Hola.

Bien, primero que nada, quiero decir que soy nueva tanto en el fandom como en la página de FanFiction. Esta es mi primer historia, así que les pido me den una oportunidad.

Tenía pensado hacer una historia con Billy y Rebecca, ya que son una de mis parejas preferidas, pero honestamente no se me ocurrió nada y mi hermana me dio está idea. Yo sé que Rebecca y Wesker nada que ver, pero su idea me pareció tan atractiva que no me pude resistir. Así que heme aquí, arriesgándome a escribir esto. Todo un reto para poder hacer una historia coherente y evitando no caer en que los personajes se salgan de acuerdo a sus personalidades.

Y sin más que decir, vamos a la historia.

Prólogo

El hedor a humedad, acompañado por el sonido del goteo incesante del techo la hizo despertar. Abrió los ojos poco a poco. El lugar donde estaba, era un sitió muy oscuro, así que trato de adaptar su visión.

Aun estaba desorientada y aturdida. La cabeza le dolía y el cuerpo lo sentía pesado. Decidió levantarse de aquel suelo frío y duro. Pero al intentar caminar, algo se lo impidió, estaba encadenada de los pies. Trato de poner nítidos sus recuerdos de lo que había pasado, y entonces comenzaron aclararse en su mente…

*Rebecca Chambers viajaba en un auto, junto con tres soldados de la BSAA. Transportaban y custodiaban un maletín de mucho valor que debían llevar cuanto antes al cuartel. Sin embargo, fueron atacados por un grupo de mercenarios. Afortunadamente no se pudieron apoderar de aquello que protegían, pero en el proceso y ante su descontento, decidieron capturarla e ella…*

Parecía que el enemigo había decidido mantenerla con vida y, ahora debía esperar a saber qué pasaría después. Lo único que la reconfortaba, era que no hubo ninguna baja en el atentado; sus compañeros estaban a salvo. Eso era lo más primordial para ella, que nadie pereciera y que todos estuvieran sanos y salvos. Rebecca simplemente no soportaba perder a la gente que la rodeaba. Se había prometido a sí misma no volver a presenciar algo así… jamás.

Echo un vistazo a su alrededor. Si bien, no podía apreciar del todo su entorno, pero con lo poco que podía distinguir, gracias a la tenue luz que entraba por la ventana de la puerta de hierro, pudo saber que estaba en un cuarto, una celda quizás. Parecía algo amplia y totalmente deshabitada, bueno, nadie más a parte de ella, o eso creyó por unos instantes ya que el sonido de algo o alguien moverse puso en alerta a la chica.

— ¿Quién anda allí? —pregunto mirando a un punto indefinido y sin saber si obtendría respuesta.

—Así que ya despertaste.

La chica se alarmo aun más. En verdad hubiera deseado que nadie le contestara. Pensar que alguien estaba con ella, en la misma habitación y que la estuviera vigilando desde la oscuridad, era algo terrorífico.

— ¿Quién eres? —Rebecca se arrastro de espaldas hasta pegarse a la pared. Se sentía desprotegida ante aquella agobiante oscuridad, y más al saber que no estaba sola. — ¡Muéstrate!

—No puedo. Yo también estoy encadenado.

La joven médico entrecerró los ojos llena de desconfianza. Nada le aseguraba que aquella persona le estuviera diciendo la verdad. Sin embargo, aquella persona se lo demostró, acercando sus manos a la poca luz que entraba y Rebecca pudo comprobar que no mentía al ver grilletes en las manos y cadenas que seguramente estaban incrustadas en el muro.

— ¿Podrías mostrarte un poco más? —pregunto, ante la curiosidad de querer conocer a su compañero de celda.

—No, es todo lo que puedo acercarme —dijo, para después volver a su sitió.

— ¿Cuál es el motivo por el que estas aquí?

Para Rebecca no era difícil entablar una conversación, así que decidió conocer y saber más, además, seguramente aquel sujeto -porque ya deducía por la voz grave que se trataba de un hombre- seguramente se sentiría entusiasmado por hablar con alguien; a saber cuánto tiempo llevaba encerrado en aquel sitió y ella suponía que hablar con alguien le sentaría bien como a ella.

—… ¿Por qué habría de contestarte?

— ¿Por qué no? Digo, no creo que tengas algo mejor que hacer, y además, sería absurdo que estando aquí los dos nos ignoremos, ¿no crees?

Aquel hombre bufo y la chica se pregunto cuál sería su expresión en esos momentos. Sin embargo, algo le decía que estaba lejos de tener una expresión de enfado.

—Soy un experimento…

Rebecca no supo que decirle. Probablemente lo había incomodado al haberle tenido que responder. Ella más bien se esperaba que estuviera con algún otro rehén o algo así por el estilo… Sintió un escalofrió. ¿Qué clase de experimento sería? ¿Debía tener miedo? Porque la sola idea de que tal vez la habían encerrado allí, para que en cualquier momento, aquel hombre se transformara en algún BOW y la atacara; era algo muy probable. Tal vez hubiera una cámara de visión nocturna que en esos momentos los estuviera vigilando, con el propósito de ver el proceso de su transformación y como actuaba poniéndola como carnada a ella.

— ¿Qué…?

—No te preocupes. No voy a transformarme si es lo que piensas.

¡¿Acaso le había leído la mente?! Rebecca se estremeció y carraspeo, mientras juntaba sus piernas contra su pecho y se las abrazaba.

— ¿Qué pasa? —pregunto, mofándose de ella y sabiendo que ahora la chica ya no estaba tan convencida de querer conocer y saber de él.

—Na-nada… Me duele la cabeza, eso es todo.

Entonces el silenció gobernó en aquel lugar. Rebecca no volvió hablar con su compañero desconocido y se preguntó que estaría pensando en esos momentos. También se pregunto si Chris, Jill y Barry ya estarían movilizando soldados para buscarla. No podía calcular cuánto tiempo había transcurrido desde que ella estuviera allí, además, la incertidumbre se apoderaba de ella cada vez más; al no saber que planeaban con ella y si en algún momento aparecerían para llevarla algún laboratorio y tomarla como un conejillo de indias. Seguramente eso le habían hecho a él, probablemente aquella nueva organización Bio-terrorista, tenía a más gente cautiva para someterlos a sus experimentos retorcidos.

El tiempo siguió transcurriendo y Rebecca dormitaba en esos momentos. Era tanto el aburrimiento que el sueño se estaba apoderando de ella y hablar con aquel desconocido no se le hizo la mejor opción después de escuchar aquello. No era por miedo si así alguien lo imaginaba… Bueno, quizás sí, pero no miedo a él, si no miedo de oír de él, cuál sería el destino que le deparaba a ella en aquel lugar. A continuación, la puerta se abrió, dejando que más luz entrara y está le diera directo en los ojos, lo que provoco que la chica los entrecerrara y se llevara a una mano para protegerse un poco de ella. Una silueta masculina era lo que pudo distinguir y repentinamente un par de hombre aparecieron tras de él y se adentraron al cuarto para dirigirse a ella y tomarla cada uno por un brazo. Rebecca forcejeo, tratando de liberarse y exigiendo saber que era lo que querían con ella. Era tanta su resistencia que uno de ellos termino por darle un golpe en la nuca. La chica sintió que la vista se le nublaba al tiempo que escuchaba de su compañero de celda decir…

"Buena suerte, Rebecca".

Bien, he aquí el prólogo. Espero que les haya gustado. Si me dan la oportunidad y recibo muchos reviews (en realidad no pido tantos XD) publicaré el primer capítulo pronto.

Dudas, sugerencias y cualquier cosa, por favor, díganmelo a través del review; será bien aceptado todo (excepto las groserías e.e) críticas constructivas, como formas de mejor si ven alguna falla por ejemplo.

Me retiro y espero podamos leernos pronto.