(Disclaimer: personajes propiedad de Riot Games.)

PRÓLOGO

- Sabes perfectamente que yo no soy el verdadero peligro, Vi. - decía Jinx tras los barrotes de la celda. - Ella no se detendrá ante nada. Mató a nuestros padres, y ahora nos quiere a nosotras. -

La pelirrosa se encontraba al otro lado de la celda. Sin sus guanteletes, observaba a la famosa criminal de brazos cruzados. Tras tanto tiempo de espera, de persecuciones y maldiciones, por fin la había atrapado. Había necesitado diez largos años para ello, pero al menos logró su objetivo.

No obstante, no se alegraba por ello. En el pasado, ella se habría mofado de la peliazul, bailando mientras ella se pudría en la cárcel, celebrando una fiesta por todo lo alto, bebiendo hasta que su cuerpo dijera basta, demostrarle a Caitlyn que si pudo con la más escurridiza de todos los criminales, que pudo superar a la propia sheriff. Pero no era así.

Por su parte, Jinx no habría dudado en escaparse en cuanto la agente se hubiera largado, coger a Espinas y a los demás, y volver a causar el caos en la ciudad. Destruir edificios, falsificar carteles de "Se busca", robar y reír con tal de matar el aburrimiento. Seguiría siendo la misma loca sanguinaria con tal de causar el caos eternamente. Pero eso ya es agua pasada.

- Por última vez, ellos no son nuestros padres. - Vi apretó tan fuerte el chupa-chups con los dientes, que llegó a romperse. - Ni siquiera yo soy tu hermana.

- Puede que no fueran nuestros padres, pero no puedes negar el hecho de que la misma sangre corra por nuestras venas.

- ¡CÁLLATE! - la agente golpeó los barrotes hasta hacerlos resonar. - ¡Yo soy Vi, la Agente de Piltover, ¿me oyes? Agente de la ley, quien lucha por la vidas de los habitantes de esta ciudad. Nunca he tenido una hermana, y menos aún una que estuviera loca como tú! -

La pelirrosa dio media vuelta y empezó a alejarse de ella, dejando a la única terrorista del nivel seis de la prisión. Ella dejó escapar un pesado suspiro, antes de gritar:

- ESO ES, HUYE DE LA VERDAD, HUYE COMO HAS ESTADO HACIENDO TODO ESTE TIEMPO. ¿CREES QUE ESO EVITARÁ QUE ELLA ESTÉ AQUÍ? SI YO HE ESTADO VIVIENDO TODO ESTE TIEMPO SIN NINGÚN PROBLEMA, TEN CLARO QUE ELLA TAMBIÉN LO ESTARÁ. - Vi no la hizo caso y dio un portazo en cuanto salió de la sala, dejando sola a Jinx. Ésta se agarró a los barrotes, dándose por vencida. - Si ella me volvió loca, también hará lo mismo contigo. ¿Por qué no lo puedes entender Manazas? -

Jinx se tumbó en la cama, con las manos en su nuca. Su intento había fracasado, y ahora tendría que pensar en otra cosa. Sin embargo, oyó unos pasos en la sala. Levantó la mirada y vio a la famosa sheriff al otro lado de la celda. Ella también había cambiado.

Ya no llevaba aquel vestido morado de antes. No. Ahora llevaba aquella larga gabardina morada, con esa camisa de gran escote y los pantalones largos morados. Mantenía esas botas marrones de tacón, y su clásico sombrero morado, sólo que un poco más pequeño. Su rifle estaba colgado al hombro, mientras que en sus manos estaba una taza de porcelana con té jonio, aquel que tanto le gustaba.

- Muy bien Jinx. - dijo Caitlyn. - Empieza por el principio. - dio un sorbo a su té.

La llamada entonces Bala Perdida, se incorporó.


Un nuevo fic para nuestros personajes piltoverianos favoritos.

Se agradecen los comentarios, aunque sea un "me gusta" anónimo ^^

Kaiserelle.