Abrió lentamente los ojos notando como alguien la abrazaba por detrás. Al no estar acostumbrada a tales afectos de cariño se puso nerviosa e inhaló una bocanada de aire. Al hacerlo le llegó esa fragancia familiar y la firmeza en que los brazos de su alrededor la abrazaban era inconfundible.
Un pequeño sonido y un leve movimiento le indicaron que la persona detrás suyo se estaba despertando, así que se giró para quedar cara a cara con nada más y nada menos que su compañero de toda la vida, Seeley Booth.
Vio como Booth abría los ojos y se sorprendió al ver la calidez y dulzura en que radiaban. Hacía mucho que no la miraba así, para ser exactos, des de que había estado con su novia y que ahora, afortunadamente ya no estaba en el camino.
-Buenos días Bones. - Dijo con una cariñosa sonrisa. - ¿Te encuentras mejor?
A pesar que el ambiente era un poco incómodo, el no deshizo su abrazo.
-Em... supongo que me encuentro bien. ¿Porque no debería de estarlo? - Dijo balbuceando las palabras con miedo a saber la respuesta.
-Veo que no recuerdas nada. - En este instante Booth empezó a hacer suaves círculos con sus dedos alrededor de la cintura de Brennan con la intención de calmarla un poco pero haciendo todo lo contrario. - Ayer viniste a mi casa, borracha si me permites recalcar, declarándote y pidiendo perdón por no darte cuenta antes. - Me aclaró.
Ante sus palabras sintió tal vergüenza que le dieron ganas de huir de esa cama, ese piso y de ese país para perderse en uno nuevo y no volver jamás.
Pero en vez de huir solo agachó la cabeza notando un ligero calor subirle hasta la mejillas dejándolas rojas y en evidencia.
-Bones, no te preocupes. Si te hubiera rechazado, ¿estarías ahora en mis brazos y en mi cama?
Al darse cuenta de que había una posibilidad de que esto no fuera fruto de su imaginación, levantó la cabeza para perderse en los ojos de chocolate de Booth. Tenía una sonrisa dibujada en su rostro y con una mano, muy suavemente, le apartó unos mechones que le tapaban la cara. Luego con gesto decidido y a la vez lento, encontraron sus labios en una dulce danza.
Se separaron por falta de aire y lo único que salió de la boca de Brennan fue un suspiro de alivio. En ese momento sonó el timbre de la puerta. Booth la miró otro minuto más a los ojos, le dio un suave beso en la frente y se levantó para atender la puerta.
-Ohh.. Hannah. - Brennan oyó como Booth la recibía en tono de sorpresa.
Hannah. La EX-novia de Booth. No os podéis creer lo mucho que Brennan odia este nombre, esta era la razón que no dejó que este beso que acaba de suceder, ocurriera mucho más antes. Ella sabía que debía dejarles tiempo para hablar pero al oír las historias que Hannah estaba contando a Booth para que volviera con ella la estaban poniendo enferma.
Así que decidió levantarse e ir a ver que pasaba. Al entrar al comedor vio como Booth esperaba pacientemente a que ella acabara sus farsas para luego decirle que lo suyo se había acabado la noche que le había propuesto matrimonio y ella se había negado porque no es de esas mujeres que se casan y viven una vida de casada.
Hannah se giró al momento en que Brennan entraba y la vio de pie al lado de la puerta del dormitorio, le dirigió una sonrisa y le dijo:
-Suerte, suerte a los dos, yo ya lo intenté pero por lo que se ve el solo tiene ojos para ti. - Y con eso se fue.
Esas palabras le dieron coraje y cruzó la distancia que le separaban de Booth. Lo abrazó con todas sus fuerzas y susurró en su oído:
-Ahora viene lo real, dejémonos de sueños y vivamos nuestra propia realidad como siempre hemos querido. - Y al fin se dieron un beso que significaba amor, promesas y un futuro.
FIN
