El sueño:
Ni yo misma lo entendía, pensaba igual que el que todo lo que veíamos era extraño. No era posible que las camas no hubieran succionado y nos hubieran llevado a otro mundo. Un mundo donde todo lo que decías se hacía realidad, por eso siempre tenía que hablar con cuidado. Nos encontrábamos bajo un gran árbol el único en todo aquel lugar lleno de diferentes rosas de colores, todo el cielo era igual que cuando atardece y el cielo se observa un color anaranjado. Era como tener el paraíso para nosotros dos, completamente irreal para los ojos de un muggle, pero para mis ojos todo era real y tan fantástico como lo era mi vida.
-Nevile- Grite entusiasmada pues venían hacia nosotros cientos de nargle en manada- son Nargles amor son Nargles, por la barbas de Dumbledore.
-¿Eso son los Nargles?, Luna- Pregunto Neville como si no fueran la gran cosa.
Eran fantásticos, su forma era como una pelota y a ambos lados tenían manos y alas, los colores en cada uno ellos difería, pero a mí me encantaban todos. Estuvimos mucho rato saltando de un lado para otro, intentando atrapar a algún Nargle pero ellos eran muy listos y justo cuando pensamos que íbamos atrapar uno, Neville salto hacia él y yo también al final caímos al suelo ambos, sin atrapar nada. En el suelo nos dimos un beso, entonces un pequeño Nargle se subió a mi hombro cuando me levante el seguía hay, pero Neville despareció todo se volvió negro y los nargles se convirtieron en pequeños demonios. Demonios que me daban miedo, tenían las uñas pintadas de negro, cabello largo y ojos blancos, su cuerpo era como el de una pelota pero rojo y en el trasero había una cola. Toda había dejado de ser un paraíso y se convirtió en el infierno, todo el suelo estaba llenos de cadáveres y en el centro había un gran agujero, comienzo a caminar hacia él con miedo a caer y cuando llego a la orilla, uno de los demonios estaba dentro del agujero me agarro por la cintura y me metió a su boca. Dentro de la boca del demonio gigante solo escuchaba, "Luna es hora de levantarse". Al final algo dentro del demonio que me había metido en su boca, estaba mal pues había agua por todo su cuerpo y ya casi no podía respirar me iba a morir, está muy asustado no podía dejar de grita y tampoco mis lagrimas cesaban.
-No puedo morir- Dije levantándome de la cama de golpe y cuando abrí los ojos supe que todo había sido una pesadilla- podías haberme levantado.
-T e estaba llamado amor- Dijo Neville quien estaba viendo con mucha ternura a su novia Luna Lovegood.
-Creo haberte escuchado- Dije pero no quise levantarme de la cama pues no podía dejar de pensar en lo vinito que fue el sueño al principio- esa es la única vez que he visto los nargles.
-¿Cómo dices?- Pregunto Neville con una voz muy varonil y seria.
-Nada olvídalo- Dije con lagrimas en los ojos pues me abría encantado que el sueño fuera real.
