Bueno este es mi primer fic, asi que espero que lo disfruten.

Disclaimer: Vocaloid no es mio, solo escribo por diversión.

Hermanos del alma.

Cap. 1: Sentimientos por mi hermano.

Rin se despierta y empieza a sacudir a Len bruscamente. Len ve hacia atrás y mira a Rin con cara de sueño, se da vuelta y se esconde debajo de las frazadas:

– Len, levántate – dice Rin, nuevamente sacudiendo

– Déjame dormir, dame 5 minutos mas – murmura.

– ¡No levántate! – le grita – ya es muy tarde.

– Ok, ok.

– Ya, te espero abajo.

Rin baja y se encuentra con Meiko levantada. Meiko tenia la cara como si hubiese tomado hasta el amanecer. Rin la queda mirando asustada, por la cara que tenia Meiko:

– Y ¿tú qué haces levantada a esta hora Meiko? – pregunta Rin asustada.

– No grites - dice Meiko tomando se la cabeza.

– No te estoy gritando.

– Sshhh…no hables.

– ¿Y Haku, donde esta?

– Esta tirada ahí – le apunta con el dedo donde estaba.

Haku se levanta y se va a su pieza.

Rin la mira sorprendida y después mira a Meiko, se acerca a la escalera y de ahí observa a Haku. Meiko se acerca a Rin, mira hacia arriba y dice en sus pensamientos "que mirara tanto", mira a Rin:

– ¿Estará bien? – pregunta Rin preocupada.

– Nunca está bien – dice Meiko, como si fuera normal.

De repente aparece Luka y atrás de ella estaba Miku agarrada de la polera de pijama de Luka :

– Buenos días – dicen las dos.

– Ahh…de inmediato preparo el desayuno – dice Luka.

– Yo quiero negi – dice Miku.

– Si Miku ya todos lo sabemos – le dice Rin a Miku – mmmm…todavía no ha bajado Len, lo iré a buscar.

Rin sube y abre la puerta de la pieza y él seguía dormido, Rin se acerca a el molesta. Len al escuchar los grandes pasos de Rin, levanta un poquito su frazada solo para que pueda ver quien estaba en la habitación, ahí ve a su hermana, con los brazos cruzados y tenia una cara atemorizante, Len baja su frazada lentamente, pero Rin lo nota:

– Len te dije que te levantaras – dice molesta.

– Ya voy, ya voy, no me molestes.

– ¡no levántate ahora! – grita Rin, roja de la rabia.

– Ya, no me grites – Len se levanta – ya feliz.

– Si, vamos antes de que se enfrié el desayuno – Rin le toma la mano a Len.

Cuando bajan no había nadie en la mesa todos habían terminado de comer.

Rin mira a su hermano y voltea su rostro ruborizado. La chica de rubia cabellera, queda vagando en sus pensamientos por unos largos minutos.

Mientras Rin pensaba, Len la miraba de reojo y cada vez se sentía mas incomodo por el silencio:

– Habrá que tomar los dos solos – le dice Len.

– Parece que no hubiesen comido personas, ¿por que siempre son así? – dice en voz baja la pregunta.

– ¿Por qué lo dices? – pregunta Len.

– Porque esta toda la comida tirada.

– Pescado tirado – Len mira por todas partes.

Rin empieza a buscar las tazas y cosas para comer. Luego se sientan a comer. No había nada que conversar, lo que se convirtió en un silencio incomodo.

Rin quiso romper el silencio pero no le funciono mucho:

– Em…Len

– ¿Qué pasa? – levanta la cabeza.

– Em…nada.

– No, no importa dime – curioso – no me voy a enojar.

– No es nada, enserio…solo quería romper el silencio – agacha la cabeza.

Len se levanta y le besa la frente. Rin se sonroja y se paraliza:

– Permiso, ya termine – se levanta.

– No me dejes sola – le agarra el brazo.

– Para que, si tienes la compañía de Meiko – le apunta con el dedo donde esta Meiko.

Rin mira adonde le apuntaba Len y vio a Meiko tirada en el suelo, solo diciendo "me duele la cabeza, voy a dejar de tomar":

– He escuchado esa frase miles de veces – murmura Len, y se va a su pieza.

– ¡no me dejes sola con la borracha! – le grita a Len.

– Cuando su hermano entra a la pieza, dice Rin molesta – ahora estoy sola con ella – mira de reojo a Meiko.

Rin subió a la pieza de Luka, en donde estaban Miku, Gumi, Teto y Neru. Rin toca la puerta y de inmediato le contestan:

– Pasa – se escucha un grito proveniente de la pieza.

– Permiso – dijo Rin, abriendo la puerta.

– Ah, hola Rin te vienes a unir a la conversación – Luka le dice a Rin.

– No sabía que todas las chicas estuvieran aquí – dice Rin.

– Ven, siéntate Rin – le dicen todas.

Rin se sienta y empieza a conversar con las chicas y a reírse:

– Porque no hacemos preguntas y lo tienen que contestar con la verdad – dijo Gumi.

– Si…yo hago las preguntas – dijo Teto entusiasmada – bueno, esta va para Rin, ¿a ti te gusta alguien?

Rin se acuerda de Len y se sonroja:

– En realidad estoy confundida, no sé si lo quiero o no – agacha su cabeza para que no vean lo sonrojada que estaba.

– ¿Cómo se llama? – preguntan todas entusiasmadas.

– ¿es alguien que nosotras conozcamos? – pregunta Miku.

– Bueno, si – dice Rin tímidamente.

– ¿vive aquí? – pregunta Neru.

– Si.

– ¿Quién es? – pregunta Luka.

– No les voy a decir.

– Es Kaito – dice Neru.

– No, debe ser Gakupo.

– No, no debe ser Gumiya.

– No, es Nero.

– Como va a ser Nero – dice celosa Neru.

Todas las chicas quedan viendo a Neru, subiendo y bajando las cejas:

– ¿Por qué me miran así? – dice Neru asustada.

– Queríamos descubrir el nombre del chico que le gusta a Rin y terminamos descubriendo el de Neru – dice Luka, mientras lee su libro.

– ¡Ya dejen de molestar! – dice Neru enojada – y tu Luka lee tu libro y tú no te metas.

– Ya sigamos diciendo nombres – dice Gumi – yo creo que es…Mikuo.

– ¿Len? – pregunta Teto

Rin se sonroja y agacha la cabeza:

– Oh…Teto le diste en el blanco – dice Luka.

– ¡Sigue leyendo tu libro Luka! – grita Rin.

Neru se levanta y sale de la habitación molesta, mientras que todas la quedan viendo:

– A Neru le gusta tu hermano, tienes una rival – dice Miku.

– Cállate – dice Rin, agachando la cabeza.

Cuando llego la noche hicieron una fiesta de chicas, en donde termino a las 3 de la mañana.

Rin salió de la pieza de Luka y se dirigió a la suya y cuando entro estaba Len despierto y se notaba con mucho sueño:

– Len ¿Len porque estas despierto a estas horas de la noche?

– Tú igual estas despierta a estas horas de la noche y te estaba esperando.

– Ah…tengo mucho sueño así que acostémonos – Rin se acuesta y enseguida se queda dormida.

– Buenas noches – Len al cerrar sus ojos se queda dormido.

Al otro día, Len tuvo que despertar a Rin:

– Rin levántate.

– ¿Qué hora es?

– Son las una de la tarde – se fija en su celular.

– ¡es tan tarde! – se levanta de un salto, Rin toma su ropa, se cambia y baja corriendo las escaleras, y ve que ya están haciendo el almuerzo – ¿Por qué nadie me despertó?

– Len lo intento pero no despertabas – dijo Nero.

– ¡Ahh! Len ¿Por qué no hiciste otra cosa para despertarme? – dice Rin furiosa.

– Pero ¿Por qué necesitabas levantarte temprano? – pregunta Gakupo.

– Porque iba a comprar regalos para navidad – dijo Rin.

– ¿Qué día es hoy? – pregunta Len.

– Es veinte de diciembre – responde Luka – oh… se me olvido comprar también los regalos.

Len sube a su pieza ve sus ahorros y ve que no tenía suficiente dinero para comprarle algo a Rin. Justo subió Rin y le dijo:

– Len voy a salir un momento.

– ¿Por qué me pides permiso?

– Solo te aviso – cierra la puerta.

Len baja y no había nadie en la casa todos se habían ido a hacer las compras navideñas:

– No tuve que haber comprado tantas bananas – murmura – ni siquiera tengo para comprarle un miserable chocolate – sube a su pieza y se acuesta.

Cuando había despertado justo dentro Rin:

– Len baja ya está la once.

– ¿a sé cuanto llegaron?

– Hace 4 horas atrás – Rin se sienta en la cama.

– ¿Por qué no me despertaron?

– Porque no quería molestarte.

– Ahh…y… ¿Qué hora es?

– Son las, son las – busca su celular en su bolso – son las 7 de la tarde, bajemos antes de que nos dejen solos como en el desayuno.

– Pero, a mi me hiso feliz estar solo contigo – se acerca a Rin.

– Entonces, ¿Por qué me dejaste sola con Meiko? – se sonroja.

– Porque…no se fue algo raro – se aleja de Rin – ya vamos – Len se para y sale de la pieza y se va a sentar con todos en la mesa.

Rin se quedo en la pieza a descansar un poco, porque le dolían mucho sus pies por tanto caminar. Cuando descansa lo suficiente, baja y en la mesa seguía sentado Len:

– Len, no tenías porque esperarme.

– No te estaba esperando, es que como demasiado lento, no en realidad como normal, porque los demás comen como salvajes.

Rin se ríe. Len se levanta y se acerca a Rin y le besa la mejilla. Rin se sonrojo:

– Te quiero – dice Len en el oído de Rin.

Ella aleja a Len y se va a su pieza rápidamente:

– Otra vez con eso, Len es un idiota – murmura.

Len después de que termina de comer sube a su pieza con una bandeja. Len se para al frente de la puerta y empieza a tocar con el pie:

– Rin, ábreme la puerta.

– ¡Noo! – le grita desde adentro.

– Ya, Rin mi hermanita linda, preciosa, ábreme la puerta.

Rin abre la puerta y sale, su cara estaba totalmente ruborizada:

– Rin, pareces un tomate.

– Ya, lo sé – le da la espalda.

– ¿estas molesta? – pregunta Len.

– No solo estoy así…

– Eres una enojona.

– No lo soy y te dije que no me enoje.

Meiko sube y los ve peleando:

– Eh…chicos deberían dejar de pelear.

– ¡Tú cállate y no te metas, borracha! – dicen los dos al mismo tiempo.

– ¡que me acaban de decir mocosos! – les grita a ambos.

– No te hagas la sorda – dice Rin.

Al escuchar todos, la pelea, suben e intentan parar a los chicos, cuando logran calmarlos, todos se vuelven a sus cuartos:

– Perdón, Len – agacha la cabeza.

– Ya, si ya paso – la toma de la barbilla para que levante la cabeza – después de todo fue una pelea estúpida, por tu culpa.

– Así que fue por mi culpa – dice Rin molesta.

– Es mejor que lo olvides.

Ellos se acostaron y Len abraza a Rin por la espalda:

Buenas noches, Len.

Buenas noches, Rin.