Hola! Este es el primer capítulo de un fic que probablemente sea corto, pero que prometo terminar, porque Sirius y Remus son la mejor pareja del mundo (L). En otro orden de cosas, este capítulo se llama así por la cancion Addicted de Amy Winehouse, así que si quereis podeis escucharla mientras lo leeis ^^. Y sin mas dilación, espero que os guste.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, no escribo esto con fines lucrativos, blah blah blah.
I Let A Song Go Out Of My Heart
Capítulo #1: Addicted
Remus notaba las gotas de sudor bajándole por todas las partes de su cuerpo, hacía un buen rato que no sabía si estaba vivo o muerto, o algo entre medias. Jadeaba, suspiraba, gemía, gritaba paralizado por el placer. Un placer culpable, pero el mejor placer que podía obtener. Notaba la dura pared contra la espalda, pero no le podía importar menos mientras el chico moreno le embestía duramente, una y otra vez, con fuerza y con los ojos cerrados.
Más alto que él, más corpulento, le sostenía en el aire con las piernas de Remus enredadas en su cintura. Los pantalones en los tobillos, los del castaño en alguna parte del camino. Los movimientos seguían su firme cadencia, sus caderas separadas de sus mentes, sus mentes separadas de la consciencia.
Y Remus abrió los ojos al llegar al orgasmo, y el otro chico también lo hizo, y el licántropo se perdió en unos ojos grises que a su mente aturdida le resultaron gratamente familiares, mientras su boca, que tampoco parecía pertenecer a su cuerpo esta noche, articulaba un sonido, un sonido muy doloroso.
Todo paró. Y todo empezó ahí. Se separaron, y Remus fue a buscar su ropa en aquel oscuro corredor. Una vez se hubo vestido, se dió la vuelta para despedirse de aquel chico, aquel Hufflepuff sin nombre.
-Así que solo has dejado que te follase porque me parezco a Black, ¿no?- Remus se quedó quieto, el corazón latiendole con rapidez. Había pensado que no le había oído, pero..
-Eso no es cierto.- Sabía ser frío cuando la ocasión lo requería, pero cuando Sirius era el tema de conversación, todo se iba a la mierda siempre. El Hufflepuff sonrió sin gracia.
-Mira...Sé por qué haces esto. Por qué te acuestas con el primero que encuentras. Yo también pasé por eso y...- Los ojos grises se perdieron en los recuerdos, pero en unos segundos siguió hablando.- Díselo. Es lo mejor que puedes hacer. Si él no siente lo mismo, lo comprenderá. Es tu amigo, ¿no?
-No es tan fácil- No sabía por qué estaba hablando de algo así con un tipo con el que las únicas palabras que había cruzado eran: "He oído que buscas marcha esta noche". Pero sabía que tenía razón, porque Sirius era su mejor amigo, y en el fondo él sabía que lo entendería, pero tenía demasiado miedo.- De todas maneras...gracias por el consejo.
Le sonrió débilmente y le apretó el hombro antes de darse la vuelta e iniciar su camino de regreso a la torre. En cuanto hubo caminado unos pasos, la desagradable sensación de culpabilidad le azotó con fuerza, y tuvo ganas de pegar a alguien. No entendía por qué se sentía así. No mantenía una relación con Sirius, pero aun así se sentía como si cada vez que se acostaba con un chico (lo cual de un tiempo a esta parte pasaba casi todas las noches) le traicionase, le clavase un puñal en la espalda.
Y se daba asco a sí mismo, pero lo tenía que hacer, porque eran los únicos momentos del día y de la noche en los que no pensaba en Sirius Black. Lo había probado a mediados del sexto curso, y ahora, en enero de 1978, ahora era una adicción. Ahora era adicto a no pensar en Sirius. Se daba arcadas. ¿Hasta aquel punto había llegado? ¿ A acostarse con cualquiera, sin saber su nombre? ¿Sin importarle nada más que entregarse a la locura durante unos minutos para olvidarse del hombre al que amaba?
Decidió no postergarlo más. Tenía que decírselo. Decirle a su mejor amigo que llevaba años enamorado de él. Porque si había gritado su nombre cuando estaba con otro chico, ¿como sabía que un día no lo gritaría en sueños, y Sirius se enteraría? Y eso sería incluso peor.
Entró en la sala común lo más sigilosamente que pudo, y estaba subiendo la escaleras hasta su cuarto cuando oyó una voz a sus espaldas. Y no cualquier voz, La Voz:
-¿Cómo se llamaba esta vez, Remus? ¿Jacob? ¿Nathan? ¿O ni siquiera te acuerdas?
Las palabras rebotaron en su cerebro, una y otra vez. El tono malencarado y amargo de su amigo se clavó en su corazón, y Remus no se dió la vuelta al contestar:
-No me acuerdo, Sirius.- Y recordó todas las noches en las que Sirius había llegado al cuarto después de tirarse a una cualquiera, y Remus había querido morir.- ¿Pero acaso tu te acuerdas de todos los nombres de las guarras con las que te acuestas?
-Sabes de sobra que he cambiado.
Remus se dio la vuelta, y vio a Sirius, que estaba de pié al lado del sillón en el que debía de haber estado esperándole.
-Pues quizás yo he cambiado también.- Y sin querer recibir una respuesta, subió el tramo de escaleras que le quedaba y se metió en el cuarto.
Y Sirius, solo, se odió.
Lo siento, ya se que es corto, pero el siguiente será mas largo, lo prometo! Y ahora a mendigar reviews...porfii..__ xDDD
