Hola a todas y todos (no se si haya chicos, pero igual los menciono XD)
He escrito este fic para el reto del foro I'm Sherlocked que lleva por temática vampiros *-*
Amo a los vampiros, así que no me pude resistir :3
Espero que sea de su agrado, publicaré un capítulo por día o cada dos, dependiendo de si me dejan muchos deberes escolares ¬¬ verán que voy en la universidad y como hay veces en las que no hacemos nada, como las hay que te cargan de trabajos, exposiciones, proyectos, en fin. Pero haré todo lo posible por entregarles un capitulo por día ;3
Título: Mi vampiro es un detective (me pareció un título gracioso XDDD)
Autor: Raven Michaelis Phantomhive.
Género: Romance, drama, humor, misterio.
Pareja: Sherlock x John
Clasificación: +18 por los capítulos que habrán más adelante.
Advertencias: Slash (relación ChicoxChico) así que si no os gusta ya pueden irse yendo, porque no aceptaré comentarios homofobicos.
Así como también habrá lemmon, aunque nada demasiado explicito.
Resumen: Cuando investigas sobre supuestos vampiros, es fácil creer que Sherlock es uno de ellos, o eso le parece a John. Sherlock lleva actuando raro desde hace algún tiempo y John se pregunta porqué ¿Es Sherlock Holmes un vampiro? ¿O sino, por qué se comporta tan extraño últimamente? *Johnlock* Paticipa en el "Reto 20 días OTP!Vampire del Foro I'm Sherlocked
Capitulos:
*Mirada hipnótica.
*Baile.
*Transformación.
*Fuerza.
*Elegancia.
*Teatro.
*Intimidad.
*Sin reflejo.
*Aversión.
*Comida.
*Vulnerabilidad.
*Enfrentamiento.
*Sombra.
*Seducción.
*Compañero.
*Longevidad.
*Sacrificio.
*Muerte.
*Soledad.
*Reencuentro.
(no son los nombres definitivos, los iré cambiando según el desarrollo de la historia)
Música: Siempre escribo con música, es una fuente de inspiración maravillosa, esta vez escribí este capitulo con la ayuda de Burn de The Cure y Come Undone de Duran Duran (las canciones no tienen nada que ver con el cap)
Disclaimer: La serie Sherlock, así como los personajes no me pertenecen, son propiedad tanto de la BBC como de Sir Arthur Conan Doyle.
Capítulo 1: Mirada hipnótica.
John Watson tomó el periódico que estaba sobre la mesa y miró el titular.
"EL VAMPIRO DE LONDRES ATACA DE NUEVO"
Suspiró con pesadez y bajó el diario para ver a su compañero de piso, el detective consultor único en el mundo, Sherlock Holmes, quien estaba sentado en su sofá favorito y no hacia absolutamente ningún movimiento.
A John ni siquiera le preocupaba aquel comportamiento de su amigo, pues él era así siempre y después de llevar conviviendo más de tres meses ya se había acostumbrado.
El doctor Watson volvió al periódico para leer el artículo sobre ese tal vampiro.
"Amanda Smith, de veinticuatro años de edad salió de su trabajo con la intención de llegar a su casa y tomar un merecido descanso después de una larga jornada de trabajo. Pero nunca pudo hacerlo.
Su cuerpo fue encontrado esta madrugada en Whitechapel, poseía unas curiosas heridas en el cuello y la policía fue clara a la hora de informar la causa de la muerte *Desangramiento*
La joven Smith no es la única que ha muerto en circunstancias similares. Tan solo hace dos semanas informamos sobre la muerte de una turista francesa que desapareció de la habitación del hotel en el que se hospedaba, el cuerpo fue localizado cinco días después con una herida en el cuello y completamente drenada de sangre.
Y hace una semana un profesor que impartía literatura en City of London School, fue hallado flotando a la deriva del río Támesis y después de realizársele la autopsia, se declaró que el cuerpo había sido desangrado y que poseía un curioso patrón de heridas en el cuello.
Por siglos se han hablado de los vampiros como seres oscuros, letales, que hipnotizan a los humanos con la mirada para que ellos mismos se entreguen a los brazos de la muerte.
Mitos, leyendas. Hay cantidad de personas que afirman haber visto vampiros.
¿Será que, después de todo, esos seres de historias góticas existan de verdad y estén ahí afuera acechándonos, esperando el momento para atacar?
¿Son esta serie de asesinatos obra de un vampiro?"
—Creí que estarías interesado en este caso, Sherlock—comentó el doctor cerrando el periódico. Se levantó de la mesa y fue a servirse café.
Su amigo no contestó, seguía en su propio mundo. John lo observó por unos momentos, le resultaba curioso que ese hombre pudiera permanecer tanto tiempo sin mover un solo músculo, encerrado en su "palacio mental" y enteramente ajeno a lo que pasaba a su alrededor.
Se preguntó desde cuando no había dormido o comido algo, pero Sherlock era así, podía pasar días sin comer o dormir y seguir fresco como una lechuga.
Una idea bastante graciosa pasó por la mente de John. Sherlock encajaba perfectamente en el papel de vampiro. Sonrió y negó con la cabeza ante aquella idea tan descabellada.
—Ya van tres víctimas que han muerto de la misma manera—reiteró— ¿Crees que se trate de un asesino serial bastante mal de la chaveta? Porque eso de que es un vampiro no me lo creo.
—Cuatro—respondió al fin el detective juntando sus manos y pestañeando un par de veces.
— ¿Cuatro? —John estaba confundido— ¿Cuatro qué?
Sherlock no necesitó responder, porque en ese momento entró Lestrade quien les explicó rápidamente que habían encontrado otro cuerpo y que necesitaban al detective. Holmes aceptó el caso y fue a buscar su abrigo y la bufanda, John también fue a vestirse y ambos compañeros se pusieron en marcha.
El camino fue más silencioso de lo normal, Sherlock últimamente actuaba de manera distinta con John. Procuraba no estar muy cerca de él y cuando llegaban a tocarse, por muy leve que fuera el contacto, el detective se mostraba un poco alterado e inmediatamente se apartaba de él.
Muchas veces se preguntaba si le había hecho algo, incluso trató de hablar con él sobre el tema, pero Sherlock le ignoró olímpicamente y se puso a hablar sobre lo molesto que era no tener un buen caso.
La escena del crimen se ubicaba en una calle llena de edificios abandonados, Lestrade y un grupo de policías, entre los que se encontraban la sargento Donovan y Anderson, ya les esperaban. Como era de esperarse, Sherlock saludó con sus típicos comentarios mordaces y pidió que le mostraran el cadáver, el inspector asintió y les condujo al interior de uno de los edificios.
El lugar olía a moho y otras cosas verdaderamente desagradables, por lo que John frunció el ceño y se apuró a caminar, para salir lo más pronto posible de ahí. Era tanta su prisa que no vio cuando Sherlock se detuvo y chocó contra él, tuvo una extraña sensación, como si le hubieran dado una descarga eléctrica, su amigo le miró entre molesto y confundido y John no pudo hacer otra cosa que disculparse torpemente en voz baja y ruborizarse ferozmente, menos mal que el lugar estaba lo suficientemente oscuro como para que se dieran cuenta de ello.
Era una estancia bastante amplia, al igual que todo el edificio, desprendía un olor a humedad, aunque ahora también mezclado con el aroma a muerte. El cadáver de una mujer de unos treinta años estaba en el centro de la habitación, era una escena bastante desagradable.
La chica tenía las muñecas atadas con cinta, al igual que los pies. Se le veían unos grandes hematomas por todo el cuerpo, que estaba cubierto por un vestido rojo totalmente desgarrado.
John se acercó más al cadáver y casi instintivamente su mirada fue a posarse en el cuello de la mujer y tal como lo había previsto, una herida era visible, era sin duda la marca de una mordida humana o al menos parcialmente humana.
—La ha encontrado un vigilante—informó Lestrade—Sin una gota de sangre y con esa marca en el cuello—parecía algo extrañado—Sherlock, dime que tienes algo. Ya no quiero oír más comentarios sobre un vampiro sediento de sangre.
Sherlock permaneció un momento mirando a la nada, seguramente poniendo en orden sus ideas y sacando deducciones, miró a John por un segundo, y después se volvió hacia el inspector.
—Pues no me gusta decir esto, pero tal pareciera que si es un vampiro—comentó—No hay nada, nada que pueda decirme algo, es un asesino meticuloso. Aunque no todo es perfecto, hay un aroma, es como regaliz y vainilla, que se desprende de la mordida, si tomo una muestra y logro analizarla podría deducir algo, además—caminó hasta una ventana que estaba rota—, aquí hay una huella, bastará con tomar muestras y ya te diré si hay algo.
John se mostró un tanto sorprendido, sin duda si se estaban enfrentado a alguien muy peligroso. Por un momento pensó en Moriarty, pero no…no podía ser ¿o sí?
Sherlock se dedicó a tomar todas las muestras posibles y en cuanto hubo terminado su trabajo arrastró a John con él al laboratorio de Barts.
Como siempre, el doctor no podía hacer mucho, solo se dedicaba a pasarle cosas a su compañero cuando éste las pedía y ordenaba las muestras que ya habían sido analizadas.
Cuando Sherlock le pidió un tubo de ensayo, al momento de entregárselo sus dedos se rozaron y el detective soltó el objeto, que cayó estrepitosamente y se quebró en montones de pequeños fragmentos. Holmes puso los ojos en blanco y se agachó a recoger los cristales, topándose con la mano de John quien también se había agachado. Ambos alzaron la vista y se quedaron viendo a los ojos, estaban tan cerca que John podía sentir la respiración acompasada de Sherlock en su cara, acariciando suavemente sus mejillas, sus labios. El tiempo parecía haberse detenido, hasta que sintió un leve dolor en la mano.
— ¡Maldición John! —Gruñó el detective tirando de él y poniéndolo de pie—Estás sangrando.
John parpadeó varias veces para poder volver en sí y miró su mano, al parecer se había recargado en los cristales y ahora estaba sangrando, aunque no mucho por suerte. Se acercó a un grifo y dejó que el agua cayera sobre la herida.
—Necesito aire fresco—dijo su amigo saliendo apresuradamente de la estancia y dejándolo solo, con el agua rojiza cayendo incesantemente por la herida.
Cerró la llave y se quedó mirando con el ceño fruncido la puerta por la que había salido Sherlock. ¿Por qué necesitaba salir?
A él no le daba miedo la sangre, eso estaba claro, entonces ¿por qué?
Sherlock volvió más tarde y siguió con su trabajo, preguntó a John si estaba bien y después de que le respondiera que si no volvió a tocar el tema, así mismo, cuando se ofreció para limpiar los vidrios, Holmes se negó y dijo que luego lo haría él mismo.
— ¿Necesitas algo? —cuestionó el doctor Watson acercándose a Sherlock. Éste se apartó inmediatamente y negó con la cabeza.
—No, yo puedo solo, es más, deberías volver al departamento.
John no estaba para seguir aguantando ese maldito comportamiento que tenía su amigo, así que se cruzó de brazos decido a aclarar las cosas de una buena vez.
—Sherlock, has estado actuando muy extraño últimamente—empezó. Sherlock siguió mirando por el microscopio, pero sabía que no miraba nada en sí, sino que estaba atento a sus palabras— ¿Pasa algo malo?
—Nada, no pasa nada—respondió colocando otro portaobjetos. —Estás cansado John, deberías volver a Baker Street.
—A mí no me engañas, te conozco—cortó—Últimamente me evitas y te comportas bastante más raro de lo normal. Tal parece que…—su voz se apagó.
— ¿Parece qué…?—inquirió el detective aun sin apartar la vista del aparato.
—Que…Que me ocultas algo. —soltó quizá demasiado fuerte.
Sherlock detuvo sus acciones y por fin apartó la vista del microscopio centrando su mirada en su compañero.
—Bueno, todos ocultamos algo, John—apuntó—Hay ciertas cosas que es mejor que no se sepan—sus ojos azul ceniza atravesaban por completo a John, provocando que se ruborizara un poco. Sherlock pareció sorprenderse por aquello e inmediatamente desvió la vista de vuelta al microscopio. —Anda, te digo que me dejes trabajar tranquilo, tengo que encontrar al asesino.
El doctor Watson ya no insistió más, en parte porque la mirada de Sherlock lo había dejado aturdido. Tomó su sacó y salió del lugar.
Cuando llegó al 221B de Baker Street subió inmediatamente a su habitación y se sentó en la cama, siendo su mente un mar de preguntas a las que no lograba encontrar respuesta.
El cadáver que habían visto esa mañana pasó por su cabeza, centrándose en aquella mordida que tenía en el cuello y entonces, la imagen alterada de Sherlock cuando se cortó.
El vampiro de Londres ataca de nuevo
La idea le tomó desprevenido. Era algo absurdo, lo que necesitaba era dormir para despejar su mente, así que se acostó pero otra ola de pensamientos le imposibilitó conciliar el sueño.
Sintiéndose estúpido por lo que iba a hacer, se levantó de la cama y fue hasta la pequeña salita a buscar su laptop. Cuando la tuvo consigo se sentó en el sofá y esperó a que encendiera.
Vaya vergüenza que me da hacer esto. No es como si tuviera doce años. Pensó haciendo un mohín.
Abrió el buscador pero esta vez antes de poner manos a la obra, miró en su historial de búsquedas y lo que encontró hizo que se le erizara el bello de la nuca.
Había muchas entradas que hablaban sobre vampiros, títulos desde "¿Qué es un vampiro? Hasta otro que rezaba "Impulsos vampíricos: ¿cómo controlarlos?
La fecha era de hacia unos tres días, y Sherlock había estado usando su portátil en los últimos días.
John miró entre las diferentes páginas leyendo todo tipo de historias e información supuestamente verídica, siguió y siguió buscando, llenándose de toda la información que le fuera posible, la última página que abrió llevaba por título "Vampiros de la A a la Z."
La página, al igual que muchas otras que ya había visitado, tenía imágenes y colores de tinte gótico, se mostraban varias opciones y un panel de búsqueda. John situó el cursor ahí y tecleó.
Características de un vampiro
Una serie de entradas aparecieron en pantalla, y fue la segunda la que llamó su atención. Esta rezaba.
"Vampiros. ¿Cómo detectarlos?"
John abrió la página y mientras esperaba a que cargara, su mente fue asaltada por un caos de preguntas. Igualmente no terminaba de sentirse un verdadero idiota por estar buscando aquello, pero las palabras de Sherlock…
Todos ocultamos algo, John. Hay ciertas cosas que es mejor que no se sepan.
Pero era absurdo, estúpidamente absurdo.
El doctor Watson estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no reparó en que la página ya había cargado por completo. Cuando reparó en ello, se puso a leer y lo que encontró no le gustó nada.
¿Nunca se han puesto a pensar que podrían estar viviendo con un vampiro sin siquiera saberlo?
¿Cómo sabemos realmente que la persona que se sienta a nuestro lado en el transporte no es un vampiro, o el hombre detrás de la ventanilla de un banco…o por qué no, la persona en la que más confías?
Por eso me he tomado el tiempo de escribir esta lista con las características que tienen los vampiros, así, si su mejor amigo o la vecina de al lado son vampiros, ustedes sabrán identificarlos y tomar las debidas precauciones con ellos.
*Son seres de una belleza exuberante, inhumana, debido a que de esta manera les es más fácil atraer a sus presas, los humanos.
*No necesitan dormir ni comer.
*Poseen una gran capacidad de aprendizaje y de observación.
*Su piel es muy pálida.
*Tienen gran fuerza, agilidad y velocidad.
*Capacidad para permanecer inmóviles por mucho tiempo.
*Debéis tener cuidado con su mirada, ya que son enteramente capaces de hipnotizarte.
Estas son algunas características básicas para identificar a un vampiro, espero que les hayan gustado y que les sirvan para salvar su vida, porque como dicen "nunca sabes si tu mejor amigo es un ser de la oscuridad"
Les mando un saludo y…
¡Happy Halloween!
Atte. Lady_Crow85
Cuando John terminó de leer estaba en completo estado de shock. No podía creerlo, se negaba a hacerlo, era imposible que Sherlock fuera un vampiro, pero…
¿Y qué hay de todas las pruebas eh John? Le interrogó su conciencia.
La verdad era que su amigo poseía más de una de esas características que indicaba el texto. Siguió buscando en montones de páginas más y los resultados eran los mismos.
¿Era acaso posible? ¿Los vampiros existían de verdad? Y lo más importante ¿Sherlock Holmes era un vampiro?
John borró el historial de búsqueda, aunque solamente lo que él había buscado y apagó la laptop.
No sabía que pensar, no podía pensar, todo era una estupidez.
Inhaló y exhaló varias veces para intentar calmarse.
Sherlock no suele comer con regularidad, y dormir ni se diga, además está su extraordinaria capacidad de observación y deducción, algo que no veo normal, que nadie más bien, ve normal. Y memorizar las calles de Londres…Parece imposible para alguien humano, al menos que seas de esas personas con memoria fotográfica. ¿Y las veces que sea quedado en el sofá sin moverse en ningún momento?
La cabeza de John daba vueltas.
Sherlock es muy apuesto, debo reconocerlo, es decir es verdaderamente hermoso…Dios mío, si parece algún dios pagano de la belleza.
No pudo evitar ponerse rojo al notar que en realidad Sherlock se le hacia tan atractivo.
Y su mirada…Su mirada siempre hace que todo lo demás desaparezca.
Y es que desde que se conocieron John siempre había sentido una extraña, pero agradable sensación cada vez que esos ojos entre grises y azules se encontraban con los suyos. La mirada de Sherlock era totalmente hipnotizante. Recordó lo que había pasado hacia pocas horas en el laboratorio, lo cerca que habían estado, la respiración de Sherlock golpeando sus labios.
Y John Watson se sorprendió pasando su lengua por los labios mientras recordaba aquello. Se removió en el sillón para quedar casi acostado y sacó todo el aire de sus pulmones, cerró los ojos y en su mente se formó la imagen de los hermosos y enigmáticos ojos del detective.
Si Sherlock era o no un vampiro no estaba seguro o no quería aceptar que estaba seguro, pero si algo era verdad era que la mirada de su compañero le hipnotizaba y le hacía olvidarse del mundo.
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Hasta aquí el primer capitulo :3
Espero que les haya gustado, espero sus comentarios, acepto felicitaciones, tomatazos, criticas constructivas y galletas (?) XDDDD
Nos vemos en el siguiente capi X3
