DISCLAIMER: ESTOS PERSONAJES NO SON MÍOS, PERTENECEN A JK ROWLING Y YO SOLAMENTE LOS UTILIZO PARA PLASMAR LO QUE PASA POR MI MENTE!!!!!

Se lo dedico a Minnie Flint (mi niña y tu ya sabes quién eres) ya que lo pidió con tantas ganas que tuve que hacerlo, aunque lleve años sin poner nada y lo mío no sean estas historias.

El día para Rose

Una esbelta figura pelirroja, embozada en lo que parecía ser una capa de viaje, paseaba nerviosamente por la acera frente a su casa. Esperaba ansiosamente una lechuza con el mensaje que tenía que llegarle y que iba a ser el detonante de una de las peores discusiones que tuviera con sus padres. Hogwarts había terminado para ella dos meses antes y, ahora que estaba a punto de entrar a trabajar en el ministerio, había decidido dejar la casa en la que había vivido su niñez y adolescencia. Era muy común, que después de dejar Hogwarts, los recién graduados no volviesen a casa de sus padres y en muchos casos y debido a la cantidad de invitaciones de boda recibidas por parte de sus amigos y compañeros de escuela, muchos ya planeaban su boda con su pareja de toda la vida.

Sin embargo, ella prefería esperar para el matrimonio. En parte eso se debía a que quería tener su propio estatus y trabajo antes de casarse. Sobre todo, esta idea estaba en su cabeza debido a quién era su pareja. No pensaba aprovecharse del dinero ni la posición de su novio para hacerse un hueco en la vida. Pero esperar para casarse no significaba esperar para irse a vivir con él. Esta parte la había comentado alguna vez con su madre y su padre y la idea no les agradó (sin duda preferían que se fuese a vivir con unas amigas) pero entendían el porqué de la decisión.

De todos modos, no había tenido el coraje suficiente para decirles a su madre y a su padre quién era la persona por la que había perdido el norte y se iba a enfrentar a todos ellos. Él mismo iba a hacerlo durante esa misma tarde y ambos esperaban hacerlo a la vez, por si algo iba mal, poder ayudarse mutuamente. Habían acordado hacerlo cada uno por su parte y sin embargo, la siempre atrevida y valiente Rose, estaba temblando y no precisamente de frío.

El aleteo de la lechuza la sacó de su ensoñación y observó cómo el animal se acercaba a ella para posarse en el buzón de correos y estirar la pata para que pudiese coger el mensaje. La lechuza ya había emprendido vuelo cuando ella abrió el mensaje con manos temblorosas.

"Rose:

Voy a decírselo ahora mismo. He quedado con ellos para tomar el té y les explicaré la situación. Ten valentía y fe en nosotros, nada de lo que digan nos separará.

Scorpius"

Y tal y como lo recibió, con un pequeño movimiento de varita, provocó un incendio y destruyó las pruebas. Miró al cielo que empezaba a oscurecer, respiró profundo dos veces y se dio media vuelta, caminando por la grava hasta la puerta principal. Entró y dejó la capa en el perchero, asió su varita con valentía y entró en el salón. Sorpresivamente, su padre no estaba viendo la televisión cómo normalmente y fue a la cocina, dónde su madre estaba haciendo té.

-Mamá ¿Dónde está papá?- preguntó mientras se sentaba en una de las sillas alrededor de la mesa de la cocina.

-Está con Hugo, intentando arreglar el coche de una vez. Lo que no entiende es que con Magia no funcionará- contestó Hermione Weasley antes de dejar la tetera y las tazas en la mesa mediante un movimiento de varita. - ¿Te encuentras bien? Pareces pálida…

-Sí, estoy bien… sólo que necesito hablar con vosotros, es importante- comentó mientras un escalofrío le recorría el espinazo. Y cómo si Ron Weasley la hubiera oído, apareció triunfal en la puerta trasera lleno de grasa hasta los codos y con una llave inglesa en la mano.

-¡Hermione! ¡El motor se enciende!- comentó alegre…

-Pero a saber que se habrá roto ahora- susurró con una mano en la frente su mujer.

-Papá, Mamá, tengo que explicaros algo… - empezó de nuevo Rose con un hilo de voz.

Ambos se miraron entre ellos y luego miraron a su hija con la expresión del que sabe que un hijo está tramando algo. Se sentaron frente a ella y la instaron a hablar.

-Ya sabéis que tengo en mente marcharme de casa.- Comenzó con voz pausada e intentando que temblase lo mínimo posible. – He encontrado un piso en Londres. Bonito y que me puedo permitir y del que mañana por la mañana ya tendré las llaves…¡Aunque no pienso mudarme todavía!- añadió al ver la cara de su padre.

-¡Muchas felicidades Rose! ¡Me alegra tanto que te hayas convertido en una adulta!- empezó a animarla su madre.

-Sí, el caso es que no es sólo eso lo que os quería comentar. No me voy a vivir sola, me iré a vivir con un chico, con el chico con el que llevo saliendo tres años.

-¿Cómo? –Ron enrojeció de cólera- ¿Quién es? ¿Por qué no nos habías dicho nada? ¿Piensas que dejaré que te marches sin conocerlo?- Estaba levantado y gesticulaba compulsivamente con la llave inglesa en la mano, de una manera bastante amenazante para Rose, pero muy cómica si alguien la veía desde fuera. La expresión de Hermione era otra, ella ya sabía de la relación y de las intenciones de su hija de marcharse, sólo le quedaba saber quién era ese chico.

-Papá, quería presentároslo pero no tuve la ocasión… y una cosa llevó a la otra y... –Rose gesticulaba nerviosamente, de la manera que solamente podía haber aprendido de su padre.

-Bueno, nunca es tarde, tráele a casa, hoy mismo si quieres- dijo Ron, intentando zanjar el tema. Ningún noviete de su hija era capaz de aguantar el acoso y derribo que le tendría preparado.

-Claro, no pensaba marchame mañana y menos sin que él os conociese… pero no sería necesario traerle tan pronto…- Toda la determinación que había ganado en controlar la respiración se estaba yendo al garete.

-¿Y cómo se llama?- preguntó Hermione intentando cortar el hielo y sosteniendo la mano de su hija entre las suyas, para infundirle valor y darle su apoyo.

-Bueno, él… él…- lo intentó con todas sus fuerzas pero las palabras no salían de su boca.

-¿Tendrá nombre, digo yo?- le apresuró Ron para que contestase.

-Bueno… él es… Scorpius Malfoy.

Lo que vino a continuación fue algo previsible. Se oyó el sonido de la herramienta al caer al suelo de manos de su padre y la joven miró a ambos para reconocer su expresión. La cara de su madre era de sorpresa, de que no lo esperaba para nada y su padre… su padre era otro cantar…

Pasó por todos los colores del Arco Iris antes de volver a respirar. Las venas de sus sienes y del cuello se hincharon y su voz, igual que un vociferador, inundó la cocina y la casa entera.

-¡UN MALFOY! ¡DE ENTRE TODAS LAS PERSONAS DEL MUNDO, UN MALFOY! ¡ESTA NIÑA TIENE SERRÍN EN LA CABEZA! ¡UN MALFOY! ¡LA CRIATURA MÁS DESPRECIABLE DEL MUNDO ENTERO! ¡QUÉ TE HA HECHO EH! ¡TE HA HECHIZADO O DADO UNA POCIÓN! ¡VOY A LLAMAR AL MINISTERIO! ¡VOY A DENUNCIARLE POR ATREVERSE A MIRAR A MI HIJA! ¡MALDITO HIJO DE MORTÍFAGO DEPRAVADO Y PERVERTIDO!

-¡PAPÁ! ¡NO DIGAS ESO! ¡NI SIQUIERA LE CONOCES!- Rose, digna hija de su padre reaccionó del mismo modo, se levantó y defendió al chico al que más quería en el mundo, sin importarle estarle gritando a su padre o ponerse roja de furia- ¡NOS QUEREMOS! ¡VAMOS A VIVIR JUNTOS!

-¡ESO ES LO QUE TU TE CREES!

-¡RON! ¡ROSE! Por favor… ¿Creéis que es necesario?- interrumpió Hermione, que ya se había levantado e interpuesto entre ellos. Como madre, podía o no aceptar la relación de su hija, pero lo que no haría sería alejar a Rose de ella, por no aprobar su relación con Malfoy

-¡PERO TÚ HAS OÍDO!- Ron le gritó a ella también, cómo una furia- ¡CÓMO LE HAYA TOCADO UN PELO A MI NIÑA LO MATO! ¡TE JURO QUE LO MATO!¡NO VAS A IR CON ÉL A NINGÚN SITIO¡ ¡EN REALIDAD NO VAS A IR A NINGÚN SITIO NUNCA MÁS!

-¡PERO PAPÁ! ¡NO PUEDES PONERTE ASÍ! ¡NO ME PUEDES OBLIGAR A ELEGIR ENTRE VOSOTROS! ¡ENTIÉNDEME!- Las lágrimas corrían por su rostro cuando se sintió acorralada.

-¡NO TE HAGO ELEGIR ROSE! ¡NO VAS A SALIR NI A VIVIR CON ESE HIJO DE ASESINOS!-

-¡MAMÁ! ¡DILE ALGO POR FAVOR!

-Ron, Rose, creo que deberíamos dejar esta conversación para cuando los ánimos no estén tan alterados. Ahora no es el mejor momento.

-Ni ahora ni nunca, este tema ya está discutido. Mi hija nunca estará con un Malfoy, aunque tenga que encerrarla en estas cuatro paredes.

Rose salió despedida corriendo hacia su habitación sin saber porque no podía tener una relación normal, en lugar de una que tuviese que ocultar por prejuicios adquiridos casi veinte años atrás. Era completamente injusto. Ella sólo quería ser feliz con Scorpius. Se tiró en su cama e intentó ahogar los sollozos con la almohada.

Gracias por leer, en breve pondré las reacciones en casa del Novio de Rose.