta...

-'¿Dónde estas Harry?'... '¿Dónde estas?'-


-'¿Esta seguro de que es él, señor?'- pregunto cautelosamente una persona de entre 30 y 35 años. Su cabello era corto y de color arena; sus ojos de un amarillo claro. Su tez morena, sus dedos eran largos y finos...

-'¿Alguna vez los ancestros se han equivocado a la hora de elegir, Safian?'- cuestiono molesto un señor de no mas de 50 años, tenía el pelo largo de un color azul eléctrico y sus ojos eran rojo oscuro. Su tez blanca resaltaba su pelo, sus orejas eran puntiagudas. Sus ropas no se veían pues traía una capa negra que se amarraba al frente con un broche de oro en forma de un corazón con alas y un aureola encima del corazón. Su pose era de alguien con poder y autoridad.

-'No, pero...'.-comenzó Safian

-'¿Pero qué?'- corto bruscamente su acompañante.

-'No, nada...'-

-'Mi señor, el joven despertó'- Informo una de las dos personas que estuvieron velando al recién llegado.

-'Guíame'- ordeno el señor de pelo azul de forma autoritaria

El joven de cabellos dorados guío a su líder al cuarto donde se encontraba el futuro alumno. Caminaron entre pasillos y cruzaron jardines. Las paredes, con franjas rojo sangre, azul oscuro y verde bosque oscuro paralelas, tenían cuadros de personas de apariencia importante. Después de estar caminando media hora aproximadamente, el 'guía' se detuvo frente a una puerta de color amarillo claro adornada en el marco con hadas, elfos, sirenas, ángeles, demonios, dragones, vampiros y lincatropos. La abrió y cedió el paso a las personas que estaban atrás de él.

El señor que se encontraba dentro se levanto y les saludo con una inclinación de cabeza en señal de respeto hacia su superior y su compañero.

-'¿No que ya había despertado?'- cuestiono el señor de ojos rojos, por el tono de voz, los ocupantes de la sala pudieron ver que estaba molesto.

-'Sí, mi Señor, pero estaba demasiado cansado...- comenzó a dar explicaciones el ojigris pero fue cortado bruscamente por su Señor.

-'¿Qué es lo que tiene en las muñecas?'-

-'Al parecer son heridas, pero no se si fueron hechas por él o si se las hicieron'- contesto el rubio encogiéndose de hombros.

El Señor se había quedado pensativo y miraba recelosamente las heridas, frunció el ceño... Suspiro, y miro la cara del joven inconsciente, la escruto con mayor detenimiento, estaba pálido, muy pálido, sus labios estaban resecos por la falta de líquido y flaco, demasiado flaco para su gusto.

-'Trae a Magog'- ordeno el señor a Safian. Este salió sin decir una palabra pero con mala cara.

-'Dale un poco de tu energía, Erec'- pidió el señor al "joven" rubio.

Erec se acerco al joven mago y puso su mano derecha sobre la frente de Harry, un brillo plateado se extendió por todo el cuerpo del ojiverde.

Los ocupantes del cuarto vieron con alivio como este parpadeaba tratando de reconocer donde se encontraba...

Harry miro confundido la habitación. Observo a las personas que se encontraban frente a él, cada detalle, y vio con cierta sorpresa que las dos personas que estuvieron anteriormente con él estaban acompañadas por otro completo desconocido.

-'Me alegra saber que ya despertaste'- comento el nuevo extraño con una media sonrisa en sus labios.

-'¿Dónde estoy?'-

-'En los cuarteles de los Soul On Liberty'...-contesto el señor de cabellos negros

o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o.O.o

Hola!

Este es mi primer ff hecho en el área de general. Manden un rr si les gusto, o no les gusto, lo odiaron o si no lo odiaron...acepto de TODO! XD!

Un beso y un abrazo para lo que se toman su tiempo y leen mis locuras!