Prologo

Las olas azotaban las rocas, el cielo siempre azul claro. Ahora era un mar de nubes grises… mis pies sentían la arena debajo mientras caminaba hacia ese lugar en especifico…

Nuestro lugar…

Nuestro rincón de amor…

Me senté sobre la roca mirando al mar añorantemente… amaba a mi mozo, pero extrañaba la vida en el mar… Sentir las algas acariciando mi cola, recoger conchas en un profundo cráter y en su lugar encontrar piedras preciosas…

Sentí sus brazos cubrirme y sus labios besar mi cuello, mientras me abrazaba sabiendo lo que pensaba mi cabeza, adivinando mis deseos, mis añoraciones y sintiendo mi dolor, mi tristeza y mi agonía como suyas…

Sentí su respiración sobre mi oído y sus palabras entraron en mi mente:

- ¿En qué piensa mi sirena?
- Sabes que esta guerra es culpa nuestra (lo miro) ¿no?
- Nuestro amor no puede ser la causa de esa guerra…
- Lo es (me levanto de la roca) ya no te engañes (lo miro con los ojos vidriosos) nuestro amor está acabando con nuestros mundos…

El pareció leer mis pensamientos pues su semblante se oscureció… se levanto de la roca en la que permanecía sentado, se me acerco, me abrazo y me dijo:

- ¿Y qué quieres que hagamos?
- (Lo miro) Un pez y un ave no podrán amarse nunca.
- Tú ya no eres un pez.
- Puedes cambiar la cubierta de un libro, pero sus páginas seguirán siendo las mismas…
- ¿Coral?

Le sonreí, lo abrace mientras sentía mi corazón romperse en mil pedazos, lo bese por última vez, lo mire a los ojos, esos ojos color agua de los que me enamore locamente…

- Me canse de luchar contra la corriente…
- Yo te saco a flote
- O te ahogas conmigo mi apuesto mozo… (Miro al mar) nuestro amor esta maldito por la naturaleza misma…

Escuchamos voces a lo lejos. Venían los guardias por mí, por la causa de la guerra contra el mundo submarino… lo bese por última vez y luego me adentre en las aguas…

Sentí las piernas comenzar a descender en las aguas, me quite el vestido y solté mi cabello… me sentí tan bien al sentir el agua salada en mi piel.

Me recosté sobre una roca y lo vi ser llevado por los guardias al castillo en donde trabajaba…

Mire al horizonte…

Tal vez dentro de varios siglos el destino nos diera otra oportunidad y esa vez si estuviéramos juntos…