Ya lo dije que iba a publicar hace días. Quería aprovechar que la lista comenzó de nuevo antes de roturas.

¡Gracias por la paciencia!


Datos del fic:

Título: La princesa que el zorro amó.

Pareja: Naruhina.

Advertencia: AU, Lenguaje soez, violencia, mucho amore, mucho OOC, Lemon tarde o temprano.

Género: Romance, fantasía, drama y algunos toques de humor.

Disclaimer: Naruto no me pertenece ni sus personas son de Kishimoto.


Prólogo

La leyenda

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Hace muchos siglos atrás, cuando el hombre ni siquiera imaginaba la tecnología, existían ciudades de pobrezas y leyendas que eran más que verdad. Si habían escuchado acerca de un ave gigante que devoraba montañas, era cierto, de un gigante que se bañaba en el mar y aun así no le cubría el cuerpo, también era verdad.

Cada país tenía sus propias leyendas. Cada tierra, su propia cultura. Y cada montaña, su leyenda.

La que a nosotros nos atañe, es la montaña de Konoha en una isla perdida en el mar infinito. Contaba la leyenda que esa isla la robó un Dios ermitaño años atrás y que los humanos quedaron a vivir en ella eran el sacrificio para alimentar sus deseos de carne.

Pero como los humanos eran eso, comida, el Dios comenzó a aburrirse de sus repetitivas costumbres y muertes rápidas. Así fue que decidió crear una leyenda que dio vida. Encerró en lo alto de la montaña más alta, Konoha, una piedra rojiza y mágica con poderes especiales de otorgar una nueva al primer ser que la tocara.

Lleno de curiosidad, el primero fue un zorro de pelaje anaranjado y blanco que la olisqueó. A su lado, una compañera blanca y dorada. Ambos animales perecieron en ese momento mas cuando volvieron a la vida, algo había cambiado para siempre en ellos.

Abandonaron su forma animal y adoptaron la forma humana, más grandes, más fuertes, más rápidos. Aprendieron a alternarla con la animal para cazar. Su forma humana comenzó a sentir curiosidad por los humanos, quienes cada vez más en busca de caza se acercaban a la montaña.

Pero los humanos los rechazaron.

El temor que sentían a lo nuevo y a lo extraños que eran los obligó a mantenerse recluidos en Konoha. Sólo podían salir para cazar y en forma animal, arriesgándose a caer en trampas humanas o ser descubiertos.

A lo largo del tiempo, descubrieron qué hacían los humanos con otros seres como ellos: cazarlos sólo por su piel. El horror los aisló aún más.

Gracias a su cambio, su longevidad era bastante duradera, pero su capacidad de crianza fue menguando. Mientras que los demás zorros podían tener de tres a más cachorros naturalmente, ellos descubrieron que sólo podían concebir uno o dos.

El dios, compadecido, les entregó otros más como ellos para socializar y fomentar la reproducción. Algunos niños murieron por curiosidad. Otros, no pudieron reproducirse. Y los que iban naciendo, su tamaño aumentaba de forma demasiado considerable como para poder ir a cazar en forma animal, siendo casi tan grandes como un lobo macho.

El experimento fue a declive hasta el punto en que, el paso del tiempo, sólo una pareja y su hijo quedaban con vida. Los padres estaban preocupados, pues temían por su pobre hijo en el futuro. Rogaron al Dios, pero este los había abandonado.

Su invento perfecto había fracasado.

El Dios, centrado en los humanos, aceptaba ofrendas a cambio de buenas cosechas, hijos sanos y cualquier sandez inútil y fácil que los humanos pedían. Esas ofrendas eran agradables y ricas. Desde niños hasta adultos y de hombres a mujeres. Pero fueron cayendo en declive hasta el punto de sólo enviar mujeres y niñas.

El día en que se enfadó, cuenta la leyenda que saltaron los mares contra las rocas y que todo quedó inundado menos Konoha. Sin embargo, algunos humanos lograron sobrevivir y el Dios encontró eso halagador.

Pero, en aquella ocasión, hubo algo que se le escapó tanto al dios como a los humanos. Y cuenta esa misma leyenda, que hubo magia y amor.

Que hubo lágrimas y dolor.

Cuentan, que aquel dios decidió dejar aquella isla como un santuario más tarde, porque a veces, las cosas que creas, merecen ser escondidas para aquellos que son malos y crueles.

La leyenda, esa que llama tanto tu atención, es la leyenda De la princesa que el zorro amo.

Continuará


¿Les hace?