Hola bueno aquí les traigo algo que resulto en uno de esos momentos donde te llega una idea como de rayo, léanlo y espero que les guste y lo disfruten mucho.

Este fic es diferente al anterior que escribí, y eso me parece lo mejor para poder expresar una idea con claridad, estoy segura que ustedes me entienden

Disclaimer: ni la historia de Harry Potter, ni sus personajes me pertenecen, yo solo quiero compartir con ustedes una historia, sin fines de lucro.

,¸¸,ø¤º°º¤ø °°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸

Capitulo 1

TRAICION

La música producida por los instrumentos musicales inundaba los oídos de todos los que estuvieran en la mansión, incluso podía escucharse en los alrededores. Trato de concentrarse al máximo para olvidar su situación, es más juraría que lo consiguió cuando cerro los ojos y comenzó a girar al ritmo de la música hasta que sus piernas golpearon la cama y cayó sobre esta.

Sí de nuevo a la realidad, tenía tantas emociones reprimidas en su interior, ira, miedo, dolor, angustia que al final todas se arremolinaban para convertirse en una profunda incertidumbre en la que se hundía más día tras día, noche tras noche.

Permaneció sobre el colchón tirada como un muñeco de trapo, sintió ganas de levantarse, pero las descarto, no tenía sentido, al fin y al cabo no podría salir de esa habitación, y seguramente aunque hubiera podido no lo habría hecho por temor a encontrarse con uno de esos indeseables.

Se miró una vez más por el rabillo del ojo, antes de hundir el rostro en una almohada, es que aun no podía explicarse porque él le había dado ese vestido, para qué usarlo, otro de sus caprichos, no era de extrañarse, y aun así no le entraba en la cabeza.

- ¡Crac! – escucho una explosión, rápidamente se sentó, y ahí estaba uno de los elfos domésticos, si no fuera porque siempre había estado a favor de sus derechos, diría que lo odiaba, cosa que no le sucedió ni con Kreacher, pero quien era ella para opinar después de todo..

- El amo la esta esperando – dijo murmurando seguramente algo referente a cómo la honorable familia podía tener una sangre sucia, mientras sus manos alargadas y huesudas le señalaron la puerta, que de inmediato se abrió.

Que lindo hubiera sido poder salir corriendo de ese lugar y alejarse hacia donde alguna vez estuvo su hogar, se reprendió mentalmente, y corrigió donde aun estaba su hogar.

En el pasillo la música era más fuerte, esperaba que nadie la viera mientras seguía al elfo. Sus zapatillas eran silenciosas pues pisaba una hermosa alfombra roja, tan pulcra que hubiera asegurado nadie había caminado antes por ahí, en las paredes que eran de mármol, había hermosos candelabros dorados incrustados, las velas ardían con fuerza, era tan lujoso, ni siquiera en sus sueños había estado en un lugar semejante, bueno corrección, ni en la mejor de sus pesadillas.

El elfo la hizo entrar por la puerta que conducía a una de las grandes terrazas, estaba iluminada por la luz de la luna y recargada sobre uno de los pilares podía observar una silueta, escucho cerrarse la puerta, pero siguió caminando hasta salir a la luz de las estrellas.

- Ese vestido, no se te ve nada mal…

- Para ser yo – ella corto su comentario

Él caminó hacia una mesa donde había una botella con hidromiel y unas copas, sirvió el líquido color ámbar en las dos y levanto una mano, ofreciéndole una a la chica del vestido dorado. Ella tomo la copa, del chico que usaba una túnica de gala color negro, hubiera querido no recibirla, pero eso era un lujo que no podía darse.

- Por esta noche – él levanto su copa para brindar.

Si claro era una ocasión importante para todos, pero qué sería de ella, levanto la copa, no podía opinar, dudo por un momento en beber el hidromiel, que tal si tenía algún veneno, bueno hasta ahora aun conservaba la vida, y si la iba perder, por lo menos se libraría de ese infierno de una vez por todas.

Las puertas se abrieron abruptamente y un hombre de porte señorial y altivo entro con violencia.

- Debí suponerlo – el hombre de largo cabello rubio los miro – no hagas que me arrepienta de haberla conservado.

- Por supuesto, solo me divertía – el joven rubio miro a su padre

- Escogiste un muy mal momento, Pansy te esta buscando para anunciar su compromiso – miro a la chica de cabello castaño con repulsión.

- Esta bien, bajo enseguida – respondió el joven.

- Eso espero Draco – Lucius Malfoy salió hecho una furia

- Retírate – le ordeno Draco, hizo sonar una campanita y ¡Crac! De nuevo apareció el elfo que llevo a la chica a su habitación.

Estaba a punto de poner un pie dentro de ese cuarto, cuando sintió una presencia detrás de ella.

- No te preocupes tu miserable existencia terminara pronto – una sonrisa curvo la cara de Pansy – yo misma acabare contigo sangre sucia, cuando Draco y yo estemos casados.

- Empiezo a creer que ese día nunca llegara – respondió Hermione sin inmutarse, cerró de nuevo la puerta, el elfo desapareció y Pansy no pudo decir nada más.

Hermione se sentó en el suelo como muchas veces antes lo había hecho y abrazo sus rodillas, las lágrimas corrieron por sus mejillas dejando un camino salado, la música ahogo su llanto, nadie la escuchaba y a nadie le importaba en la mansión de los Malfoy. Afuera de esas cuatro paredes todo era celebración en el gran salón.

Lucius Malfoy se mostraba orgulloso al lado de Narcisa, su mirada altanera y porte altivo, brillaban en todo su esplendor mientras Draco bailaba en el centro del salón con su ahora prometida Pansy Parkinson.

En esos momentos por fin podía decir que Draco conservaría el linaje puro de los Malfoy, al menos a su parecer algo bueno había salido de estar tanto tiempo en ese colegio simpatizante de impuros "Hogwarts".

Pansy miraba a Draco mientras se movían al compás de la música que tocaba una orquesta de brujas y magos dirigiéndolos con sus varitas – ¿te preocupa algo?

El le lanzo una mirada de hielo – acaso olvidas con quien estas hablando – por supuesto que no lo hacía, de ser así le habría comentado la idea que le cruzaba la mente desde hace tiempo, pero tenía miedo de que se mofara de ella en su cara, sería horrible para ella hacer el ridículo ante su prometido.

La mayoría de los invitados, mejor dicho todos, eran respetadas familias consideradas sangre pura, y por lo tanto mortífagos o simpatizantes a la causa, un motivo más para que el lujo y el poder fueran los invitados de honor al compromiso de Draco Malfoy y Pansy Parkinson, la unión perfecta como todos pensaban.

,¸¸,ø¤º°º¤ø °°º¤ø,¸

Corría y corría, pero no podía escapar, todo era demasiado confuso, estaba rodeada, intentaba defenderse pero no era capaz de hacerlo. Se enderezo rápidamente antes de abrir los ojos, después miro frente a ella, sí ahí permanecía como todos los días la pared vacía que le recordaba donde estaba, se puso una mano en la frente, estaba sudando.

- ¿De nuevo otra pesadilla Granger? – ella volteo hacía un lado, no podía ser, era Draco, pero que estaba haciendo, cuánto tiempo llevaba mirándola mientras dormía, sabía que en ese lugar la acosaban eternamente miradas de desprecio, pero ya ni dormida podía evitarlas. El no debería estar ahí, hubiera debido estar en su habitación descansando de la fiesta o en cualquier otro sitio.

- ¿En qué puedo servirte? – qué otra cosa podía decir, si por ella fuera le habría lanzado un encantamiento, pero tanto tiempo había pasado, que dudaba fuera capaz siquiera de agitar una varita decentemente.

Draco estaba sentado en una butaca con los pies extendidos sobre la única mesa de la habitación – Así me gusta – sonrió satisfecho – quiero que vengas conmigo a Diagon Alley, así que ponte algo adecuado.

El joven rubio cerro la puerta al salir, Hermione deseaba correr cuando el elfo domestico abriera la puerta y huir. Draco siempre cerraba su puerta con magia desde el principio, estaba encantada y nunca podía abrirla, es más aunque siempre estuviera abierta de par en par no podría salir de esa maldita mansión.

Estaba recogiendo su cabello cuando ¡Crac! el espantoso elfo apareció y le indico que lo siguiera como siempre. Llego a la estancia, Draco miraba a través del ventanal y cuando escucho los pasos se dirigió a la chimenea. Le ordeno al elfo que se marchara y de inmediato desapareció.

- Quiero que tu vayas primero, colócate en la chimenea – Hermione hizo lo que le ordenó, después le acercó un tazón que parecía antiguo y valioso, contenía los polvos flu, ella tomo un puño y dijo con voz fuerte y firme – Diagon Alley – las llamas color esmeralda la envolvieron y se esfumo de la casa de los Malfoy.

Abrió los ojos, estaba en "Borgin and Burkes" que ahora tenía un aspecto más escalofriante que de costumbre o al menos eso era lo que le parecía a ella. Todavía no era capaz de salir de su asombro cuando la chimenea se encendió de nuevo y de ella salió Draco. El no le dirigió la palabra, solo siguió caminando al mostrador, donde el señor Borgin, un poco más encorvado por el paso de los años y con su grasiento cabello blanco de inmediato se dispuso a atenderlos.

Ella no se acerco, no se necesitaba ser un genio para saber que tipo de asuntos tenía que tratar y prefería mantenerse lo más al margen que se pudiera, además odiaba tanto ese lugar, más de lo que pudo imaginarse algún día lo haría, en cierta forma sospechaba que estaba relacionado con sus desgracias.

Era desagradable, había cráneos y eso que estaba en un estante parecía, no de hecho era la cabelza de un troll, y a su lado estaba un cuerno de dragón, trato de mirar hacia la puerta.

- Espera el paquete que te dará el señor Borgin y después me alcanzas en tres escobas¿entendiste?

- Sí, perfectamente – ella asintió controlando la repulsión que le producía Borgin and Burkes.

Todo había cambiado esos últimos 5 años desde que se descubriera y aceptara el regreso de Lord Voldemort, Diagon Alley no era el lugar pintoresco dónde magos y brujas iban y venían comprando todo tipo de artículos, túnicas, escobas, dulces, libros, calderos, varitas, ahora todo eso no era más que un recuerdo.

El callejón Knockturn parecía haber conquistado Diagon Alley, todo era siniestro, los pubs se habían convertido en lugares peligrosos. Los buenos negocios habían cerrado sus puertas debido al temor a los mortífagos, otros habían muerto, y solo aquellos simpatizantes de Lord Voldemort se instalaban con ofrecimientos de artículos de artes oscuras.

Una figura desde las sobras observo al rubio salir de Borgin and Burkes y entrar a tres escobas, tenía su vista clavada en sus movimientos.

Por fin el señor Borgin dijo – disculpe la tardanza, aquí esta el pedido del señor Malfoy.

Hermione extendió los brazos para tomar el paquete envuelto en un papel color verde oscuro, Borgin miro a la chica detenidamente.

- Interesantes brazaletes los que usa – ella rápidamente cubrió sus muñecas con las mangas y no dijo nada, solo salió lo más rápidamente que pudo.

Se dirigía hacia tres escobas cuando una mano la jaló por la muñeca, ella se asusto, alguien la había atrapado, en ese lugar todo tipo de rufianes abundaba, estuvo a punto de gritar pero una mano cubrió su boca.

Quién la había capturado le quito la capucha negra de la capa que ella usaba, dejando al descubierto su hermoso rostro y su cabello, la persona frente a ella también se descubrió la cabeza y casi sufre un shock de la sorpresa que se llevó.

- Hermione…. – su voz dudo - ¿eres tu? – La miraba fijamente – tenía que saber si eras tu o estaba frente a una visión.

Si no la hubiera estado sujetando por los hombros, se habría desplomado al ver a Harry, de la pura impresión, se le olvido respirar por unos segundos.

El la abrazo con fuerza, comprobando que no iba a desaparecer cuando intentara tocarla.

- Pero, por qué todo este tiempo no te comunicaste con alguien – Harry se separo de ella, su mirada se puso melancólica – pensamos que – su voz se quebró – que habías muerto con Ron aquel día.

Ella se volteo dándole la espalda – creo que él tuvo suerte – murmuro en voz muy baja, apenas pudo escucharla.

Harry busco su mirada – qué te ha sucedido, dónde has estado, no has hecho tanta falta, todos tus amigos te extrañamos y como miembro de la orden, pues las misiones no has sido lo mismo sin ti, sobre todo en…

Hermione le cubrió los labios con una mano, en la otra aun sostenía el paquete – no debes decirme eso, no a mi.

Harry se extraño – Pero qué te sucede y por qué estabas en "Borgin and Burkes", de ahí salio Malfoy.

El no comprendía nada, pero de repente algo cruzó por su mente, dio un paso atrás, alejándose de ella, no era posible, como podía estar en Diagon Alley.

- No me digas que estas con Malfoy – la miro horrorizado como si fuera un monstruo, alguien a quien nunca había conocido, de pronto el rompecabezas se unió.

- Harry las cosas no son como tu crees – ella casi lloraba

- No, tu no puedes ser una traidora – empezaba a gritar.

- No lo entenderías – ella no podía mirarlo – estuvo fuera de mi alcance.

Malfoy había concluido sus asuntos en tres escobas y estaba afuera, con cara de fastidio, volteando para todos lados, buscando a alguien.

Hermione lo vio desde donde estaba – Harry perdóname, tengo que irme – salio a reunirse con Draco.

Harry no podía creer que fuera la Hermione que había conocido, todo eso debía ser una broma. Salio detrás de ella sin importarle exponerse.

- Ya era hora, comenzaba a cansarme – Malfoy tomo el paquete

- Hermione – una voz grito detrás de ella – por qué no vuelves con nosotros

Draco vio a Harry y de inmediato saco su varita – Potter qué es lo que haces aquí – rió –no saldrás vivo.

- No te metas – también saco su varita apuntándole al joven rubio – Hermione te llevare a casa.

Malfoy rió cínicamente – claro llévatela, si es que ella se quiere ir contigo Potter, con el grandioso Potter.

Hermione miro a Harry desolada – Lo siento Harry no puedo.

- Hermione tu no puedes ser un traidora, qué te hizo Malfoy.

- Miran quien habla de traición ¿o no? Granger, quienes se olvidaron de ti todo este tiempo como si nunca hubieras existido.

Ella contuvo la rabia, Harry estaba por agitar su varita al igual que Draco, pero Hermione se puso en medio de los dos.

- No insista Harry, ni tu puedes salvarme, esta es una pelea inútil – dijo muy segura de sí. Permanecía en el centro con los brazos extendidos – ya nada es igual entiéndelo – empezó a gritar – vete no tienes nada que hacer aquí.

Camino hasta llegar al lado de Draco – Ya la escuchaste Potter – se dio media vuelta y camino, Hermione lo siguió hasta que los dos desaparecieron de la vista de Harry.

No podía creer que Hermione los hubiera traicionado, esa no era ella, probablemente era resultado de una poción multijugos, eso debía ser.

,¸¸,ø¤º°º¤ø °°º¤ø,¸

De regreso en la mansión de los Malfoy, salió de la chimenea y vio una figura, pronto Draco también regreso en medio del resplandor verdoso.

- Hijo, Lucius te ha estado buscando, ven conmigo – Narcisa extendió un brazo hacia Draco, miro con desprecio a la chica – Tu qué estas mirando, vete de aquí.

Si de nuevo a su prisión, pero la prefería, era mejor estar encerrada que tener que soportarlos.

La joven castaña se retiro y Narcisa condujo a su hijo a la reunión que Lucius había organizado en su propia casa, ella a pesar de apoyarlo incondicionalmente no podía evitar temer por la seguridad de todos, tarde o temprano se verían afectados por la guerra declarada entre los seguidores del señor tenebroso y quienes se le oponían.

Draco entro en la sala donde se llevaba acabo la reunión, los magos estaban sentados alrededor de una mesa alargada, se sentó en la primera silla que tuvo a su alcance.

Su tía Bellatrix Lestrange y Rodolphus eran los que dirigían esa sesión, estaban hablando del plan que tenía el señor tenebroso para derrocar al ministerio de magia, así quitarles la poca esperanza que les quedaba a los magos y brujas traidores a la sangre, esos simpatizantes de muggles.

Según el plan trazado irrumpirían en el ministerio, como lo habían hecho para buscar la profecía de Potter y Lord Voldemort, así acabarían con todos los que no se sometieran a las ordenes del señor tenebroso y le juraran lealtad, de esa manera, destruirían el poco soporte que quedaba en el mundo mágico y le demostrarían una vez más a todos lo implacable y poderoso que Lord Voldemort era, su ejercito de mortífagos era una ola devastadora. Eso sin contar que por el momento se habían asociado con Fenrir Greyback, quien escuchaba a Rodolphus en espera de que algo no le agradara.

Narcisa esperaba en la estancia, a pesar de que ella era simpatizante del señor tenebroso no era mortífaga y no participaba activamente en las batallas, y temía más que nunca por la vida de Lucius y Draco, una horrible angustia la invadía cada vez que se preparaban para atacar, todo habría sido mejor si su hijo, no hubiera tratado de expiar las culpas de su padre para con Lord Voldemort, cuando le había ordenado matar a Dumbledore y casi pierde la vida en manos de ese insufrible de Harry Potter.

Hermione estaba muy alterada por su reciente encuentro con Harry, como le hubiera gustado explicarle porque estaba con Malfoy, decirle que no tenía opción estaba a punto de llorar de nuevo cuando la puerta se abrió, entro la única persona en esa casa que iba a verla, ni siquiera los elfos domésticos la consideraban más que inmundicia.

Draco cerró con su varita la puerta detrás de él, Hermione tenía los ojos cristalinos por las lágrimas contenidas.

Camino hacia ella – pensé que en todo este tiempo ya no podrías llorar más, que ya te habrías cansado de hacerlo.

Ella estaba sentada en la cama, bueno si a eso se le podía llamar tal cosa, tenía una colchoneta con resortes por todos lados y con una base tan desgastada que cada día le sorprendía no despertar en el piso.

Draco se sentó en el suelo y coloco su cabeza en el regazo de ella. No dijo nada, había veces en que él la conmovía, tal vez más que eso, a pesar de todo, pero por qué. Enredo sus delgados dedos en su dorado cabello y lo acaricio.

- Draco… - estaba a punto de preguntar algo.

- Solo cállate Granger, es que no puedes mantener la boca cerrada – el no la dejo hablar – me voy tengo unos asuntos que arreglar.

- ¿A dónde vas? – tenía que saber.

- Eso no es tu asunto, no se por qué siempre lo preguntas, sabes que no te lo diré. No se movió de su lugar.

- Lo se pero quizás esta vez sería diferente – lo miraba con tristeza en sus ojos.

,¸¸,ø¤º°º¤ø °°º¤ø,¸

Aun recordaba el día en que Draco Malfoy le había dicho que se iría, probablemente a una de esas peligrosas y mortales batallas.

Tenía días encerrada en esa misma habitación, nadie se había molestado en ir siquiera para saber si estaba viva, mucho menos para alimentarla. Su cuerpo le reclamaba, pero lo ignoro, estaba tan asustada por el que la ignoraran más de lo acostumbrado, porque eso solo significaba una cosa que Draco no había vuelto, el no regresaba. Por Merlín, la idea empezaba a sofocarla y si estaba muerto, si había desaparecido en medio de disparos de varitas o algo peor las posibilidades eran infinitas.

Trato de reflexionar, por qué le importaba tanto la suerte de Malfoy, si el no regresaba sería libre para siempre, no, eso solo era una ilusión, si el no regresaba, los Malfoy la matarían en ese momento, o la dejarían a merced de mortífagos para ser torturada, después de todo ella perteneció a la Orden del Fénix y los rebeldes.

Tal vez la dejaran a merced de Pansy Parkinson que desde que la vio de nuevo solo esperaba la oportunidad perfecta para lanzarle algún maleficio.

Veía el techo, se encontraba tirada en el suelo, se sentía tan débil y sin ganas de nada que no tenía intención alguna de levantarse, sus brazos y piernas no le respondían, si tan solo supiera que estaba pasando fuera de esas paredes, nunca pensó que podría desear tanto ver a Draco. Probablemente eso solo era un indicio de que se estaba volviendo loca. O estaba delirando por todo lo que le sucedía.

FIN CAPITULO 1

,¸¸,ø¤º°º¤ø °°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸°º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸ °º¤ø,¸¸,ø¤º°°º¤ø,¸

Bueno así concluye este capitulo, espero que les haya gustado y quieran seguir leyendo, para saber como termina.

Si pasan a dejarme un review me encantaría para saber si les ha gustado y si quieren saber que pasa en el siguiente capitulo, para comentarme algo o tan solo para decirme que si lo leyeron.