Hola chicos y chicas del mundo fanfictionero (no sé si ese término exista,pero bueno), espero que se encuentren bien y con mucha alegría.
Pues sin más que decir les traigo un one- shot más que nada, de una de mis parejas favoritas, HakuxChihiro, de la película ''El viaje de Chihiro'' (más que obvio), tiene un poco de OoC y podría parecer un AU. Bueno espero sus sugerencias y comentarios. Disculpen si llegan a encontrar errores de ortografía, se hace lo que se puede pero siempre se nos terminan escapando uno que otro XD. También disculpen sí tiene uno que otro agujero de gusano por allí n-n, es que la inspiración se me vino de repente y terminé de escribir como a las 4 de la mañana. Gracias por leer^^
Disclaimer: Los personajes pertenecen al maestro Hayao Miyazaki enteramente.
«Lo mejor es decir la verdad… aunque duela,»
El verano, playa, sol, helados y diversión. Así es como describían los humanos esa temporada del año tan calurosa, en la que disfrutaban de ir a la playa en compañía de la familia o amigos, nadar, jugar voleibol acuático, comer uno que otro postre congelado y soltar un poco de estrés: una época maravillosa. Aunque claro, para él era conocida apenas un lustro atrás, cuando por fin se había reunido con ella de nuevo desde aquella luctuosa despedida en el rosáceo túnel, donde juraron volverse a encontrar y que, tras años de intensa búsqueda sin descanso, por fin había logrado verla. Y no estaba de más decir que él había realizado ya, una ferviente investigación sobre el mundo de su amiga, Chihiro, más correcto, sobre el mundo de los humanos. Primavera, otoño, invierno y, sí, verano. Para ser sincero, le disgustaba esa época, a decir verdad, tomar la suficiente resolución para ir a visitar a Chihiro en esa época del año, le costaba un calvario sin fin ¿por qué? Simple, el calor. El mundo de los dragones era frío, o al menos eso dijo Chihiro la primera vez que le había invitado a ir a éste y donde conoció a la mayoría de sus amigos y servidumbre. Ese término, calor, en su mundo, hacía referencia a una acción sentimental, por ejemplo, un abrazo, un beso, una caricia, etcétera, por lo que, cuando ella había dicho ''en el verano hace calor'' él no había entendido a la perfección ¿acaso todos se daban abrazos?. En otros términos más comunes, para él había sido, más que raro, difícil, llegar de improviso a la habitación de Chihiro pensando que platicarían a gusto como cualquier otra noche de esos cinco maravillosos años donde él la visitaba antes de dormir, en un buen clima, y toparse con esos tiempos tan calurosos— su ropa no le ayudaba mucho—, y no saber el porqué de sus síntomas de ahogamiento, insolación, desesperación y mal humor, aparte de que parecía que constantemente vaciaban en su blanquecino rostro un vaso de agua. El ambiente estaba todo caliente y no había confort por ningún lado, el aire era horriblemente cálido y el sol parecía calcinar los ligeros espacios de su piel descubierta, habían sido algunas de las quejas de él para con Chihiro, que por supuesto habían robado más de una risa burlona de parte de la chica de ojos avellana. No lograba acostumbrarse. Pero eso no era todo lo que le molestaba, sin duda, el más grande de los disgustos, era la forma de vestir que adoptaban los humanos en aquella época.
Hace dos años, cuando había aceptado —lamentablemente—, acompañar a Chihiro y sus amigos a la famosa playa, bajo el nombre de ''amigo de la infancia'', que por cierto fue la primera vez que le molesto eso de ''amigo'' aunque aún no descubría el porqué de este interior enfado, había podido ver un sin número de personas con tan diminuta ropa, en especial mujeres, y es que, la vestimenta apenas y cubría lo debido, algunos eran muy, muy pequeños y no pudo evitar preguntarse qué dirían en su reino de tal vestimenta, sí es que se la podía llamar ropa a eso, y aún no terminaba el tormento; mientras que las chicas se paseaban de aquí por allá con escasa piel cubierta y sin vergüenza alguna, los hombres las miraban descaradamente, sin pudor alguno o decencia alguna. Para este punto, ya estaba bastante sorprendido, tal vez para todos era normal ese tipo de escenas, pero él, sinceramente lo encontraba reprobable y es que no estaba de más decir que en su reino las chicas siempre estaban bien cubiertas y mantenían su cuerpo bajo secreto hasta el día del encuentro sexual con su esposo y viceversa; pero la gota que hizo derramar el vaso y la cereza que coronó al pastel, fue ver a Chihiro portando un pequeño short negro a juego con un top del mismo tinte, mientras que su ahora largo y sedoso cabello era sostenido por la goma que le había obsequiado Zeniba años atrás en una coleta alta que dejaba ver su prolongado cuello, si bien no era tan descubierto como el de las otras mujeres, enseñaba partes su cuerpo que jamás se había imaginado ver, como sus largas piernas, un abdomen plano, entre otras. Muchos chicos de buena figura los cuales mostraban orgullosamente su torso habían hablado con Chihiro como si se conociesen desde años, ella los había llamado ''amigos'' lo cual no pudo evitar hacerlo sentir comparado y debido a que no se había despegado de ella en ningún momento, tuvo que escuchar comentarios para nada decentes de una amiga de Chihiro que habían encontrado por casualidad, como ''mira ese chico, está tan bueno'' o ''como para comérselo'' incluso una pregunta que, a su parecer, era bastante atrevida, ''no te gustaría tirártelo, sólo mira ¿cómo se sentirá pasar tu mano por su pecho?'' y lo peor de todo era que Chihiro había contestado un ''sí, es bastante lindo, pero nada de eso.'' Lo cual había provocado darse asimismo una ojeada a su cuerpo jalando el cuello de la playera que Chihiro le había prestado, debido a su visita sin previo aviso horas antes, tubo que buscar arduamente en su closet alguna playera un poco más grande y por suerte, la encontró, y que ahora traía puesta, ''mi cuerpo es mejor que el suyo'' había pensado en ese entonces. Recordaba haberse sentido realmente enojado, pero dejando de lado todas esas malas experiencias, lo había disfrutado mucho, en ningún momento Chihiro se apartó de él o lo dejó solo, incluso rechazó ir a jugar con sus amigos, por quedarse y hacerle confortable compañía a él, lo protegió de chicas que querían hablarle y si bien, eso no le causaba mucho problema, en verdad sintió su espíritu cálido cuando Chihiro había despedido a unas chicas que estaban de molestándolo mientras ella lo dejó solo unos minutos para ir al sanitario, eso le causó querer abrazarla, pero se resistió, incluso la playera de Chihiro, la había despojado, con mucha fuerza de voluntad y porque sentía que iba morir de calor, de su cuerpo, dejándola impecable y con el característico y reconfortante aroma de su amiga, la cual aún conservaba como un regalo sin comparación.
A pesar de que su relación de amistad había marchado de maravilla en ese tiempo e incluso se atrevía a decir que desde siempre, como ya dicho antes, habían pasado cinco años desde que se habían vuelto a encontrar y era más que obvio que el tiempo no se iba a detener para ninguno de los dos. Recordaba que se habían encontrado cuando Chihiro no estaba ya tan niña como años atrás; estaba por cumplir 18 años y por supuesto, ya no era esa niña flacucha y débil como solían decirle, sí, solían decirle, porque para él, ella era hermosa, la más hermosa chica que hubiera visto(*). Y regresando a aquella actualidad de una Chihiro de 18, estaba bastante cambiada: más alta, su cabello más largo y sus bonitas y abundantes mejillas estaban desapareciendo, aunque no negaba que se veía más linda. Ahora, de ese anhelado encuentro habían pasado ya 5 años, ¿qué había de diferencia? ¡Demasiada! Y es que ahora ella contaba ya con 22 años, casi 23, era toda una mujer —hablando figuradamente— su cuerpo estaba más que formado y desarrollado, nada que ver con la chica con la que se había encontrado y no quedaba rastro de sus lindas mejillas, en su lugar había dos elegantes pómulos y su rostro era más fino y delineado, y lo peor es que había pasado todo frente a él, sin haberlo notado ¿en qué momento? ¿Cuándo? Incógnitas que no podía responderse. Bueno, hablar de otra persona era fácil, pero, en este caso, podría pasar todo el día hablando de lo bella que era Chihiro, pero él… Hablar de cómo había crecido él, era completamente vergonzoso, además de que le habían sucedido tantas cosas a lo largo de su desarrollo, las cuales solo había podido hablar con uno de sus sirvientes más allegados a él y que debido a su alma inocente en aquel ahora, le había causado demasiada confusión; cosas como gustar de una mujer por su cuerpo, excitación, erecciones y sueños húmedos eran cosas que no podía entender y se le hacían completamente extrañas, pero la vida, precisamente una noche, le había dado la lección más clara para entender todo lo que le había explicado Riku en tanto tiempo y con nombres tan más extraños.
Había sucedido exactamente dos semanas después de que Riku— su sirviente de suma confianza—, le había explicado todo ese enredo de cosas, de las cuales no había entendido ni la más mínima parte, y es que, en su mente aún vivía un niño que gustaba de jugar con Chihiro, alguien que no quería crecer y aceptar la realidad de lo que iba a venir: dentro de unos cuantos años más, debería casarse con alguna doncella de su mundo para poder tener un hijo junto con sus demás responsabilidades y Chihiro…
«Aunque duela…»
Ella, sólo hasta ese entonces pensó en que iba a pasar con ella con el paso del tiempo, seguramente también debería… ella iba a… simplemente no lo podía siquiera pensar, era ¿doloroso? ¿Por qué? Imaginar a Chihiro con alguien más que no fuera él, lo ponía triste y enojado, pero ella había dicho que eran amigos, ''amigos'' había pensado, aunque hace mucho que él había deseado algo más, más de un simple apretón de manos y un abrazo muy aleatorio, pero por ahora iba a jugar un poco más con ella… y no se le ocurrió mayor idea que ir a visitar a Chihiro y darle un susto entrando de sorpresa en su habitación para ver su rostro asustado y sonrojado ante su presencia inesperada, era un secreto, pero ver su rostro sonrojado le encantaba. Sin más, emprendió decidido y divertido su vuelo, transformando su cuerpo ágilmente en el blanco y resplandeciente dragón de melena verdemar, así voló hasta llegar al mundo de los humanos, precisamente, pasando por varias casas y edificios de la ciudad de Chihiro, sin ser visto en su transcurso, hasta que aterrizó y se situó cauteloso y con precaución en el balcón de la chica de ojos avellana. No hubo ruido alguno, todas las luces estaban apagadas y la casa de Chihiro estaba lóbrega, incluso daba un poco de vista sombría, sin embargo, su ventana estaba abierta, incluso las finas cortinas de seda se movían armónicamente con el entrar del viento: había alguien. Por un momento Haku pensó que alguien de mala vida pudo haber entrado en el recinto de modo que estuviera hurtando las pertenencias de la familia Ogino, así que se tranquilizó y se aventuró a mirar por cuidada ventana y pudo divisar la tenue luz del cuarto de baño de Chihiro, los aceitunados ojos del chico se centraron en el blanco cuarto, la puerta estaba entreabierta y el sonido de una persona dando un paso sobre la mojada superficie sonó alertando al chico, entró cautelosamente provocando un casi imperceptible ruido al bajar y se encaminó hacía el cuarto a gatas, de modo que su ahora largo cabello llego hasta el suelo, rozando ligeramente su rostro seda, llegó hasta la puerta, pero no hubo más ruidos así que se paró apoyando su mano en el frío barandal y para cuando levantó por completo sus ojos, estando todavía sin pararse por completo, la escena frente a sus ojos lo dejó sin palabras, una que sin duda, jamás iba a olvidar: Chihiro estaba enfrente suyo con el cabello mojado, el cual se pegaba completamente a su piel húmeda, apenas cubierta con una toalla de algodón, ésta, tapaba desde la mitad de sus protuberantes senos, centímetros antes de sus pezones, hasta un cuarto de sus muslos, y para perdición del pobre Haku, aquel artefacto que tenía por objetivo cubrir el cuerpo de la chica frente a sus ojos, no cerraba por completo, tal vez había sido por la sorpresa de escuchar a alguien entrando a la habitación, que Chihiro había tomado sólo una pequeña toalla y no la grande que acostumbraba utilizar, el caso es que ésta, dejó una abertura desde centímetros debajo de su seno derecho hasta su pierna, de modo que los ojos glaucos de Haku pudieron deleitarse mirando fugazmente una parte del vientre de Chihiro, dejando a su imaginación que podría haber más allá. El corazón de Haku había empezado a latir demasiado fuerte, tan fuerte que creía que en cualquier momento podría salir de su pecho, o ser arrancado por una fuerza colosal emergida de algún lugar del universo, sus ojos no podían dejar de mirarla y no sabía que hacer. Fueron los segundos más largos de su vida, y es que se había quedado totalmente de piedra, hasta que fue ella la que decidió romper ese momento, y es que sí bien Haku estaba inconscientemente disfrutando de la buena vista frente a sus pupilas, Chihiro estaba que moría de la vergüenza.
En un intento fallido de tratar de esconderse caminando espontáneamente hacía atrás, se resbaló y Haku, osadamente, trató de tomar su cuerpo para impedirle caer enrollando su brazo en la cintura de ella, pero fue un intentó inane, ya que, cuando por fin abrió sus ojos, que estaban apretados esperando el golpe, se encontró con una escena todavía más bochornosa que la anterior: él se encontraba ahora encima de Chihiro, su mano derecha estaba a palma abierta pegada a la mojada y dura superficie, y su fuerte brazo izquierdo no la había dejado caer al suelo y la sostenía firmemente por la cintura en un agarre casi adherido al cuerpo de ella; su rodilla derecha de igual manera, estaba tope con el suelo del baño y su pierna izquierda, flexionada, apoyando incógnitamente a su brazo. En cuanto a ella, la toalla, por puro milagro, no se había caído y seguía allí tentándole a quitársela, en cuanto a Chihiro, estaba casi acostada, a excepción de su torso el cual Haku había sostenido con ímpetus segundos atrás, sus manos estaban deteniendo su cuerpo débilmente, y ambos cabellos rozaban el azulejo del suelo. Chihiro había estado más que avergonzada, no solo por el hecho de que la única persona que la había visto desnuda en su vida, había sido su mamá, sino porque justo ahora, la persona a quien quería más y a la cual siempre se había esforzado por mostrar su lado más natural y alegre, ahora la estaba viendo en tan deplorable situación, pedir que la tierra la tragase hubiera sido poco para aquella situación. Por otro lado, los hermosos ojos de Haku se abrieron de tal manera que podían salirse en cualquier instante, su boca se secó, y sintió unas ganas inmensas de… poseerla. Su mirada, quería buscar su cara, pero estaba deseosa de ver más, de modo que se mantuvo contemplando aquellos labios rojizos, carnosos, suaves ¿A qué sabrán? Su cuello ¿Podría dejar una marca allí? Su clavícula ¿Qué se sentirá pasar la lengua por cada una? Y sus senos ¿Serán tan suaves como se ven? Su respiración se alteró de forma bestial, y sintió su miembro doler, su aroma estaba conquistando sus fosas nasales y su sentido racional estaba abandonándolo de la mano en que un millón de ideas pervertidas y sin sentido pasaban a gran velocidad por su mente. En ese momento, no supo que sucedió o de dónde provino, pero sí había sido otra oportunidad de algún Dios para no cometer una locura, lo agradecía infinitamente, ya que la soltó con cuidado y sacando autocontrol de algún lugar de su mente combinada con su cuerpo. Lo único que pudo decir fue un ''Lo siento'', se transformó en dragón rápidamente y voló tan rápido que ni él supo cómo lo logró.
Al llegar a su palacio con la cabeza hecha un revoltijo y un ''problema'' allí abajo no quería hablar con nadie, ya que la imagen de la chica semidesnuda y los pensamientos tan obscenos que le había dedicado a su cuerpo permanecían latentes y ardiendo como lava en un volcán, por suerte, la mayoría dormía, y fue precisamente Riku quien lo recibió con un cortés saludo, al cual hizo caso omiso y pasó de él. Su sirviente preocupado por su indiferencia, había preguntado y al no obtener respuesta le había seguido hasta su habitación, donde Haku, comprobando estar a solas, contó todo lo ocurrido con Chihiro a Riku, desde que llegó, lo que había planeado hacer, lo que había sucedido, lo que había pensado y sentido cubriendo su cara por momentos, incluso que después de viajar tan rápido y llegar a su mundo ''supuestamente'' frío, sentía un calor descomunal por todo su ser y además de su ''problemita'' de allí abajo, el cual, le estaba molestando. Riku había mandado a Haku a darse un baño de agua fría, lo cual, alivió sus síntomas, después Riku explicó, de nuevo, a Haku que había ocurrido. Pero no, no señor, el problema no terminó allí: Haku pensó que una vez tratando de olvidar, esto realmente sucedería: no pasó. Pues ahora, esa imagen y otras más, todavía más vulgares habían empezado a habitar sus sueños desde aquel incidente, desde escenas donde Chihiro estaba completamente desnuda y besaba su bien formado torso, hasta algunos donde lamía con gracia y suma lentitud se miembro erecto, sueños de los cuales despertaba antes de llegar a un orgasmo dentro del mismo, y con su respiración al tope. De los cuales la única salida, para él, era la ducha fría, por suerte— sí es que podía decirlo así— despertaba cuando el sol asomaba sus rayos y no de madrugada. Esto había provocado un distanciamiento parcial entre Chihiro y él, los días habían pasado quería arreglar las cosas, pero tenía vergüenza de encararla; hasta que un día decidió ir a su casa y, para su sorpresa, fue ella quien pidió disculpas seguido de una larga explicación dando reverencias seguidas, en señal de profundo arrepentimiento, después se disculpó y todo siguió normal a partir de ese momento.
«Lo que siento está vivo, es real, y calienta la sangre, me quema. He pasado la vida callándomelo, no respiro, no rio, no puedo ser yo…»
Exacto, todo iba perfecto, habían hecho las paces e incluso se habían reído de esa accidente aunque el rostro sonrojado de Chihiro al hablar de eso demostraba que la superación no había llegado por completo a su alma, habían quedado bien, como si nada hubiese pasado, de igual forma, los sueños se habían marchado con la disculpa de Chihiro y ahora podía verla a la cara sin que alguna ''escena'' viniese a su mente y él la visitaba como siempre, por un par de horas en las noches, que era el horario en el que estaban libres ambos, tanto él con sus obligaciones del palacio y ella de la universidad. Todo de rosas hasta que, hace apenas tres días en los que, por primera vez, durante todo el transcurso de esos hermosos 5 años les había ido de maravilla, discutieron. Por supuesto que habían tenido una que otra riña en el pasado, pero siempre eran de broma, algo así como una ''actuación de pelea'', pero esta fue la primera vez que habían peleado en verdad, de modo que seguía ¿enojado? con ella, simplemente no se podía sacar de la cabeza aquellos labios, y él sabía perfectamente porqué. Celos.
Flashback
El verano estaba a todo lo que daba de nuevo, el calor penetrante, el aire y el ambiente completamente caliente, y en las noches peor. Debido a que Chihiro ya contaba con la edad suficiente para poder salir del hogar de sus padres, decidió que podría salir de casa y mudarse a un cuarto sencillo, el cual había encontrado, no tan lejos de su universidad y a un precio accesible, después de todo, los dioses de vez en cuando la ayudaban. Esto les favorecía ambos, ya que no tenía que preocuparse porque sus padres le encontraran a altas horas de la noche platicando con un chico en su balcón o que repentinamente un dragón apareciera en su ventana, ahora Haku la visitaba con más frecuencia y por más tiempo, incluso habían visto películas en algunas ocasiones, y ella, sí, ella le había enseñado a jugar uno que otro videojuego. Haku siempre le contaba de las cosas que hacía en palacio, cosas sobre sus sirvientes y su familia, cabe recalcar que hace apenas unas semanas atrás, él hablaba con alegría y cada vez más de una tal ''Miyu'', al iniciar una conversación, al terminarla, diciendo cosas como ''A Miyu también le gusta esto'' o ''Hoy fui con Miyu a hacer los deberes y pasó esto'', ''fue tan divertido cuando Miyu'', ''El cabello de Miyu es como el tuyo'' y cosas por el estilo, eso, aunque Haku no lo notara, le enfurecía y ya estaba acabando con su paciencia. Miyu esto, Miyu el otro. Tal vez estaba un poco celosa por Haku, después de todo su amistad había sido duradera y tal vez bendecida, y se sentía mal por envidiar a Haku de esa manera, sabía que era egoísta pensar de esa manera ''solo para mí'', Haku no era de ella, después de todo sólo eran amigos, nada más. Y es que durante todo ese tiempo había soñado con que Haku le diera alguna muestra que le quería, más que una amiga, incluso había rechazado innumerables declaraciones de amor de chicos realmente guapos, que por supuesto habían llamado su atención, pero claro, ella sabía que nadie podría reemplazar la amistad que Haku le había brindado. Pero solo era eso, amistad. Tal vez venía siendo hora de que dejara esa tonta fantasía de adolescente atrás, después de todo, ya vivía sola, era una universitaria de casi 23 años, una chica madura que debía ser firme y recta en sus decisiones de ahora en adelante, así que esa falsa esperanza de que algún día Haku le dijera algo como ''¿te gustaría ser mi novia?'', debía mandarlo al ataúd de recuerdos viejos, después de todo, ¿quién se supone que le creería que hubo un día donde fue a un mundo completamente distinto, donde la magia y los hechizos existen, las brujas y lo fantasioso? Le tomarían a loca. Tal vez solo, debía de darle una oportunidad a alguno de los chicos que la habían estado siguiendo desde que entró en la universidad, para así olvidar al chico que ahora veía la televisión sentado con sus dos piernas cruzadas en su sofá, después de todo hoy había caminado con uno de ellos hasta su casa y le había demostrado ser bastante noble. Sin embargo, todas estas resoluciones, se caían rápidamente cuando él mencionada a la tal Miyu, y sus celos querían salir, pero no, no lo iba a permitir.
Haku miraba a Chihiro de reojo mientras esta terminaba de preparar la comida, era verano, que fastidio. A pesar de que ahora podía visitarla con más libertad, eso le ponía la situación difícil y tentadora, y Chihiro no le ayudaba mucho. Ella vestía un pequeño short de licra con estampado de palmeras y dos bolsitas pequeñas en la parte de atrás, lo cual dejaba a la vista, el bien formado trasero(*) de Chihiro y no acababa por allí el asunto. Haku, ya no era más el niño bondadoso que ella conoció, ni tampoco el joven que se escandalizaba por un sueño húmero o una erección, después de todo el tiempo pasa, y aunque su alma seguía siendo noble y sincera, eso no cambiaba el hecho de que fuera creciendo y su mente se fuera expandiendo y se detuviera a observar nuevos horizontes; él había crecido mucho en todos los aspectos, mental y ni que decir de físicamente, sólo de imaginarlo sin su traje típico(*) puesto podía derretir la voluntad de muchas chicas y lo peor era que él lo sabía. Le llevaba una cabeza a Chihiro y sus hombros eran anchos, su cabello había crecido hasta llegar a su espalda baja, sus rasgos se habían marcado firmemente en su rostro y cualquier rastro de aquel niño pequeño había desaparecido por completo, dejando a un príncipe hermoso, un total guerrero de cuerpo escultural y grave voz. Además, que ahora sabía lo que sentía por Chihiro, durante mucho tiempo creyó ser una simple amistad, dos niños, dos adolescentes, dos jóvenes que se ''quieren'', sin embargo, él lo sabía, ya no la quería más como una amiga, así que posando sus rostro de rasgos bien marcados en su mano derecha de se dedicó a contemplar la musa que tenía en frente de él, claro, sin que lo notara: Inició desde abajo, debido a la cultura, ella no estaba usando zapatos y como era un ambiente individual esta descalza, además que el calor empezaba a ser insoportable, observó tranquilamente sus tobillos: delgados, subió con sosiego y observó las pantorrillas y posteriormente sus muslos para finalizar contemplando sus piernas por completo: magníficamente torneadas. ¿Qué tal se sentiría tocar? Volvió a resonar esa pregunta en su cabeza, pero la hizo a un lado, siguió subiendo con lentitud hasta llegar a sus glúteos, tan bien formados, ¿cómo sería tocar? Esa tonta pregunta, al parecer, lo seguía por mucho tiempo. ¿Es qué era un viejo pervertido? Continuó, y se topó con las anchas caderas de Chihiro, seguidas de su cintura: pequeña y tentadora. Sin saberlo, el color de sus ojos cada vez se volvía más profundo y la lujuria empezaba a controlarlo. Llegó a los senos de Chihiro, los cuales eran cubiertos por una delgada playera de tirantes azules, completamente ceñida a su cuerpo, algo no estaba bien con él, definitivamente debía parar para mantener su autocontrol y esa señal le estaba llegando de una no tan buena manera. Siguió lento y sin prisa y miró su clavícula, tan resaltada y a la vista, luego su cuello que se asomaba orgulloso, marcarlo sería tan… un sonido interrumpió sus pensamientos de a golpe, era el celular de Chihiro, Debido a que ella estaba muy pendiente de la comida, no podía contestar.
— ¡Haku! ¿Podrías por favor? — dijo apuntando con su mano el pertinente aparato, que para su facilidad, estaba en la mesita a lado del siento. — ¿Qué nombre dice en la pantalla?— preguntó de nuevo, aunque ya había dejado de sonar por un breve momento, este volvió a timbrar.
—Dice… Arata, ¡Chihiro, dice Arata!— fue hasta entonces que cayó en cuenta, Arata era nombre de un chico. Un chico llamando a Chihiro, por un momento olvidó que tenía a cierto ''amigo'' despierto, y su ser se llenó de curiosidad y enojo, ¿por qué un chico llamaría a Chihiro a esa hora? No era tan tarde, pero ¿por qué? ¿Era aquel chico con el que la había visto caminar a casa desde su universidad hace unas horas? Tal vez… Pero, eso no fue lo que lo enojó, sino la reacción de Chihiro ante el escuchar el nombre. Ella bajó rápido la flama de su estufa y corrió hasta Haku quitándole el celular el cual sonaba ya, por cuarta vez. Se aclaró un poco la voz y contestó.
—Hola Arata-kun— dijo con una enorme sonrisa en su rostro mientras que involuntariamente enrollaba un mechón de cabello en su dedo índice, lo cual enojó más a Haku, ¿por qué se comportaba sí con otro chico? Chihiro dirigió una mirada fugaz a Haku, que él notó, y se alejó de él. Ahora sí que estaba enojado. Un chico le hablaba en la noche, ella se alarmaba por la llamada, aclaraba su voz y la entonaba ligeramente más dulce y melosa que cuando hablaba con él y por su fuera poco, se alejaba, ¿qué no quería que él escuchara? Así que Haku se paró del asiento y la siguió hasta posicionarse detrás de ella.
— ¿Ahora?— la escuchó decir—… es muy noche. — dijo agarrando más mechones del cabello avellano.
— ¿Estas ocupada?— entendió que decían del otro lado, la voz, sí era de un chico. Se llenó de furia, por primera vez estaba totalmente enojado con ella, y lo peor es que ella ni siquiera lo sabía.
—Pues, estoy con… — Chihiro pensó lo que iba a decir, —… no, está bien, llegó allá en 30 minutos.— ya basta, ella se dijo que se daría una oportunidad, y este era el momento, ya había compartido mucho tiempo con Haku y había esperado pacientemente, lo quería y amaba, pero no podía pasar toda la vida esperando a que él llegara y le dijera que la amaba, esta iba a ser la primera vez que lo dejaría así, pero que más daba, él se casaría con esa tal Miyu ¿no? Entonces ella ya no tenía nada que ver, solo sería la amiga de Haku.
—Si quieres puedo pasar por ti— Se escuchó al otro lado de la bocina.
— ¿En serio?, Me harías un favor. Te espero entonces— dijo soltando una risita.
—Claro, no hay problema ahora yo debo llegar en 30. — y la llamada finalizó. Haku no lo podía creer, otro chico se iba a llevar a Chihiro, enfrente de él. Se la iba arrebatar de su regazo, ¿en qué momento Chihiro lo había reemplazado? ¿Cómo fue que eso había ocurrido? Una energía se apoderó de sus sentimientos, no, no quería que ella se fuera con ese chico, ella estaba con él ahora ¿no? ¿Por qué lo dejaría? Chihiro no lo iba a dejar por otro chico ¿cierto? Así que en vez de que la razón actuara, sus impulsos lo dominaron. Chihiro dio un respiro, se llevó el celular al pecho y lo presionó con dulzura, sin embargo no se había percatado de la presencia detrás de ella. Volteó y dio un salto de sorpresa al encontrar la mirada de Haku tan cargada de un sentimiento que no podía reconocer.
— ¡Haku! Me asustaste— dijo sonriendo, y se quiso dirigir a apagar la flama que antes había dejado encendida, pero el firme agarre del fuerte brazo de Haku lo impidió. Ella lo miró confundida y trató de caminar de nuevo, sin obtener resultados favorables — ¿Haku…? —dijo algo intranquila. — ¿Estas bien?— preguntó, ignorante a lo que estaba Haku a punto de hacer por sus celos.
— ¿Saldrás?— preguntó seco.
—Oh, ¿te refieres a la llamada? Un chico me invitó a ir por un helado.
— ¿A esta hora?— pregunto sin sentimiento alguno en su rostro, lo que preocupó mucho a Chihiro.
—Es que… a dónde quiere ir hay muchas personas, y no es nada peligroso, además no está muy lejos— en verdad se estaba preocupando, Haku no era así, el brillo de su mirada se había perdido y solo podía ver unos ojos fríos.
—No. —fue lo único que dijo.
— ¿Qué?— contestó más confundida Chihiro.
—No irás. — dijo y sujetó aún más fuerte su brazo.
—Oye, ¿por qué te comportas así?— esto empezaba a molestarle— Solo iremos a comer un helado y regresaremos, no hay nada malo en eso, además Arata es bastante grande como para golpear a la alguien si nos quisiera hacer algo. En verdad, no tienes que preocuparte.
—Entonces también iré yo—dijo altanero.
—No puedes. — cortó rápidamente.
— ¿Por qué no?— él sabía por qué no, pero se negaba a aceptarlo— ¿No solo irán por unos helados y van a regresar? No hace mal que les acompañe.
—Haku, no, mira— interrumpió de nuevo.
— ¿Qué? Quiero ir también. No hay problema. Además sí vamos dos, será más seguro ¿no crees?
—Oye yo no…—
—Claro, y me puedes presentar al chico, tal vez también podemos ser amigos, — volvió a interrumpir.
—Haku, no espera…—
—Y así podemos salir y él también puede venir, ¡claro! Y le podemos presentar a Lin! Ella también es muy linda— ¿qué Lin era linda? Ya no sabía ni lo que estaba diciendo, solo no quería que Chihiro se fuera con ese tal Arata, no quería, no iba a dejarlo llevarse a Chihiro de su lado.
—Haku, espera, yo…—
—Además, si es fuerte podemos ver quién de los dos es más ¿no crees Chihiro? El que pierda deberá hacer algo ridículo— por dios estaba actuando peor que un niño. — ¡Y además!-
— ¡Haku, basta ya!— dijo tratando de zafarse su agarre, pero de nuevo, sin resultado. Chihiro no sabía que cuando un Dios te elige, no te suelta jamás. — ¡Basta! Es una cita, solo iremos Arata y yo, nadie más irá.
— ¿Es tu novio?— preguntó sin emoción alguna, pero por dentro estaba que se moría.
— ¿Por qué preguntas eso?— Chihiro no quería responder, así que trató una vez más sacar su brazo de la fuerte mano de Haku
—Sí no son nada no deberían salir— Él no la iba a soltar, no importa que tanto tratara.
— ¿Podrías soltarme ya?— preguntó con molestia.
—No quiero Chihiro, yo estaba aquí primero, antes que él, ¿por qué te vas a ir?— preguntó apretando más el brazo de Chihiro.
— ¡Haku, me duele! Suéltame, tú has venido ya muchas veces y puedes venir cuando quieras, hemos pasado muchas cosas juntos y lo apreció, pero esta vez quiero estar con él, yo también quiero tener a alguien especial ¿sabes? Así que suéltame. —Haku entendió lo que ella dijo y suavizó un poco su agarre y Chihiro suspiró. Pero esta vez él lo apretó aún más— ¡Haku!— casi chilló. — Quiero ir, ¡suéltame ya! Tú puedes irte con Miyu a algún lugar del reino.
— ¡¿Qué tiene que ver Miyu en esto?! ¡¿Por qué la estas involucrando es esto?!— finalmente explotó.
— ¡No lo sé! ¡Es que hablas tanto de ella que también se me ha pegado decir algo sobre ella!
—¡No la metas en esto!— Chihiro sintió como su corazón se rompía y las lágrimas empezaban a amenazar con salir, Haku, su Haku, su amigo, él había defendido a alguien más, había puesto a alguien más en su lugar, esta vez era definitivo, debía olvidarlo. Ante tal pensamiento las lágrimas empezaban asomarse en sus ojos.
— ¡Lárgate de mi casa Haku!— el líquido salino ya estaba a flor de piel y sus emociones más que expuestas. Haku la miró completamente sorprendido. Y fue que por fin retiró su mano del antebrazo de Chihiro. ¿Qué había hecho? ¿Él la había hecho llorar?— ¡Vete maldita sea! —gritó con dolor y pasó rápidamente su brazo por sus mejillas.
—Chihiro yo…— No sabía que hacer. — Escucha, no-no-no llo-llores— se acercó a ella e intentó limpiar sus lágrimas con sus manos, pero ella se alejó rotundamente de él— Chihiro…— verla llorar, le estaba desgarrando el alma sin piedad, la había visto llorar antes, de niña, pero ahora, él la había hecho llorar.
— ¡No me toques y vete Haku!
—Chihiro, ¿por qué?...—
— ¡Haku!—dijo con fuerza, y Haku miró sus ojos estaban llenos de enojo, ¿con él?—…solo vete ya.
—No me iré.
— ¡Vete con Miyu con un carajo, y déjame irme con una persona con quien quiera tener algo!
— ¡Ya te dije que excluyas a Miyu!
— ¡Pues vete a defender a esa zorra a otro maldito lugar que no sea mi casa!
— ¿¡Por qué la insultas?! ¡¿Quién te has creído?! Chihiro eres mi amiga, pero te estás pasando
— ¡Pues lárgate, no me importa si somos o no amigos! — las lágrimas habían desaparecido y solo había rabia. Haku no creía lo que escuchó.
«Ya no voy a guardármelo más, y lo saco, hacía afuera. No me importa que puedan pensar, sí tu novio se enoja, que pena.»
Y en un arranque celos, envidia, enojo y amor desenfrenado, tomó a Chihiro como solo en sus sueños se atrevía a hacerlo, con una mano tomó firmemente la delgada cintura y con la otra, la parte posterior de la nuca de manera que los senos de Chihiro se apretaron con el fornido percho de Haku y éste no tuvo más remedio que encorvar su espalda y sin pensarlo dos veces, como si fuera un sueño estampó los labios con los de ella de manera completamente desenfrenada.
Fin del Flashback.
(*1) Eso de que para ''Él era la chica más bella del universo'' no se si se acierto. Hombres aclarenme XDD
(*2)No me gusta utilizar la palabra ''trasero'', por alguna razón
(*3) En verdad que busqué por todos lados el nombre del traje de Haku y no me apareció. Lo siento en verdad, sí alguien me lo puede decir, estaría más que agradecida.
Gracias por leer chicos ^w^)/
