Hola a los lectores de este foro, cambie un poco de mi ambiente habitual para presentarles este fic por la temporada. Esta historietita la publiqué el año pasado en mi cuenta de FFL, pues esta linda parejita me rondaba en la cabeza, porque doña Rumiko Takahashi nunca definió su situación a pesar de haberla insinuado. Con ustedes una versión para ello.
¡Al fin… la esperada confesión de amor!
Parte 1.
Hacía algún tiempo que la conocía. La había visto crecer y convertirse en una agraciada señorita, en los últimos cinco años, cuando él regresó como doctor a la zona donde estudió la preparatoria. Nunca se hubiera imaginado que llegaría a enamorarse perdidamente de esa linda muchacha… tan tierna y de dulce carácter.
El doctor Tofú Ono le lleva entre seis o siete años a Kasumi Tendo. Es un buen hombre dedicado a su profesión de médico quiropráctico, bastante inteligente y conocedor de un sinfín de dolencias, y los remedios para curarlas. Aparte de eso… no es nada feo, le gusta hacer ejercicio y mantenerse en forma; al parecer es muy ahorrativo, pues tiene una clínica propia en la cual puede tener a sus pacientes en observación o recuperación por varios días, sabe cocinar, es estudioso, cuida su jardín, es ordenado y limpio… todo un estuche de monerías para muchas. Pero su corazón y sus pensamientos sólo están puestos en una mujer… Kasumi Tendo. Aunque de forma inconsciente, porque en el transcurso de los años nunca le ha pedido de manera formal que fuera su prometida y futura esposa. Siempre que ella estaba cerca cambiaba radicalmente su carácter profesional y se ponía como loco, al grado de perder la razón y cometer toda clase de desvaríos, siendo un peligro hasta para él mismo.
Ya iba siendo hora de dejar de actuar como demente y poner las cosas en claro, o es posible que ese gran amor sólo se quede guardado.
Muy buen día, doctor Tofú — Kasumi llegó a la clínica, saludando alegremente al entrar al consultorio, llevando un tazón en las manos —. Le preparé este guisado con carne, sé que es su favorito.
La linda joven siempre tenía detalles como ese para su persona. ¡Cómo no enamorarse de ella! Con esa bondadosa expresión y bella sonrisa conquistaría a cualquiera. Afortunadamente parecía que la muchacha no estaba interesada en nadie… ni siquiera en él. Hasta rechazó la oportunidad de ser la prometida de un hombre más joven… Ranma Saotome es un muchacho menor que ella, un chico medio tonto y bastante agresivo no sería lo ideal para alguien tan dulce y tierna como Kasumi Tendo. El doctor Tofú sintió que volaba por las nubes al escuchar su dulce voz, pero tenía que controlarse para poder comportarse mejor en su presencia. Se levantó presuroso de la silla y fue a recibirla. "Contrólate" se dijo internamente cuando la vio en el umbral de la puerta, "Ya va siendo hora de que…"
¡Kasumi, es un gusto verte tan temprano! — la saludó con una gran sonrisa al aproximarse a ella, procurando lucir como gente normal —. Tú siempre tan detallista conmigo… me da tanta pena.
"Por favor, sólo un poco más" volvió a reprenderse pues, al verse reflejado en sus bellos ojos, que lo veían con cariño, sentía ganas de correr como loco.
Para mí es un gusto, doctor Tofú — le dijo la joven con tono tierno —, un buen hombre como usted necesita una atención.
Él tomó el tazón con comida y le rozó sin querer una mano. Sintió como una descarga eléctrica al contacto con su suave piel. Kasumi sólo sonreía y Tofú se percató que la sangre le subía a la cabeza hasta sonrojarse.
¿Le pasa algo, doctor Tofú? — le preguntó extrañada al verlo tan avergonzado, como si ella no hubiera sentido nada.
No… Kasumi… es que… — tartamudeó —, no quise ofenderte, disculpa mi atrevimiento.
Retiró delicadamente la mano de la de la joven, y desvió un poco la vista, queriendo que la tierra se lo tragara por atreverse a ponerle una mano encima… literalmente. La muchacha volvió a sonreír al notar por fin que es lo que había avergonzado al gentilhombre.
Pierda usted cuidado, doctor Tofú — le hizo una breve reverencia y salió después de mirarlo una vez más con mucho cariño —. Vengo más tarde por el tazón.
Tofú la vio salir y suspiró un poco. Por lo menos pudo controlarse frente a la joven, pero no se atrevió a decirle… nada. Se dirigió a la cocina, dispuesto a saborear el exquisito platillo. Al dejarlo en la mesa… empezó a brincar de gusto y canturrear una torpe melodía, para después ir por "Betty", su apreciado esqueleto.
¡"Betty" querida!, Kasumi nos trajo el desayuno — y lo tomó sin mucho cuidado, sacudiéndolo un poco al bailar su cancioncita —. Ven a comer conmigo, y beberemos té a su salud.
Sin embargo, alguien había visto un poco la escena.
Akane Tendo, la hermana pequeña de Kasumi, había fantaseado con el doctor Tofú desde pequeña, pero se dio cuenta, incluso antes que los demás, que al caballero le gustaba mucho su hermana mayor, incluso se había esmerado en parecerse a ella; algo imposible de conseguir por su carácter arrebatado y bastante agresivo, lo que hacía a la menor de las Tendo muy peleonera y poco femenina. Aun así también tiene su encanto entre los muchachos, cosa que fastidiaba a la doncella en grado extremo… eso hasta que conoció al que será su futuro esposo, gracias al arreglo entre los padres de ambos. Ranma Saotome sólo podía tener por prometida a una chica semejante a él, capaz de soportarlo y ponerlo en su lugar cuando era necesario. Pero esta historia no es de ellos.
Akane salió temprano, sigilosamente detrás de su hermana, pues tenía algunos pendientes que hacer y no estaba dispuesta a llegar tarde a la escuela por culpa de Ranma y su sueño pesado. A pesar de sus "múltiples ocupaciones", decidió seguir prudentemente a la mayor. Le parecía hilarante ver al doctor Tofú perdiendo la cordura, y a la vez sentía tantas ganas de ayudarle para que se sincerara con Kasumi, pues estaba casi segura de que su hermanita también estaba enamorada del buen doctor, pero no decía nada por ser tradicionalista, esperando a que sea el varón quien le pida matrimonio, como debe de ser. Ágilmente saltó la barda de la clínica, y se trepó a un árbol para observar el interior a través de la ventana abierta, desde donde pudo apreciar todo. Exhaló un poco, y bajó del árbol en cuanto su consanguínea se hubo alejado. Era ahora o nunca que debía hacer entrar en razón al gentilhombre.
Buenos días, doctor Tofú — saludó con un poco de pena al entrar —. Disculpe por molestarlo tan temprano.
Akane, buenos días, veo que madrugaste — el aludido salió de la cocina, devorando educadamente el guisado —. Kasumi vino hace un momento y me trajo esto, ¿no la viste?… — le preguntó extrañado, más la muchacha negó suavemente con la cabeza… claro que no iba admitir que vio mucho más de lo que el buen hombre hubiera esperado —. Por cierto, disculpa que no te ofrezca, sólo es una porción — agregó apenado.
Descuide, doctor Tofú, ya almorcé en casa — contestó la chica con amabilidad y una sonrisa —. ¿Puedo hablar con usted un momento? — le preguntó con cortesía —. Pero termine de desayunar — le indicó al ver que el caballero parecía dispuesto a dejar de comer —, no se apure por mí.
Muy bien, Akane, por lo menos permíteme obsequiarte un poco de té — le dijo Tofú, cediéndole amablemente el paso para la cocina.
La jovencita se iba a negar, con las mejillas algo coloradas… la galantería de Tofú siempre le ha fascinado, pero suspiró nuevamente y aceptó.
Bueno, está bien — contestó volviendo a sonreír, y entró antes que él.
El buen hombre le sirvió una taza llena de té caliente.
Con confianza — le dijo amablemente mientras bebía su propio té —. "Betty" — se dirigió al esqueleto, el cual se hallaba sentado en una silla —, saluda a Akane… Por favor, discúlpala — esta vez volvió a mirar a la joven Tendo —, es que cuando "Betty" come no habla.
A la muchacha le brotó una gotita anime en lo alto de la frente ante la observación, para representar su asombro. La osamenta se encontraba sentada al lado de Tofú, con una expresión difícil de interpretar, "pelando la mazorca", sus cuencas vacías parecían mirarlos. Se podía decir que era una persona más compartiendo el desayuno.
Entonces, Akane, ¿qué querías decirme? — preguntó animosamente el joven doctor, animándole a hablar.
Bueno… — la chica tartamudeó un poco, aun insegura de soltar prenda — es sobre… Kasumi.
¿Qué le pasa a Kasumi? — dijo el caballero en tono preocupado —. ¿Acaso está enferma? — y se alarmó un poco de pensar que su amada pudiera tener una grave dolencia.
No — Akane negó presurosa, un poco asustada por la reacción del galeno —, Kasumi no esta enferma; sólo que…
Menos mal, Akane — el joven suspiró aliviado —, pensé que se trataba de algo grave… ¿Entonces, qué es? — volvió a preguntar con su tono amable, bebiendo otro sorbo de té —. Te escucho con atención.
Doctor Tofú… — la doncella lo miró fijamente, armándose de valor para soltarle la pregunta a quemarropa —, ¿a usted le gusta mi hermana Kasumi?
El pobre hombre casi se atraganta con el té… tosió un poco y se le cayeron las gafas. La expresión de "Betty" pareció hacerse de sorpresa ante ese movimiento.
Perdón… — dijo el médico lagrimeando y limpiando sus anteojos, que la joven le entregó al levantarlos del suelo —. ¿Por qué me lo preguntas? — pareció avergonzado de si mismo.
Doctor Tofú — contestó seriamente la muchacha —, en su forma de ser se nota que usted siente por Kasumi algo más que simple amistad… desde hace mucho.
¿Qué… tiene de especial mi forma de ser? — el caballero tartamudeó, con el tono de su piel intensamente enrojecido —. Soy amable con todos mis pacientes, y las personas que me visitan y me brindan su afecto.
Pero con ella es diferente — Akane le hizo la aclaración, tratando de no sonar incorrecta —. Cuando usted está cerca de Kasumi pierde la noción de las cosas, como que le da un ataque de… locura, y no está consciente de lo que hace.
El doctor Tofú se levantó de su silla y caminó un tanto desesperado alrededor de la mesa. Hasta "Betty" lo "miraba" fijamente, con gesto escrutador.
Akane, ¿qué hago? — le dijo a la chica al fin, en tono de abatimiento —. No puedo negarlo más, y menos a ti, que eres su hermanita querida — se le acercó y se agachó junto a ella, poniéndose casi de cuclillas —. ¿Puedes decirme qué piensa Kasumi de mí? — preguntó curioso, tal vez esperanzado.
Ella lo estima mucho — confirmó la jovencita, dedicándole una sonrisa sincera —. Yo creo que tal vez… también siente algo por usted — y esta vez le palmeó un hombro para reconfortarlo —. Aunque, si usted no le dice nada, Kasumi tampoco hará algo — le puntualizó volviendo a ponerse seria —. Mi hermana es muy conservadora y le tiene un gran respeto a mi padre, y a la memoria de mi madre — después agregó —. Pero, si usted gusta, yo puedo ayudarle.
Akane, ¿de verdad me harías ese favor? — dijo Tofú visiblemente aliviado, incorporándose ágilmente.
La muchachita afirmó sonriendo más abiertamente, deseaba más que nunca que su hermana y el doctor fueran felices.
¡Gracias Akane, eres adorable! — y la levantó también con presteza de la silla en donde la chica estaba sentada, estrechándola con cariño en un abrazo.
Para mala suerte de la pequeña señorita Tendo…
¡Akane!, ¿por qué diablos…? — Ranma Saotome entró al consultorio como es su costumbre, impertinente y sin educación para llamar a la puerta.
El chico se quedó con la bocota abierta, asombrado por la escena de su prometida en los brazos de aquel hombre mayor que alguna vez la hizo suspirar… eso casi era como una ofensa a su sagrado compromiso nupcial.
¡Ah, que tal, Ranma! — le saludó el doctor Tofú muy contento, soltando cuidadosamente a la muchacha —. Veo que se te hizo tarde otra vez.
¡Ranma! — exclamó Akane casi al mismo tiempo, un tanto alarmada al notar la expresión del muchacho —, ¿qué haces aquí?
Nada — espetó el aludido con un poco de molestia —. Creo que mejor me voy, siento haberlos interrumpido.
Oye, Ranma, no es… — iba a decir la joven… casi podía sentir el latir de su corazón porque su prometido mostrara algo de inquietud por ella.
Guárdate tus palabras, Akane — le soltó toscamente dándole la espalda, dispuesto a marcharse de ese lugar.
Vamos, Ranma, no tienes que ser tan celoso — dijo Tofú amablemente, consiguiendo que el joven se detuviera —. Akane va ayudarme con algo muy importante para mí, y tú sabes cuanto estimo a su familia, incluidos tu papá y tú.
El muchacho sólo hizo una mueca de desagrado, que los otros dos no vieron. Él no era de esos babosos que se pasaban perdiendo el tiempo para mirar a la menor de las Tendo como si fuera la mujer más encantadora de Nerima… "¡Puras estupideces!" se dijo en su interior.
Yo no estoy celoso — puntualizó después del lapsus, posteriormente volteó a ver a la chica, hablándole con seriedad —. Akane, apúrate o se nos hará más tarde, te espero afuera — y, antes de terminar de salir, se despidió lo más educado que pudo del buen doctor —. Con su permiso, doctor Tofú.
La aludida volvió a enrojecer… hacia un buen tiempo que tampoco podía disimular lo mucho que le gustaba ese pelado de Ranma.
Anda, ve con él para que no lleguen a última hora a la escuela — la animó el doctor Tofú, haciendo de cuenta que no notó nada raro —. Y no te preocupes, en cuanto tengas tiempo te espero — y le dedicó una sonrisa para darle a entender que perdiera cuidado por algo.
Lo siento, adiós — Akane se recuperó de sus ensoñaciones y se despidió con una leve reverencia, corriendo presurosa para alcanzar al impertinente de su "novio" —. ¡Oye, Ranma, me dijiste que me esperarías! — lo llamó a voces.
¡Akane, eres muy lenta! — se escuchó la joven voz varonil a lo lejos —. ¡A qué no me alcanzas! — y lanzó una sonora carcajada.
¡Ya madura, tonto! — se quejó la muchacha.
Tofú sonrió otra vez al verlos alejarse, peleándose y discutiendo como es la costumbre de esa joven pareja. Pero la hora de declararle su amor a Kasumi, de una vez por todas, y pedirle fuera su esposa, estaba cerca de hacerse realidad.
Nota de la autora: Para los que lean esto y no me conozcan, actualmente escribo para los foros de "Dragon Ball" e "Inuyasha" aquí en Fanfiction, y espero mi historia sea de su agrado. La pareja del Doctor Tofú y Kasumi Tendo nunca quedó bien dentro del manga de "Ranma ½", a mí de verdad me agradan y por ello aprovecho la cercanía del 14 de febrero para tratar de darle algo de romanticismo a esa bonita relación. Disfruten mi contribución, a la vez que los invito a leerme en el otro foro.
P.D. Algunas cosas tal vez difieran un poco de la realidad o se vea como OoC, pero no es por molestar ni adueñarme de los personajes propiedad de la gran Rumiko.
