[Lamento decirles que me tomaré un descanso, es decir, Dar y Recibir está en hiatus. Perdón pero no me he sentido inspirado... Nada más les pido que sean pacientes y sigan apoyando Dar y Recibir. Les informa muy cansado ColdFire]
Pasó ,exactamente, cuatro minutos y no tuvo más remedio que silenciar su celular a tal irritante sonido del aparato. Ya eran más de las nueve de la noche y la gente nocturna de las redes sociales comentaban una y otra vez provocando que Todoroki pensara en tomar medidas drásticas, por fortuna no lo hizo.
Solo se echó en su cama sintiendo como su adolorida espalda pareciese enderezarse.
Al cambiar de posición sintió la textura del papel de uno de los bocetos del capítulo.
Lo arrugó fuertemente y lo lanzó lejos.
En ese maldito papel estaba plasmado el momento más doloroso de su vida en la preparatoria. Un sorpresivo y triste rechazo.
—Todoroki-kun...
Su cerebro lo torturaba volviendo a recordar la voz dulce y aguda de Midoriya Izuku.
—Yo..Yo...
—¡No lo digas! —exclamaba con una expresión de tormento al recordar lo que vendría—. ¡Midoriya!.
—No puedo con esto...Todoroki-kun,n-no e-es normal...por favor...v-vete.
—¡AHHHHH! —agarraba mechones de su cabello y hundía su rostro en las sábanas —. ¡Midoriya!¡Midoriya!.
Gritaba su nombre inútilmente.
Esa situación de rechazo estaba dibujado en cada hoja esparcida en el suelo. Su atormento que injustamente volvía.
—No debí...no debí —sentía que era por su culpa el de sufrir ahora—. No debí hacer eso.
Dar y Recibir, muy aclamada y con muchas visualizaciones, es simplemente una ruta alterna, si se le puede decir así, de su vida.
Pero esa fachada ya no tenía gracia, no tenía razón y ahora solo hacía más evidente la triste y penosa vida que lleva.
