Hola!, presento aquí esta historia que tantas alegrías me ha dado en una pagina bastante conocida del slash. Como no, es un Harry/Draco y es que es mi pareja favorita, y ahora mismo me cuesta escribir otra cosa que no sea de ellos (lo se me he estancado), como avisos diré que hay MPREG y que hay escenas de LEMON en algunos capítulos. En fin que espero que os guste, y sí, soy Eve Malfoy.

Por cierto como soy así de guay, guardo los capítulos numerados y no con los títulos originales, por eso he tenido que cambiar algunos, puesto no recuerdo como los denomine en la otra página. Mil perdones si veis alguna licencia literaria (faltas de ortografía, para Don Camilo José Cela) y podéis criticar a gusto, se aceptaran de buena gana, todo los consejos para mejorar.

Muchas gracias por leer, y muchos besis.

Disclaimer: Todo los personajes pertenecen a J.K Rowling, y yo los utilizo para uso y disfrute personal y sin ánimo de lucro.

El ruido del despertador le sobresaltó, tanto que instintivamente estiró la mano hacia la mesilla y tomó su varita. Abrió los ojos y comprobó que el maldito aparato se movía y pitaba sin parar. Lo apagó de un manotazo.

Hora de ir a trabajar.

Se estiró en la cama y pataleó las sabanas hasta el fondo, desnudo completamente rodó sobre la cama para quedar boca abajo clavó las manos en el colchón y de un brinco se puso de pie. Se rascó la barbilla

Empecemos bien el día – de la mesita cogió el mando del equipo de música – Cris alégrame el día – le dijo al equipo cuando Yellow, de Coldplay comenzó a sonar - ¿Quién diría que te utilizo para dormir todas las noches, eh Cris?

Se bajó de la cama y avanzó hasta el baño con la música de fondo, después de mear y agitar la cabeza al ritmo de los primeros acordes de la canción se metió en la ducha

look at the star, Look how they shine for you – berreó bajo el chorro de la ducha - And all everything you do, Yeah, they were all yellow – comenzó a frotarse la espalda con la esponja, y despues el pecho - I came along, I wrote a song for you, and all the things you do, and it was called yellow.

Terminó la ducha casi al mismo tiempo que Trouble dejaba de sonar, apagó el aparato antes de que la siguiente canción le produjera un sopor del que no podría despertar en todo el día. Cris Martin tenía la extraña capacidad de volverlo loco con 3 canciones, Yellow, Trouble y Speed of Sound, y matarlo de aburrimiento con las demás.

Salió de la habitación embutido en unos pantalones vaqueros demasiado ajustados y que uno de sus compañeros de trabajo le había dicho que causaban impotencia y esterilidad. Lo último no le importaba mucho, lo primero sí, pero es que aquellos pantalones le hacían un trasero digno de mirar. Muchos hombre, gays o no, se volvían en la calle para admirarlo.

Camino descalzo hasta la cocina y se preparó un cuenco lleno de cereales, vertió la leche y con la cuchara en la mano empezó a ojear el periódico. La cucharada se quedó a la mitad de su boca, cuando el timbre sonó. Bufó desesperado y se acercó a la puerta,

Buenos días, Granger – le dijo sin mirar a la mujer que esperaba en la puerta - ¿algún día me darás más de quince minutos para arreglarme?

Si, te levantaras antes… - se quejó dejando su abrigo y su bolso sobre el sofá rojo - ¿Qué hay para desayunar?

¿No tienes dinero para comprar comida? – se quejó

Me gasto mi sueldo en ropa, lo sabes – le sonrió mientras rebuscaba en la nevera.

Granger

¿Sí?

¿Cómo hemos llegado a esto? – la castaña sacó un trozo de tarta de queso en la nevera.

Eh… pues…. Somos compañeros de trabajo.

Lo se… pero… ¿en que momento, colarte en mi casa se convirtió en algo habitual?

Pues desde que empezaste a abrirme la puerta – se llevó el primer trozo a la boca – esta buena, ¿la has hecho tú?

Sirius – dijo

Jajajaja – se rió con ganas

En serio… ahora le ha dado por la repostería – abrió el periódico por la sección de deportes – el embarazo lo esta volviendo loco, o eso dice mi padre.

¿no estas contento por tener un hermanito?

Es el tercero – masculló mientras tragaba los cereales – Se pasan el día jodiendo.

¡Oh… dios! No seas tan explicito ¿quieres?

Mucho tiempo por recuperar

¿eh?

Mi padre, dice que tienen mucho tiempo por recuperar, como Narcissa les estropeó la jugada…

Tu madre no hizo eso, y lo sabes.

Lo que sea, oh… mira podemos ir a ver esta película mañana.

No puedo, tengo que pasarme a ver a Molly.

Oh… ya – se encogió de hombros.

Sabes que serías bien recibido, te están muy agradecidos por lo que hiciste por Gyn y Ron.

Para lo que sirvió – terminó el desayuno – voy a por una… ¡mierda! – exclamó al ver como su localizador se iluminaba – Me buscan

Nos buscan – dijo sacando el suyo.

Dame cinco minutos.

Cinco Draco… no diez, ni quince… como siempre – Draco dejó de oírla cuando se encerró en la habitación.

Hermione aprovechó para rebuscar entre los libros de su compañero y amigo. Tras la guerra Hermione se quedó completamente sola, con Ron y Gyn muertos no tenía a nadie, y cuando ingresó en la academia de aurores y Draco fue designado como su compañero, creyó morirse.

Hasta que lo descubrió. Draco ya no era el mismo, la guerra, la muerte de su madre le habían cambiando, y dejaron a la luz, a un Draco mucho más vivaz, y vital. A Hermione le desbordó por completo la sinceridad del rubio, y se quedó prendada de sus ganas de vivir. Fue su tabla de salvación cuando la soledad se adueño de ella, y le estaría eternamente agradecido.

Oye, sangre sucia – hacia años que aquello se había convertido en un mote cariñoso y no un insulto

Dime hurón

¿Salimos a cenar después del trabajo?

Vale, por que no… pero no me lleves a un local de ambiente, estoy harta de que me entren las tías.

Vale… hoy escoges tú.

Genial – Hermione sabía que terminaría en Cats, rodeada de mujeres que intentaban llevársela a la cama, y Draco empotrando contra a la pared a uno de esos chicos de apenas 20 años.

Como siempre llegaron tarde al trabajo y Jones el jefe de su unidad, la unidad ZERO la de más elite dentro de los aurores, les esperaba visiblemente irritado.

¿Existe la posibilidad de que alguna vez lleguéis a tiempo?

Eh… - Draco iba a comenzar a hablar pero Hermione le dio un codazo.

Sino fuera porque sois mis dos mejores aurores, hace mucho que estaríais de patitas en la calle

Jones, nosotros también te queremos – Draco se sentó sobre la mesa de su jefe, mientras Hermione intentaba hacer que se levantara tirando de su túnica – Granger, me vas a estropear el uniforme – le dijo – Y bueno, ¿Qué era eso tan urgente?

Han robado en Gringots

¿Qué? – preguntaron ambos a la vez

Pero… - Draco pestañeó un par de veces – espero que la cámara de mi padre este intacta

Idiota – Hermione le dio un coscorrón en la cabeza – Pero jefe, eso es imposible nunca antes…

Ya se que parecía imposible, pero han entrado y se han llevado el contenido de la cámara 232

¿Quién es el dueño?

El ministro

Oh.. – Hermione boqueó aquello no le gustaba.

Os quiere en su despacho – miró su reloj – hace media hora, así que…

No le dieron tiempo a un grito más, salieron corriendo hacia el ascensor para subir a la ultima planta donde estaba el despacho del primer ministro, Wayne Summers, era un hombre de mediana edad, maduro y atractivo – había muchos votos femeninos y algún que otro masculino porque según la revista Corazón de Bruja tenía la sonrisa más sexy del mundo mágico – pero con un humor de perros, aunque era un buen ministros, llevaba 4 años en el puesto y había hecho mundo por el Londres mágico, destruido tras la guerra, y arruinado tras los duros y funestos años de la posguerra.

Adelante – dijo cuando tocaron a la puerta – Vaya, esperaba más puntualidad – les dijo volviendo la vista a los papeles que tenía en la mano.

Ya sabe, la red floo se satura enseguida – comentó Draco

Sentaos – miró al rubio – y deja la excusas para cuando te las pidas

Si, señor – no le gustaba nada aquel hombre, pero era el ministro así que no tenía otra que hacer, más que asentir.

¿Jones os ha informado?

Más o menos – le dijo Hermione

Bien, anoche entorno a las tres de la madrugada, dos individuos entraron en Gringots y se llevaron el contenido de la camara232.

Ya… - aquello le parecía lógico a Draco – perdone pero…

¿Quiere saber que hay en la cámara no? – Draco asintió – supongo que si van a poner su vida en peligro… - les miró detenidamente – La cámara contenía una dirección.

… - los aurores se miraron sorprendidos.

La dirección donde reside actualmente, Harry Potter.

… - Hermione emitió un gritito de sorpresa y se llevó la mano a la boca – Harry… pero… ¿estaba…? ¿ellos nos dijeron que…?

Que estaba muerto lo se – prosiguió el ministro – fue él mismo quien nos lo pidió, no quería seguir teniendo relación con el mundo mágico, y el consejo de ancianos pensó que se lo debían, al fin y al cabo el mundo que conocemos hoy se lo debemos a él.

Se que para usted – miró directamente a Hermione – es una noticia dura, se que eran amigos, pero el señor Potter nos pidió que no se le comunicara a nadie su supervivencia, y eso hemos hecho.

¿Quién querría la dirección de Potter?

Mortifagos, caza recompensas… la cabeza de Potter tiene precio para muchas familias de mortifagos – les explico el ministro – solo tenemos su dirección para protegerlo.

Potter puede defenderse solo – Draco lo había visto luchar, y estaba seguro que ningún mortifago podría con él.

Hay un pequeño inconveniente. El señor Potter perdió toda su magia tras la batalla final

¿Qué? – Hermione se levantó de repente y se sentó avergonzada tras ver como el ministro la observaba – Yo… disculpe…

Está bien, es una noticia impactante – añadió – bueno están aquí, porque me he puesto en contacto con el señor Potter y no quiere moverse de donde está, y – hizo una pausa – Harry salvó a mi mujer y a mi hija, en una de las misiones que llevó a cabo antes de la batalla final, le debo mi felicidad, y aunque ese maldito cabezota no quiera entenderlo está en peligro, por eso necesito que vayáis a custodiarle.

¿Qué? – ahora fue Draco el que se levantó, pero este no volvió a sentarse – No pienso hacer de niñera para Potter.

No tenéis opción – le explicó – hay unidades de todos los departamentos trabajando en el robo, pero necesito a los mejores para protegerlo.

Descuide lo haremos

No… yo no – se quejó el rubio cruzando los brazos sobre el pecho – Me niego a pasarme el día vigilando a ese cuatro ojos.

Draco, cállate – le ordenó Hermione y el rubio murmuró algo como "arpía" antes de tomar asiento – No se preocupe señor Summers, Harry estará a salvo con nosotros.

Estupendo – les entregó un sobre – aquí esta su dirección, hemos conseguido para vosotros el apartamento de al lado

Ah… no… eso si que no, no pienso mudarme – a Draco le encantaba su apartamento en Nothing Hill, le había costado mucho trabajo conseguirlo.

Lo haremos – Hermione cogió el sobre – Vamos

Nadie debe saber esto – miro a Draco – Ni siquiera su padrastro, es de vital importancia que todo quede en el más absoluto secreto.

Así se hará.

Hablaré con su jefe para explicarle lo que ocurre

Se despidieron del ministro e inmediatamente cada uno se dirigió a su casa para recoger sus cosas, como siempre Hermione estuvo lista mucho antes que Draco, así que una hora después estaba llamando a la puerta del rubio.

Te voy a dar una copia de las llaves – se quejó mientras se ponía una sudadera blanca – total, pasas más tiempo aquí que en tu casa.

Es que es mucho más bonita – miró las maletas del rubio – Draco, no vamos a emigrar a Siberia.

Necesito mis cosas – se defendió – a saber donde vive Potter ¿has abierto el sobre?

No, esperaba hacerlo contigo – le dijo sentándose en el sofá

Hazlo

De acuerdo – rasgó el sobre y miró el contenido del mismo, sonrió - ¿hablas español?

Sí, ¿por?

Nos vamos a España

Viajaron mediante dos trasladores, el primero les dejó cerca de Paris, en una sucursal de transportes mágicos, el otro en plena Gran Vía. Hermione sacó la dirección del bolso y se la tendió al taxista, un hombre de aspecto afable les habló de sus hijos mientras conducía.

Hermione muy educada escuchaba atentamente las explicaciones del hombre, mientras que Draco resoplaba y miraba por la ventanilla del coche. Más le valía al jodido héroe vivir en un buen barrio, con hombres guapos alrededor o le haría la vida imposible.

Llegamos – le dijo Hermione sacándolo de sus pensamientos.

Estaban en pleno casco antiguo, cerca de la plaza mayor, en una pequeña calle que solo tenía una salida. Draco levantó la vista y se fijo que era antiguo pero que estaba restaurado, solo tenía dos plantas y en el bajo había una librería.

Oh, dios… no podías ser… buaghhh

Al menos siente nostalgia – dijo Hermione emocionada cuando comprobó que la librería se llamaba Gryffindor – Vamos, me muero de ganas por verle.

Claro, ahora te encandilaras con Potter y te olvidarás de mi – puso un puchero – te lo recordaré siempre.

Draco, no seas tonto – le besó la mejilla – vamos.

Entraron en la librería, era bastante grande tenía una zona principal donde había números estanterías donde los libros se dividían por géneros y autores, arriba había unos pequeños pasillos que contenían más libros, al fondo el mostrador y aun lado la zona infantil.

Buenos días, ¿puedo ayudarles? – una chica rubia y de entre veinte y veinticinco años les sonrió amablemente

Si, vera, queremos hablar con Harry

¿Perdón? – la chica se les quedó mirando

Harry Potter, el dueño de la librería – explicó Hermione

Lo lamento, pero creo que se equivoca, el dueño de…

María, yo les atiendo – Harry salió de la trastienda

Harry – la castaña corrió a fundirse en un fuerte abrazo con el que en un tiempo fue su mejor amigo – Dios, yo… pensaba que … y cuando… oh.. Harry

Aidan – le dijo – ahora soy Aidan – le explicó.

Oh… yo… lo siento.

No importa – la volvió a abrazar con fuerza – Estás muy guapa

Tonterías, tú si que estás bien – Harry ya no lucía sus gafas redondas, directamente ya no usaba lentes, tenía el pelo algo más largo y barba de un par de días, vestía un pantalón negro y una camiseta roja de manga larga, estaba un poco más alto y fuerte de lo que Hermione recordaba.

Supongo que Wayne os envía

Bueno, podéis mandarle recuerdos de mi parte, pero estaré bien – les dijo – tengo que volver al trabajo.

Potter, no vamos a ningún lado – Harry observó al rubio detenidamente.

No quiero relaciones con el mundo mágico – le dijo mirándolo fríamente.

Potter, nunca me ha importado lo que tú quisieras, ¿Por qué iba a empezar a hacerlo ahora?

Basta, no estamos en la escuela – Hermione detuvo la pelea.

No quiero veros por aquí – miró a la castaña que agachaba la cabeza – lo siento Herms pero, ahora no necesito más cambios en mi vida.

Aidan – una voz en la trastienda.

Voy – respondió – tengo trabajo, lo siento.

No vamos a irnos Potter, tenemos el apartamento junto al tuyo

¿Qué? Voy a matar a Wayne es un maldito paranoico.

Harry, pero…

Aidan – le corrigió

Lo siento, Aidan, pero podrían venir a por ti y tú…

No podría defenderme lo se, pero no necesito magia para defenderme, hay otras formas – sonrió – si me disculpáis tengo trabajo – el moreno desapareció tras la cortina roja que cubría la entrada a la trastienda de la librería.

Vaya con el carajada

No le llames así.

Hermione, le ha faltado el canto de un galeón para mandarte a la mierda.

Está asombrado, nada más.

Ya, claro – miró alrededor, Potter no se lo había montado mal – vamos al apartamento quiero darme una ducha y buscar chicos guapos – sonrió.

Estamos en una misión.

Cumpliré mejor con mi misión si estoy satisfecho – se acercó a ella y la abrazó con fuerza – Y lo siento, pese a ser muy guapa, no eres mi tipo.

Idiota – pegó un puñetazo en el hombro de su amigo y salieron de la librería bajo la atenta mirada de un par de ojos verdes.