Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a su respectivo autor.
Foro: Este fic participa en el Reto "Pecados Capitales y Sentimientos" del foro Días Oscuros.
Advertencias: Calificado T por lenguaje fuerte.
Aclaraciones:
-Hola a todos.- Dialogo de personajes.
-¿Porque no empezamos ya?- Pensamientos de personajes.
..Gula..
Solo míralos, llenarse de comida hasta ya no poder más, llenándose la boca hasta el tope de varios tipos de comida. Llegando al punto, en el que su estómago ya no resiste más comida y están al borde de vomitar. ¿Por qué odio a los del capitolio? Fácil, mientras que en todo Panem morimos de hambre, ellos están aquí; Comiendo como cerdos hambrientos. ¿Es que acaso no pensaban en nadie más que no fueran ellos?
-¿Señor Peeta ,no se le ofrece un bocado más?-Me pregunto un hombre de cabellos azules, de complexión redonda y mejillas sonrosadas al igual que su nariz. Tenía un traje morado muy excéntrico que tenía demasiada joyería.
-No, gracias eh comido suficiente.-Le conteste con una sonrisa fingida.
-¡No tiene por qué preocuparse de eso! Mire, tome esto.-Me extendió una fina copa llena con un extraño líquido azul.
-¿Qué es esto?-Le pregunte curioso mientras admiraba la pequeña copa.
-Para que vomite la comida y vuelva a comer, ¿Para qué más seria? ¡Hay todo un banquete que disfrutar a su honor por su compromiso!-Dijo alegre mientras se volvía a dirigir a la mesa llena de aperitivos.
Mire con total desprecio la pequeña copa que me había ofrecido, ¿Así que eso era lo que hacían? Mientras en el distrito 12 morimos por un pedazo de pan, en el capitolio solo vomitan por diversión para seguir llenando sus estómagos de comida. En el distrito 12, lo que para una persona del capitolio sería un almuerzo normal, para nosotros sería una reserva de comida para dos semanas completas.
Gula, eso es lo que hacían aquí. Los malditos del capitolio, no eran más que unos pecadores que se reían de los otros inocentes que muy apenas y podían alimentarse. Eran los demonios de la gula, no, ellos mismos eran el mismo pecado.
¡Ojala y se atragantaran con su propia comida! Que la gula sea su pecado y su razón de muerte.
