Disclaimer: los personajes de KatekyoHitmanReborn no me pertenecen, son propiedad de AmanoAkira-sama cuanto quisiera yo que me pertenecieran pero que se le va hacer y los nuevos personajes que aparezcan son de mi autoría. Este fanfiction es sin fines de lucro y exclusivamente para la diversión de la autora y posibles lectores espero que los disfruten
Una Semana
Prologo
– Lo siento.
Se apresuró los pasos, acercándose a él mientras sujetaba sus hombros – p-porque estas disculpándote – no quería entender las palabras que fueron pronunciadas minutos antes, no quería que fueran verdaderas, con un poco de desesperación zarandeaba a su acompañante para que le dijera que todo era mentira pero este solamente volteo la mirada con tristeza sin decirle nada.
– Vongola – miro a su lado izquierdo encontrándose con la mirada de uno de sus ingenieros – tranquilízate, lo que Irie trata de decirte es que no hemos podido encontrar ninguna solución – aquella persona rubia al ver tan callado al castaño decidió continuar sabiendo que no sería interrumpido – shamal nos entregó todos los datos sobre los venenos que encontró dentro de ella, todos son de alto riesgo el hecho de que todos fueran suministrados a la misma vez en su cuerpo está haciendo un gran daño dentro de sus organismo. Hemos tratado de encontrar los antídotos pero solo el 70% son conocidos.
– Dices que hay esa cantidad de antídoto entonces eso significaría que podrías salvarla.
– Te equivocas, no es tan sencillo como piensas que son con juntar todos los antídotos tendremos una gran porcentaje de salvarla es imposible, no estas usando la cabeza Vongola.
Apretó los puños al escucharlo era cierto que no estaba pensando con claridad pero como podría hacerlo ante esa situación, como podría ser razonable si la persona que más le importaba estaba por dejarlo, miro a las tres personas que se encontraban junto a él, Irie se encontraba mirando el suelo perdido en sus pensamientos a la vez que se acariciaba el abdomen, lo más probable era que le estuviera dando un dolor en el estómago.
Spanner revisaba a detalle los papeles que contenían los datos de los venenos. Shamal se encontraba en un rincón mientras le daba una calada al cigarrillo que sostenía, podía ver la impotencia que mostraba su mirada.
– Cuanto tiempo nos queda antes de que su organismo colapse – alzo la mirada al escuchar aquella voz, la persona que había permanecido siempre a su lado a pesar de todo.
– Reborn-san – el pelirrojo una vez se hubo calmado fue quien le respondería – calculamos una semana podría ser menos o uso días más pero siendo exactos solo será una semana.
– Cuanto tardaran en encontrar la cura.
– B-bueno no solo debemos crear los antídotos para ese 30% de venenos que no son conocidos, sino que su cuerpo pueda soportar todo eso hallaríamos la cura en unos dos meses.
– ¡Dos meses! ¡Ella no tiene ese tiempo! – el joven castaño se exalto ante sus palabras como era posible que le dijeran aquello sabiendo la gravedad de la situación.
– Tsuna tranquilízate o te tranquilízate yo mismo.
Respiro profundamente tratando de mantenerse calmado pero no podía – ¿ella lo sabe? – les pregunto.
– Si, ella estaba en el momento en que revisamos su sangre no podíamos negarnos a decirle su estado y más si ella nos lo pidió.
No necesito más palabras y se retiró, era incorrecto lo que estaba haciendo pero debía ir a verla, paso por varios pasillos mientras las miradas de las personas que se encontraban en ellos se posaban en él, miradas de tristeza.
Se mantuvo calmado, no demostraría que se sentía destrozado por dentro y solo cuando llego a su habitación se detuvo, era ahora cuando no tenía el valor de entrar ¿Cómo estaría? ¿Estaría llorando? Había tantas preguntas inundando su mente que se quedó ahí quieto.
Solo cuando escucho el sonido de la puerta abrirse salió de aquellos pensamientos.
– ¿Tsuna-san? – escuchar su voz lo dejo paralizado – Haru sabía que Tsuna-san estaría aquí y acertó – le regalo una sonrisa, no lo evito las lágrimas empezaron a salir de sus ojos, mientras la envolvía en un abrazo como si quisiera que con eso pudiera evitar que ella lo dejara, sentía sus caricias en su espalda, incluso en esos momentos ella lo calmaba y alejaba sus miedos.
Entraron juntos a la habitación que compartían, sin soltarse las manos, se sentaron en la cama sin que ninguno dijera ninguna palabra – mou~ hay tantas cosas que Haru quería hacer con Tsuna-san – no deseaba escucharla decir aquello como si se estuviera rindiendo.
– No digas más.
– Haru deberá simplificar sus deseos a una semana ¿Qué te gustaría hacer primero Tsuna-san?
– ¡NO DIGAS MAS! – Estallo la miro, sus ojos achocolatados se encontraban abiertos por la sorpresa aunque también podía distinguir en ellos una tristeza – a-aún hay tiempo – la vio negar con la cabeza.
– Aun así Haru desea que Tsuna-san pase con ella esta semana – y aun que las lágrimas empezaban a rodear su bello rostro, aun le dedicaba una sonrisa, asintió mientras la abrazaba, ambos lo necesitaban.
Y aunque no lo deseara debía prepararse.
Solo le quedaba una semana junto a su primavera.
