Disclaimer: Ni Get backers ni las canciones de Zoé ni Candy me pertenecen.
Advertencia: Espero que alguan vez hayan visto Candy y también hayan escuchado las canciones del grupo Zoé. Si no los conocen, ojalá puedan oír la canción en cuestión en su sitio oficial. A mí no me gusta le grupo, pero en fin, disfruten la historia.
Era un día como tantos otros: transportar mercancías, matar a quienes se interpusieran en el camino, jugar un poco con los Getbakcers… nada nuevo bajo el sol. Mientras miraba a la gente pasar a través de la ventana de su departamento, Akabane pensaba en el sinsentido de la vida de Candy. ¿Candy, la protagonista de un anime extremadamente cursi que todos hemos visto alguna vez?
Hacía una semana que, ante el insoportable aburrimiento del Dr. Jackal, Lady Poison había pensado que tal vez su compañero podría divertirse viendo algo de buen anime. Y como Himiko era fan de las series Shojo, creyó que era buena idea prestarle uno de los clásicos de todos los tiempos: Candy Candy.
Al principio, Akabane creía que Himiko se había burlado de él. ¿Desde cuándo estaba interesado en la vida de una pobre huérfana y sus amores malogrados¿Podía soportar más de una hora viendo como Candy se deshacía capítulo tras capítulo en un mar de lágrimas? Definitivamente, era una pérdida de tiempo. Sin embargo, cada día, al volver de sus ocupaciones habituales, no podía evitar prender el DVD y ver otro episodio más.
Hoy, precisamente, estaba especialmente conmovido. Acababa de ver la muerte de Anthony y se preguntaba que sería de la pobre Candy ahora que el amor de su vida había fallecido tontamente al caer de un caballo. "¿Pero cómo, querida Candy, cuando parecía que habías encontrado la felicidad, todo se vuelve negro de nuevo? Parece que tu destino es sufrir. Pero, para tu desgracia, tu desdicha es mi entretenimiento vespertino".
"Estás escuchando los 40 principales, con las rolas más pedidas del…"
- O sea ¡súper cool! – dijo irónicamente Ban
- ¡Ban chan¿En serio te gusta esa música¡Y yo que pensé que la odiabas! – le respondió Ginji
- Creo que, como de costumbre, no has entendido ni jota – pensó Ban y, luego en voz alta - ¡Claro que no! Y es más, yo conduzco, yo escojo la estación de radio que…
- ¡No, no le cambies¡Van a pasar una canción de mi grupo favorito!
- ¿En serio? – le respondió con un dejo de sarcasmo en su voz.
- ¡Sí! Aquí va, es de Zoé
- ¿Zoé¿Y esos quiénes son?
- ¿Cómo que no conoces a Zoé¡Son los que cantan "Veneno"! – y Ginji comenzó a tararear la canción.
- ¡Ah, ya¿Es la de la arañota revolcándose en el lodo?
- ¡No Ban chan! Así no va. Para tu información, dice así "una araña gigante dando vueltas en el aire"
- ¡Y eso que tiene que ver! Definitivamente esta juventud…
- ¡Calla Ban chan, que ahora empieza!
A Ban le hubiera encantado seguir molestando a Ginji con las letras incoherentes de su banda de rock favorita, cuando oyó algo que le llamó la atención "ya no afiles las navajas, ya no me haces daño cuando me las clavas, ya no afiles los colmillos, ya no me haces daño cuando me desangras, ya no me destruyas más"
- ¿Estará dedicada a Akabane¿Lo conocerán¿O acaso los habrá amenazado para que le compusieran una canción? – pensó Ban
– Oye Ginji¿cómo se llama eso?
- "No me destruyas"¿Por qué lo preguntas?
- Ah, no, por nada – repuso Ban apresuradamente.
- ¡A Ban chan le gusta Zoé¡A Ban chan le gusta Zoé! – decía chibi – Ginji bailando con sus abanicos.
- ¡Claro que no!
- ¡A que sí!
Y, tras salvarse providencialmente de chocar un par de veces, siguieron discutiendo mientras llegaban a su cuartel general de operaciones: la cafetería Honky Tonk.
