Nota de Autor: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad exclusiva de Kishimoto

Este fic participa en el reto: "Lo perdí" de La Aldea Oculta entre las Hojas


Fue un Adiós pero no me despedí

Encontrarte en tu casa y ver tu desorden era lo más normal que te parecía en el mundo. De todas maneras, lo tendrías que recoger, ya si fuera tu solo o porque lo hacía tu mamá. Aunque en realidad a mi nunca limpiaron mi habitación.

Había perdido a muchas personas. A mi madre Kushina, y a mi padre, Minato Namikase, el Cuarto Hokague. Todos habían perdido a un líder y yo a un padre. Uno que en realidad nunca conocí, y cuando lo hice al momento de casi liberar al Kyubi, sentí odio en mi interior, mucho malestar por el simple hecho de darme una carga tan pesada y dejarme en plena soledad e incluso a mi suerte.

Quizás había sido mi padre biológico, pero el verdadero padre que tuve fueron dos.

Un anciano decrepito que había muerto del mismo modo que mi papá, protegiendo a su gente y a la aldea. Y un anciano que murió por uno de sus alumnos.
Cuando se fue de misión, no sabía si en realidad iba a regresar, pero cuando la noticia llego a mi puerta, estaba muy seguro que había perdido a una de las personas más importantes en mi vida.

A mi maestro... mi tutor... a un abuelo.

Un amigo.

Aun me encuentro en su tumba, mirando la lapida donde está escrito su nombre y con una sonrisa le llevo mi ramen exprés, enciendo un incienso, junto mis manos y doy una leve reverencia.

–Nunca me despedí de ti viejo sennin, nunca volvimos a tener nuestra ultima cena juntos, ni tampoco volvimos a compartir un helado... jamas volví a entrenar contigo, como se que nunca volveremos a ver mujeres desnudas juntos.

"Se que eras un viejo pervertido, no dabas una buena perspectiva como un abuelo y mucho menos como tutor. Pero debo darte las gracias..."

"Gracias por cuidarme, gracias por aconsejarme a no rendirme en cumplir mis sueños, gracias por todas esas comidas gratis que me pagabas aunque tuviera que dar una pequeña parte de la cuenta, gracias por intentar pedir mi custodia, gracias por hacerme el hombre que soy ahora, muchas gracias por acompañarme en un camino que muchos no quisieran estar. Pero más que nada ... te doy las gracias, no solo por haber sido solo un amigo, si no por haber sido un padre cuando nunca tuve y cuando me hacía mucha falta"

"Aunque me duela su perdida, leí el libro que estaba dedicado a mi"

"Un héroe era lo que usted quería, y eso fue en lo que me convertí. De verdad, ero-sennin... de verdad, muchas, muchas gracias por confiar plenamente en mi"