28.11.17
FELIZ CUMPLEAÑOS, KYU-BABY.
Este PEQUEÑO Y LINDO (uwu) fic es un regalo hermoso para mi niña bonita, Kyuubi. Hoy cumple años y su mami que la ama aquí presente le quiere hacer este obsequio cargado de AMOR. Porque la quiero mucho demasiado, es de ese tipo de personas que tan pronto la comienzas a conocer se mete debajo de tu piel y se hace un huequito en tu corazón para no salir nunca. TODO EL AMOR PARA ELLA.
Disclaimer: Harry Potter no me pertenece. Sí me pertenecen los restaurants a los que he ido con comida típica, las horas de clase de danza, algunas descripciones de lugares y/o comidas que he visitado/probado, y escasos conocimientos de la cultura zíngara arábica y española. Así que ya sabemos: Harry Potter no, el resto del fic sí.
Summary: Harry es algo así como caótico, problemático, alcohólico y adicto. Con dieciséis años. Y cuando cumple diecisiete y debe ser presentado ante el Reino Mágico para conseguirse un esposo lo hará con estilo. Más teniendo en cuenta que, si no es lo mejor de lo mejor, no estará conforme.
Advertencias: AMO PONER ESTO. Esta historia abarca 'superficialmente' temas como: la diferencia cultural y social, la imposición de una monarquía y todo lo que implica para las clases más bajas, la inclusión cultural PERO COMO SÉ QUE NO LES IMPORTA IRÉ A LO REALMENTE INTERESANTE: es una historia slash (relación hombre x hombre), con lemon/smut explícito, alusiones (… sí, no muy explícitas…) sobre el uso y abuso de sustancias tales como alcohol y drogas, además de menciones casi al aire de un asesinato y un intento de abuso sexual. Queda todo aclarado, aquí nos lanzamos.
NO ME CANSARÉ DE FELICITAR A KYU-BABY POR SU CUMPLEAÑOS. TODO EL AMOR PARA ELLA.
ZÍNGARO
presimelo
/ Caos
—Amplíame el panorama —Harry se echó sobre la amplia cama de Draco, el edredón mullido soltando polvo de colores fuertes y purpurina. Draco le lanzó una bota para apartarlo y sentarse para acabar de atarse los zapatos negros de vestir, cuero de dragón elegante envolviendo sus pies de calcetines hechos a medida—. ¿Me estás diciendo que el cabrón que mató a mis padres volvió de la muerte, así como 'boom, perra, te joderé la vida', y ahora me está buscando por todos lados para matarme?
—Básicamente eso —Draco suspiró, pasando los dedos por sus cabellos rubios. A veces le fastidiaba un poco haberse tenido que hacer cargo del negocio familiar a los catorce años, lo que significaba haber rendido sus TIMOS de forma apresurada a los trece y sus EXTASIS a los catorce en las vacaciones de navidad. Draco tenía suerte de contar con Harry para esas cosas; el pendejo se aburría tanto que incluso hasta estudiaba por él y le explicaba las cosas con ese tono tan irritantemente burlón que hasta solía recordarlo—. Si tenemos en cuenta la caza de brujas en todo el Reino Mágico en pos de encontrarte, creo que hay algo que deberás tener en cuenta de aquí en adelante.
Harry resopló y comenzó a imitar la voz arrogante de Draco:
—En primer lugar, Harry —se levantó del edredón, las greñas negras y desordenadas cubiertas de mechones tintados de colores y los ojos, detrás de las gafas oscuras en extravagante forma de estrella, delineados—, no debes salir de la mansión a solas bajo ninguna excusa. En segundo lugar, no debes dejar que nadie te vea ni te reconozca cuando estés fuera. En tercer lugar, si un tipo viejo de barba y túnicas feas aparece, tú coges tu mierda y corres —Harry bufó, poniendo los ojos en blanco mientras Draco le lanzaba otra bota para callarlo—. Draco, no es por tratarte de loro parlanchín, pero me lo has repetido desde que tenemos once años. Creo, sin lugar a duda, que seis años después me ha quedado más que claro.
Draco alzó las manos al cielo como pidiendo paciencia.
—Merlín —extendió sus dedos y bufó—. Bien, compruebo que tu memoria es funcional y me alegra. Sin embargo, no era eso lo que quería que tuvieras en cuenta.
Harry alzó una ceja, intrigado.
—¿Qué es?
Draco le sonrió con tanta dulzura falsa que Harry retrocedió a gatas por la cama. Eso sólo pronosticaba algo malo, muy malo.
—Harry Potter, estamos a punto de presenciar el caos desatarse.
Harry bostezó, acomodándose y relajándose, con los párpados perezosos y la expresión agotada.
—Draco —pronunció, casi herido— yo soy el caos, y que yo sepa no estoy atado. Ten consideración.
Draco soltó una carcajada y descendió para posar un beso en lo alto de su cabeza antes de abandonarlo en la enorme habitación que el caprichoso Harry Potter había tomado para sí tantos años atrás… junto con aquel Ala de la Mansión. Harry lo observó marcharse y suspiró, triste. Odiaba estar solo.
