Ve-san al habla.

Por favor, leer escuchando watch?v=ywvFahFhOvU ; la canción es Brothers in a Hotel Bed, de "Death Cab for a Cutie", canción que no me pertenece, ni tampoco su traducción al español.

Disfruten.


Capítulo Único.

–Hey, Romano... –una suave voz en esa amplia y vacía habitación hizo que el hombre, que contemplaba las carreteras y las calles y los edificios a través del ventanal girara su cabeza. Se veía tan joven... La palidez de su rostro era lo que más preocupaba al anciano recostado en aquella cama de hospital. Hasta parecía que su rulo tenía menos ánimos de lo normal para mantenerse en alto.– Deberías salir.

–No te voy a dejar solo. Te lo he dicho miles de veces, maledizione, y tu sigues insistiendo. –su ceño, siempre fruncido, le hizo esbozar una suave sonrisa.

–Has sido un buen hermano mayor... mereces salir un rato con Antonio o Arthur... Creo que Gilbert quería hacer algo este fin de semana...

–¡Que no te voy a dejar solo, carajo!

–Algún día te vas a aburrir de mí, Lovino.

You may tire of me | Te cansarás de mi

as our December sun is setting | mientras nuestro sol de Diciembre se pone

because I'm not who I used to be | porque no soy quien solía ser...

–Nunca, Feliciano. –Su mirada determinada hizo que aquel hombre soltara un suspiro. El ruido de la máquina a su costado le hizo girar el rostro.

–Bene, yo creo que podré salir un rato de aquí...

–¡D-Debes descansar! ¡Lo dijo el doctor!

–Voy a estar contigo, hermano... Junto a ti nada malo me pasará...

–Eres... un maldito. –Lovino hizo de su mano un puño, controlando el sentimiento de frustración al verle así. Inmediatamente caminó, y le ayudó a ponerse de pie, a acomodarse las ropas, a arreglarse el cabello. Las arrugas de su rostro le llenaron de melancolía, esas que se marcaban con cada una de sus sonrisas, sus gestos raros, pero parecía que sus ojos ámbares (que, aún viejo, se mostraban poco por la alegría que solía tener) se seguían viendo igual de jóvenes que hacía unos cuantos años atrás.

No longer easy on the eyes | Ya no es tan fácil de ver

but these wrinkles masterfully disguise | Pero estas arrugas magistralmente disfrazan

The youthful boy below | Al chico joven que hay bajo de ellas

¿Por qué el tiempo debía de haber cambiado así? ¿Por qué? Recordaba su agonía, su miedo, su mano estirada. "Sálvame..." El resonar de la voz de su hermano, mientras todo se derrumbaba, los edificios caían, las aguas subían. Su cabello siempre mojado, sus ropas pesadas, había faltado a muchas reuniones y a todos le tenía preocupado. Francis había tratado de ayudar en ese momento fatal, en el que Venecia, lentamente, sucumbía ante la presión del mar, y una parte de Italia comenzaba a ahogarse.

Romano siempre había esperado ser él quien dejaría su eternidad o moriría como país.

who turned your way and saw | Quien cambió su camino y vio

Something he was not looking for: | Algo que no estaba buscando

both a beginning and an end | Tanto un principio y un final.

Y había tomado esa decisión, dejarle a él el poder, el sentimiento completo de un Italiano que ahora no izaría una bandera blanca en forma de rendición. Había decidido ser una persona por el tiempo que le quedaba en adelante, hasta que pudiera morir, evitándose la agonía que su abuelo tuvo que pasar, desapareciendo.

–Me veo bastante bien, ¿No, fratello?

–Te ves como una pasa vieja. –la suave risa de Feliciano le hizo esbozar una curva en sus labios, y le extendió el bastón que el alemán le había hecho.

But now he lives inside someone he does not recognize | Pero ahora él vive dentro de algo que no reconoce

When he catches his reflection on accident | Cuando ve su reflejo por accidente.

Mientras bajaba por el ascensor, con el brazo de su hermano sujeto entre los suyos, recordó cuando le pudo ver por primera vez, dejando de ser el representante de Venecia. Había algo que no tenía, algo que había perdido aquellos días, ese brillo que le hacía reconocible. Ya no estaba él en las reuniones, si no Lovino, quien había dejado su placa junto a la de su hermano. Venecia no había desaparecido completamente, así que no había necesidad de sacarla.

En una fiesta que los amigos de Gil habían organizado, tiempo después, Lovino decidió irse sin haber tomado una gota de alcohol. Quería pasar tiempo con su hermano. Necesitaba pasar tiempo con su hermano, que ya comenzaba a dejar los veinte en apariencia, con ojeras marcadas, y una sonrisa que no se quería ir. Tomó su moto, lo llamó, le pasó un casco y se fueron a través de las calles planas, a toda velocidad, sintiendo el viento contra su piel. Se asustó cuando no sintió los brazos de él rodeándole, y pudo ver por el retrovisor como los elevaba. ¿Se habría puesto a llorar?

Ahora era un humano, se recordó. Y esta sería su última vida.

On the back of a motor bike | En la parte trasera de una motocicleta

With your arms outstretched trying to take flight | Con tus brazos extendidos, tratando de levantar el vuelo

Leaving everything behind | Dejando todo detrás.

¿Qué habrá pretendido Feliciano? ¿Volar? ¿Llevarle al cielo? ¿Alejarse así de lo que era su pesado futuro, esperándole con años de agonía y de dolor, donde su rostro y su cabello y todo su cuerpo cambiaría, oxidándose y llegando hasta la muerte? En un futuro en el que no le podría ver...

–Hey, Lovi, ¿Podemos ir a ver a Roderich y a Eli?

–Claro. -probablemente el otro no hubiera notado las lágrimas que intentaban salir de sus ojos.

But even at our swiftest speed | Pero incluso a la velocidad más rápida

we couldn't break from the concrete | no pudimos escapar del pavimento

In the city where we still reside. | en la ciudad en la que aún vivimos.

Lastimosamente así eran los humanos, frágiles. Era algo que Lovino nunca iba a aprender, nunca iba a sentir, a menos de que su país se ahogara entre las aguas del mediterráneo. ¿Qué tan mal se sentiría envejecer? Feliciano siempre había sido quejumbroso, pero esos últimos años lo había sido más. Su respiración estaba fallando, y su presión no era la misma de antes. Parecía que en cualquier momento su corazón iba a tener algún problema, y aunque no había sido en esa ocasión, encontrarle en el suelo de la casa una semana antes había sido el motivo suficiente para llevarlo corriendo al hospital más cercano.

Oh, como hubiera deseado ser humano, como él, y que hubieran envejecido juntos.

And I have learned | Y he aprendido

that even landlocked lovers yearn | Es que incluso los amantes sin mar anhelan

for the sea like navy men | al océano como marineros

Se hospedaron esa noche en un hotel cerca del aeropuerto. Quería comprobar, además, que el estado de su hermano era el correcto para permitírsele un viaje en avión, a pesar de que deseaba que fuera en automóvil. Sabía, al menos, que en el cielo, si algo ocurría, tendría personal que supiera ayudarle, y no en una carretera vacía, con sus temores y la poca ayuda que podría recibir.

La habitación era bonita, iluminada, con una sola cama. Después de tantos años, seguían durmiendo juntos, con el miedo inexplicable a la oscuridad y a la soledad. Lovino Vargas nunca le había abandonado, y nunca lo iba a hacer. Tenía la certeza de que Antonio haría que se separase de su tumba, o Gilbert, o incluso el bastardo de las patatas, arrastrándolo quizá, dándole consuelo de que alguna vez lo volvería a ver, como en esa en que Francis vio a Jeanne, o Alfred a Davie, o Iván a Anastasia.

Pero a él, al verdadero Feliciano, no le quería dejar ir.

–Buenas noches, Lovino.

–Buenas noches, Feliciano.

Cause now we say goodnight | Porque ahora decimos buenas noches

from our own separate sides | Desde nuestros lados separados

Like brothers on a hotel bed | Como hermanos en una cama de hotel.

La cama era amplia. Cuando se recostaron, parecían estar a kilómetros, y no tardó en sentir el abrazo de su hermano, llevándolo más a la orilla de la cama. Negó con la cabeza, y se dio la vuelta, para que el otro se desplazara más al medio, y se encontró cara a cara con lo que le pareció una ilusión: el rostro joven de su hermano, sin heridas, sin arrugas, inocencia pura en esos ojos ámbares que le miraban, inquietos.

Parpadeó un par de veces y volvió a ver al viejo Feliciano, que sonreía.

–¿Sabes, Lovi? Nunca quise que este día llegara... digo, claro, este día donde soy un anciano. Kiku dice que los ancianos son sabios, ¿Tú crees que soy uno?

–Mientras no seas un sabio como el abuelo del macho patatas... ¡Eh, que estoy hablando en serio, stronzo! –le escuchó reírse, y su ceño no se suavizó hasta que sintió la mano del otro en su rostro.

–Ti amo, fratello. Cuando me vaya, tienes que recordarlo. Que yo te amo, y que Antonio te ama, y que Roderich, y Elizabetha, y Emma, y todos, incluso Romeo. Recuerda que nunca vas a estar solo. –sintió un beso en su frente, y vio los ojos llorosos de su hermano menor.

–N-No llores, Feli...

–Espero que nunca me olvides, ¿Vale?

–Nunca te voy a olvidar, estúpido... eres mi hermano. Y yo... yo también... –intentó hacer que sus lágrimas desaparecieran, pero sólo recibió una suave sonrisa.

Algún día te aburrirás de mi...

You may tire of me | Te cansarás de mi

As our December sun is setting | Mientras nuestro sol de Diciembre se pone

Because I'm not who I used to be | Porque no soy quien solía ser.

–¡Que no lo haré, carajo! –sintió como las sábanas se levantaban en el aire mientras su cuerpo se agitaba, intentando golpearle. Junto a él, en la cama, no había nadie. La luz de la mañana entraba por la ventana, y Lovino no entendió qué diablos estaba pasando, pero tenía un vacío que no le era agradable en el pecho, y sintió las lágrimas caer.

–¡Ve~! ¡Fratello! ¡Perdón por no despertarte, Ludwig me sacó de la cama con agua fría, y tú no estabas cerca, así que no te despertaste tampoco! ¡Hice el desayuno! ¿Vienes? ¿Uh? ¿Lovino? ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? –un joven Feliciano se asomó por la puerta de la habitación al no oírle maldecir o venir, con una expresión curiosa en el rostro.

Casi cayó cuando el otro se abalanzó a sus brazos, con lágrimas en los ojos, gritándole maldiciones en italiano. Le acogió en un abrazo, sujetándole con fuerza, diciéndole que había tenido nada más y nada menos que un sueño, y que él estaba ahí, vivo pero cansado por el agotador entrenamiento que había tenido.

–Bastardo... –murmuró el otro, calmándose, sin alejarse de su abrazo.–Por favor, no te vayas...

–No me iré, fratello. Los dos seremos Italia para siempre, ¿De acuerdo? –Besó las lágrimas de sus ojos y por un instante sus labios se rozaron, alejándose, casi enredando sus rulos como esa vez en el pasado.–Y-Yo... Ehm...

–Ti amo, fratello. –Lovino le tomó de la mano, serio.– Nunca me voy a aburrir de ti, nunca te voy a dejar, porque eres mi hermano y te amo, yo... no sé que haría sin ti.

–Pues vivirías, ¿No? –una suave risa nerviosa de Feliciano interrumpió la seriedad del ambiente.–Porque eso es lo que yo querría, que siguieras viviendo si yo no estoy. ¡Ve~, hermano, cambia esa cara! ¡Yo estoy aún acá! ¡Vamos, desayunemos, y tengamos un picnic en la piazza para almorzar! ¿Qué quieres comer? ¿Pizza?

–Pizza está bien... –murmuró, suspirante, siguiendo sumiso a su hermano hacia la cocina. Antes de llegar, Feliciano se detuvo, sonriente e iluminado por algún tipo de brillo que solía tener.

Ti amo con tutto il mio cuore, Lovino. –se acercó, para besarle la frente nuevamente, y lo dejó en la comida.– ¡Ludwig me está esperando, quiere que corra 10 vueltas más! ¡Nos veremos al almuerzo, fratello!

–¡Dile a ese bastardo patatas que no se aproveche de ti, si no las verá conmigo! –con una sonrisa un poco más amplia, observó a su hermano salir de la casa. Siempre le sería un misterio el porqué era tan fuerte, a pesar de todo lo que había pasado en su vida, en todo lo que había visto, todo lo que había luchado. Era su hermanito pequeño, además. ¿Era que ese sueño extraño trataba de decirle algo?

En la plaza, después de almorzar, dejó que él durmiera la siesta sobre sus piernas, y le acarició el cabello, que había sido gris en su sueño, en ese vacío que todavía estaba dando vueltas en sus pensamientos. Pero ellos estaban juntos, ahí, se recordó. Todavía estaban vivos y no alejados, como hermanos en una cama de hotel.