Haruka:
Buenos días/tarde/noches a todas las personitas que pasan a leer este fic. Al parecer me he metido en el infierno Marichat y ahora nada podrá hacer que salga de él (?)
Así que como siempre pasa cuando me obsesiono con algo hago un fic y aquí está. Espero que les guste~
Siento si está algo Ooc, pero intenté hacer lo mejor uwu
¡Disfruten la lectura!
Visitas Nocturnas
Las hermosas calles de París se mostraban iluminadas por los brillantes faroles de las calles que junto al brillo de la torre Eiffel, que se alzaba majestuosa, demostraba una vez más el porqué era apodada «Ciudad del Amor». En los tejados de la ciudad, sigiloso como un gato, Chat Noir comenzó de nuevo sus patrullas nocturnas para asegurarse de que la ciudad estaba a salvo.
—Es aburrido sin mi Lady —bufó con aburrimiento.
Desde hace un tiempo que su amada Ladybug sólo se presentaba para vencer akumas y no para ayudarlo a patrullar la ciudad como en antaño. Tal vez estaba ocupada, él podía entender perfectamente que ella tenía otros trabajos y algunos de esos peligrosos por lo que le habían contado. Ahí es cuando él se preguntó: «¿por qué sólo la envían a ella a esas misiones? Tal vez la próxima vez debería pedirle que me lleve ya que soy su compañero» pero de seguro eso no funcionaría.
Pasaba de tejado a tejado intentando encontrar algo más divertido que estar encerrado en su mansión. Entonces, en medio de las luces de la ciudad, se encontró frente a frente con la casa de su compañera de clase: Marinette. Un gran sentimiento de curiosidad lo invadió tan sorpresivamente que incluso él se asustó de sus propios sentimientos. Se preguntó si podía llegar a conocer a su tímida compañera de clase si usaba su identidad de Chat. Siempre la veía como la interesante compañera de clase con la cual casi no hablaba, algunas veces incluso llegó a pensar en que no le agradaba debido a que con él se comportaba diferente que con los otros. En fin, sólo había una manera de calmar su curiosidad.
Dando saltos silenciosos, llegó al último piso que estaba decorado con hermosas flores, miró en el suelo notando una pequeña puerta y sin dudarlo tocó.
—¿Acaso será una paloma? —se preguntó la pelinegra quien se encontraba haciendo un vestido—. Imposible que sea una a esta hora —temiendo que se tratara de un ladrón, tomó el primer objeto contundente que encontró, el cual era unas tijeras.
Abrió con cautela la compuerta mirando con sospecha todos los lugares. Cuando vio que no había nadie, se decidió a subir de una vez para buscar mejor que había hecho ese ruido.
—Parece que era sólo mi imaginación —soltó un suspiro de alivio mirando el paisaje nocturno.
—Buenas noches princesa —la sorpresiva voz de Chat la asustó a tal punto que lanzó una rápida puñalada sin pensarlo al pobre chico, que por suerte logró evitarlo a tiempo. Cuanto agradecía a sus reflejos felinos—. Vaya, no sabía que mi presencia fuera tan detestable —
—D-De verdad lo siento —se disculpó avergonzada soltando rápidamente el arma—, pensé que eras un ladrón o algo por el estilo.
—Es me ofendió ¿sabes? —soltó un bufido algo infantil.
—No me puedes culpar, no todos los días ves a un aclamado superhéroe en tu casa.
—Sólo quería darte una pequeña visita para asegurarme de que estás bien —
Por un momento Marinette tuvo toda la intención de decir algo cortante como era costumbre cada vez que él decía cosas como esas, pero simplemente no podía porque en ese momento no era Ladybug.
—¡De verdad me siento afortunada de que te preocuparas por mí! —fingió felicidad—. Ahora sé que puedo contar contigo, Chat Noir —
—No lo dudes —se señaló a sí mismo orgulloso—, tu héroe está aquí, princess —tomó su mano y se inclinó como si de un príncipe de cuentos de hadas se tratara.
Marinette formó una sonrisa que ante los ojos de Chat eran de nervios pero realmente se trataba de una sonrisa fingida. Ese gato de verdad lograba molestarla de mil maneras posibles.
—¿Mi héroe no debería estar defendiendo París en vez de estar aquí perdiendo el tiempo con una chica normal cómo yo? De seguro Ladybug te está esperando —
—Al parecer my Lady no se encuentra trabajando esta noche —hizo una cara de aburrimiento—, así que pensé que posiblemente podría relajarme un poco mientras ella no está —
—¿Te quedarás aquí?
—¡Claro! Así te doy la oportunidad de que conozcas más a tu héroe —arqueó ambas cejas de manera juguetona.
—Ahora pareces más un gatito perdido —comentó soltando una pequeña risita después.
—Si lo pones de esa manera ¿no te gustaría cuidarme esta noche?
—Lo siento pero tengo muchas responsabilidades ahora mismo —soltó un pesado suspiro—. De seguro te aburrirás conmigo aquí —añadió dándole la espalda.
«Por favor vete de una vez» pidió en su mente.
—¿Qué tipo de responsabilidades? Supongo que puedo ayudarte
—¿Acaso Chat Noir sabe cómo confeccionar ropa?
—Bueno… —miró hacia otro lado mostrando una sonrisa nerviosa.
Y ahí fue cuando Marinette notó algo en él. El molesto gato que siempre la acosaba cuando era Ladybug se mostraba un poco triste ─tal vez por el hecho de que Ladybug no estaba con él esa noche o tal vez por algún otro problema del cual ella desconocía─. Sus orejas estaban caídas y su expresión estaba algo tensa, la cual intentaba cubrir con ese aspecto travieso que poseía. Odiaba admitirlo pero sintió compasión por él.
Soltó un pesado suspiro antes de hablar.
—Bueno, ya que el gran Chat Noir vino a visitarme personalmente no debería despreciarlo —abrió la compuerta de la habitación y con un gesto lo invitó a entrar—. ¿Por qué no entras? De seguro es más cómodo que estar aquí —
Chat se mostró levemente sorprendido por eso, pero rápidamente recuperó su típica sonrisa y aceptó gustoso la invitación.
Cuando el rubio entró a la habitación de la chica, lanzó una rápida mirada a toda la habitación pero su atención se fijó en un maniquí usando un vestido en el centro de la habitación. Era realmente hermoso, de color negro en su mayoría que se iba destiñendo en un rojo carmesí que le recordó mucho a su amada. No tenía tiras y se veía que era algo acentuado en la cintura.
—¿Tú lo hiciste? ¡De verdad es genial! —alabó impresionado.
—G-Gracias… —se sonrojó un poco por el halago—. Me gusta hacer este tipo de cosas y especialmente cuando hay fechas importantes en camino —comentó mientras tocaba el vestido con cariño.
—¿Fecha importante?
—Sí, habrá un baile en mi escuela y quiero impresionar a alguien —sus mejillas se tornaron carmesí al pensar en Adrien.
Chat parpadeó varias veces. ¡Había olvidado el maldito baile! Bueno, realmente no le importaba ese tipo de eventos, aunque recordó que ya había organizado una salida con Nino para eso.
—Lucirás estupenda, princess.
—Si no te importa trabajaré en esto.
—Claro, adelante
Marinette comenzó con su labor. Aunque el vestido parecía estar terminado, realmente faltaban muchas cosas para considerarlo así, esto se podría tomar como la parte inicial a decir verdad. A ella todavía le faltaban muchos detalles importantes.
Chat miró con atención como sacaba las medidas, cosía algunas partes y su cara de concentración lo hizo preguntarse si habría usado esa misma cara cuando hizo el sombrero que ganó la competencia. Se sentía un poco feliz por ver esta nueva faceta de la chica. De repente su anillo comenzó a sonar indicando que su transformación ya pronto pasaría, llamando la atención de Marinette.
Formó una sonrisa nerviosa tapando rápidamente su anillo, así que dando una excusa se fue rápidamente.
—Por lo menos no tengo que soportarlo más —dijo aliviada.
—Tal vez está comenzando a fijarse en ti —comenzó Tikki saliendo de su escondite.
—Por favor no, ya es mi complicado mantener mi identidad secreta siendo Ladybug. Si él comienza a acosarme ahora creo que se enterará más rápido.
—Él no puede cuidarte siempre, ya lo verás —intentó animarla inútilmente.
—En fin, tengo que arreglar este vestido, esa es mi máxima prioridad ahora.
—Marinette, el baile será dentro de un tiempo, no creo que debas presionarte mucho con esto —lamentablemente el kwami fue totalmente ignorado.
Pasaron 3 días sin que Marinette viera a Chat Noir como una civil. Esto de cierta forma la animó, de seguro él habría encontrado algo más interesante que hacer en las noches. Todo parecía ir perfectamente normal excepto por un hecho que no sabía si decir sí era real o si se trataba de su imaginación romántica, pero Adrien estaba comenzando a notarla más. Le hablaba de vez en cuando entre clases, aunque claro, ella siempre tartamudeaba como una tonta y formaba esa sonrisa que asustaría a cualquiera; por suerte Alya siempre estaba a su lado para mitigar un poco esas fallas. Además, Adrien también comenzó a preguntarle más cosas como su hobbie de diseñadora y por lo menos en eso si podía dar respuestas coherentes pero tampoco alargaba mucho su conversación. ¡Cuánto maldecía a su timidez por eso! Si tan sólo aprovechara eso de seguro su gusto pasaría a ser algo recíproco.
Caminaba por las calles de la ciudad luego de un día de escuela totalmente sumida en sus pensamientos, los cuales eran en su mayoría sobre Adrien y sí él la notaría en el baile al usar ese vestido. Tampoco pedía una cita romántica con él, pero que por lo menos si le diera un cumplido o algo.
—Creo que incluso eso es demasiado pedir —suspiró con frustración.
Los sonidos de las patrullas de la policía y los gritos de la gente que asustada buscaban un refugio le dio a entender que era hora de cumplir con su deber. ¡No era tiempo de pensar en sus problemas adolescentes! Corrió a través de la multitud asustada intentado encontrar un sitio para esconderse y transformarse.
—Rayos —masculló al ver que había llegado a una plaza y ningún sitio donde esconderse y para su peor suerte: ahí estaba el villano del día haciendo de las suyas.
De repente sintió como era elevada de su sitio dándose cuenta a los pocos segundos que se trataba de Chat. El héroe la llevo hasta un sitio mas o menos alejado de la persona poseída por el akuma. Exactamente en una estrecha calle para que ella pudiera escapar fácilmente.
—¿Estás bien? —le preguntó preocupado y ella asintió—, deberías tener más cuidado la próxima vez, no sé que hubiera pasado si yo no hubiera estado ahí —
—G-Gracias Chat Noir y siento eso, es que estaba buscando a una amiga —rió nerviosa mientras se alejaba de sus brazos.
—De nada, my princess —le guiñó un ojo—, ahora vete rápido —
Justo cuando dijo eso, el villano del día hizo su aparición frente a ellos. Comenzó a tirar pequeños cuchillos y otros objetos contundentes que Chat intentaba detener con su vara de metal para protegerlo a él y a Marinette. Un cuchillo rozó su mejilla provocándole una pequeña herida que comenzó a sangrar. Ese villano parecía ser un poco más fuerte que los otros.
—¡Chat! —gritó preocupada. Sabía que su compañero era bastante resistente y fuerte pero no sabía desde hace cuando comenzó a pelear contra su oponente, temía que su transformación fuera a pasar pronto y a dejarlo en desventaja.
—¡Vete ya! —pidió evitando más los ataques—. Mi compañera vendrá pronto así que no te preocupes —
—P-Pero estás herido —apuntó preocupada.
—¿Esto? Es sólo un rasguño —la miró de reojo formando una sonrisa llena de confianza—. Si dejara que una simple herida como esta me afectara entonces no sería capaz de cumplir mi trabajo como héroe y no podría proteger a nadie —
Al verlo de esa forma tan seria le dio otra perspectiva de su compañero coqueto y molesto. Sacudió su cabeza intentando concentrarse.
«Es verdad, mientras permanezca aquí sólo seré un estorbo»
Ante estos pensamientos salió corriendo rápidamente del lugar. Después de correr por unos momentos, encontró un sitio perfecto para transformarse.
—Bueno Tikki, ayudemos a ese estúpido gato antes de que le pase algo más grave intentando cumplir su trabajo de héroe —el kwami asintió procediendo la transformación.
Al final las cosas salieron perfectamente y ella pudo purificar el akuma. De nuevo había llegado justo a tiempo antes de que Chat recibiera una herida peor, hubiera querido darle una disculpa por su retraso pero él se fue rápidamente antes de hacerlo. De alguna manera se sintió culpable por estar distraída y no poder ir en su ayuda más temprano.
Se encontraba en casa, exactamente en su pequeño balcón mirando el cielo estrellado con ciertos aires pensativos respecto a su compañero. Hoy había visto una faceta diferente de él por así decirlo, desde siempre lo había visto como alguien que no se tomaba muy en serio su trabajo, tal vez lo hacía bien, pero con tantos coqueteos y bromas estúpidas por parte de él sentía que le tocó estar con un idiota. Por lo menos hoy estaba totalmente segura de que no era tan idiota como pensó.
—¿Por qué tan pensativa? —de nuevo la había tomado por sorpresa. De verdad tenía las mismas costumbres que un gato.
—¿Cuándo aprenderás a aparecerte sin asustarme? —lo regañó—. Y no es nada —contestó apoyando sus brazos en el barandal. El rubio la imitó.
—¿En serio? —le lanzó una mirada inquisidora con esos brillantes ojos que la ponían de cierta forma nerviosa.
—Sí… —contestó a duras penas—. Por cierto ¿estás bien? ¿No te lastimaste mucho? —
—¿Yo? Claro que no princesa, tengo cierta resistencia —mostró sus músculos como lo hizo la primera vez que se vieron de esa forma, pero en este caso él lanzó un pequeño quejido al hacerlo.
—A mí me parece que no —declaró cruzándose de brazos.
—No tienes que preocuparte por mí, estaré bien.
—Vamos a mi cuarto, tengo que curarte esas heridas —demandó ella tomándolo del brazo y literalmente obligándolo a entrar—. No puedo dejarte así aun sabiendo que fue en parte mi culpa —
—Princess, no tienes que…. —antes de decir algo más recibió una mirada aterradora por parte de la chica que lo dejó sin excusas así que tuvo que aceptar.
Chat Noir se sentó en la cama de esta mientras ella iba por el kit de los primeros auxilios. Mientras esperaba inspeccionó de nuevo el cuarto encontrándose con imágenes de él mismo en sesiones de modelaje.
—Así que ¿te gusta mucho ese modelo? —señaló la pared que poseía sus fotos notando como las mejillas de la chica se tornaban completamente rojas.
—S-Sólo lo hago para apoyarlo —jamás le diría la verdad—. Mejor quédate quieto mientras curo tus heridas —
Al menos esto significaba que no lo odiaba ¿cierto?
El rubio asintió y luego se quitó la parte superior del traje para sorpresa de Marinette; era la primera vez que tenía un chico semidesnudo en su habitación y no quería que fuera exactamente Chat. Tragándose toda la vergüenza, prosiguió a curar las heridas que él poseía, notó varios moretones y se preguntaba si cada vez que terminaba una pelea él quedaba así. Se sintió algo culpable de que él la protegiera todo el tiempo aunque él no lo viera así.
Terminó unos minutos después sintiéndose orgullosa por su trabajo.
—Gracias por esto, aunque no debiste molestarte —repitió poniéndose de nuevo el traje.
—Siento que es mi responsabilidad, es inevitable no cuidar a gatitos heridos y perdidos —comentó guardando las cosas de nuevo en el kit—. Aunque no creo que mis padres dejen quedarme contigo —bromeó.
—Al menos Ladybug llegó a tiempo para ayudarme —comentó con una sonrisa de oreja a oreja—. ¡Ella es tan genial! ¡Y tan fuerte! Vaya, de verdad me sorprende ver a una mujer así de estupenda —
Marinette no pudo evitar sentirse un poco avergonzada por esto, una cosa es que él se lo dijera directamente y otra que se lo dijera indirectamente. ¿Cómo reaccionaría él si se diera cuenta de que habla con la misma persona? De sólo imaginarlo le dio algo de risa.
Él se quedó ahí la siguiente hora hablándole de lo mucho que amaba a Ladybug y contándole todas las anécdotas que a él le parecían importantes; las cuales realmente eran todas las que ella había vivido. Aun conociendo esas historias, escuchó con atención cada una de ellas y riéndose de los muchos recuerdos que tenía de esto. Incluso había traído chocolate para acompañar sus historias.
En ese momento se sintió más unida a Chat Noir que nunca.
—Él realmente parecía muy animado al hablar de Ladybug —comentó Tikki una vez que él se había ido.
—Tal vez no es un mujeriego como había pensado —comentó con aburrimiento.
—Deberías dejar de ser tan cortante con él —comentó con cierto tono sugestivo.
—¡Oh no! —exclamó con el ceño fruncido levantándose de golpe asustando a Tikki—. No traicionaré a Adrien nunca —se dirigió a la pared donde puso sus fotos apreciándolas como buena enamorada que era.
Tikki suspiró pesadamente ante esto. Ella nunca cambiaría.
Los días iban pasando lentamente en París pero con cada día ella se iba poniendo cada vez más y más nerviosa debido al hecho de que el baile se encontraba más cerca y estaba totalmente paranoica por su vestido. De verdad quería impresionar a su amado Adrien.
Algo que también la molestaba de cierta manera eran las constantes visitas de Chat, bueno no le molestaba su presencia mucho que digamos, pero la distraía en sus labores académicos, aunque tampoco podía quejarse de ello ya que al parecer su compañero era más inteligente de lo que pensó y la ayudaba en eso. Lo peor era que parecía que se estaba acostumbrando demasiado a su presencia, tal vez no fuera tan malo pero se trataba del mismo imbécil que coqueteaba con Ladybug cada vez que podía. Tal vez Tikki tenía razón y debía dejar de rechazar al chico, después de todo no coqueteaba con ella tanto como con Ladybug. Realmente lo que le decía a ella ni siquiera merecía llamarse coqueteo.
Él venía la mayoría de las noches a visitarla, como ese gato callejero que sólo viene a ti en busca de comida y se va al día siguiente. La única diferencia era que él venía para que alguien lo escuchara.
Ambos hablaban de muchas cosas en el balcón de Marinette, ya fuera de lo que pasó en el día o de alguna otra cosa que se les ocurriera. Lentamente iban confiando más en el otro sin temor de mostrar sus verdaderas personalidades; Adrien no tenía que seguir fingiendo ser el chico perfecto y Marinette ya no tenía que ocultarse más en su timidez como pasaba con Adrien. Llegó un momento en el cual ambos comenzaron a hablar de sus amores imposibles cuando Chat comenzó a hablar de Ladybug.
—Parece que de verdad la amas —comentó apoyada en el barandal mientras él estaba sentado en este.
—¡Claro qué sí! Desearía decírselo sin que ella lo tomará como un juego —bufó resignado—. Ahora háblame de tus amores, princess —
—Ah bueno….esto…yo —ni siquiera sabía cómo comenzar, realmente su amor hacia Adrien no era un secreto para la mayoría de personas y de seguro Chat ni lo conocía. Tal vez también deba compartir sus sentimientos con alguien más que entendiera como se sentía. Luego de tomar una bocanada de aire continuó—. Es un chico de mi clase, pero realmente no me nota en lo absoluto. Siempre que intento hablarle quedó como una tonta —soltó un suspiro deprimente.
—¿En serio? Qué lástima, entonces él no se está dando cuenta de lo genial que eres —mostró su gran sonrisa.
—No lo creo, él es muy popular, aun si le hablara con normalidad nunca se fijaría en mí —bajó la mirada algo decepcionada.
—No digas eso, princess —se bajó del barandal para tomar su rostro y mirarla fijamente—. Sólo tienes que esforzarte un poco más. ¡Mírame a mí! My lady a veces parece despreciarme pero siempre seguiré a su lado —comentó sinceramente.
—A veces —intentó encontrar la mejor manera de decir esto— , ¿a veces no piensas que luchas por una causa pérdida?
Esta pregunta tomó por sorpresa al héroe quien se quedó viéndola por unos minutos intentando encontrar una respuesta que no lo hiciera ver como un enamorado sin remedio; aunque eso era lo que realmente es.
—Eso —por unos segundos Marinette se sintió mal al verlo así—, tal vez tienes razón, pero eso no quiere decir que no lo intente —
—¿Aún si ella ya tiene a otra persona?
—Aun si eso pasa —repitió con una sonrisa melancólica—. Supongo que sólo me quedaré ahí a su lado como siempre —volvió a subirse al barandal dispuesto a irse—. No lo olvides, es mejor intentarlo ahora que arrepentirse de no hacer nada —antes de desaparecer como una sombra en la noche, le guiñó un ojo junto a una sonrisa coqueta.
—¡No digas frases cliché! —lo regañó una vez que se había ido. Por alguna razón sus mejillas se sentían caliente.
Desde ese día ambos comenzaron a hablar más a menudo de sus amores imposibles, lo gracioso de todo esto es que Chat nunca supo quién era el chico del cual Marinette estaba enamorada ya que ella nunca le dijo un nombre, aun así se sentía feliz de que comenzara a confiar más en él, así había podido ver su lado tierno pero a la vez paranoico cada vez que hablaban de ese misterioso chico. Era agradable hablar con Marinette normalmente. Era como si descansara de todas las cosas que vivió en el día, estar con Marinette era como estar en un sitio lleno de paz.
Mientras tanto la chica se encontraba con una gran duda existencial debido a que estaba conociendo el lado agradable de Chat que no era un idiota que sólo parecía coquetear con ella sólo porqué sí, aunque a último momento supo que eran para de verdad impresionarla y no sólo para pasar el rato. No. En cada conversación que trataba de Ladybug, él parecía tan enamorado como ella estaba de Adrien, y eso ya era mucho decir. Incluso ya se sentía mal por rechazarlo tantas veces.
«¡No! Yo sólo tengo ojos para Adrien» gritó en su mente en medio de una noche de insomnio. «Pero de todas formas tengo más oportunidades con Chat que con Adrien…¡aún así! No debería salir con Chat por eso, él no se lo merece. De todas formas ¿cómo se supone que saldríamos? Él se enteraría de que soy yo y no sé cómo saldrían las cosas».
Al final terminó aceptando que sería mejor que lo intentara con Adrien. De todas formas, seguía algo confundida al respecto.
Aunque seguía con sus sentimientos confusos debido a su reciente amistad con Chat Noir, eso no quitaba el hecho de que esperaba ansiosa el día del baile para llamar la atención de Adrien. Estaba tan emocionada que incluso se lo comentó a Chat varias veces, no le importaba lucir como una tonta, él era quien más la entendía cuando se trataba de impresionar a tu amor platónico. Incluso a veces el chico gato solía darle algunos consejos.
—Tal vez vaya a verte en ese baile —le comentó un día mientras ella arreglaba los últimos detalles.
—No creo que puedas ir y no formar un desastre —se burló ella.
—Tranquila princess, tengo todo planeado —formó una sonrisa misteriosa que por suerte ella no vio ya que se encontraba muy pendiente de hacer algunos accesorios para el vestido.
Finalmente llegó el día del baile y con ello sus nervios aumentaron aún más. Lo peor es que con la promesa de que Chat se presentaría en esa noche la ponía más ansiosa ya que no quería que sus planes con Adrien se fueran al diablo por culpa de su aparición. Debía calmarse, respirar y esperar que todo saliera bien.
Alya llegó a su casa para ayudarla a arreglarse para la ocasión, tenía que hacer a su mejor amiga más hermosa de lo que ya era para cumplir su cometido de juntarla con su amor platónico. Aunque claro, esperaba que ella no lo arruinara como solía hacerlo con su torpeza.
Cuando llegaron a la fiesta, muchos pusieron su mirada sobre ellas impresionados de ver que tan bien se veía Marinette en ese vestido, mientras que otras personas como Chloe y Sabrina voltearon su mirada indignadas pensando que no era la gran cosa. Adrien también prestó toda su atención a la chica viendo lo mucho que había cambiado su vestido, ya sabía porque se había empeñado tanto en hacerlo y de cierta manera se sintió feliz de haber visto casi todo el proceso. Pero vaya, el resultado final si le demostró una vez más que Marinette tenía un gran talento.
El vestido de Marinette había cambiado mucho desde la primera vez que lo vio, seguía con los colores de negro destiñéndose a rojo pero ahora la parte de abajo iba cayendo en elegantes boleros que eran adornados con puntos negros que le hicieron recordar aún más a su amada Ladybug. La parte de arriba se pegaba perfectamente a su figura, la parte que cubría su pecho era de una tela negra casi transparente y era adornada con un pequeño collar plateado con un dije en forma de corazón. Su peinado de igual manera era sencillo pero elegante, estaba suelto pero con dos clips a cada lado y además en las puntas estaba ondulado.
El rubio quiso acercarse a hablarle un poco, aunque sintiera que era más unido a ella debido a sus charlas nocturnas, ella no estaría consciente de eso y de alguna manera los volvía a convertir en extraños. Su relación con Chat Noir era muy diferente a la que tenía con Adrien y de alguna manera eso lo molestaba, deseaba no ocultarle nada a ella tal como ella no le ocultó nada en cada conversación que tenían. Se sentía culpable de tener que ocultarse tras esa máscara ante alguien tan honesta como Marinette, tenía miedo de decirle la verdad y que luego ella lo odiará por eso mismo, después de todo Marinette le había contado tantas cosas a Chat y no a Adrien. Imaginarse su cara de decepción si se enteraba de alguna manera lo entristecía.
«Tal vez debía acercarme a ella de otra forma» pensó con tristeza. Hasta ahora sólo se había enterado de las fallas que podía tener esta rara amistad.
—Vaya, Marinette sí que resaltó esta noche —dijo Nino sacándolo de sus pensamientos.
—Sí —asintió perdido en sus pensamientos. Se preguntaba a quien quería impresionar esa noche lamentable no saber el nombre del amado de ella, tal vez si lo supiera la ayudaría un poco. Aunque ¿realmente él habría hecho eso? Podría decir que sí pero eso sería mentirse a sí mismo.
Iba a acercarse para felicitarse por su vestuario pero estaba rodeada por varias personas que hacían inútil que fuera capaz de acercarse. De alguna manera tampoco quería hacerlo. Salió del elegante salón para tomar un poco de aire y despejar sus pensamientos.
—¿Qué haces aquí? Deberías estar allá fuera disfrutando —habló Plagg saliendo de su escondite, de alguna manera sacó un queso y comenzó a comerlo.
—Simplemente no tengo ganas —
—¿Acaso te sientes culpable por ocultarle la verdad a ella? —cuestionó—. Por eso digo que los romances son complicados —soltó un pesado suspiro.
—¿Romance? Pero yo no siento nada por ella —replicó.
—Sí, sí, lo que digas
—Es en serio, yo amo solamente a Ladybug
—Entonces ¿por qué la visitas a ella todas las noches en vez de buscar a tu Ladybug? —
Aquella pregunta lo tomó por sorpresa. Iba a responder diciendo que era porque no encontraba a Ladybug en las noches, pero él mismo sabía que no era así. La única vez que llegó a su casa luego de buscar a su amada Lady, fue el primer día que optó por visitarla cada noche y desde ese día, siempre iba directamente hacia ella. Aun así, eso no podía significar que sintiera algo por Marinette ¿cierto? Sólo iba en busca de su compañía ya que era agradable hablar con ella, reír con ella, poder desahogarse con ella.
—Ya, ya, deja de poner esa cara —comenzó a palmear su hombro con su patita—, mejor ve a conseguirme un poco de comida para que te sientas mejor —
Soltó un pesado suspiro y fue a buscar algo de comer para su comelón Kwami. Se sentía muy confundido ahora mismo respecto a sus sentimientos por ella y Ladybug -y todo por un comentario de su kwami-. ¿Acaso con el paso del tiempo había desarrollado sentimientos por su compañera de clase? Aun si lo aceptara, no quería volver a vivir un amor no correspondido. Además ¿la conquistaría como Adrien o como Chat? Ella le tenía más confianza a Chat Noir y sería mucho más fácil pero a la vez su verdadera identidad quedaría expuesta de algún modo, de seguro ella se sentiría traicionada si se enteraba. Sí, lo mejor era optar por una simple amistad y ya.
Chat Noir de seguro no haría eso, él lucharía por su amor tal como había hecho con Ladybug desde el día en que se enamoró de ella; aunque eso no le dio buenos resultados a decir verdad. Lo más importante sería aclarar si debía seguir intentándolo con Ladybug.
Alzó su mirada para buscar a Marinette quien ahora se encontraba hablando con Nathanaël sobre algo, al parecer ella captó su mirada y lo saludó con una torpe sonrisa. Con naturalidad le dio una sonrisa y la saludó alejándose rápidamente de ahí.
—¡Sí! —celebró el kwami negro lanzándose al plato de comida que Adrien había conseguido— ¿Por qué esa cara? —
—Simplemente estoy pensando.
—Deja de preocuparte tanto, lo peor que podría pasar si se da cuenta de todo sería que se alejara de ti —
Aquellas palabras hicieron reaccionar algo en el rubio. Miró con sorpresa a Plagg al ver que dijo eso con tanta naturalidad. De alguna manera esta simple idea lo aterró de tal manera que no pudo pensar en nada más. No quería que ella se alejara de su vida, estaba seguro de eso. Sentía un vacío en su pecho ante esa triste idea de no poder hablar con ella jamás. De golpe vinieron todos los recuerdos de aquellos momentos que pasó con ella, desde cuando reían con sus chistes tontos hasta las veces en que no se decían nada y sólo disfrutaban la presencia del otro. Recordó lo cómodo que se sentía a veces dormir en sus piernas cuando él estaba muy cansado o cuando ella intentaba animarlo luego de pasar un mal día o viceversa, también cuando ella solía acostarse sobre su hombro mientras veían el cielo. No quería que todo eso se fuera al caño sólo por un simple error.
Tal vez esto fuera como traicionar a su amada Ladybug, tal vez fuera contra todo lo que creyó sentir, pero, de alguna manera había caído por Marinette. Hoy era el día de los sentimientos encontrados.
Sin decirle nada a Plagg se fue a buscar a Nino quien se encontraba disfrutando de la fiesta tal como él esperaba.
—¡Adrien! Por fin te veo ¿dónde te habías metido? —preguntó su mejor amigo sin dejar de bailar.
—Estaba atendiendo ciertos asuntos —respondió—. En fin, necesito que me hagas un favor —
—Claro hermano —
Mientras tanto Marinette y Alya se encontraba cerca de las bebidas hablando sobre como ha ido la noche hasta ahora. La pelinegra se mostraba triste al respecto mientras que su mejor amiga intentaba animarla.
—No pongas esa cara, sólo no ha tenido la oportunidad de acercarse —
—Sabía que sería inútil —parecía que nada era capaz de arreglar su humor.
—Marinette —Alya la abrazó intentando consolarla—. Sólo pierde la esperanza cuando acabe la noche —
—¡Chicas! —las saludó Nino con una gran sonrisa—. Marinette ¿estás bien?
—S-Sí, no es nada —respondió rompiendo el abrazo.
—Bueno, espero que te animes, porque una gran sorpresa te espera ahí afuera —avisó el moreno señalando por donde debía ir.
—¿Qué estás planeando? —inquirió Alya mientras veía a su amiga alejarse.
—Esto no fue planeado por mí —respondió dejando confundida a la chica.
Marinette caminó sintiéndose extrañamente nerviosa y ansiosa. «¿Qué tal si Adrien me mandó a llamar?» se preguntó esperanzada de que fuera así. Sacudió su cabeza intentado sacarse esas ideas de su cabeza, no podía dejarse ilusionar tan fácil si no quería que fuera peor la noche.
Frente a ella se encontraba aquel que había sido su confidente nocturno, el héroe de París y el pretendiente de Ladybug. Chat Noir al verla le sonrió como era costumbre y se fue acercando lentamente a ella con una flor en su mano.
—Buenas noches princesa —la saludó con un tono algo coqueto—. Te dije que iba a venir ¿no?
—Parece que si cumples tus promesas —rio.
—Claro que sí, my princess —se acercó a ella entregándole la flor—. O sino no me podría considerar un caballero.
—Además de caballero un héroe, vaya sí que tengo suerte de conocer a alguien cómo tú —recibió la flor agradecida y se deleitó con su suave aroma.
—¿Por qué esa cara tan triste? Princesa —preguntó inclinándose un poco para verla mejor.
—Simplemente… —bajó la mirada—, al parecer las cosas no salieron como esperé —formó una sonrisa irónica que dejó perplejo a Chat.
—¿En serio? ¿Acaso ese idiota no se dio cuenta de lo hermosa que luces hoy?
—Bueno, es mi culpa por tener tan altas expectativas —intentó sonreír en vano.
—No digas eso —la abrazó con fuerza para demostrarle su apoyo—. Tal vez no pudo acercarte a ti por alguna razón o es muy ciego para no darse cuenta —
«¿Por qué me estoy sintiendo tan mal de decir esto? » se preguntó mientras acariciaba la cabeza de la chica, oh verdad, se estaba enamorando de ella. Todavía era algo difícil asimilarlo.
—Al menos viniste, debo admitir que sabes cómo animar a una tonta chica como yo —se alejó un poco brindándole una cálida sonrisa.
—Y aún me falta algo para animarte totalmente.
Marinette parpadeó varias veces antes de darse cuenta de que estaba siendo cargada por Chat mientras este saltaba con agilidad los techos de París con una sonrisa gatuna en su rostro.
—¡Espera! —gritó mientras se aferraba a su cuello—. ¿Dónde me llevas? ¿Y la fiesta?
—Calma princesa, ya pronto te mostraré la sorpresa —
«¡Estúpido gato! » gritó en su mente sintiéndose supremamente avergonzada.
Unos minutos después el rubio la bajó para alivio de la pelinegra que ya se sentía incómoda por tanta cercanía. Marinette miró a su alrededor dándose cuenta al instante que se encontraba en la torre Eiffel. La gran torre brillaba sobre ellos como si fueran las únicas personas ahí mientras que las brillantes luces de abajo dieran la sensación de que se trataban de grandes luciérnagas revoloteando en un gran bosque.
Ella había estado en ese mismo escenario como Ladybug luego de un largo día de trabajo, ese ambiente siempre parecía calmar un poco su corazón, incluso ahora cuando había perdido las esperanzas. Sostuvo sus ya despeinados cabellos detrás de su oreja para que no taparan sus ojos. Chat Noir se paró cerca de ella y apreció esa sonrisa sincera pensando que su compañera no podría lucir más linda ese día.
—Vaya, de verdad no esperaba que me trajeras hasta aquí —habló sin dejar de mirar la vista.
—Lo que sea sólo para ver tu brillante sonrisa —ante este comentario ella soltó una ligera risa.
—Parece que siempre sabes que decirle a una dama —comentó con cierto sarcasmo—. Me sorprende que aún sigas soltero —
—No estaría soltero si sólo mi Lady aceptará mis sentimientos —soltó un suspiro melancólico.
—Tal vez si dejarás de coquetear con todas podría salir contigo —masculló por lo bajo. Al darse cuenta de el gran error que había cometido, tapo rápidamente su boca como si eso fuera a cambiar algo de lo que dijo.
—¿Qué dijiste? —Chat la miró perplejo.
—N-Nada —negó con ambas manos poniéndose aún más nerviosa.
—¿Acabas de referirte a ti misma como Ladybug?
—¡Claro qué no! —exclamó sin poder verlo directamente a los ojos. ¿Qué le había pasado? Ella era torpe pero no sabía que podía llegar hasta ese punto de revelar su identidad a su molesto compañero—. Sólo olvídalo —
—¿Cómo quieres qué lo olvide? Acabas de revelarme que tú eres Ladybug —cuestionó esperando que ella lo viera a los ojos.
—¡No lo soy! S-Simplemente lo dije pensando que sería ella quien lo diría —se excusó dándole la espalda y cruzándose de brazos.
En ese momento, como si las piezas encajaran para Chat Noir, pudo ver más claro que nunca de que siempre había amado a su compañera de clase. Con razón no podía evitar compararlas a cada momento, por eso nunca las veía en el mismo lugar. Eso explicaba porqué parecía conocer a todos los de su clase y además, se sentía extrañamente confortable con ella ya fuera Marinette o Ladybug. Se sintió como un idiota por no darse cuenta antes.
—Te digo que… —la pelinegra se giró rápidamente para contestar pero fue interrumpida por aquellos ojos verdes que parecían aliviados. También estaba totalmente seguro de que eran la misma persona debido a su hermosa mirada azulada. Siempre sabría que se trataba de su amada Ladybug con sólo verla a los ojos. ¡Adiós al dilema! Vaya, no sabía que todo esto se resolvería tan fácil. Ahora no tenía que elegir a nadie porqué se trataba de la misma persona. La dulce ironía lo ayudó esta vez.
—My lady —la llamó con una voz algo ronca que sorprendió aún más a Marinette—, eres terrible mintiendo —
—¿Eh? ¿Cómo puedes decir eso cuándo pude mantener mi identidad por tanto tiempo? —replicó. Incluso ella ya se había rendido en intentar ocultarse más, de todas formas algún día tenía que pasar.
El héroe soltó una risa ante esto.
—Aun así me alegro —comentó acercando un poco más su rostro—. Al menos así no tendré que debatir aún más con mi corazón.
Marinette se quedó paralizada en ese preciso momento, era la primera vez que veía a Chat Noir como un chico apuesto; ella sabía que no era feo pero ahora si era consciente de lo atractivo que era él. Sus penetrantes ojos gatunos se quedaron mirándola como si ella ya no pudiera ocultarle ningún secreto a su compañero, Chat la observaba como si hubiera ganado algún juego que ambos se propusieron apenas comenzaron su labor de héroes. Tampoco podía decir nada, irónicamente era como «si el gato le hubiera comido la lengua». ¿Por qué no reaccionaba? Simplemente debía alejarlo como siempre y ya, todo volvería a ser como antes ¿o tal vez no? Eso era bastante probable, después de todo, Marinette y Chat sólo eran amigos pero ahora que él sabía que ella era su amada definitivamente no podrían volver a ser ese tipo de amigos sin lastimar a Chat, pero a la vez tampoco quería abandonar a Adrien.
Tal vez todo sería más fácil si tan sólo se enamorará de Chat Noir.
—¿Puedo besarte? —preguntó de repente haciéndola entrar en razón.
—¡¿Por qué harías eso?!
—Estamos en la torre Eiffel, el lugar más romántico del mundo, yo te amo y luces muy hermosa hoy. ¿Por qué no querría hacerlo? —cuestionó con una sonrisa juguetona.
—¿Por qué te dejaría hacerlo? Sería cómo traicionar al chico que me gusta aún si no tenemos nada —replicó—. Además, no creo que debas seguir enamorado de mí, sólo te va a herir —admitió bajando la mirada.
Chat Noir tomó su rostro con su mano para que lo mirara.
—Y a mí no me gusta verte sufrir —comentó con una seriedad extraña en él alejándose unos pasos—. ¡Vamos! Sólo por esta noche escápate con el gato en vez de esperar al príncipe —exclamó extendiendo su brazo invitándola.
—Sólo por esta noche —murmuró tan bajo que era improbable que él la hubiera escuchado—. Hoy quiero probar algo.
«Quiero ver si me puedo enamorar de ti» añadió en su mente.
—Tampoco te pido que me escojas a mí por el resto de tu vida a partir de hoy. Sólo quiero pasar esta noche contigo my Lady y hacer que te enamores de mí a partir de hoy —
En ese momento lo único que faltaba para que él fuera un verdadero príncipe sería que tuviera un traje de gala y una rosa en su mano, o eso es lo que pensó Marinette en ese momento. No puedo evitar soltar una risa en ese momento.
—Sí que eres un tonto, Chat —dijo—, pero supongo que aceptaré la invitación esta noche —
—Eso me hace de verdad feliz —la tomó del brazo para atraerla a él y darle un beso en la mejilla dejando a una Marinette más sonrojada que antes—. ¿Acaso Chat te comió la lengua? —comentó con ironía.
«¡Maldito pervertido!» gritó en su mente de nuevo pasando de vergüenza a enojo. Al ver este repentino cambió de expresión, el rubio soltó una risa infantil.
—¿Bailamos? —preguntó apoyando una mano en su cintura.
—¿Aquí en la torre Eiffel? No lo sé —comentó con sarcasmo.
Ambos rieron y Chat comenzó a guiarla en cada paso como si la música sonara en ese mismo lugar aunque sólo se tratara del sonido del viento. Cada paso que daban parecía ser totalmente natural como si hubiera sido el destino ponerlos en esa situación. Cada uno se perdió en los ojos del otro sin decir nada pero aun así se decían muchas cosas. Cada uno poseía una sonrisa tierna en su rostro como si él fuera a ser el príncipe esa noche y ella como si estuviera enamorada de él y no de Adrien.
No supieron cuento tiempo se la pasaron viajando en la mirada de cada uno intentando saber que ocultaban, que sentían, que pensaban cada uno. Simplemente cuando se cansaron de bailar, Marinette se quitó sus tacones y se sentó en el borde dejando que el viento desacomodara más su cabello mientras él se sentaba a su lado para abrazarla por los hombros. Sin decir nada, simplemente veían las estrellas como si se preguntaran cuantas historias similares habían pasado así en la historia.
—Chat —lo llamó dulcemente—, quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí —dijo sincera mientras se acostaba en su hombro.
—No tienes que agradecer, lo haría aún si no me lo pidieras.
—Es en serio —alzó su mirada para verlo—. A pesar de que seas un estúpido gato que parece que sólo sabe coquetear conmigo, pude darme cuenta de que eres importante en mi vida y por eso no quiero perderte —prosiguió—, pero mis sentimientos me confunden de tal manera que no sé si debo intentarlo contigo o con Adrien…
—¿A-Adrien? —parpadeó varias veces incrédulo. ¿De verdad estaba hablando de él? ¿No era una simple burla?
—Sí, así se llama el chico que te comenté —
A veces el destino parecía disfrutar de estas ironías de la vida y vaya que hoy era el día de suerte para este gato negro. Chat soltó una carcajada que asustó a Ladybug y se separó de él sin poder creer que se estuviera riendo en su cara.
—No me miras así, mi Lady —intentó tomar un poco de aire—. Es sólo que no puedo creerlo —
—¿No puedes creer qué? —demandó con el ceño fruncido.
—Ahora mismo no puedo decírtelo….
—¡Pero…! —no pudo continuar con sus réplicas ya que Chat Noir puso sus labios sobre los suyos evitando que pudiera decir algo más.
—Sólo te robaré este —dijo una vez separándose—, la próxima vez estarás encantada de recibirlo.
—¿Pero qué…? —las cosas se habían tornado muy rara.
—Ahora no te diré nada —la silencio poniendo su dedo sobre sus labios—. Sólo quiero que te enamores del verdadero yo antes de que decirte todo.
—Chat… —antes de que ella pudiera decir algo más, el chico se levantó de su lugar y ella lo imitó dispuesta a obtener más respuestas.
Para su mala suerte, Chat parecía no ser capaz de revelar sus secretos tan fácilmente, ni siquiera a la mujer que amaba. El rubio de nuevo la cargó al estilo matrimonial para llevarla a casa y acabar definitivamente esta escapada nocturna. Ninguno dijo nada en el camino y eso de cierta manera le daba un ambiente triste a la escena.
—Nos vemos luego, princesa —se despidió una vez dejándola en el balcón y yéndose rápidamente.
Marinette se quedó ahí unos segundos viendo como él se marchaba sin saber esa ansiedad que sentía muy dentro de su ser. Tal vez lo mejor sería ir a dormir y prepararse para un nuevo día. Quería fingir que nada de esto pasó pero estaba consciente de que esos sentimientos permanecerían ahí por quién sabe cuanto tiempo.
Durante las siguientes noches las visitas nocturnas continuaron y parecía que su amistad no había sufrido casi ningún cambio, a excepción de que los sentimientos de ambos crecían cada día y no podían evitarlo. Tal vez esta era la primera vez que el gato negro robó el corazón de una damisela.
Haruka: ¿Qué les pareció? A mi me encantó la idea pero de alguna manera con la parte final no quedé muy conforme. ¡¿Quieren una segunda parte?! Díganlo en los comentarios y lo pensaré, aunque claro, no les prometo nada porque Haruka-sama es una incumplida.
Espero que les gusté este fic y veré si puedo hacer más de esta linda pareja o si posiblemente comience con mis parejas crack en este fandom también xD
Haruka-sama se despide~
Campaña para que inspiración-sama regrese:
Recuerda, ella no trabaja gratis y un review siempre es un buen pago.
