Well, this one doesn't need presentation, does he? You know your Mercward, and he's here! Thank you so much to Deb to allowing the translation of this new Mercward's adventure. She's the best!
Bueno, este no necesita presentación, ¿verdad? ¡Conocen a Mercward, y él está aquí! Muchas gracias a Deb por permitir la traducción de esta nueva aventura de Mercward. ¡Ella es la mejor!
Les recuerdo que nada me pertenece, los personajes pertenecen a Stephanie Meyer, y la historia es de la increíble Drotuno, yo solo traduzco.
Y como ya es costumbre, agradezco la ayuda de mi querida Beta Erica Castelo, no podía haber tenido una mejor Beta. ¡Muacks!
N/A… Así que, dije que nunca añadiría una más a estas serie, sin embargo… aquí estamos. Las ideas para nuevas historias son malvadas y agresivas. LOL Está será la nota de autora más larga del inicio de un capítulo, así que téngame paciencia solo por esta vez, ¿de acuerdo?
Cuando me di cuenta que esto de verdad sucedería, quería que ocurrieran algunas cosas… o en realidad, necesitaba presionarme para hacer que la mierda ocurriera. No quería perder la química, y no quería simplemente añadir otra a la serie si no iba a ser digna de Mercward. Y definitivamente, no quería perder la continuidad de las otras historias o las características/defectos de los personajes en esta serie, de modo que esto es una prueba para mí, en serio.
ADVERTENCIAS: Esta será una parte de una larga serie, así que sí, definitivamente deberías leer las primeras cuatro de la serie antes de intentarlo con esta. Habrá violencia, posible muerte de personajes (lee mis reglas antes de entrar en pánico), y lenguaje obsceno, porque Mercward es un cabrón malhablado. :) En realidad, creo que lo heredó de mí, pero él lo usa mejor.
Por último, había un largo hilo en mi grupo de Facebook sobre las posibilidades de cómo iniciaría esto, y todas están algo equivocadas. LOL Esta va a desarrollarse un poco más lento a lo que están acostumbradas, pero van a querer abrocharse los cinturones y una bolsa de aire para esta historia.
Las dejo con ello. Vamos a ver a Mercward después de 3 años (2 en su tiempo)…
~o~H&E~o~
Capítulo 1
BELLA
"¡Mamá! ¿Dónde está mi suéter?" Escuché a través de la puerta de mi recámara.
"En el armario, Bethy."
"No, no está… Oh, sí está."
Sonriendo, sacudí mi cabeza mientras me vestía para el día. Entre más crecía mi hija, más se parecía a Edward. Casi cumplía los once, acercándose a los veintiuno, pero seguía siendo nuestra niñita. Tenía un poco del temperamento de él, aunque ella controlaba mejor el suyo de lo que generalmente él lo hacía.
Salí de la recámara hacia el pasillo, revelando como casi llegaba a mi hombro en altura. Y algunas cosas no cambiaban. Bethy se aferraba a sus colores igual que lo hacía cuando era una niñita. Todo tenía que combinar. Al parecer el color de hoy era azul. Tenis azules, suéter azul, y esmalte de uñas color azul. El último estaba descascarado, porque a pesar de lo mucho que había crecido, mi pequeña seguía siendo un poco marimacha. Era mi chica fuerte, aspirante a piloto que le gustaba jugar deportes y armar jaleo.
Salió corriendo de su habitación y por el pasillo, diciéndole a su hermano que se apurara.
Al pasar por la habitación de Sammy, vi a mi hijo rebuscando en papeles, cuadernos y libros de texto. Si Bethy era como su padre, entonces Sammy era mi mini-me. Le encantaba la escuela, amaba leer y amaba las computadoras. Y él era mi callado e introspectivo.
"Peque, tu tarea está en la encimera de la cocina donde la dejaste anoche," le dije.
Se relajó en alivio, mirando en mi dirección con ojos que igualaban a los míos. "Oh, sí…"
Pasando los dedos por su cabello, un hábito que claramente vino de su padre, metió todas sus cosas en la mochila, y lo seguí a la cocina. Casi cumplía los siete años, y tenía piernas largas y pies que crecían tan rápido que yo no podía llevar el paso.
Sin embargo, mi corazón y mi alma se llenaban de alegría todas las mañanas en esa cocina. Era ahí donde todos permanecíamos juntos por al menos cinco minutos. La razón estaba apoyada del otro lado de la encimera con su café y el periódico. Era a Edward a quién le gustaba que nos detuviéramos "por cinco putos segundos" antes de que nos dispersáramos con el viento durante el día.
La idea me hizo sonreír al alcanzar su taza de café.
"Dulzura, tenemos al menos quince tazas de café en el gabinete…" Gruñó de forma burlona, solo para escuchar a los niños reír.
"Sí, pero esas están vacías. Esta tú la preparaste," repliqué con dulzura, sonriéndole antes de tomar un sorbo.
Edward apoyó una cadera contra la encimera, sonriéndome con suficiencia, pero se acercó para besar mi frente. Algunas cosas en nosotros, en él, nunca cambiaban. Todavía se levantaba antes de que saliera el sol, todavía corría al menos tres o cuatro veces a la semana, y seguía siendo el mejor cocinero del mundo. Esta mañana, había ido a correr, lo que era obvio por cómo seguía en solo sus pantalones cortos de baloncesto y su gorra de béisbol al revés.
Echando un vistazo al piso de la cocina para ver dos perros desfallecidos, supuse que se había llevado a Lock y Load con él.
"Come, bebé," me ordenó bajito contra mi frente antes de dejar otro beso. "Creo que hoy lo necesitarás."
Hice una mueca, asintiendo de acuerdo. Hoy íbamos a entrevistar para un nuevo empleado de Gravity. Habíamos intentado lo mejor que pudimos de llenar el vacío que había dejado Kurt cuando renunció después de todo lo ocurrido en Rusia. A él e Irina les iba muy bien viviendo en Nueva York. Y aunque habían pasado dos años desde que nos había dicho adiós, en realidad, nadie quería remplazarlo. Sin embargo, necesitábamos la persona adicional. Habíamos tenido una buena cantidad de trabajos de seguridad en Seattle, sin mencionar los casos normales de todos los días de infieles, personas desaparecidas y casos sin resolver, que empezábamos a sentirnos saturados.
"¿Vas a estar presente en esos?" Le pregunté, tomando asiento junto a él. "Sé que Alec lo estará, porque uno o dos son su idea."
"Sí, puedo estar ahí. Después de llevarlos a la escuela."
"¿Todavía vamos a ir a la casa de tía Kate en el verano?" Bethy nos preguntó, levantándose de la encimera para llevar su plato al fregadero y volverse a sentar junto a su hermano.
Sonriéndole a Edward con suficiencia, esperé su respuesta, porque sabía lo que ella quería. La escuela casi terminaba. Bethy vivía para los animales y la granja de la tía Kate, pero más que nada para el vuelo hacia allá. Bethy vivía para volar con su papá. De vez en cuando la dejaba tomar los controles, pero en realidad, le enseñó todo lo demás. Ella tenía muchos deseos de tomar lecciones de vuelo, pero tenía que tener diecisiete años. Él le había prometido que si aprendía todo antes de que alcanzara la edad, le pagaría las lecciones. Creo que la estaba probando para ver si era algo que realmente quería o si era el capricho de una "niñita". Yo suponía que era lo primero; a Bethy le había entusiasmado volar con Edward desde que aprendió a caminar.
El rostro de Edward estaba impasible, levantándole una ceja. "Creo que le prometiste a Nanny y Poppy que primero pasarías unos días en Seattle, ¿verdad?"
"¡Sí!" Sammy dijo de pronto, levantando la vista del libro que estaba leyendo mientras metía ciegamente un pedazo de tostada en su boca. "Bethy, lo prometiste. Poppy va a llevarnos al zoológico y al cine, y a ese mercado."
"¡Lo sé, lo sé! Solo quería saber. ¡Cielos! Vuelve a tu libro," ordenó, y sacudí mi cabeza al escuchar a su padre saliendo de su boca. Incluso mejor fueron los lentos ojos en blanco que Sammy le dio en respuesta, que fueron idénticos a los míos.
Edward empujó mi pie, esencialmente diciéndome que cerrara la maldita boca.
"Si vamos con tía Kate, no habrá fútbol soccer, Bethy."
Esa de ahí, era la clave. Bethy había descubierto el fútbol soccer femenil y era jodidamente buena en ello. Había jugado el verano pasado y había mencionado hacerlo otra vez. Bethy y Abby, su mejor amiga e hijastra de Alec, se habían inscrito juntas. A Abby le había gustado, pero Bethy se había destacado, jugando agresivamente, lo que divirtió a Edward en gran manera.
"Es una cosa u otra, pequeña dulzura," le explicó él con gentileza. "Ir con tía Kate impide que te inscribas en el soccer."
Edward y yo ya lo habíamos hablado, y tía Kate ya nos había invitado, pero íbamos a dejar que los niños lo decidieran, o en realidad, Bethy. Si quería jugar en la liga de fútbol soccer de verano en Forks, entonces nos quedaríamos cerca. Sin embargo, si era la casa de tía Kate, entonces muy probablemente iría todo el grupo y sus hijos.
"Yo preferiría ir con tía Kate," Sammy dijo en voz baja, encogiendo un hombro y apenas levantando la vista de su libro.
Terminé mi desayuno, llevé mi plato al fregadero, y llené de nuevo la taza de café. Me quedé junto a Edward, observando a Bethy tener problemas para decidir lo que quería. Sammy había dado su voto, y por lo tanto había terminado con la conversación. En resumen, ese era mi hijo. Era callado, y tal vez un poco tímido, pero estaba seguro de su posición en algunas cosas. Terminó su desayuno y llevó su propio plato al fregadero antes de caminar por el pasillo para cepillar sus dientes. Dejaría que las cosas tomaran su cauce en este debate.
"Todos van a ir con tía Kate, ¿verdad?" Bethy nos preguntó.
"Prácticamente, sí," respondió Edward. "Bethy, si quieres volar, volaremos. Incluso si solo volamos a Seattle para ver a Poppy y Nanny."
Las mejillas de Bethy se sonrojaron.
"Te atraparon," dije con una risita. "Bethy…" Me reí un poco. "Cariño, solo elige. Está bien si no quieres jugar fútbol. No creo que Abby vaya a jugar este año."
"¿No te vas a enojar?" Le preguntó a Edward.
"¿Por qué, por todos los cielos, me enojaría?" Le preguntó, rodeando la encimera para tomar el banco de Sammy.
"Bueno, tú jugaste deportes, y querías que yo…"
Los ojos de Edward se enternecieron con mucha dulzura, y levantó su mano para tocar su rostro. "Quiero que hagas lo que tú quieras hacer. Si esquilar ovejas te hace feliz, entonces Tom y Obie tendrán unas manos extras. Si quieres jugar fútbol soccer, entonces estaré echándote porras desde las gradas, pequeña dulzura. ¿Pero enojado? Ni en sueños."
Apoyándome en la encimera, fruncí el ceño de que hubiese pensado eso. Edward era su más grande fan, estaba malditamente segura de ello. "Niña bonita, ¿por qué creías que estaríamos molestos?"
"Los padres de Colin se enojaron cuando dijo que no quería jugar."
Edward me dio una expresión confundida. "¿El niño que tartamudea?"
Soltando un resoplido, asentí. "Sí, Edward. El niño con el tartamudeo." Me volví de nuevo hacia Bethy. "Los padres de Colin son personas prepotentes… lo que probablemente explica el tartamudeo." Murmuré la última parte bajo mi aliento, lo que hizo reír a Edward. "Suelen meter a Colin en situaciones que ellos quieren, en vez de en lo que él estaría interesado. Eso no se hace en esta casa, Bethy. Elige una cosa, y ninguna elección está equivocada. Lo único que necesitas hacer es cumplir con tu palabra a Poppy y Nanny. Les prometiste unos días en el penthouse."
Bethy asintió, mirando a su papá. "¿Me dejarás volar? ¿Sin importar lo que decida?"
Edward sonrió. "¿Desde cuándo has volado conmigo y no has sido mi copiloto? ¿Mmm?"
Tomó una respiración profunda y asintió. "A la casa de tía Kate."
Edward se acercó, dejando un beso en su frente. "Entonces a la casa de tía Kate. Después de Seattle." Tomó su nariz delicadamente entre sus dedos. "Y sí, pequeña dulzura, volarás conmigo las dos veces."
"Gracias, papi," susurró, y se escuchó nasal con sus dedos todavía en su nariz.
"Cepilla tus dientes, pequeña soldado, y luego sube al coche para ir a la escuela." Edward sonrió al verla rodar los ojos, porque yo le había dicho más de una vez que "pequeña soldado" no funcionaría en ella por más tiempo.
"¡Sí, señor!" Soltó una risita, besando su mejilla antes de salir disparada por el pasillo.
Riéndome entre dientes, caminé hacia Edward, y él me puso en el último peldaño del banco entre sus piernas. "No, no tienes que hablar con los padres de Colin. De por sí son personas nerviosas. Los asustarás."
Sonriendo, asintió. "Muy bien, dulzura." Me acercó para un beso, sus dedos entrelazándose en mi cabello. "N-No p-puedo c-creer q-que c-creyera q-que m-me e-enojaría," susurró con su tartamudeo nervioso.
"Fuiste su más grande animador, Edward. También fuiste su entrenador secundario. Tal vez ella interpretó en ello que estarías decepcionado si eligiera otra cosa," le expliqué, levantando mi mano para quitarle la gorra y pasar mis dedos por su cabello.
"Nunca." Sacudió su cabeza con vehemencia. "Papá me hizo esa mierda. No voy a hacérsela a ellos."
"Lo sé, cariño."
De pronto, Lock y Load se sentaron, casi adormilados, corriendo hacia la puerta principal. Load—el más grande de los dos—forzó un suave, "Boof."
"Alec está aquí." Besé a Edward otra vez. "Ve y llévalos a la escuela. Me reuniré con Rose, para planear solo el trabajo suficiente para mantenernos ocupados hasta que la escuela termine por el verano. Cuando regreses, vamos a entrevistar al grupo de personas que tengo asignadas para hoy."
"Sí, señora." Me dio un beso profundo, provocando que todos los procesos de pensamiento se detuvieran por completo por un momento o dos.
Se paró frente a mí, y no pude resistirme a dejar un beso en su tatuaje de la Fuerza Aérea en su pecho y rozar con mis dedos el escudo Cullen rodeando su brazo.
"Tal vez quieras ponerte una camiseta cuando vayas a la escuela. La nueva guardia de cruce escolar está fascinada contigo. No hay necesidad de tentarla."
La sonrisa de Edward era torcida y mortal. "¿Celosa?"
"No. Solo no tengo ganas de dispararle a una perra hoy."
Edward se echó a reír. "Cuando vuelva, hablaremos del chico en la tienda de comestibles."
Rodando mis ojos, caminé hacia la puerta para dejar salir a los perros. "No, no lo haremos, Edward. Él va al Instituto de Forks, por amor de Dios."
"¿Sí? ¡Yo también fui!" Se dio unos golpecitos con su dedo en la sien, diciéndome en silencio que sabía lo que los chicos de esa edad estaban pensando.
Sonriendo, sacudí mi cabeza, pero él me lanzó un guiño.
"¡Bethy! ¡Sammy! ¡Vamos, vamos, vamos! ¡Suban al coche, pequeños soldados!" Edward dijo de un tirón con un tono de mando.
"¡Sí, señor!" Gritaron desde el pasillo, y el sonido de tenis en los pisos de madera retumbó en la habitación.
"¡Adiós, mamá!" Los dos dijeron entusiasmados, dándome rápidos besos después colgarse sus mochilas. "¡Te amo!"
"Los amos chicos. Cuídense."
"¡Tú también!" Sammy añadió, abriendo la puerta trasera de la SUV Volvo.
"Te veo en un rato," dijo Edward, poniéndose una camiseta y cogiendo las llaves. "Me ducharé cuando vuelva."
Me sostuvo la puerta, y dejamos la casa juntos. Atravesé el patio hacia la oficina de Gravity para prepararme para un día malditamente largo.
~oOo~
EDWARD
Entrar en la oficina de Gravity era como entrar en el piso de la Bolsa de Nueva York, una idea que me hizo sonreír en dirección a Alice, debido a su pasado, pero estaba demasiado ocupada para siquiera notar que había entrado en la maldita oficina.
Rose estaba al teléfono como siempre, Makenna y Alice estaban en el cuarto de computadoras observando algún tipo de reporte de noticias, y Jasper y Emmett estaban en la mesa de conferencias con sus móviles. Esos últimos solo estaban esperando noticias de nuestro siguiente trabajo.
Rose señaló con su barbilla hacia la puerta cerrada de la oficina de Bella, y asentí, dando un rápido golpe en la puerta antes de entrar. Las dos sillas frente al escritorio de mi esposa estaban ocupadas, así que opté por recargarme en el archivador detrás de Bella. Ella me entregó sin ver un carpeta mientras Alec le preguntaba a una mujer con cabello teñido severamente de rojo unas cuantas preguntas mientras yo hojeaba el archivo frente a mí.
La información en mis manos era mucho más a fondo que la acostumbrada revisión de antecedentes para una entrevista. La mayor parte de los lugares de empleo solo quieren saber si alguien ha sido condenado por un crimen; algunos hacen una verificación de crédito para ver si la persona puede ser vinculada, y contratada u otros problemas de antecedentes menores.
Cuando Alice hacía la verificación de antecedentes de alguien, en esencia abría la vida de la persona y la esparcía en las páginas, y eso incluía su historial financiero, militar y criminal, junto con sus pasados empleadores. Wendy Pearson, nacida en Las Vegas, Nevada, con treinta y dos años de edad, sin esposo, niños o mascotas, ni siquiera una pareja. Los últimos años había estado cuidando de su padre enfermo mientras trabajaba para una pequeña firma de abogados investigando casos. El padre ya había muerto, y ella estaba buscando algo nuevo.
Wendy vivía a una hora de distancia en Port Angeles, donde rentaba un pequeño departamento por demasiado dinero. Tenía licencia para portar un arma y una extensa experiencia en investigación informática. Se había enlistado en la Marina al salir del instituto pero solo hizo el mínimo, y nunca dejó tierra estadounidense. Había sido entrenada, pero no había visto acción. Y ese era el punto que Alec estaba tocando cuando cerré el archivo y lo puse en el escritorio frente a Bella.
Cruzando los brazos sobre mi pecho, lo escuché darle una versión más ligera de lo que hacíamos.
"Aquí en Investigaciones Gravity, trabajamos en algunas cosas—personas desaparecidas, esposos infieles, el ocasional caso sin resolver donde el cliente no tiene dónde más ir para encontrar las respuestas. También aceptamos trabajos de seguridad, proveyendo un servicio casi del tipo guardaespaldas a personas de la industria del entretenimiento, políticos, o protección de testigos, aunque ese último no es la norma," le explicó, pero podía ver el rostro de él, su tono, y no estaba entusiasmado con ella, por lo que su siguiente declaración no fue una sorpresa. "Vamos a hacer entrevistas el resto del día, así que estaremos en contacto. Muchas gracias por venir hoy hasta aquí. Tomaremos una decisión la próxima semana. ¿Está bien?"
Wendy sonrió, porque simplemente eso era lo que Alec hacía—cautivar a alguien mientras simultáneamente lo rechazaba.
La acompañó afuera, y una vez que volvió a entrar en la habitación, Bella simplemente dijo, "No."
Alec y yo nos reímos, y tomé la silla junto a él.
"¿Por qué, Bellisima?" Le preguntó, sentándose hacia adelante para agarrar el siguiente archivo.
"Es demasiado nerviosa, y no ha hecho mucho." Bella suspiró, arrugando su nariz. "Eso suena terrible, pero honestamente, creo que ella sigue… llorando la muerte de su padre. No sé si podría manejar el ritmo rápido. Me parece alguien que se siente completamente cómodo detrás de un escritorio, no hablando con la gente, y necesito que sea ambas cosas."
"Muy bien, dulzura."
Las siguientes entrevistas no fueron muy diferentes, y algo en cada uno de ellos no convenció a Alec, Bella, o a mí.
Zack Snider era un hijo de puta engreído que hacía Cross-Fit (1) y no mantenía sus ojos quietos—ni una mujer en el edifico estaba a salvo. La respuesta fue casi inmediata, pero lo entrevistamos de todos modos. Su ego recibió una paliza de Bella cuando le agradeció por venir pero le dijo que no estaba calificado.
Jasmine Cummings – un apellido bastante desafortunado—había sido entrenada en artes marciales, pero fue despectiva con Bella, y esa fue su perdición.
Chad Wright tenía más o menos la edad de Alec, a mediados o finales de sus cuarenta, y era jodidamente intenso. Ese hombre había visto alguna mierda, estaba seguro de ello. Su historial militar era impresionante, su registro criminal estaba limpio, y tenía experiencia en protección y armas. Pero el tipo era hosco y no se andaba con tonterías, casi al punto de la insolencia.
Cuando se fue, Bella soltó un resoplido. "Y dices que tú no podrías trabajar con el público."
Sonriendo, encogí un hombro. "Dije que no podía lidiar con clientes si abría un restaurante, Bella."
Agitó su mano sin darle importancia, y sonriendo. "Es lo mismo. Él es demasiado… muy intenso."
Alec cogió la última carpeta. "Este es el último, chicos. Dean Carver. De hecho, de este es del que tenía más deseos de hablar con ustedes. Conocí a este tipo en Seattle mientras protegía un concierto." Me dio la carpeta. "El tipo es un ex Marine. Ha estado estacionado en todas las puñeteras partes – Afganistán, Corea del Sur, Japón."
Le eché un vistazo a su archivo, sacudiendo mi cabeza. Se leía como uno de nosotros – operaciones especiales, entrenamiento en combate mano a mano, especialista en armas, incluso un poco de trabajo como francotirador. Después del servicio, había sido contratado por algunas compañías de seguridad e incluso había estado en la academia del Departamento de Policía de Seattle, pero no se quedó ahí. Financieramente, era bastante promedio – renta, pago de coche, servicios públicos, teléfono móvil. Mi boca se curveó en una sonrisa al ver el coche – un Dodge Charger de 1969 renovado… Básicamente el tatarabuelo del Charger que tenía estacionado junto a mi taller.
"El coche, ¿verdad?" Bella preguntó con una carcajada. Cuando asentí, ella se rio también. "Sí, vi eso. Es hermoso—azul metálico, con dos franjas blancas de carreras de defensa a defensa. Carlisle se volvería loco."
Continué revisando el archivo con una sonrisa al escuchar eso. Bella y yo habíamos heredado el amor por los coches potentes de nuestros padres, al parecer. Viejos, nuevos… no importaba. Todavía teníamos el Mustang plateado de Bella, como mi Charger. El Camaro color gris metálico que papá le había comprado a ella no hace mucho para su cumpleaños era temporalmente de Alec, porque su viejo coche finalmente había mordido el polvo y todavía no había tenido la oportunidad de conseguir algo nuevo.
Dean Carver no estaba casado, pero tenía un hijo como de la edad de Bethy—Marcus—que vivía con su madre en Portland. Al parecer Dean solo veía a su hijo durante el verano, invierno, y vacaciones de primavera, lo que sería doloroso para mí, pero no todos los padres lo eran de tiempo completo.
Tomé una respiración profunda para esta última entrevista. Alec se veía muy decidido con este tipo, así que asentí en su dirección, diciendo, "Déjalo entrar. Veamos si es tan bueno en persona como lo es en papel."
Alec abrió las puertas a una discusión bastante ruidosa en la sala principal de la oficina. Todos estaban reunidos alrededor de la mesa de conferencias con Alice y Mack. IGOR estaba encendido y operando, mostrando una comparación de videos de algunos de los tiroteos masivos más recientes por todo el mundo.
"¡Miren, miren, miren! ¡No todos son iguales!" Alice alegó, señalando de una pantalla holográfica a otra. "No nos están contando toda la maldita historia. No puedes simplemente culpar a un solo grupo. ¡Hay más detrás, se los digo!"
"Entonces… ¿estás clasificando cada tiroteo?" Dean le preguntó, y fue por sincera curiosidad. "Terrorismo nacional versus… ¿qué? ¿Otra cosa?"
"Tal vez," ella dijo elusiva. "Todo lo que sé es que todos los que se consideran que son con respaldo religioso no son congruentes. Hay algunos que son más organizados, y parecen tener un patrón. Conozco de patrones."
"Entre más errático sea el comportamiento, más parece ser… no sé… personal. Personal queriendo decir con intenciones ocultas por un mando superior," declaró Makenna, señalando cada pantalla. "Y no puedes contar los tiroteos en escuelas, porque… simplemente no. Ese es un nivel diferente."
"Todos son erráticos," dijo Jasper, su ceño arrugado mientras estudiaba los videos. "Claramente es caos y anarquía designados para atención y limpieza, a pesar de las víctimas inocentes. El final nunca justificará los medios en estos ataques, querida. ¿Qué es lo que estás buscando?" Le preguntó, pero ella sacudió su cabeza, al continuar haciendo lo que Alice hacía cuando algo llamaba su atención—lo estudiaba.
"Me alegra que hayas dejado atrás a los asesinos seriales," Emmett murmuró con ironía, mirando de un video al otro. "Pero en serio, tus hobbies son perturbadores, duendecillo."
"Sin embargo, tengo que concordar con ella," Dean replicó con voz suave. "Hay más amenazas que solo ISIS e iracundos hombres blancos. Hay algunos grupos allá afuera cuyo respaldo es impenetrable, y trabajan en silencio tras bambalinas hasta que hacen un movimiento, y cuando lo hacen, es casi imposible rastrearlo. Pero si puedes reconocer el patrón, entonces serás más inteligente que todos los grupos de expertos por todo el globo."
Mis cejas se dispararon hacia arriba al escuchar eso, porque tal parece que Dean había visto alguna mierda pesada en algún momento.
"Dean," Alec lo llamó, y el caballero en cuestión se volvió para vernos. "Entra, hombre."
Lo interesante fue ver a mi equipo con Dean. Habíamos estado entrevistando todo el día, pero nadie había pronunciado una maldita palabra a la gente antes de este tipo. Sin embargo, habían estado absortos en una conversación con Dean, lo que significaba que al menos encajaría con nosotros. Esa mierda era importante, y no pasaba desapercibida.
Una vez que se cerró la puerta de la oficina de Bella, Alec hizo un gesto hacia cada uno de nosotros. "Dean Carver, te presento a Edward y Bella Cullen. Ellos son los dueños y quienes operan Investigaciones Gravity."
"Encantado de conocerlos," saludó, estrechando nuestras manos.
Esperó hasta que Bella se sentara antes de tomar una silla frente al escritorio. Tomé mi posición detrás de ella, recargándome en el archivador. Él era más joven que yo con treinta y dos años, pero solo por cinco años. No era muy grande, pero era obvio que se mantenía en forma. Supongo que sería considerado un hombre de apariencia decente, pero sus ojos eran malditamente penetrantes. Nos estaba evaluando tanto como nosotros lo evaluábamos a él, lo que podía admirar. Con cabello castaño claro y tez clara, tenía una apariencia juvenil, que sería útil en algunos casos.
Alec había estado dirigiendo las entrevistas todo el maldito día, así que continuó haciéndolo aquí, pero noté que fue un poco más duro con este tipo que con algunos de los otros.
"Hoy te traje aquí porque pensé que serías una buena adición a este equipo, Dean. He visto tu trabajo, y es similar a la forma en que hacemos las cosas. Sé que has tenido algo de entrenamiento. Cuéntanos un poco de ello," Alec solicitó, acomodándose en su silla.
Bella se quedó callada esta vez, optando por escuchar mientras hojeaba el archivo.
"Nací aquí en Washington, jugué baloncesto en el instituto hasta que descubrí las artes marciales," comenzó a decir, y podía ver que este tipo no era ruidoso u hosco. Era algo parecido a Jasper, de voz suave y jodidamente observador. "Me uní a los Marines al salir de la escuela. Hice dos periodos de servicio, y estuve apostado en Afganistán, Japón, y Corea del Sur. Era parte de un grupo élite. No tenía un nombre hasta hace unos dos años – Raiders. La Marina tiene a los SEALs, el Ejército tiene los Boinas Verdes, los Marinos se clasifican así mismos como élite para empezar, pero necesitaban un equipo de reconocimiento. Esos éramos nosotros."
"Haz visto alguna mierda fea," señalé, echándole otro vistazo a su archivo por encima del hombro de Bella.
"Ah, sí, definitivamente, pero ustedes también chicos. Piloto de helicóptero en Afganistán. También has visto acción."
Alec sonrió, asintiendo porque Dean había hecho su propia tarea, y Bella inclinó su cabeza hacia el tipo, hablando finalmente.
"Entrenaste para ser un policía de Seattle. ¿Por qué no continuaste?" Le preguntó.
"No encajaba bien, señora Cullen."
"Bella, por favor," le dijo, recargándose en su silla.
"Sí, señora," respondió, y ella sonrió al escuchar mi suave risa. "Señora" no era una palabra que le gustara mucho, pero estaba acostumbrada al estar rodeada por hombres con mentalidad militar que no podían o no le responderían de otra forma. "No soy del tipo que da multas por exceso de velocidad o resuelve disputas maritales/domésticas. No soy de los que solo ven en blanco y negro. Tiendo a pensar mucho en áreas grises."
"¿Y qué sabes de los tiroteos masivos allá afuera?" Le pregunté, porque parecía conocer su mierda.
"Mucho. El lugar más difícil en el que trabajé fue Corea. Había amenazas y problemas por todo el lugar. Entramos en Corea del Norte para conseguir tanta información como pudiéramos, pero el ambiente volátil está por todas partes. La mayor parte del tiempo usamos drones, pero de vez en cuando entrábamos en misiones de reconocimiento en cubiertas. La gente está tan… reprimida. Incluso sus radios están programados para noticias específicas. La información que tienen permitido tener son mentiras y propaganda. Sin mencionar cómo tratan a las mujeres y a los niños."
Dean continuó respondiendo algunas más de las preguntas básicas—qué habilidades de computación poseía, qué podría contribuir a Gravity, idiomas. Podía entender un poco de coreano, no mucho japonés, pero era porque estuvo apostado por más tiempo en esos dos lugares.
Alec sonrió con suficiencia porque Dean había sido su elección desde el principio. Podía darme cuenta que Bella lo aprobaba, porque se hizo hacia adelante y empezó a explicar lo que era Gravity.
"Gravity comenzó simplemente como un servicio de investigación privada, pero al incorporarse estos chicos," empezó a decir, haciendo un gesto hacia Alec y hacia mí, "pudimos añadir otras cosas a nuestras capacidades. Todavía hacemos trabajos de gente desaparecida, casos sin resolver que las autoridades locales no pudieron resolver, y sí, el ocasional esposo infiel. Pero también tenemos la capacidad de proveer servicios de protección aquí y allá. Trabajamos principalmente con Twi Tech—el padre de Edward es el CEO—y él nos solicita para proteger artistas, personalidad políticas, o él mismo de necesitarlo.
Sonreí al escuchar la última parte, porque Bella endulzó y disimuló algo de la fea historia, pero era cierto de todos modos.
"Creo que encajarás bien, Dean. Pienso que contribuirás con una perspectiva más global y diferente," concluyó ella. "Alec revisará todo contigo y te pondrá al corriente con Alice."
Bella levantó la vista para mirar el reloj en la pared. "Es hora de ir a recoger a los niños a la escuela."
Los dos estrechamos manos con Dean, dándole la bienvenida al equipo. Cuando abrimos la puerta para volver a salir a la sala principal, podía ver que Alice seguía estudiando malhumorada las pantallas.
"Dulzura, espera un momento," le dije, sentándome junto a Alice, que me dio una insatisfecha mirada de soslayo. "¿Qué te tiene tan tensa, Alice?"
"No sé, no sé, no sé," repitió tres veces en voz baja de su forma acostumbrada. "Algo no tiene sentido. Lo que nos están diciendo no encaja con lo que estoy viendo. He estado revisando algunos de los tiroteos masivos en los últimos años. Se siente como si fuera… ¿un movimiento de ajedrez?" Dijo, pero terminó como si fuera una pregunta. "No estoy loca. Sé que hay algo aquí."
Asintiendo, apenas si le eché un vistazo a la devastación en la pantalla, pero le di un apretón en el hombro. "Nadie jamás ha dudado de tus habilidades, duendecillo. Si crees que has encontrado algo, avísame."
Lo último que haría era subestimar a Alice. Ella era una fuerza intelectual y un genio en todas las cosas tecnológicas. Honestamente, estaba agradecido que estuviera de nuestro lado."
"Gracias, Edward."
Asintiendo otra vez, me levanté y tomé la mano de Bella. "Y Alice, tenemos que incorporar al nuevo con IGOR."
"¡Ah, un novato!" Dijo con una sonrisa. "Excelente. IGOR, activar…"
"Mientras estamos fuera, tenemos que hablar sobre el siguiente trabajo que vamos a tomar," le susurré a mi esposa.
"Sí, hay unos cuantos. Solo tenemos que decidir, pero tú y Sammy necesitan cortes hoy."
Sonriendo, me rendí a sus deseos, dejando un beso en su sien. "Sí, señora."
~o~H&E~o~
(1) El CrossFit es una técnica de entrenamiento que encadena movimientos de diferentes disciplinas al mismo tiempo, tales como la halterofilia, el entrenamiento metabólico o el gimnástico. La meta es desarrollar las capacidades y habilidades humanas: resistencia cardiovascular y respiratoria, resistencia muscular, fuerza, flexibilidad, potencia, velocidad, agilidad, coordinación, equilibrio y precisión. Exponiendo a la persona a tantos escenarios y combinaciones de movimientos como sea posible se logra una adaptación que la prepara para lo desconocido y lo poco probable.
Pues aquí lo tienen, el primer capítulo de esta nueva aventura, les pido que me tengan un poco de paciencia porque lo traduciré conforme Deb vaya publicando, normalmente las historias que les traduzco ya están completas y ya las leí, así que tengo un panorama más completo de la historia y cómo traducirla, así que nos les sorprenda que de pronto le haga algunos cambios a la traducción. Además de que yo iré conociendo la historia junto con ustedes así que no puedo darles ninguna pista de lo que sucederá, ni recibo quejas por muerte de personajes sin avisar, eso va también para mi Beta jajaja. Ya conocen a Deb, así que ya saben qué esperar. Espero que la disfruten como yo. Y por favor, no olviden que este trabajo es gratuito, hoy traduje este capítulo junto con un millón de cosas que tenía que hacer en casa, y mi querida Beta, aunque es domingo se beteó tres capis sin chistar. Si lo agradecen, no les cuesta nada dejar un pequeño review, y sí son muy bien recibidos. No lo olviden. Ahora, me encantaría pedirles un grandísimo favor, quiero y anhelo saber de ustedes en un review, pero anhelo aún más que agradezcan a la autora original de la historia. Así que, por favor, vayan a la historia original, el link va estar en mi perfil y en mi grupo, y pueden escribir solo esto: Thanks for the chapter, I'm reading the Spanish translation. (Su nombre y país)
Copien y peguen. Eso realmente haría mi día. Su nombre y su país es para hacer diferente su review de los demás y que FF no se los rechace. Sé que les pido mucho al decirles que dejen prácticamente dos reviews en cada capítulo, pero creo que el trabajo de Deb lo vale, y por supuesto, también el mío. Pero al fin, se los dejo a su criterio, y a su corazón. Besos y nos leemos en el próximo ;)
