Disclaimer: Hetalia no es mío, y, no, jamás lo será...
Advertencias: ¿Advertencias? Algo de confusión y personajes Ooc, como siempre ¡Ah! Y es una historia sin el más mínimo sentido.
Importante: Para entender un poco, es un relato que nos cuenta Alf ocurrido a "tiempo real" por lo que los personajes que ocupa pueden hablar fuera del mito/leyenda como dentro de ella. Por ello será así: cursiva es lo que está pasando a "tiempo real", llámese lo que pasa en el minuto que Alf está contándolo todo. En letra normal es todo lo que es la leyenda o mito en sí. Recuerden: La historia siempre está siendo contada por Estados Unidos, aún cuando hable en tercera persona.
¡Hahaha! ¡Bienvenidos y bienvenidas al rincón estadounidense de leyendas y mitos, donde éstos se hacen realidad~!
Mi nombre es Alfred F. Jones, mejor conocido como "THE HERO!" y seré el encargado de ponerle a estos aburridos y desaliñados relatos griegos algo de diversión y emoción~!
¡Tengo un libro en mis manos, regalado por Arthur (quien me dijo que debía leer más o mi cerebro se pudriría) que tiene leyendas y mitos desde los más trágicos hasta los más melosos y románticos que te puedas imaginar! ¿Y qué mejor que sean protagonizados por nosotros, los personajes que tanto adoran? ¡HAHAHA!
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¡Comenzaremos con un breve mito sobre amor! ¿Han oído la historia de una tal…"Eco" y éste otro tipo… Narciso?... ¿Ah, si? HAHAHA Pero de seguro no la han escuchado como la cuento yo!
Antes que nada, necesito que imaginen un lugar completamente en blanco… ¿Ya lo hicieron? Perfect! Now... Poco a poco, vayan ambientándolo con árboles, mariposas volando por ahí, algunas rocas, y quizás un pequeño riachuelo… ¿Lo tienen? All right!
Nuestra historia comienza en ese bosque que ustedes mismos imaginaron…
Arthur Kirkland representa a una hermosa ninfa, alegre y parlanchina…
— Wtf…¿Alfred? ¿Qué demonios estoy haciendo aquí? — El inglés mira curioso a su alrededor, encontrándose con que estaba en un lugar extraño, que no era su estudio de trabajo.
— HAHAHA ¡Eres parte de mi historia, así que no hables a menos que yo lo ordene!
— Wh-
Como decía… era Arthur quien, en los días aburridos como el de hoy entretenía a Hera, interpretada en mi historia por Kiku, esposa del Dios griego Zeús (Que será, en estos momentos Heracles), con su palabrería y fiestas de té, para que el griego pudiese irse por ahí con otros.
— ¿Alfred-san? ¿Qué hago yo aquí? — pregunta el de cabello azabache, sentado en una roca, frente al lugar donde hace unos momentos había aparecido el rubio. Sin entender mucho, inclina levemente su cabeza para saludar a Arthur, quien está vestido como una ninfa del bosque.
— ¡Dejen continuar mi historia, que viene la mejor parte! Ahora… ¡Hablen o algo!
Conversaban cada día de cosas diferentes…
— ¿Cómo ha ido tu relación con Heracles, Kiku? — Dijo el británico, intentando poner algún tema…
— Todo ha ido muy bien, Arthur-san… Arigato por preguntar.
Agh… Esta es la parte más aburrida… A ver… bla, bla, bla, Arthur y Kiku hablan mucho, pasean en unicornios, etc, etc… ¡Ah! ¡Aquí está la parte buena!
Un día, luego de haber estado toda la mañana con Heracles, Kiku llegó al lugar donde siempre se encontraba con Arthur, muy molesto.
— ¿¡Por qué lo hizo, Arthur-san! ¡Sabiendo que yo amo a Heracles, accedió a hacerlo!
— …Lo lamento, Kiku… ¡No sé por qué lo hice! De verdad lo siento mucho…— Intentaba disculparse el cejón, pero el otro no accedió. Estaba muy molesto ¿Y cómo no si, quien creía que era su mejor amigo, se había aliado con su esposo para que éste pudiese serle infiel?
— ¡Lo que me ha hecho no merece perdón! ¡Lo condenaré por una eternidad! ¡No podrá expresar palabra si no es para repetir el final de cualquier frase que escuche! — Así, luego de eso, Arthur Kirkland, la ninfa del bosque, se fue corriendo, avergonzado hasta llegar a una cueva en la cual tenía planeado esconderse y no salir jamás.
— What the hell? ¡Ni se te ocurra! ¡No iré a una oscura y húmeda cueva a pudrirme hasta cuando se te ocurra, bloody bastard! — Alega el de pobladas cejas, pero su cuerpo comienza a moverse solo, caminando en dirección opuesta a la que se encuentra el japonés.
— ¡Silencio! ¡Sigue el hilo de la historia!
Y en esa cueva se escondió por un tiempo…
Narciso, interpretado por mí, en cambio, era un tipo precioso. Su rubia cabellera y ojos extremadamente azules, con los cuales conquistaba a cada mujer y hombre que pasaban junto al hero. Demasiado hermoso para la vista de los demás e incluso de él mismo. Su madre, cuando era pequeño le había prohibido verse en cualquier reflejo, pues de lo hermoso que era podía enamorarse de él mismo y eso sería crítico. Por lo que crecí… digo, creció sin darse cuenta de lo hermoso que era y con la humildad que cualquier hero, como yo, tiene!
A este héroe le gustaba ir por los bosques pensando y comiendo sus deliciosas hamburguesas... le ayudaban a reflexionar sobre otros problemas…
— Alfred-san… No creo que en esa época hubiesen de sus hamburguesas.
— ¡HAHAHA! ¡Es claro que las habían, Kiku! Déjame continuar con la historia~…
Uno de esos días, caminaba por las inmediaciones de la cueva donde Arthur se había ido a esconder y, éste, al verlo tan hermoso como era, quedó enseguida completamente enamorado del hero! Como era de esperarse, la ninfa no logró reunir el valor suficiente y simplemente le observó marcharse de ahí.
— Damn it… No me gusta el rumbo que toma esta historia… ¡La razón por la que te regalé el libro no era para qu-
El punto es que a Alfred le quedó gustando el último camino recorrido, por lo que volvió a tomar el mismo unas cuantas veces más, siempre seguido de cerca, y sin ser descubierto, por la ninfa rubia de cejas pobladas.
Un día, siguiendo la misma rutina de siempre, Arthur pisó una pequeña ramita, lo que lo descubrió frente a nuestro gran hero. Éste se acercó a él y el inglés se sonrojó mucho por esto.
— ¿Qué haces aquí? ¿Por qué me sigues~? — Preguntó el hermoso hombre.
— Aquí… me sigues... — fue lo único que pudo responder el otro, gracias a Kiku.
Intentó de varias maneras que el inocente hero descubriera que lo amaba. Con dibujos en la tierra, mímica, pero nada funcionaba. Hasta que se le ocurrió la brillante idea de llamar a sus amigos mágicos, que no existen pero curiosamente podía verlos, y éstos le hicieron entender a Alfred que el cejón estaba loca, perdida y apasionadamente enamorado de él.
El inglés, al darse cuenta que ya había captado, esperó su respuesta expectante y sonriente, pensando que éste le declarara también su amor.
Grande fue su sorpresa al escuchar la fuerte y varonil carcajada de su amado.
— What…?
Alfred siguió riendo por mucho tiempo, recordándole lo estúpido que era al enamorarse de él ¡Todas me… d-digo… lo deseaban, pero nadie lo obtendría jamás! ¡HAHAHA!
Así, con el corazón hecho añicos, la ninfa del bosque se retiró a su cueva y lloró ahí, en una misma posición, repitiendo las últimas palabras que había escuchado…"…estúpido... Que… estúpido… estú…pido…" Y ahí murió de a poco, hasta hacerse parte de la roca en la que se encontraba sentado. ¡FIN!
— ¡No es cierto! ¡Aún falta una gran parte! ¡No seas infantil y léelo! — Arthur interrumpe el relato, casi gritando.
— ¡P-Pero! ¡El hero no puede morir en la historia!
— Now, Alfred.
…Yao, interpretando a la diosa Nemesis…
— ¡Aiya! ¿Qué hago y cómo aparecí aquí, aru?... — dice el chino, muy sorprendido, con un vestido griego de la época. Es completamente ignorado por el de lentes.
…había presenciado la frustración que el amor no correspondido había causado en Arthur…
— ¡Todo tiene su precio, Alfred, aru! ¡Ahora te dirigiré a tu gran final, aru!
…y lo encantó, haciendo que el hero ¡Muriera de sed! ¡Pero qué malvada bruja era Nemesis! …En fin, el héroe, o sea yo, era tan asombrosamente inteligente que, antes de morir de sed recordó el riachuelo del bosque donde había estado hace un tiempo Arthur y se encaminó hacia allá como pudo.
Cuando se encontró a punto de beber algo de agua de ese pequeño rio, vio su reflejo en el agua, quedando profundamente enamorado de él… y, por ello, se lanzó al agua para besarlo, pero en vez de eso solo logró ahoga- WHAT? ¡Esto no puede terminar así, con el héroe muerto!
— Así termina, Alfred. Este mito intenta explicar cómo nació el eco y la flor llamada "narciso" … ¿No es obvio? — Intenta explicarle el angloparlante.— Luego de que Narciso se ahogara, en el lugar donde había estado crece una hermosa flor con el mismo nombre, que siempre se está reflejando en el agua.
— ¡Eso no tiene sentido, Arthie!
— ¿Y a mi para qué me necesitaban, aru?
— HAHAHA Yao~ Te quedó muy bien el papel de la chica~
— ¡Aiya! ¡Yo me largo, aru! — El chino se quita el vestido que tenía y se va.
— HAHAHA Seguramente para la siguiente ocasión encuentre un mito algo más entretenido… y si no es así… ¡Entonces lo inventaré!
— A-Alfred, no puedes hacer eso, stupid.
— ¡HAHAHA! Claro que puedo! ¡Hasta la próxima~!
En fin, les dije... Confuso, sin sentido, sin RoChu.. pero es algo que se me ocurrió y debía escribirlo.. No sé si funcione, si sea muy popular.. Me gustaría que dejaran review tanto si les gustó como si no, para saberlo, porque pienso seguir con otros mitos y leyendas (En los que, por supuesto integraré algún RoChu) y quisiera saber si vale la pena hacerlo~ ¿Si~? Grazie mille.
