Historia realizada sin fines de lucro todos los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi
"QUIEN ESTA A TU LADO"
CAPITULO 1
-Anciana Kaede!! Anciana Kaede!!! He vuelto, anciana Kaede!!-
La sorprendida anciana se acerco a la chica que caminaba hacia ella agitando la mano en un saludo.
-Pero niña, que haces tu por aquí? No se suponía que te quedarías una semana mas en tu época? Eso fue lo que nos dijo Inuyasha, aun estas lastimada, no deberías estar aquí.-
- Mi medico dijo que no podía hacer mucho esfuerzo pero ya no podía estar mas tiempo mas sin hacer nada, los extrañaba mucho e Inuyasha no ha ido a mi casa desde hace varios días, eso me extraño muchísimo así que decidí venir. -
La anciana asintió bajando la mirada, la chica de cabello azabache estaba tan distraída observando los alrededores que no se dio cuenta que la anciana se veía algo incomoda, buscaba con una intensidad inusitada al hanyou, no era normal que no haya ido a verla a su época, era algo extraño y ahora llevaba un rato en el Sengoku y el no se había acercado a buscarla, normalmente ya hubiera sentido su presencia.
Colocando un mechón tras su oreja, volvió de nuevo su vista a la sacerdotisa.
- Donde están Inuyasha y los chicos? No vi a ninguno cuando pase por la aldea. -
- Los chicos decidieron hacer un viaje mientras estabas en tu casa, no quisieron decirme a donde fueron pero inuyasha le dijo a Shippo que se quedara en la aldea, ahora mismo debe de estar con los niños jugando en la aldea. –
Kagome se extraño ante lo que escucho, su corazón latió asustado, y sus ojos chocolate mostraban toda la confusión que en ese momento estaba sintiendo. Donde y a que podría haber ido el hanyou junto con sus amigos, la perla había sido restaurada y aunque Naraku se las había arrebatado en la última pelea, nada se podía hacer por el momento, primero era necesario que encontraran al demonio.
Sin permitir que la sacerdotisa pudiera agregar algo mas, aferro la correa de su mochila y corrió a la aldea, donde seguramente estaba Shippo.
En cuanto el pequeño distinguió la conocida y querida figura acercarse rápidamente a el. Se olvido del juego en el que estaba participando boto lejos la pelota y corrió para encontrarse con su amiga y casi madre.
- Kagome! Te he extrañado tanto, que bueno que volviste antes-
La pelinegra lo recibió entre sus brazos cuando el zorrito brinco hacia ella
- Shippo. Si, yo también te extrañe. ( Sonrió forzadamente, estaba demasiado preocupada) dime, sabes a donde fue Inuyasha? Necesito que me lo digas-
- No lo se, ese perro pulgoso me obligo a quedarme aquí, no me dio razón alguna, solo me dijo que era preferible ya que de este modo no tendría que preocuparse por si terminaba lastimado, es un tonto! No soy ningún torpe como para no saber cuidar de mi mismo! -
Al escuchar lo dicho por el pequeño Kagome confirmaba sus sospechas, si Inuyasha estaba interesado en proteger a Shippo eso solo quería decir que pensaba que podrían estar en peligro y por lógica el mayor peligro era Naraku. ¿Pero que estaba pensando? Por que ir a buscar al demonio, es cierto que la perla corría peligro en manos de aquel ser, pero… ella no sentía cambios extraños, si ya la hubiera utilizado todos se habrían dado perfectamente cuenta, debía de estar reservándola, esperando el momento mas oportuno
Dejando a Shippo en el suelo, volvió a enderezarse, sabía lo que debía de hacer, no lo comprendía muy bien como lograrlo pero no podía quedarse simplemente esperando.
¿Por qué Inuyasha no la había esperado? Se había ido sin ella…
Sacudió la cabeza alejando ese pensamiento, no era el momento, pero en cuanto encontrara al hanyou le recriminaría la situación.
- Que sucede kagome? Por que luces tan preocupada? -
- Shippo iré a buscar a Inuyasha, ese tonto fue tras la perla, no puedo dejarlo solo así que iré a reunirme con el-
Shippo abrió los ojos lleno de sorpresa y cayendo al fin en cuenta de lo que el hanyou había hecho. – No puedes irte sola, yo iré contigo, Inuyasha se enojara mucho si te dejo ir sola, supongo que seria imposible hacerte cambiar de opinión no es así?. Pero una cosa Kagome ¿como sabremos a donde ir? hace una semana que partieron, deben de estar muy lejos y no sabemos que dirección tomaron, como los encontraremos?-
- Seguiremos la presencia de la perla, desde que fue restaurada puedo alcanzar a sentir ligeramente su presencia a pesar de estar una gran distancia, si me concentro lo suficiente lograre ubicarla y donde este la perla esta Naraku y es ahí a donde Inuyasha quiere llegar, si seguimos su presencia tarde o temprano alcanzaremos a los otros. Bien Shippo, ve a prepararte, iré a la cabaña de la anciana Kaede a dejar algunas cosas que les traía y que son innecesarias para el viaje, alcánzame allá, partiremos inmediatamente-
Sin esperar una respuesta la pelinegra dio media vuelta tomando de nuevo el camino, su corazón se sentía intranquilo, " Eres un idiota! Si algo te sucede te juro que te haré pagar Inuyasha" pensaba conteniendo el pánico que comenzaba a surgir en ella " te lo ruego Kamisama, que nada malo le ocurra, protege a ese tonto hanyou" no pudo evitarlo, la plegaria por el bienestar de aquel medio demonio salio de lo mas profundo de su corazón.
Apenas llego a la cabaña, comenzó a sacar sin mucho cuidado todo lo que le resultaba inútil dejando solo las provisiones, algunas medicinas y un par de mantas, en la esquina de la habitación encontró su arco y flechas que dejaba ahí cada que volvía a su época, decidió también guardar alguna hierbas que podrían ser de ayuda, así que colocándose su arco y cajac volvió a ponerse su mochila, en el umbral de la puerta la anciana la observaba.
- Que piensas hacer niña? No puedes irte sola, es muy peligroso, los demonios andan mas alterados con la perla en el poder de Naraku, correrás muchos riesgos-
- No me importa, se que algo no esta bien, debo de alcanzarlo puede necesitar de mi ayuda en la pelea, además no iré sola, Shippo me acompañara. Ahora se cuidarme mucho mejor que antes me he vuelto mas fuerte y podré con lo que se interponga, pero debo de ir con el, no lo puedo dejar solo en esto-
La anciana la miro largamente, los ojos de la chica transmitían todo lo que sentía, esa niña amaba al medio demonio, no había duda, estaba dispuesta a todo por el, solo esperaba que Inuyasha supiera apreciarlo, había podido darse cuenta que un sentimiento similar había nacido en el chico, pero al parecer el no lo había notado o definitivamente no quería admitirlo aun.
Suspirando resignadamente se aparto de la entrada dejando en total libertad a la chica para que se fuera, la pelinegra la miro agradecida y salio presurosa por la puerta –Ten mucho cuidado Kagome – fue lo único que pudo decir.
Shippo estaba ya esperándola, sabia que no debía presionar mucho, podía oler perfectamente el miedo que Kagome sentía así que se quedo quieto y en silencio mientras ella se concentraba buscando la presencia de la perla para seguir ese camino.
Respiro profundamente varias veces, necesitaba calmarse para poder concentrarse, cerro los ojos intentando sentir la perla… rápido como un destello que se apago precipitadamente logro sentirla, volvió a respirar profundo necesitaba reencontrar esa sensación, ahí estaba! La perla de shikon… no estaba muy lejos, frunció el seño confundida, la perla se acercaba a su dirección, que quería decir eso?
Abrió los ojos totalmente convencida de que la perla estaba cerca, que debía de hacer ahora? no lograba identificar ninguna otra presencia, serian Inuyasha y los chicos, o se trataría de Naraku, si era así quería decir que había derrotado a los otros, sus ojos se abrieron asustados y comenzó a correr en la dirección a donde sentía la perla, si fuera necesario ella misma enfrentaría a ese demonio
- Kagome espérame! A donde vas? Kagome!- el pequeño totalmente confundió observo a la chica alejarse, y sin saber que mas hacer corrió tras ella.-
Internándose en el bosque sentía que se acercaba cada vez más, colocando su mano en su pecho intento controlar a su aterrorizado corazón, escuchaba tras ella los gritos de Shippo pidiéndole que lo esperara, pero no podía detenerse, sus piernas no le respondían y lo único que podía hacer era correr.
Termino deteniéndose en un claro en medio del bosque, frente a ella entre los árboles se veía movimiento, algo se acercaba.
- Kami!- alzando una mano para cubrir su boca observo que ante ella a su grupo de amigos avanzaba lentamente, cansados y llenos de sangre
Sus ojos recorrieron al grupo posándose rápidamente sobre cada uno de ellos, deteniéndose solo unos instantes para evaluar su estado, pero continuando desesperados buscando al medio demonio el cual se encontraba encorvado montado sobre el lomo de Kirara, Sango que estaba detrás de el lo mantenía sujeto para evitar que se resbalara.
Shippo llegaba apenas, agradeciendo que la chica al fin se hubiera detenido en su loca carrera iba a reclamar algo, cuando se dio cuenta de la imagen que se estaba desarrollando frente a sus ojos.
- Shippo (escucho que la pelinegra a su lado le hablaba) vuelve a la aldea, trae ayuda y avísale a la anciana Kaede y haz que venga lo mas rápido posible. Anda Corre!!!.
El zorrito asintió y dando traspiés volvió a emprender la carrera para traer la ayuda que sus amigos necesitaban, al escuchar las indicaciones de de la señorita el exhausto monje se dejo caer al suelo soltando al fin su báculo.
Kagome que no había despegado su vista de Inuyasha corrió hacia el
- Inuyasha! Inuyasha! -
Las blancas orejas se movieron apenas muy levemente al percibir que alguien decía su nombre, intento abrir sus ojos pero su esfuerzo fue en vano, su cuerpo simplemente no le respondía, aun así podría casi jurar que aquella voz pertenecía a la miko del futuro, pero desecho la idea, ella estaba en su casa recuperándose de las heridas de la pasada batalla, sintió el dolor recorrer todo su cuerpo, la verdad que la había extrañado…
- Inuyasha! – llego a su lado y miro rápidamente a Sango y Miroku evaluando mejor su estado.
- Atiéndelo Kagome, el lo necesita con mas urgencia, su excelencia y yo podemos esperar a Kaede -
Al haber escuchado eso, pudo volcar toda su preocupación en el medio demonio, con mucha suavidad lo tomo de entre los brazos de la exterminadora y teniendo una delicadeza extrema se deslizo con el hasta el suelo dejándolo acomodado entre sus brazos
- Me escuchas? Inuyasha… me escuchas? Abre los ojos, vamos abre los ojos - el atractivo rostro de ese chico testarudo estaba lleno de tierra y sangre seca, mientras murmuraba esperando que volviera en si, saco un pañuelo y intento limpiarle el rostro
Extrañamente se sintió reconfortado, un suave calor envolviéndolo, algo que lo sostenía haciéndolo sentir protegido mientras un dulce aroma inundaba sus sentidos, tal vez no estaba soñando, estaba ella realmente ahí?
- Que estas haciendo aquí Kagome? -
- Tonto! (sollozo intentando contener sus lagrimas) que diablos pensabas, Mira como estas, que fue lo que sucedió? –
- Feh! Tenía que saldar una cuenta y recuperar una cosa – Su voz sonó apenas como un susurro pero viendo la angustia que reflejaban los ojos chocolate intento darle una sonrisa.
- No te muevas o te provocaras una hemorragia- le dijo cuando lo vio buscando algo dentro de su ahori pero guardo silencio cuando el puso en su mano la brillante esfera – La perla de Shikon… pero… Naraku la tenía en su poder…-
- Es tuya, solo tú debes de tenerla - logro decir poco antes de volver a sentir que la oscuridad comenzaba a rodearlo, la sacerdotisa se asusto e intento moverlo un poco con ambas manos pero cuando observo la palma se dio cuenta que estaba llena de sangre, soltó una exclamación dándose cuenta que al parecer no solo la gran herida del vientre era la única, mientras abría un poco las ropas del chico para examinar la herida delantera, descubrió que en la espalda también tenia cortaduras y una extraña perforación en el abrazo que lo atravesaba totalmente.
Recargo la cabeza de Inuyasha en sus piernas y se quito presurosa su chamarra colocándola en la herida para ejercer presión queriendo detener la sangre que brotaba, sin resultado alguno, el caliente y rojo liquido manchaba su chamarra, ya sin poder contenerlas dejo que las lagrimas afloraran sintiendo sus hombros convulsionarse por el llanto, todo a su alrededor se desapareció olvidándose de todos los demás menos del hanyou en sus piernas.
Se sentía pérdida, que se suponía que debía de hacer? Había curado antes sus heridas, pero jamás había estado tan grave, por donde debía empezar? Sentía que todo lo que la anciana sacerdotisa le enseño se había borrado de su mente.
Se hizo hacia atrás limpiándose furiosamente las lagrimas manchándose la cara con sangre, frustrada, desesperada comenzó a llorar amargamente dando se cuenta que el chico con orejas de perro podría morirse entre sus brazos.
Asustada volvió a la realidad cuando una mano la tomo del hombro, al voltear observo que su amiga Sango la miraba.
- Vamos, deja que los aldeanos lleven a Inuyasha a la aldea, allá podrán curarlo, si no nos apresuramos podría empeorar – La pelinegra se sentía confundida, su amiga tenia un gran corte en la cabeza que sangraba profusamente, la ropa de la exterminadora estaba hecha jirones y ensangrentada mostrando lo fiera que fue la batalla.
Más atrás pudo darse cuenta que la anciana Kaede intentaba reanimar al monje y al no lograrlo dos aldeanos comenzaban a llevarlo en brazos a la aldea.
Se volteo bruscamente al sentir que el peso de la cabeza en sus piernas se aligeraba, tres aldeanos levantaban el cuerpo del medio demonio Kagome recobro la noción de lo que sucedía. Y se levanto al instante dándose cuenta que no era el momento de quedarse llorando
- Tengan cuidado! Tiene muchas heridas, Abuela Kaede! Venga a ver a Inuyasha necesita ayuda! -
La anciana se acerco presurosa, una joven ayudaba a Sango a caminar, mientras el pequeño zorrito asustado las seguía de cerca.
- Kagome, escúchame bien, llevaremos a su excelencia y a Sango a mi cabaña ahí podré curarlos, pero a Inuyasha lo llevaran a la cabaña nueva, serás tu quien tendrá que atenderlo, en cuanto termine con los chicos iré a ayudarte. (La chica abrió los ojos totalmente aterrada ante lo que la anciana le decía y negó frenéticamente con la cabeza sintiéndose totalmente incapaz de hacer algo así sola) sabes que tu puedes hacerlo, te he enseñado todo lo que se, lo mismo que yo podría hacer podrás hacerlo tu y escúchame bien, el necesita tu ayuda, en este momento el depende completamente de ti -
Lo dejaron con cuidado sobre un futón, causando que un gemido de dolor saliera de los pálidos labios, ella tomo aire controlando el temblor de sus manos y suavemente abrió el ahori rojo todo el pecho del chico estaba lleno de fuertes laceraciones que sangraban, dejo salir el aire pausadamente mientras lavaba las heridas y contenía sus lagrimas sus manos se movían capaces casi sin darse cuenta sabiendo que debía de hacer, de sus labios solo salían plegarias por la recuperación del hanyou.
- Anciana Kaede, está bien si va con la señorita, Inuyasha es el más lesionado y ella no va a poder con la presión. Sango y yo podemos esperar a que vuelva -
- No excelencia. Kagome debe de hacer esto sola, sabe lo que tiene que hacer y estoy segura de que puede hacerlo, necesita aprender a sobrellevar la presión de estas situaciones (la anciana observaba la expresión confundida del monje y la exterminadora mientras preparaba unas hierbas para colocar en las heridas) tal vez no me entiendan pero es una lección mas que debe de aprender, es una miko con grandes poderes y si será la protectora de la perla debe de tener el carácter necesario -
Estaba sentada en completo silencio aun lado del chico inconsciente, mientras observaba a la anciana sacerdotisa revisar la curación que anteriormente ella había realizado, la anciana se movía tranquilamente sobre cada vendaje, ella simplemente mantenía la mano del hanyou entre la suya, había dejado de ver a Kaede y con la mirada algo ausente se dedicaba a mirar el rostro del peliplateado esperando que el recobrara la conciencia, una lagrima resbalo por su mejilla pero ella la limpio con rapidez.
- Todo esta perfectamente, hiciste un muy buen trabajo niña, ahora solo queda esperar si el quiere vivir, tendrá que luchar por su vida. No podemos hacer mucho mas, esta noche tendrá una fiebre muy alta eso es seguro, al amanecer iré a buscar una hierbas medicinales que nos ayudaran. – Suspiro pesadamente mientras se ponía de pie y observaba a la chica del futuro – Su excelencia y Sango están durmiendo en la cabaña, mandare a alguien para que te supla esta noche cuidando a Inuyasha, tu también debes descansar.
Estaba a punto de salir cuando escucho la voz de la chica. - No mande a nadie, no pienso moverme de aquí hasta que el este bien, yo voy a cuidarlo esta noche y las que sean necesarias -
- De acuerdo, pero duerme un poco, si tu te enfermas será peor. Shippo dormirá conmigo, si necesitas algo llámame-
La chica asintió con la cabeza, pero no aparto la mirada de Inuyasha, la anciana suspiro cansada y salio dejándolos solos.
Sintiéndose a fin sola, volvió a dejar que las lágrimas se desbordaran de sus ojos, acariciando el rostro del chico soltó un doloroso sollozo, y no pudo reprimir las palabras que salieron de su boca, su voz quebrada por el llanto demostraba aun así la furia que sentía y el dolor que la embargaba
- Eres un tonto Inuyasha, un completo estupido, como fuiste a hacer algo así? Mira como estas ahora, nada vale la pena para que arriesgues tu vida de esta manera, la perla la hubiéramos recuperado pero lo habríamos hecho juntos, imbecil! Como te atreves a hacer que sufra de esta manera? Disfrutas que llore por ti, no es así? No sabes cuanto te odio y te desprecio. Inuyasha tonto! -
Tomando un trapo fresco lo coloco sobre la frente del medio demonio que gemía dolorosamente por lo bajo, la fiebre había comenzado a elevarse rápidamente llegando a niveles peligrosos, ella se limito a recostarse sobre su brazo izquierdo mirando el atractivo perfil rozando sus delicados dedos por la mejilla de el, las lagrimas aun salían de sus ojos y el llanto no cesaba – "si, te odio, pero también te amo, te amo demasiado que no importa lo que pase o lo que decidas, yo me mantendré a tu lado y cuidare de ti por siempre - pensó, sintiéndose completamente segura que cumpliría con esas ideas.
Suspiro limpiándose con la mano los ojos, borrando el rastro de su llanto, aun tenia mucho por delante, y la noche seria muy larga, el chico que amaba dependía de ella y ella necesitaba de toda su fuerza para cuidar de el.
Habían pasado tres días desde que llegaron a la aldea, ella empezaba a sentirse casi recuperada, según la anciana ya podría ponerse de pie y tal vez dar un corto paseo. El hombre de pequeña coleta acostado cerca de ella, no estaba aun en condiciones de acompañarla, el habría sufrido un mayor numero de heridas, algunas de ellas causadas por protegerla a ella, además el veneno de los insectos de Naraku aun corría dentro de sus venas y llevaría mas tiempo su recuperación, se sentiría realmente preocupada si no hubiera escuchado al monje bromear un poco acerca de su estado, si bien aun no podía salir de cama o hacer algún escuezo estaba ya fuera de peligro y su buen humor y optimismo lo demostraba
- Vas a salir Sango? Acaso piensas ir a ver a la señorita Kagome y a nuestro joven amigo? Me gustaría saber como se encuentra.- hablo mientras intentaba incorporarse.
- No se esfuerce excelencia, aun no esta en buenas condiciones así que por favor descanse, exactamente pensaba ir con Kagome, no la he visto desde que corrió a curar a Inuyasha, la anciana Kaede me ha dicho que no se a separado de su lado y me preocupa mucho como esta, también quiero ver con mis propios ojos el estado en el que se encuentra el, pero volveré pronto. -
- Bien, en ese caso esperare a que vuelvas con las noticias, salúdamelos de mi parte. Y tu tampoco intentes hacer mucho, el que te sientas mejor no significa que estés completamente recuperada -
La castaña le dedico una encantadora sonrisa y salio de la cabaña diciendo que volvería pronto
Ya cerca de la cabaña donde se encontraban sus amigos, se dio cuenta de que un pequeño kitsune pelirrojo estaba sentado en completo silencio.
- Que sucede Shippo, que estas haciendo aquí solo? -
El pequeño alzo la mirada, no se sorprendió de ver a la exterminadora ahí, había pasado gran parte del tiempo de los últimos tres días con ellos y estaba al corriente de los progresos en su recuperación, así que simplemente le dedico una pequeña sonrisa.
- Estoy esperando, no quiero estar lejos por si hay algún cambio en Inuyasha, además no me siento con muchos ánimos para ir a jugar -
- Ya veo, eso quiere decir que inuyasha no ha vuelto en si? (el pequeño asintió suavemente bajando la mirada al piso) es sumamente extraño, ya han pasado tres días y el no despierta, no es normal, se que fue el mas herido pero siempre ha tenido mas resistencia que todos nosotros, pobre Kagome debe estar exhausta la anciana Kaede me dijo que no ha querido apartarse de el, al final va a terminar cayendo enferma también. Hablare con ella, intentare que acepte dormir un poco y yo lo cuidare -
- No solo es eso Sango, sino que Kagome ha estado un poco… Sango? … (pero ya no lo escuchaba, la castaña estaba por entrar a la cabaña así que solo suspiro preocupado terminando su frase) rara y muy a la defensiva -
Quedo muy sorprendida cuando al cruzar el umbral de la puerta, observo como su amiga estaba sentada en la esquina mirando fijamente al medio demonio, ella había intentado sujetar su cabello en una coleta baja pero varios mechones se habían soltado y caído sobre su rostro, llevaba la misma ropa con la que había llegado días atrás, esta se encontraba arrugada y manchada de sangre seca, las vendas que habían sido usadas estaban amontonadas en el suelo, al lado del futón estaban apiladas unas pocas mas de vendas junto a medicamentos y ungüentos.
- Hola, como te sientes, como va Inuyasha? -
- No despierta, aun no despierta. – dijo en un simple susurro sin apartar la mirada del chico dormido.
- Calma amiga, Inuyasha es fuerte y veras que dentro de poco estará recuperado. La que me preocupa eres tu, no estas durmiendo ni comiendo bien, si gustas yo me quedare un rato cuidando de el.-
Le propuso mientras se arrodillaba en el suelo y acercaba un poco la mano a la cara del muchacho. Se llevo un gran susto al oír el grito de su amiga, exigiéndole que no lo tocara, al mismo tiempo que un campo de fuerza le impedía tocar al chico.
Sango volteo a ver a la pelinegra que había alzado la mano intentando detenerla, y respiraba agitadamente. Sus ojos chocolate abiertos completamente asustados.
- Perdona… yo… no se que me sucedió… perdóname te agradezco mucho tu ofrecimiento pero me quedare aquí hasta que el mejore -
- Muy bien, si eso es lo que deseas esta bien, pero tienes que prometerme que te comerás lo que te traigan e intentaras dormir un poco -
- Te prometo que lo intentare. Perdóname que no haya ido a verlos, como te encuentras, veo que estas recuperándote bien y como esta el monje miroku? – pregunto con una tímida sonrisa mientras se acercaba al chico y le acariciaba las plateadas hebras de la cabeza.
- Su excelencia esta mejor, las heridas van sanando bien, pero absorbió muchos insectos con su kazana y el veneno aun esta en su sangre, tardara un tiempo en estar bien pero no hay de que preocuparse, les manda saludos ya que no podía venir el en persona –
Sango observo que Kagome le sonreía forzadamente, aunque no parecía prestarle verdadera atención por lo que decidió que era mas sensato que la dejara sola. Se sentía muy preocupada pero no sabia que hacer al respecto, buscaría a la anciana kaede y hablaría con ella. Se levanto lentamente despidiéndose y salio de la cabaña, fuera la esperaba el pequeño zorrito el cual se acerco sabiendo que no podía treparse a su hombro pues podría lastimarla, por la cara que llevaba la chica era obvio que se había dado cuenta que las cosas no estaban nada bien, suspiro tristemente y comenzó a caminar seguida por el pequeño.
- Kagome…..hey…. Kagome…- Maldijo internamente al escuchar su voz tan débil, apenas un susurro. Cerró los ojos unos momentos soportando un repentino dolor al intentar reincorporarse por lo que volvió a apoyar su cabeza en la almohada sin poder reprimir un gemido, abrió los ojos volviendo a llamar a la chica que al fin se había quedado dormida a su lado rodeándolo con un brazo.
La chica oyó un suave murmullo a su lado llamándola, abrió los ojos confundida no se dio cuenta de que se había quedado dormida.
- Kagome…..Kag…-
- Inuyasha!... Estas despierto! (se incorporo rápidamente sonriendo sinceramente por primera vez en esos días, tomo el rostro del chico con ambas manos sin poder impedir que las lagrimas volvieran a salir) como te sientes? Recuerdas que sucedió?-
- Donde estoy? … Kagome…tú estabas herida -
- Estoy bien, solo quedan unos pequeños cortes pero ya casi desaparecieron. Dime, sientes dolor? -
- Yo no soy tan débil como los humanos, mi cuerpo es más resistente. (La chica no pudo evitar sonreír y tampoco evito la carcajada cuando a pesar de tal afirmación el chico se quejo de dolor) Feh! Tengo sed. -
Suspirando aliviada, sintió como un gran peso se aligeraba de su pecho, se levanto para servir el agua, el ojidorado la siguió con la mirada le sorprendió el estado de la chica, su cabello en desorden los chocolates ojos cansados y ojerosos y su ropa en completo desastre.
- Cuanto tiempo ha pasado? Donde están los otros? -
- Están recuperándose, Sango estuvo aquí en la tarde y comento que Miroku también se encuentra mejor. Llevas varios días inconsciente y todos estábamos muy preocupados.
El hanyou no hizo ningún comentario y observo a la pelinegra volver a su lado con el agua, se dejo atender dócilmente sin emitir queja alguna y agradeció el fresco líquido que recorrió su garganta. Cerro los ojos sintiendo nuevamente que el cansancio lo embargaba durmiendo sus sentidos y rodeándolo con oscuridad, pero el aun deseaba sentir un poco mas la cercanía y cuidados de la chica, que le hablaba dulcemente.
- Es mejor que te duermas, aun estas muy débil. -
- Te quedaras aquí? No quisiera quedarme solo, ya no quiero estar solo.-
- Tranquilo, aquí permaneceré. No he podido moverme de tu lado, no lo voy a hacer ahora. Confía en mí. -
- Kagome…-
- shhhh… ya no hables mas, duérmete- le dijo mientras lo cobijaba
- En verdad me odias? En verdad crees que el estar conmigo solo te trae sufrimiento?-
Ella parpadeo confundida, el hanyou luchaba por mantener los ojos abiertos pero iba perdiendo la batalla. La fiebre se elevaba nuevamente, se acerco mas al rostro de el mirando los dorados ojos confundidos, había dolor en ellos, dolor y miedo.
Recordó entonces que noches antes en su desesperación había dicho ciertas cosas que en verdad no sentía, al parecer el lo había escuchado todo.
- No. Yo no te odio, jamás podría hacerlo, lamento que lo escucharas, estaba muy asustada y no se por que lo dije, nunca debía haberlo dicho y te pido disculpas. Tú eres muy querido y demasiado valioso para mí soy muy feliz estando a tu lado. Entendido? Bien, ya no pienses más en eso y duerme-
Inuyasha sonrió sintiendo un inmenso alivio y la respiración de ella tan cercana, lograba ver borrosamente el bello rostro de grandes ojos chocolate que le transmitían tranquilidad. Ella no lo odiaba y no solo eso, el era querido y valioso para alguien, hace tanto q nadie le decía eso casi una vida sin escuchar esas palabras, aunque lo mas importante es que se trataba de kagome la que pensaba aquello. Atravesando sus sentidos lograba percibir la dulce voz de la miko que le hablaba, no lograba identificar lo que ella le decía pero aun así todos sus pensamientos se centraban en ella, mientras una idea se instalaba en su mente opacando su razón.
Había vuelto a los paños de agua fría en un intento por evitar que el calor del cuerpo volviera a elevarse, le hablaba de cosas sin mucha importancia intentando disminuir el nerviosismo que crecía en ella temiendo que volviera a empeorar, sobresaltándose cuando una mano tiro suavemente de su cuello obligándola a bajar su rostro a tan solo unos escasos centímetros del rostro del medio demonio que se mantenía con los ojos cerrados, la frente se le perlaba de sudor y su respiración era dificultosa y pesada, Kagome se limito a mirarlo dudosa sintiendo el tibio aliento sobre su rostro.
- I... Inuyasha? -
- Quiero besarte- susurro apenas audible para ella.
- QUE?!!- El rojo carmín no tardo en cubrir su rostro pero aunque lo intento el no le permitió alejarse.
CONTINUARA……
HOLAAAA
MIS PELUSAS Y YO SALUDAMOS!!! u
PUES BIEN, ESTE ES EL PRIMER CAPITULO DE MI HISTORIA, CLARO QUE TAMBIEN ES EL PRIMER FIC DE INUYASHA QUE INTENTO. Jejeje PERO DEBIA QUITARME LA ESPINITA Y ATREVERME A PUBLICAR.
¿QUE LES PARECIO? POR FAVOR DIGANME!!…….CUALQUIER COMENTARIO QUEJA O SUGERENCIA SERA BIEN RECIBIDA Y MUY APRECIADA
BESOSSSS
REVIEWS!!!! PLISSSS
CEREZA FELINA
