capitulo 1- nuevo tripulante

Jack Sparrow miraba su brújula con un disgusto desde la madrugada, no dejaba de quejarse y lanzar maldiciones.

- ¿porque me llevas a esta isla?- le preguntó a su brújula sabiendo que igual no iba a conseguir ninguna respuesta.

La empezó a golpear y agitarla de un lado a otro mientras decía maldiciones, serró los ojos con fuerza y en su mente comenzó a desear ¡lo que más quiero NO esta ahí! ¡no esta en esa isla!.

abrió los ojos al mismo tiempo que hizo con la brújula para esperar algo nuevo pero igual señalaba esa maldita isla.

Dio un suspiro y se dirigió a Gibbs que daba órdenes a algunos tripulantes.

- ¿¡Señor Gibbs!?-

Gibbs voltea a ver a su capitán que no dejaba de mirar disgustado a su brújula.

- ¿si capitán? – preguntó con un poco de curiosidad en su voz.

Jack levanta la mirada y rápidamente sierra su brújula.

- desembarcaremos en esa maldita isla solo por un día, y luego nos largamos ¿de acuerdo?-

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Gibbs estaba sentado en un barril tomando ron en el Perla. Jack le había ordenado que se quedase para vigilar con unos hombres más.

Era un día soleado y el mar estaba hermoso. No había mucha gente y la isla parecía algo sola. A Gibbs le pareció un poco extraño que su capitán los guiara a esta isla, además el mismo parecía que no sabía que asía o que se encontraba en ella.

Dio un suspiro y luego tomo su ron.

Escuchó unos pasos detrás de el y rápidamente sacó su pistola y apuntó a la persona que estaba a sus espaldas, era una mujer, ella retrocedió asustada al ver que la estaban apuntando con un arma.

Gibbs rápidamente guardo la pistola y dio unos pasos hacia atrás mostrándole espacio.

La mujer era hermosa, tenía unos ojos azules como el mar una tez pálida, muy extraño al estar en una isla tan soleada, su pelo era negro pero no se veía muy bien ya que tenía una buen parte de su rostro tapado con unas telas alrededor. Noto que tenía a una pequeña niña que dormía en los cómodos brazos de la mujer.

- discúlpeme señorita, ¿se le ofrece algo?- preguntó Gibbs.

La mujer despierta a la pequeña niña haciendo que abra sus ojos color marrón oscuro, la niña miró a la mujer y luego le sonrió.

- ¿mami? ¿Que hacemos aquí?- preguntó aún sin quitarle la sonrisa de su rostro.

- mami quiere que por mientras vallas a investigar, quiero hablar un ratito con el tío Gibbs- le dijo mientras la dejaba en el suelo, la niña le dio un beso en la mejilla y luego se fue corriendo a investigar el Perla, Gibbs quiso ir tras ella pero la mujer le sujetó el brazo deteniéndolo.

- espera…- Gibbs notó que la mujer usaba guantes y ninguna parte de su cuerpo era descubierto a la luz del sol.

- ¿como sabe mi nombre? ¿Y que ase con la niña?, no puede estar aquí- le dijo Gibbs un poco inquieto.

- por favor… mi hija se llama Luirán tiene cinco años y es muy dulce, a veces puede ser que sea un poco inquieta pero es una dulzura, se párese mas a su padre que a mí… necesitó que se quede aquí, se que va a estar segura- la vos de la mujer parecía agotada, como si estuviera enferma, de una parte de su vestido sacó una carta y se la entregó a Gibbs.

- désela a su capitán, estoy segura de que entenderá… gracias-

- pero…- la mujer ya se había ido dejando a la pequeña niña en el Perla y a un Gibbs muy confundido.

Gibbs suspira y toma un trago hondo y desesperado de su ron, luego mira a la carta, sabía que no podía abrirla ya que era para su capitán pero la curiosidad era irresistible.

- ¿tío Gibbs?- escuchó una vos aguda y pequeña venir detrás de el.

Gibbs voltee y mira hacia abajo, la pequeña niña tenía las manos detrás de la espalda, Gibbs notó que su mirada estaba un poco húmeda.

- ¿mi mami se fue?- la niña estaba aguantándose sus lágrimas.

El se arrodilla para llegar al tamaño de Luirán, le acaricio su cabello marrón tratando de consolarla.

- tu madre dijo que ibas a quedarte aquí por un tiempo…-

Ella sacudió la cabeza de un lado a otro dejando escapar sus lágrimas.

- ella estaba enferma… se va a morir… me va a dejar aquí- la niña no aguantó mas y abrazó a Gibbs.

El no sabía que hacer, nunca tubo hijos, nunca supo como consolarlos o como darles cariño… pero esta niña le hacía sentir diferente… algo en el le decía que le acaricie el pelo y la abrase.

Luirán se tranquilizó y luego se separó de el mientras se limpiaba sus mejillas y ojos con sus pequeñas manos.

- ¿tu nombre es Luirán verdad?- le preguntó con ternura.

- Lu… soy Lu- le corrigió la pequeña.

- Lu… muy bien señorita Lu … vamos a darte algo y me vas contando porque tu mamá te dejó aquí, ¿si?-

Los dos se pararon, Lu le sujetó la mano de Gibbs y se dejó llevar por el mientras caminaba hacia la cocina.

- ¿así que tu mamá te dejó cargo de el capitán Jack?- le preguntó al haber escuchado toda la historia.

La pequeña dio un trago de leche que habían conseguido ya que no había nada para una niña, y luego negó con la cabeza.

- Jacky es el tío Jacky… mi mami hablaba de el muy a menudo y me contaba de sus aventuras y tesoros- le explicaba la pequeña.

- tu… ¿tu mamá lo conocía?- preguntó Gibbs muy interesado.

De nuevo Lu tomó un trago de su leche, cuando levanto su rostro tenía un bigote blanco, ella se dio cuenta y se limpió con su blusa y luego volvió a levantar su rostro con una sonrisa de oreja a oreja.

- no s 'toy segura… nunca me dijo… hablando de Jacky… ¿cuando lo voy a ver?-

- ¿ver a quien pequeña?-

Lu miró detrás de el señor Gibbs con una curiosidad en sus ojos marrones, Gibbs volteo y vio Jack parado detrás de el, sus manos estaban en su cintura y tenía una ceja levantada.

- capitán… puedo explicarlo- dijo Gibbs sabiendo en lo que Jack estaba pensando.

La niña se levantó rápidamente y corrió a abrazar la pierna de Jack.

- ¡tío Jacky!- gritó Lu con una gran sonrisa de felicidad.

- ¡¿JACKY?! ¡Gibbs! ¿Quien es este demonio?- hablaba desesperado y enojado mientras movía su pierna tratando de que la niña se separe.

Lu se separó de el enojada, puso sus manos en su cintura y lo miró desafiadamente.

- ¡no soy un demonio! ¡Me llamo Lu y soy una niña!- le gritó luego se cruzo de brazos y lo examinó – mi mamá te describía mejor- luego le saco la lengua.

Jack no resistió aquella falta de respeto y antes de lanzarle un regaño Gibbs lo detiene.

- capitán… esta niña es hija de una amiga suya… dice que le de esto- susurró mientras le entregaba a su capitán la carta que la mujer le había entregado.

Jack mira a Gibbs con confusión y luego mira a la niña que aún lo miraba fijamente.

- tu madre… ¿cual era su nombre?- preguntó mientras tragaba un poco de saliva.

Aún Lu lo seguía mirando, y cada ves tenía el ceño mas fruncido.

- ¿si tu eras su "amigo" porque no lo recuerdas tu solo?- le preguntó.

Ella escuchó que el suspiró de lo enojado que estaba pero ninguna mala reacción salía del pirata ¿Qué clase de pirata era este? Se preguntó la pequeña.

- porque e tenido bastantes amigas pequeña y no recuerdo mucho su nombre-

- Esmeralda… mi mamá se llama Esmeralda- respondió la pequeña ya desviando su mirada a otro lado.

Jack levanto las cejas de asombro y luego busco algún parecido en la niña de Esmeralda… pero no había mucho. ¿Así que tubo una hija, eh? Se preguntó Jack con un poco de tristeza.

- Esmeralda… - Jack sonrió y luego puso su mano en la cabeza de la niña – ¿así que tu eres su hija?- suspiró – ¿quieres quedarte en mi nave?-

Rápidamente Lu convirtió en sus labios una sonrisa de felicidad y luego asintió.

- muy bien entonces hay varias reglas que tienes que saber pequeña

Ella frunció el ceño y la sonrisa desapareció de su rostro.

- no me gustan las reglas- se quejó.

- a mi tampoco pero este es mi barco y yo no las tengo que cumplir pero su mis tripulantes y si tu vienes al Perla te vuelves una tripulante y tendrías que cumplir todas mis reglas como lo hacen los demás, ¿savvy?-

Lu estaba confundida, Jack había llenado su pequeña cabecita con cualquier palabra que no entendía… y ¿savvy? ¿¡Que demonios era eso!?

- Jacky… -

- ¡primera regla! Soy capitán Jack para ti niña, no Jack, no tío Jack, no Jacky. Soy capitán, ¿entendiste?-

- capitán Jack… ¡no me gusta! Pero sí Jack… ¿puedo decirte Jack y no Jacky ni capitán?-

- otra regla, nunca desobedezcas las ordenes de tu capitán, así que si yo te digo que me digas capitán lo aras, ¿savvy?-

Lu puso los ojos en blanco – sa-savvy…- repitió la pequeña aún sin entender que significaba esa palabra.

Jack le sonríe y luego pone su mano en la espalda de Luirán, ella levanta su mirada para ver unos ojos marrones oscuros iguales a los de ella.

- creo que en el Perla te enseñaré las demás reglas… ¿cual era tu nombre?-

Ella le sonríe – Luirán… pero dime Lu-

- Lu, muy bien ¡señor Gibbs!- gritó Jack aun sin dejar de verla.

Gibbs apareció detrás de el.

- ¿si capitán?-

- lleve a la niña a una cabina… no quiero que ninguno de los tripulantes se atrevan a tocarla porque si me entero les juro que les corto las manos y los tiro al mar para que se queden en el armario de Davy Jones, ¿entendido?-

- si capitán… vamos Lu, te mostraré una cabina muy bonita ¡y va a ser solo tuya!-

Jack pudo escuchar la carcajada de la pequeña, algo en el se revolvió al escucharla pero no sabía por que.

Gibbs sujetó la pequeña mano de la niña y la llevó al Perla mientras Jack miraba con curiosidad a Luirán.

Recordó que Gibbs le había dado una carta así que metió su mano al bolsillo y saco el pedazo de papel.

Lo abrió y empezó a leer.

Jack:

Luirán es la niña mas encantadora y especial que hay en el caribe, cuando la vi nacer y abrió esos ojos marrones supe que se iba a parecer demasiado a su padre, pero el nunca vino a verla.

Suele tener un lenguaje no muy adecuado para una niña de su edad, tiene cinco años y cumple el tres de febrero.

Se que esto es algo inesperado pero yo ya no la puedo seguir cuidado, no con el estado en el que estoy viviendo… o muriendo. Mi enfermedad se ha vuelto incurable, me cuesta respirar y cual quier rayo de sol que cae en mi piel me hace heridas y cada ves son más dolorosas y terribles, me queda poco Jack.

Quería dejarte mi tesoro mas preciado en tus manos, por favor te ruego que la cuides.

Gracias.

Con amor

Esmeralda.

P.S : notaras que se parece mucho a su padre.

¿Conocía al padre de Luirán? se preguntó a si mismo pero ningún recuerdo o respuesta apareció en su mente así que se encogió de hombros y guardo la carta en su bolsillo. Buscó su brújula y luego la abrió, la flecha ya no apuntaba la isla, apuntaba a el Perla, a Luirán.

tratando de mejorar jejeje.