Aviso: Dragon Ball Z y todos sus personajes fueron creados por Akira Toriyama. Salve Toriyama *-* gracias por tu creatividad.

Quise hacer un fic de cómo pudo haber sido que Nº 18 y Krilin se acercaron, Akira fue un mago los hace estar juntos y ya xD es el autor jajaja pero para eso uno hace fic y tiene imaginación jujuju espero les guste :D y gracias por leer.

Sol, arena y mar…

Con la derrota de Cell, finalmente la paz se sentía en la tierra, tiempo después de esa batalla ChiChi había comenzado a sentirse mal, por lo que junto a su padre y Bulma iría al medico, la científica le había conseguido hora con un experto amigo de ella a costo cero por lo que no desaprovecharía la oportunidad. Aquellos días Krilin solía pasar donde Gohan y ese día no era la excepción.

- Muchas Gracias Krilin, es un alivio que puedas cuidar de mi Gohan.

- Jajaja, no hay de que, en realidad Gohan ya esta grande es uno de los luchadores mas fuertes de la tierra no creo que lo cuide mucho, yo solo le hago compañía además…- ChiChi le dio una mirada asesina.

- ¿Esa es la ayuda que viniste a darme?

- Pe, pero mamá él tiene raz…

- ¿Qué dices Gohan?, ayyy por kami mi hijo se ha vuelto un rebelde

- ¡Hijaaaa! – Gritó su padre asomándose a la casa- Bulma ya esta aquí, es hora de irnos- ella les dio una mirada seriamente y salieron juntos al patio donde la nave de la científica les esperaba, Ox Satán ya había subido.

- Krilin, espero que cuando regrese, Gohan haya terminado todos sus deberes.

- Sí, no te preocupes yo me encargaré, que te vaya muy bien. Adiós

- Adiós mamá cuídate mucho

- Adiós chicos, ya nos veremos – dijo subiendo a la nave, una vez partieron, ella, Bulma y Ox Satán se despidieron agitando sus manos. Una vez la nave se alejó Krilin y Gohan se dieron una risa cómplice y partieron volando directo al templo sagrado, otras veces habían escapado cuando ChiChi estaba con Bulma.

- Tengo muchas ganas de ver a Dende.

- Que bueno que dejaste todos tus deberes hechos.

- Sí, los escondí para que mamá no lo supiera, cuando ella llegue ya tendré todo listo jajajaja.

- Pues entonces démonos prisa – ambos volaron mucho más rápido, al llegar Picoro estaba de brazos cruzados sentado meditando, Dende saludo alegremente a Gohan al verle llegar, Picoro abrió sus ojos cuando este se le acercó.

- Hola Sr. Picoro que alegría verlo

- Hola Gohan- dijo dándole una sonrisa y acariciando su cabeza, Krilin se acercó

- Hola Picoro

- Hola.

- Sr. Picoro iré a jugar con Dende, luego vendré para entrenar un poco con Ud.- él le sonrió y asintió, Gohan corrió donde su amigo.

- Sabes Picoro, creo que te acompañare, hace años que no medito- dijo Krilin sentándose de piernas cruzadas, Picoro le dio una leve sonrisa y luego cerró sus ojos volviendo a su meditación. Krilin relajó su cuerpo escuchando el viento y las risas de Gohan y Dende alejarse, debía pensar en un punto, un punto, un punto fijo, se volvía dorado, más bien rubio, rubio, rubio como el cabello de una chica… Nº 18! Krilin se sonrojó y sacudió su cabeza, la imagen de la androide estaba en su mente – vamos concéntrate, ya ha pasado casi un mes y no sabes nada de ella, desapareció y definitivamente no le interesas… olvídala… concéntrate, un punto, un punto fijo- Luego de unos minutos por fin parecía tener resultado su improvisada meditación, lentamente su relajo se vio reflejado en un recuerdo de su niñez, de una época anterior a su entrenamiento junto a Goku con el maestro Roshi. Subía muchos escalones hacia un templo, llevaba dos piedras sumamente pesadas a su espalda, al llegar arriba un monje de rostro amable le esperaba. Lo había olvidado, sus raíces, él era un monje Shaolin.

- Krilin tu misión es grande en la tierra, para ello debes aprender a manejar el ki que es la fuente de la salud y la fuerza, aquí entrenaras todo lo que puedas y debas aprender para partir en busca de…

- Maestro yo solo quiero ser un monje como Ud. Y estar aquí en el templo.

- Tienes un destino mayor

- Pero yo…

- Jajaja eres impaciente, eso es algo que hay que corregir, debes ser equilibrado y poseer armonía interior y...

- Pero maestro

- Aún eres un niño, dentro de dos años te veras forzado a salir del templo en busca de un nuevo maestro.

- Pero yo quiero ser más fuerte que los demás, y derrotar a aquellos que siempre se burlan de mí, si me voy del templo no lo lograré.

- Al contrario aquí se te hará difícil afrontar a quienes te lastiman, pero eso hará que te vayas y logres alcanzar algo mucho mayor a lo que ganarías quedándote aquí.

- ¡Eso nunca maestro!

- Yo soy diferente a los demás Krilin, puedo ver y saber otras cosas y sé que tu futuro no está aquí.

Con estas palabras Krilin entendió que debía encontrar un nuevo maestro, que su estancia en el templo no duraría mucho más, con el tiempo y cansado de los malos tratos que recibía partió.

- Escucha joven aprendiz – dijo su maestro ya anciano al alcanzarlo cuando este se alejaba- cuando ayudes en la paz de la tierra, yo estaré aquí, estaré dispuesto a recibirte nuevamente y ser uno de nosotros si tu espíritu siente que aquí pertenece.

Los recuerdos de sus entrenamientos luego de aquel momento venían frescos a su mente, aquellos momentos junto a su amigo Goku, era extraño pensar que estaba muerto y una lástima, de a poco los recuerdos se mezclaban con el ruido del ambiente Krilin abrió sus ojos de par en par, habían pasado solo pocos minutos en aquella meditación pero había logrado recordar cosas importantes de su pasado como aquel maestro anciano que le había dicho tan importantes palabras sobre su futuro, el como las sabía siempre sería un misterio para él, sin embargo necesitaba volver allí y ver a su primer maestro para saberlo.

Cuando volvieron con Gohan a la montaña Paoz este le preguntó que le sucedía, en realidad se había visto demasiado pensativo todo el camino.

- Me he acordado de Goku, se siente todo tan diferente sin tu papá aquí.

- Es verdad, yo también lo hecho mucho de menos.

- No te pongas triste Gohan, mejor arreglemos todo que ya siento el Ki de tu mamá.

Al llegar Chichi se veía muy contenta, Bulma entro junto a ella.

- Gohan ven aquí hay algo que debo contarte.

- ¿Qué sucede mamá, estas bien? Ya terminé mis deberes

- Bulma, no pasa nada grave?- Krilin se acerco a las dos

- Para nada Krilin

- Gohan- dijo ChiChi tomando las manos de su hijo con una gran sonrisa - vas a tener un hermanito.

- Un… ¡un hermanito! – dijo sonriendo lentamente.

Era una noticia realmente buena, por unos momentos Krilin logró olvidar lo que tanto pensaba disfrutando de aquella alegría. Al día siguiente preparó un pequeño bolso y luego de conversar con el maestro Roshi partió. En ese instante Nº 18 se apoyaba en un árbol mirando al cielo, vivía en el bosque junto a su hermano, era un lugar tranquilo pero algo aburrido para ella.

- 17, ¿qué tal si hoy vamos a la ciudad?

- Está bien, podría buscar algo para esta casa, su anterior dueño la tenía algo desamoblada.

- Eso te pasa por llegar y tomar cualquier pocilga.

- Esta es la tercera cabaña que usamos este mes Nº 18, todo por que no te acostumbras al bosque pero no creas que seguiré buscando algo mejor, ya me estoy hartando.

- ¿Acaso es mi culpa? – movió su cabello

- Mejor ayúdame a cortar unos leños – dijo algo enfadado, la pelirrubia le miró frunciendo el ceño, dio un suspiro y dirigió su mirada al cielo, justo en aquel momento vio pasar volando a Krilin.

- Es él…

- ¿que dices?

- Nada…- ella se quedo mirando al cielo, ¿por qué su corazón latía tan rápidamente? frunció el ceño – ya regreso – salio al vuelo.

Una vez en el cielo divisó al guerrero perderse a gran velocidad, ella fue a avanzar hacia él, ¿Qué hacía?, ¿Por qué pensaba en seguirlo?, ¿Por qué quería verlo? Se detuvo en el lugar y aterrizó nuevamente cerca de su hermano.

- ¿Ya me ayudaras?

- 17… crees que…

- m?

- No, nada, olvídalo – ella tomó unos leños y se los lanzó.

- ¿Qué me querías decir?

- Te digo que lo olvides.

- Es por ese enano pelón que paso recién, yo también lo vi – puso los leños en el suelo

- No digas tonterías - se cruzó de brazos caminado hacia él

- Desde que me encontraste que has estado tan extraña 18, dime ¿que sucede?

- Uff… esta bien, hay algo que no te conté aquella vez cuando te encontré.

- Sobre el deseo que pidió el enano pelón al dragón, allá en el templo?

- No es eso – ella le comentó acerca de lo que había confesado Krilin en ese momento, si bien no lo había dicho directamente era algo que le daba vueltas en la cabeza y no sabía el por qué, 17 dio un risita burlona.

- Quizá tengas que ir a buscarlo y preguntarle sus intenciones jajaja.

- ¿Qué? No seas tonto

- Bueno, entonces si acaso te molesta sabes que puedo darle una paliza.

- No lo hagas… es extraño que piense en ese tonto - 17 le dio una risita mirándola acusadoramente – no pienses idioteces – ella le dio un pequeño golpe a su gemelo y le dio una sonrisa.

Dos días más tarde en la montaña Paoz, Gohan llevaba los vegetales para la cena, al aterrizar se encontró con Nº 18 en la puerta de su casa. Inmediatamente le dio una mirada seria sin aproximarse demasiado.

- Hola – dijo desconfiado

- Hola – dijo algo enfadada – no estoy aquí por que quiera solo vine a preguntarte algo.

- Dime – Gohan se aproximó, ella se hizo a un lado – tengo que entregarle las cosas a mi mamá, si quieres puedes esperarme aquí.

- No es necesario, solo quiero saber si sabes… si sabes donde puedo encontrar a Krilin.

- ¿a Krilin? – Gohan bajo su guardia y sonrió mas confiado, en ese instante Chichi se asomaba por la puerta.

- ¿Gohan sucede algo?

- No, nada mamá – Nº 18 se quedo mirando a la mujer quien le dio una mirada asesina y tomó a su hijo rodeándolo – no le vayas a hacer daño a mi Gohan.

- Ay mamá, ella no quiere hacerme nada.

- Es cierto señora solo... ya me voy – ella partió

- ¡Ve a Kame House allí puedes encontrarlo, que tengas suerte!- grito el pequeño alegremente, ella voló con rapidez alejándose del lugar, se había sonrojado levemente y no se permitiría ser vista así. Al llegar a Kame House aterrizó en la playa, dio unos pasos rodeando el lugar hasta dar con el anciano maestro que se encontraba recostado en la silla de playa, en el interior de la casa se escuchaba el ruido de la televisión con un programa de ejercicios.

- Oye viejo – ella se acercó de brazos cruzados y dio una patada a la silla de playa, Roshi levantó levemente la revista que le cubría el rostro.

- ¿Qué sucede?, acaso un viejo no puede tomar una siesta. ¡Ah! Pe, pero si eres el androide que nos atacó – Se puso de pie rápidamente al ver a Nº 18, esta tenía sus brazos en la cintura – Vaya, si buscas problemas aquí no te queremos.

- Ya cállate viejo, dime donde esta Krilin.

- Ahh ya veo, vienes a buscarlo- se relajó un poco y se le acercó – pues bien Krilin se fue de viaje – Roshi caminó hasta ella mirándola detenidamente y sonrojándose de manera pervertida.

- Quita tú mirada de allí viejo verde y dime donde se fue.

- Oh, sí, sí, cof… Bueno jovencita – él se aproximó, 18 dio un paso atrás mirándolo con asco – venga no me tengas miedo, escucha, Krilin se fue muy lejos por que la tierra ya tiene paz.

- No te pregunte eso, ¡dime donde se fue, o quieres que te mate!– dijo enfadada

- Maestro mejor dígale lo que quiere, ella es muy fuerte – dijo Uulong asomándose por la ventana.

- Es verdad maestro, aunque se ve una buena persona – dijo la tortuga caminando lentamente del interior de la casa, 18 le miro extrañada ¿con que clase de seres vivía?

- Ojojojo no creo que la señorita me mate.

- Claro que lo haré viejo.

- Yo se que no lo harás – dijo el maestro acercándose a ella arqueando las cejas y sonriéndole – escucha bien, Krilin recordó que de niño había sido entrenado para ser un monje y ahora que hay paz, se fue para buscar a su maestro de niño, quizá se quiera volver monje.

- ¿Un monje?

- Sí, un monje Shaolin – dijo Uulong – aunque no creo que dure mucho.

- Jajajaja Krilin tiene un corazón noble, quizá no tan puro como Goku, pero si muy noble, si embargo él ya esta atado a los placeres de la tierra jajaja - el maestro caminaba rodeando a 18, ella dio un salto y se quedo elevada.

- No se que quieres decir, solo dime por donde se fue.

- Está algo alejado, en la región Este, en un templo llamado Oorin- 18 partió rápidamente - ¡que tengas suerte! – grito Roshi sonriendo.

Ella volaba en dirección al lugar sin saber realmente por que lo hacia, fue bajando su velocidad al pensar en aquello hasta quedar detenida en el aire. Llevó su mano a su pecho que latía con fuerza - Diablos – pensó y siguió con su vuelo rápidamente, si bien había pasado casi un mes en ese tiempo ella no había podido evitar preguntarse por él de vez en cuando, era extraño, no lo comprendía del todo pero tenía muchas dudas sobre su persona ¿por qué se había interesado en ella? precisamente ella y su hermano habían intentado matar a Goku, su mejor amigo e incluso habían peleado contra los guerreros, sin embargo eso a él no le había importado, confiaba en que era una buena persona e incluso había pedido a Shen Long que quitaran la bomba de su cuerpo, no lograba comprenderlo, necesitaba preguntárselo no permitiría que se encerrara en un templo dejándola con tantas interrogantes.

Krilin llevaba dos días en el templo, había estado meditando y recordando cosas de su infancia junto a su amigo Goku, todo era diferente, un mes había pasado de su muerte era extraño pensar en aquello y en la paz que disfrutaba y que de apoco se acostumbraba nuevamente a tener y que, inevitablemente le hacía pensar en Nº 18 durante ratos en el día. En ese instante caminaba por los jardines del sitio conversando con otro monje, no demasiado mayor a él.

- Es una lástima que no te quedarás en el templo, tienes mucha fuerza, serías un buen ejemplo. ¡Oh!, mire ¿que es eso?

- ¿¡Nº 18!? – la pelirrubia aterrizó en frente de los dos

- No te puedes volver un monje.

- ¿ella es?… - dijo el monje mirando a Krilin, quien estaba enmudecido. Nº 18 caminó hacia ellos con determinación y con el ceño fruncido, el monje se hizo a un lado mirando a Krilin con nerviosismo.

- Los dejaré conversar, permiso – se fue rápidamente

- Nº 18 que, ¿que haces aquí? – Ella se detuvo frente a él con sus brazos en la cintura manteniendo su mirada fija – perdona…. ¿co, como has estado?- Krilin se sentía nervioso, aquella situación era extraña, había pensado en olvidarla y seguir su vida, se había intentado convencer de aquello y esos días en el templo creía haberlo logrado, pero siempre terminaba pensando en ella y finalmente estaba allí.

- Tan solo quería… conversar con alguien que no fuera 17.

- ahh, ¿por eso viniste hasta haca? – dijo con una sonrisa, ella abrió un poco sus ojos sonrojándose levemente, movió el cabello de su cara y volteó.

- No se por que estoy aquí, eres una molestia pero no tienes por que volverte un monje solo por que la tierra ya esta en paz.

- La verdad no lo había pensado.

- ¡Pero el viejo me dijo que te volverías monje!- dijo mirándolo con enfado

- ¿El maestro Roshi?... mm me entendió mal, yo vine a visitar a un antiguo maestro, lamentablemente ya esta muerto.

- Oh… ya veo – ella esquivó su mirada, se sentía avergonzada – entonces me voy- se elevó dispuesta a partir pero se detuvo.

- ¡Espera 18!, yo también ya me iba, tan solo me despediré jaja…- Krilin corrió al interior del templo casi tan rápido como salía y partía con ella, se sonrió pensando en el hecho de que ella le había buscado, sí que era afortunado.

- ¿Puedes acompañarme? Me despediré del maestro.

- No me dijiste que estaba muerto.

- Bueno, sí, pero está enterrado en este lugar – Krilin apuntó un claro bajo sus pies, ambos aterrizaron, el lugar estaba rodeado de árboles de bambú. Nº 18 se detuvo mirando el tranquilo lugar no pudo evitar pensar en Nº 16, seguramente a él le hubiese gustado aquel sitio tan tranquilo, lejos del ruido de las personas. Se quedó mirando a Krilin quien prendía unos inciensos ¿por qué le agradaba tanto verlo? no era más que un enano calvo y estúpido. Se enfado un poco consigo misma, mientras tanto este meditaba acerca de las cosas que había querido preguntarle a su maestro ya difunto e inevitablemente pensó en su amigo Goku, le daba algo de pena pensar en aquello pero intentó concentrarse en un rezo que dio a la figura de piedra que estaba en el lugar

- Esto es ridículo – se dijo a si misma

- ¿Cómo… qué cosa?- volteó a verla

- Me escuchaste?

- Creí que me hablabas

- No. Solo que esto es ridículo

- ¿qué cosa? – Krilin terminó de poner unos inciensos y se puso en pie

- Esto – ella se cruzó de brazos

- ah… bueno de todas maneras ya terminé - dijo nervioso

- No me refiero a esto, si no… diablos…

- Lo siento, seguramente no te gustan este tipo de lugares - volteó – pero ya terminé

- No es el lugar, no seas torpe… ¿acaso no te das cuenta?

- eh?, bue, bueno yo - Krilin le miró, ¿qué esperaba que le dijera? la conversación de por si era una encrucijada - ¿A qué te refieres 18?

- La última vez que nos vimos… ¿por qué hiciste eso?

- ¿Lo del deseo a Shen Long? – Ella asintió – bueno tu hermano y tú no son malas personas, no creo justo que tuvieran que vivir con aquella bomba en sus cuerpos.

- ¿Por que te preocupaste por mi? Tus amigos dijeron, que te habías preocupado por mí luego de la muerte de Cell, dime ¿por que?

- Lo que sucede es que me preocupaba que estuvieras herida y quería ayudarte por eso te lleve al templo… y como dijo Gohan es verdad que tú… tú me gustas Nº 18, eres tan bonita y no solo eso – el se ruborizó y miró sus manos nervioso - yo dudo que sientas algo por mi y no digo que deba ser así es que…

- Pero, ¿por qué te gusto? Intenté matar a tus amigos, por culpa de mi existencia y la de mi hermano Cell pudo volverse poderoso y casi destruye la tierra y además 16 fue asesinado, ¡acaso no te das cuenta soy un androide!- ella dejó caer una lágrima e inmediatamente llevó una de sus manos a esta ¿Cómo era posible? Ella nunca lloraba ¿Por qué precisamente ahora lo hacía? Miró al piso no quería verle la cara a ese torpe que tenía en frente.

- No me importa que hayas intentado atacarnos, no fue tu culpa, fue culpa del doctor Maki Gero y después de todo solo querías matar a Goku jajaja – rió algo nervioso – pero no me importa, de todas maneras él terminó sacrificándose por nosotros, me da pena pensar en aquello pero no me arrepiento de haberte ayudado. Cuando te vi supe que eras diferente a lo que nos había contado Trunks, me di cuenta que no eras una máquina despiadada y sin sentimientos, sino que eres una persona, una mujer como cualquier otra, delicada y… y fue eso lo que me hizo comenzar a quererte – Ella se quedo pasmada, no sabía que decir o que hacer levantó su mirada del piso y dio con él quien le dio una sonrisa nerviosa, ella le sonrió levemente.

- Yo te dije que no esperaras que te diera las gracias, sin embargo… gracias.

- No es necesario 18

- Ya vámonos de aquí – ella se le acercó y beso su mejilla

- S.. sí – dijo nervioso sonrojándose, ambos partieron al vuelo.

Durante la noche Krilin aterrizó en Kame House, luego de un breve interrogatorio por parte del maestro Roshi quien le contó que Nº 18 había estado allí, fue directo a su habitación, se recostó mirando el despejado cielo nocturno por su ventana ¿Acaso aquella situación cambiaria algo? dio un suspiro, seguramente no le volvería a ver sin embargo lo sucedido le alegraba, aquel día no había sido como pensaba. Durante la mañana fue a la playa a dar un pequeño entrenamiento, se mantuvo en eso mientras pasaban los minutos, el sol era suave y las olas crecían lentamente. Cerca de las dos de la tarde Krilin se dio un chapuzón en el mar, luego entró a la casa y nuevamente salió, esta vez con una red de pesca.

La pelirrubia sobre volaba el mar cuando divisó lo que había estado buscando, aterrizó en Kame House y comenzó a caminar rodeando la casa, se detuvo al ver a Krilin, este no la había notado y sacaba del mar la red con un hermoso pez.

- ¡Maestro ya tenemos la cena!- dijo volteando y encontrándose de frente con Nº 18, ambos se quedaron mirando asombrados uno del otro.

- 18 ho, hola

- No imagines nada extraño.

- No, no, no, ni que lo digas.

- Solo pase a ver… quería conversar con alguien- Krilin le dio una sonrisa

- ¿Te gusta el pescado? Si quieres puedes quedarte a comer, pues ya iba a preparar la comida.

- Tu cocinas?

- Jajaja, si, bueno Uulong dice que no hace ese tipo de cosas y el maestro, bueno, él mucho menos así que yo cocino jajaja no solo se luchar - él caminó hacia la casa haciéndole una seña - ¿vienes?- ella le sonrió y le siguió.

Los días siguientes se pasaban tranquilos, Nº 18 y Krilin cada vez se tenían más confianza y compartían mucho más el uno del otro. Una tarde como muchas otras se sentó a orillas de la playa acompañada del guerrero.

- Nº 17 piensa irse a las montañas un tiempo, pero no me agrada la idea.

- ¿Y se lo has dicho?

- Claro que sí, pero no importa lo que piense al final él siempre gana, es más impulsivo que yo, suele hacer ese tipo de cosas y en el fondo me gusta consentirlo.

- mmm ya veo – él la miró de reojo, sabía que si se iba a las montañas seguramente no la vería mas, quizá era arriesgado lo que pensaba decirle pero tenía que hacerlo, respiró profundo y calmó sus nervios - ¿y si vienes a vivir aquí conmig… con nosotros, jajaja, lo digo porque veo que te gusta la playa jajaja – unas gotas resbalaron por su cara sonrojándose, ella le miró arqueando una de sus cejas y dirigió su mirada a sus pies, le agradaba sentir el suave oleaje tocar su piel de manera tan sutil, le agradaba sentir el olor a sal del mar y el cálido sol. Volvió a mirarle y esbozó una sonrisa.

- Lo pensaré - Krilin internamente suspiró aliviado y le sonrió.

Nº 18 llegó a la casa que compartía con 17 en el bosque durante la noche, entró y dio de frente con su gemelo que le esperaba sentado con un café.

- ¿Cómo te fue?

- No molestes 17

- Vamos 18 dímelo - el pelinegro se balanceaba en una silla sonriendo algo burlón

- ¿Qué opinas del mar?

- ¿El mar? A que viene eso, ¿acaso quieres vivir cerca del mar?... pues me gusta mas el bosque ya lo sabes, las montañas.

- 17 si me voy… ¿te sentirás muy solo? – ella se sentó frente a su gemelo quien abrió sus ojos sorprendido.

- Bueno, creo que te echaré de menos pero si te quieres ir no hay mucho que pueda hacer.

- No te quiero dejar solo, pero me gusta… el mar – ella movió un poco su cabello dando una sonrisa, Nº 17 le sonrió.

- Hay algo que el asqueroso del doctor Maki no pudo modificar en nosotros, y es que somos diferentes, ya ves, yo prefiero las montañas, tú el mar. Yo las prefiero más altas, tú pelones.

-¡17!- ella se levantó sonrojada – no digas esas idioteces.

- Jajajajajaja soy tu gemelo no me ocultas nada jajaja, no te preocupes por mi 18 cuando te vayas estaré bien- ella se le acercó y le dio un abrazo para sorpresa del pelinegro.

El siguiente día era soleado al llegar a Kame House, Nº 18 le pidió a Krilin fueran a la capital, mientras se aproximaban al lugar la primera diferencia que notaron fue el cambio de nombre de la ciudad, ahora se llamaba Satán City, ambos aterrizaron en un lugar prudente y comenzaron a caminar.

- Que ridículo – dijo disgustada – todo tiene alusión a ese viejo estúpido.

- Es cierto, es una lástima- él le miro cruzar los brazos - por cierto 18 aún no me dices a que venimos.

- A comprar ropa, viviré en un lugar con mar y no tengo la ropa indicada.

- ¿Con mar?- Krilin se detuvo autónomamente sonrojándose al momento que ella entraba a una tienda, no podía creerlo aquella era su respuesta, ella iría a vivir con él, había aceptado. Se sonrió alegremente aquello era algo tan irreal como estar acompañándola a comprar ropa, definitivamente tendría que acostumbrarse a esta nueva paz pues ahora muchas cosas serían diferentes.

Fin.