Hola, primeramente debo decir que este fic no es para niños ni para para personas sensibles al Yaoi (relación: hombreXhombre) o los que les gustan las parejas convencionales. Este fic pertenece a –Loli shota- y es un sencilla traducción de una admiradora mas.
Sin más y esperando que les guste…
The Next Morning
Capitulo uno
''Pareces tenso"
"No lo estoy." replico Syaoran desplazandose con torpeza.
Hubo un breve silencio.
¿Qué es lo que piensas? "dijo Eriol sentándose.
"..."
"No dime ¿qué es?" preguntó Eriol divertido. el castaño desvió los ojos desde el techo hasta el cuerpo desnudo del que estaba a su lado y lo miró con fiereza.
"¿Qué tiene de divertido esta situación?" escupió
"Oh, pero esta situación no es divertida. Es deliciosamente satisfactoria en muchos sentidos Syaoran", dijo Eriol con su sonrisa habitualmente indignante pegada en la cara.
"¿Quién te dio permiso para llamarme por mi nombre de pila? Todavía soy Li para ti" decia mientras miraba el techo.
"Oh, ¿no estamos un poco a la defensiva? ¿Cómo puedes ser tan frío después de que-"
" NO lo digas, Hiragizawa". Gruñó como un animal salvaje al interrumpirle a mitad de frase.
"-acabaras de intimar?". Termino Eriol con una amplia sonrisa en su rostro.
En ese momento, Syaoran tomo lo que tenia encima y tiro de las sábanas que cubrían su torso desnudo, abriendo sus ojos en el proceso como si apenas acababa de darse cuenta del incidente en toda su extensión.
"Kami-sama, ¿Qué acabo de hacer!" –gritó con los ojos muy abiertos en horror. Saltó de la cama rápidamente recogiendo su ropa esparcida por el suelo.
"No puede ser, no lo puedo creer, no puedo creerlo, esto no es posible!" murmuraba al ponerse la camisa, pantalones y los calcetines a una velocidad supersonica. Eriol metido todavía en la cama le miraba entre complacido y preocupante a la vez. Completamente vestido, Syaoran corrió a la puerta y golpeándola la cerró detrás de él.
"Dios mío". Murmuró Eriol despacio y sin entusiasmo al oír los pasos frenéticos de Syaoran al volver hacia la puerta.
La cual se abrió estrepitosamente.
"Una palabra de este Hiragizawa y estas más que muerto." Dijo Syaoran antes de estrellarla por segunda vez y se escuchara huyendo frenéticamente.
Los mismo que se escucharon regresar y la misma puerta abrirse de una manera que de sentir fuera bastante dolorosa.
"Y lo digo en serio viejo, te voy a matar. Porque esto, NUNCA paso." -gritó antes de cerrar de golpe la puerta y abandonar la estancia con apuro. Eriol la miró un momento, tal vez esperando otra entrada ruda, pero finalmente cayó de nuevo sobre la suavidad de su almohada. Miro el techo y rió entre dientes, con una mirada diabólica recorriéndole los ojos.
"Así comienza la persecución", susurró mientras el sol desaparecía detrás del breve baño de nubes dejando de paso su dormitorio en penumbras.
Syaoran salió corriendo de la mansión Hiragizawa a una velocidad asombrosa. Por suerte para él, ni Nakuru ni Spinel estaban a la vista echándole el ojo al señorito. Solo dejó de correr en la parte inferior de la colina que daba a la residencia. Estaba apoyado en un árbol para recuperar el aliento cuando su estómago enojado dejó escapar un gruñido profundo. Se froto con una mano el vientre y frunció el ceño: «Mierda, por lo menos debí tomar el desayuno en la cama '.Pensó 'Maldita sea, ya estoy empezando a sonar como una puta... 'Con el sudor cayendo en gotas "todo esto está muy mal», pensó asqueado de sí mismo.
Al poco rato se veia una adolescente de cabellos cafes y ojos chocolates oscuros vagar por las calles de Tomoeda muerto de hambre. En la urgencia de su huida, se había olvidado de ponerse incluso la ropa interior o agarrar su billetera o las llaves de la casa que había tirado en algún lugar de habitación Hiragizawa cuando estaban... en eso.
Syaoran se sonrojó mirando a sus zapatos. ¿Cómo había sucedido eso de todas formas? Aún podía recordar el sábado en la noche con mucha claridad...
-El día anterior-
"Me alegro de que lo hayan logrado", sonrió Eriol a sus tres invitados sentados en su sala de estar.
"!Es realmente un placer Eriol-kun, haces el mejor té del mundo!'' contesto Sakura tragando el contenido de su taza de té.
"Haa, pero Sakura chan, un buen té debe ser rezumado y luego tragado. Debes saborearlo hasta el final." dijo Eriol con un gesto en la mano, dándole señal a Nakuru de servirle otra taza a Sakura.
"¿A que se debe todo Hiragizawa? Estoy seguro de que es algo más que una fiesta de té". Dijo Syaoran mandando miradas escépticas a Eriol, el cual solo se limitaba a sonreírle inocentemente.
"Maa maa Li-kun, ¿por qué tan suspicaz? Yo sólo tenía la esperanza de disfrutar de un hermoso sábado en la tarde entre buenos amigos." al final de esa frase Eriol dirigió a Tomoyo, que era la tercera persona, una mirada discreta de detrás de su taza de té. Los ojos de esta se ensancharon ligeramente en confusión, mas pronto capto el mensaje.
"¡Ah, Sakura-chan! Recuerdo que tenía algo que mostrarte en mi casa... Lo siento Eriol-kun, pero nos tenemos que ir", dijo la peli negro al ponerse de pie de repente.
"¿Eh? Pero Tomoyo si acabamos de llegar." parpadeó la aludida.
-Sí, pero esto es muy importante " le sonrió Tomoyo en plan de convencimiento.
"Ahh? Ok entonces. Gomen Syaoran-kun, Eriol-kun," Sakura se paro y Syaoran automáticamente frunció el ceño, sospechando sobre algún tipo de jugarreta. La puerta se cerró en silencio detrás de las dos jóvenes, dejando a los otros dos solos en la sala de estar. Syaoran tan absorto estaba en sus pensamientos que no se percató de que Eriol se había sentado junto a él. Y solo se dio cuenta de lo que pasaba cuando sintió los fríos labios de este presionar los suyos.
Su asombro fue total y sus ojos se desorbitaron en sorpresa. Cuando Eriol finalmente rompió el beso, Syaoran duro todo un minuto para recuperarse de la conmoción. Él se quedó allí, con los ojos bien abiertos mirando la cara sonriente de Eriol.
"Tu… maldito bast" comenzó antes de ser silenciado amenazantemente por otro beso en la boca. Eriol envolvió sus brazos alrededor de Syaoran el cual se removía violentamente tratando de liberarse hasta que, poco a poco, se relajó en el beso y más pronto de lo que hubiera querido se dejó ir.
Eriol sonrió, todo era demasiado fácil.
Y todos sabemos cómo termino la historia.
Eran casi las diez y media cuando Syaoran llegó a la calle principal. Las tiendas apenas habían abierto no hace mucho tiempo pero muchas ya estaban repletas de clientes ocupados. Era una visión común para una mañana de domingo en Tomoeda. Syaoran sintió un delicioso olor dulzón en su nariz, notando que los restaurantes cercanos estaban empezando a abrir. Colocó una mano sobre su estómago hambriento y empezó a considerar la posibilidad de regresar donde Eriol para recuperar sus llaves cuando notó que alguien le saludaba desde el exterior de una cafetería.
Era Sakura.
No pudo evitar fruncir el ceño cuando se dio cuenta que no estaba sola sino en compañía de Tomoyo. La cual parecía monopolizar a Sakura durante bastante tiempo, y eso la hacía muy sospechosa. Sabía lo que sentía por su novia y estaba perfectamente consciente de las miradas que Tomoyo le enviaba a Sakura, esas que conocía muy bien. Syaoran pudo considerar que las tendencias de Tomoyo no naturales eran artificiales pero teniendo en cuenta lo que acaba de hacer varias veces con la reencarnación de su bisabuelo, las cosas cambiaban; comenzando por reevaluar la situación en si.
"Ohaiyo, Syaoran-kun!" saludaba Sakura cuando se les unía en la mesa.
"Li-kun Ohaiyo ". Tomoyo sonrió ocultando su decepción por que esperaba pasar más tiempo a solas con Sakura.
"Ohayou gozaimasu". Sonrió el aludido.
"Tomoyo-chan y yo tomábamos un refrigerio antes de ir al centro comercial, ¿qué haces aquí tan temprano?" decía Sakura mientras su cabeza se inclinaba a un lado en confusión.
"Acabo de regresar de-err... solucionaba algunas diligencias." Syaoran respondió sin convicción. A lo cual Tomoyo alzó una ceja.
"Nee Syaoran-kun, no son esas las mismas ropas que llevabas ayer donde Eriol?" preguntó Tomoyo perspicaz. Este solo le envió una mirada penetrante a la cual se mantuvo imperturbable.
"Ehh... Sí, después de que ustedes se fueran dormí en la mansión por causa... de esa cosa de Inglés que teníamos que hacer, estaba volviendo de allí ahora, cuando me di cuenta que necesitaba un poco de leche, así que tome un desvío. Por cierto, se me olvidaron las llaves del apartamento ¿me prestas tus copias Sakura? "dijo sin entusiasmo alguno.
"Sé que estas mintiendo, y creo saber por qué." Pensaba Tomoyo divertida y con una sonrisa tierna
"Pensé que habían terminado hace meses ese proyecto de inglés'' dijo sorbiendo su taza de té. Haciendo que Syaoran le enviara otra mirada oscura.
"dándole los ajustes y puntos finales." Respondió con los dientes apretados.
"nani?" preguntó Sakura sintiendo la tensión en el aire: "Bueno, aquí tienes", mas decidiendose que ignorarlo era mejor le entrego las copias del apartamento.
"Sakura, será mejor que nos vayamos si queremos llegar a las rebajas" decía mientras se ponía de pie sonriendo.
"Ha-Hai! Ja, matta Syaoran-kun!" dijo la oji verde al ponerse de pie e irse detrás de Tomoyo que ya empezaba a salir. Antes de irse, los ojos de Daidouji se encontraron con los de Li por un momento.
"Si él tuvo el coraje para hacerlo», pensó Tomoyo, "entonces no me tiene que salir tan mal.
"Hasta luego Li-kun". Dijo sin dejar de mirarlo a los ojos, sonriente.
"Adiós Daidouji-san." respondió este sin romper el contacto visual. Los dos se miraron el uno al otro hasta que Tomoyo se dio la vuelta, yéndose con Sakura y dejándole apreciar sus espaldas en retirada...
Para la hora en que Li volvió a su apartamento era más de mediodía. Y lo primero que hizo después de cerrar la puerta fue colapsarse en el sillón. Escuchando el cómodo silencio del apartamento deseo que las cosas volvieran a cómo eran antes cuando Sakura y el tenían diez años. En aquel entonces todo era más sencillo.
Syaoran regreso a Hong Kong después de que las cartas Clow's se convirtieran a cartas Sakura. Y después de solo unos meses Yelan, su madre, logró convencer a los ancianos de la familia para enviarlo de vuelta a Japón. No fue difícil venderles la idea, ya que estaban enterados de quien era Sakura y muy contentos del compromiso emocional que esta mantenía con Syaoran.
Así fue como para el gozo de Sakura, que Li regreso a Japón. Pocos después comenzaron a salir y eran una pareja feliz, casi nunca se peleaban, ni tenían problemas de comunicación. Todo como si fueran el uno para el otro. Sin embargo, esto cambió cuando Eriol regresó a Tomoeda después de que su relación con Kaho terminara de repente.
Al poco tiempo Tomoyo y Eriol comenzaron a salir, nadie supo que hicieron o lo que sucedió durante el tiempo en que estuvieron juntos, pero cuando salieron de esa relación, ambos habían cambiado tanto. Era difícil decir si aquello fue para bien o mal.
Aunque, desde el punto de Syaoran probablemente diría que para mal.
Después de eso, la relación de Sakura con Syaoran había tenido baches constantemente. Incluso hoy en día a pesar de su imagen de pareja perfecta, tenían desacuerdos más constantes y Syaoran estaba seguro de que no mejorarían si Sakura se enteraba de lo que había pasado con Eriol.
Suspiró y se levantó. Estaba agotado dado que no había dormido mucho la noche anterior...
Se dirigió a su habitación y bajó las persianas antes de ponerse la pijama y colocarse bajo la cama. Y a punto estuvo de deslizarse bajo las sabanas cuando sintió que algo le agarraba la cintura. No pudo evitar un ligero grito de sorpresa antes de darse la vuelta y encontrarse cara a cara con el nuevo motivo de sus pesadillas, el cual estaba sonriendo.
"Te fuiste con tanta prisa esta mañana que me sentí mal cuando no dijiste adiós" sonrió Eriol. El cual beneficiándose del asombro de Syaoran, presiono firmemente los labios de Syaoran contra los suyos y afirmo el agarre en su cintura.
Syaoran recuperándose de la conmoción y sonrojado hasta las raíces logro empujarlo con fuerza.
"¿Qué demonios crees que haces?!" gritó a mas no poder avergonzado de que Eriol se las arreglara para robarle otro beso.
"Solo fue un beso" respondió encogiéndose de hombros el inglés como si fuera lo mas natural del mundo.
"Cómo… ¿cómo puede decir eso?! A caso te has vuelto loco? Esto está mal! Moralmente deplorable! E-esto es incesto!" Caminaba lentamente alejándose de Eriol antes que haga otra cosa de que arrepentirse.
"En algún nivel, supongo. Pero Suave, muy suave sin embargo." Decía Eriol mientras acortaba la distancia que Syaoran caminaba.
"Estás loco", susurró este, frunciendo el ceño mientras retrocedía a una pared y notaba lo acorralado que se encontraba.
"Sí". Sonrió Eriol al inmovilizar los brazos de Syaoran por las muñecas con una sola mano.
"No," replico tratando de soltarse del agarre sorprendentemente fuerte que Eriol ejercía sobre su cabeza y contra la pared. Eriol se rió entre dientes, de pie era cuatro pulgadas más alto que Syaoran. Dirigió un delgado dedo trazando la línea de su mandíbula y se inclinó hacia adelante presionando su cuerpo contra el otro, listo para capturar sus labios una vez más.
"P-por favor-se quejó un indefenso Syaoran.
Eriol se detuvo a escasos milímetros de distancia y paro sus intenciones antes de soltar un profundo suspiro. Soltó sus muñecas del agarre y retrocedió para contemplar la magnificencia de su amante. Syaoran había parecido tan pequeño debajo de él, tan frágil e inocente cuando hacían el amor. Que de alguna manera le había llevado a la locura.
"Adiós Syaoran", le sonrió antes de desaparecer en las sombras.
Casi en shock el castaño se desplomo lentamente por la pared hasta quedar sentado en el suelo mirando los rayos de luz que escapaban de las persianas cerradas y se abrazó a sus rodillas.
En su mesa de noche su billetera y sus llaves fueron notables, pero no su ropa interior.
Continuara._
