Capítulo I
—Mmm —gimió mientras sus manos se colaban por debajo de la camisa de Kurt. Sus dedos se presionaron sobre la tibia y suave piel de su novio. Blaine cerró los ojos con más fuerza frotándose de forma cadenciosa contra el cuerpo de Kurt —. Joder, amo tus besos —dijo para después enredar su lengua con la de Kurt. No podía esperar a sacarle toda la ropa, no podía esperar para chuparle lentamente la polla y luego sentir…
—Consíganse una habitación —Carson Hummel abrió de golpe la puerta provocando el abrupto fin de uno de los mejores besos que había recibido Blaine en toda su vida. Casi podía escuchar el crujir de los dientes de Kurt.
—Estamos en una habitación, Carson —a Kurt le faltó decir que estaban en su habitación.
—¿Qué hace él aquí? —Carson, el hermano gemelo de Kurt, que sólo era mayor que él por cinco segundos tuvo el cinismo de enarcar una de sus cejas y ver con infinito desprecio a Blaine mientras caminaba hacía la puerta.
—A diferencia tuya… yo vivo aquí, Anderson —Carson cogió un libro que estaba encima de la repisa y salió de la habitación. Unos segundos después el violín de Giuseppe Tartini terminó por matar el momento romántico de la pareja.
Kurt suspiró sin notarlo. Su mirada se perdía en un punto más allá de su café latte. Carson siempre había sido así de… peculiar, desde niños. Su hermano mayor (por unos segundos como siempre le decía cuando tenían una discusión) era poseedor un IQ superior. Era brillante, perspicaz e intuitivo. Pero su relación con los seres vivos, más allá de su familia, era totalmente nula. Y no es que odiara a todo el mundo, era mucho más simple que eso. A Carson solamente no le importaba el resto del mundo.
A menudo Kurt le preguntaba cómo pretendía ser escritor y ganar un Nobel si buscaba tener el menor contacto con el mundo a lo que Carson respondía con su voz de gilipollas sabelotodo: No tengo que hablar con las personas para conocer el mundo. No tengo que inspirarme en nadie cuando mi imaginación supera cualquier patética historia de un "torturado" ser humano cuando su sufrimiento nace de su propia estupidez.
Kurt amaba profundamente a su hermano con todo y sus peculiaridades. No comprendería su vida sin la agria pero constante presencia de su hermano. Estaba feliz de vivir en Nueva York con su hermano, de poder tener toda esa experiencia universitaria con él. Carson era maravilloso, incluso ser un estudiante distinguido de Columbia era algo que no causaba ninguna diferencia en él, lo único que le importaba era aprender y que eso que aprendía le ayudará a mejorar su forma de escribir.
Lo amaba por eso y por mil cosas más… sin embargo… Necesitaba un poco de privacidad con su novio. Tenía tres malditos meses con Blaine y quería ser capaz de follar en su casa y no en un motel o conformarse con unos trabajos de manos a toda prisa en la habitación de la fraternidad de Blaine. Sobre todo cuando tenía una maldita habitación completamente confortable en su departamento. Habitación en la que podía tener a su novio las veinticuatro horas del día y sumamente desnudo que era lo que más se le apetecía.
Carson era su mayor obstáculo para su cumplir ese deseo. Esas malditas manías de no comer solo, de no salir de casa a menos que fuese día de escuela, cuando los kilos de su café favorito terminaban o en compañía de Kurt para cumplir con su apretado itinerario. Kurt tenía que entrar a hurtadillas a su propia habitación y aún con eso Carson era un ojo vigilante que terminaba por joder sus momentos con Blaine.
—Entonces ¿tu hermano siempre fue así… —Kurt clavó de inmediato su mirada en Blaine. Le pasaba lo mismo que su madre, reaccionaba mal cuando alguien usaba las palabras como extraño o raro pare referirse a su hermano.
—¿Extraño? —Completó Kurt con un amargo sabor que Blaine notó de inmediato. Anderson se removió un poco en la silla.
—No era esa la palabra que buscaba. Él sólo me parece un tipo sumamente peculiar pero creo que es algo solitario. En tres meses nunca lo he visto salir con amigos o con alguna persona —sonrió apenado y eso tranquilizó a la fiera que se había despertado en el pecho de Kurt —. ¿No has intentado…
—¿Emparejarlo? ¿Hacerla de Cupido? ¿Buscarle un polvo? —Kurt soltó una carcajada —. La relación más duradera que ha tenido Carson fue con su primera computadora. Nunca, jamás ha estado interesado en persona alguna.
—Tal vez no ha encontrado a la persona correcta —Kurt enarcó su ceja derecha —. Ey —Blaine cogió las manos de Kurt y sonrió de esa forma encantadora —, soy experto en eso. Mis emparejamientos son épicos. Yo lo puedo hacer —Kurt negó —. Vamos, dame tres oportunidades.
—No —fue la rotunda respuesta de Kurt.
—Kurt… —Blaine tragó saliva y sus ojos marrones de pronto tomaron un matiz más emotivo. Era como si de pronto pudieran ser transparentes y Kurt encontraba en ellos las verdades más grandes sobra la vida de Blaine Anderson —, te amo —Kurt sonrió humedeciéndose los labios —. Es cierto que quiero tener intimidad contigo en un lugar que sea distinto, un lugar que podamos sentir nuestro —Blaine sonrió discretamente —. Pero también quiero ayudar a tu hermano porque sé lo importante que es para ti.
Kurt besó a Blaine. No lo amaba, aún no, y no estaba dispuesto a mentir sólo porque las palabras de Blaine habían sido correctas y lindas. Le faltaba tiempo, le faltaban momentos, le faltaba todo aquello que no se podía percibir cuando las palabras bonitas estaban presentes.
—Tres oportunidades Anderson, solamente tres y si no lo consigues… pagarás los moteles por un año —Blaine asintió inclinándose de nuevo para besar a Kurt.
Blaine estaba convencido que la actitud de Carson con las personas era cuestión de no haber escogido bien y él estaba allí para encontrar a la persona correcta para su cuñadito. Obviamente tenía que ser alguien interesante, capaz de conversar con él sobre temas diversos. Sonrió, había sido tan fácil… Emily Rimbauer era perfecta.
—Hola Emily —la abordó saliendo de su clase de historia antigua ¿había otro tipo de historia? A veces Blaine se confundía.
—Anderson —Blaine sonrió de oreja a oreja, por lo menos era famoso entre sus compañeros de universidad —. No puedo hacer tus tareas. No sé nada de canto o de música —Blaine negó.
—De hecho no. Lo que quiero es invitarte a salir —Emily se detuvo en seco.
—¿No eres gay? De hecho te estás enrollando con Kurt ¿no?
—Sí y no te estoy invitando salir conmigo. Bueno, sí pero no conmigo, conmigo, sino con Kurt y conmigo —Emily enarcó una ceja —. Vaya, creo que podría serte interesante…
—Lo siento. Yo no práctico esas cosas —Emily empezó a caminar. Estaba ya a unos diez pasos de Blaine cuando éste reaccionó.
—Espera. No era eso. Mira, Kurt tiene un hermano gemelo que…
Blaine le explicó sus motivos y poco a poco Emily fue accediendo, sobre todo por la parte de hermano gemelo de Kurt. Cosa que Blaine no sabía si tomarlo muy bien. Al parecer a la chica le ponía bastante la idea de tener una copia del polvazo que era Kurt Elizabeth Hummel.
Blaine le abrió la puerta a Emily como el perfecto caballero que era. Esa noche tocaba pizza, en la pizzería que Carson había escogido como su favorita. Era impensable comer pizza en otro lugar que no fuera ése. Lo habían intentado una vez, Carson casi había tenido una crisis nerviosa.
—Vaya que son idénticos —la voz de Emily tenía un tono extraño. Casi excitante, cosa que de verdad perturbó la mente de Anderson. Caminaron hacia ellos, Carson estaba revisando algo en su Ipad y Kurt les saludaba afable.
—Hola —Blaine saludo y como de costumbre, Carson sólo levantó una mano como todo saludo. Besó a Kurt y entonces se aclaró la garganta —. Ella es mi amiga Emily —Kurt le tendió la mano; Carson, en cambio, ni siquiera prestó atención. Blaine movió la cabeza animando a Emily quién miró hacia la página que Carson estaba viendo. Sonrió para sus adentros, Carson sólo estaba viendo información sobre los países latinos.
—Es increíble como los países capitalistas tienen atrapados a los países subdesarrollados… —Carson apartó su vista del aparato y Blaine no disimuló su sonrisa. Emily lo estaba logrando.
—Brasil no es un país subdesarrollado. Ése es un término tan capitalista —o tal vez no pensó Blaine congelándose en su lugar—. Como también lo es país emergente o en vías de desarrollo o todas esas cosas que se han inventado nuestros "lideres" mundiales. Brasil es una economía fuerte y dinámica en la que se está gestando una revolución social. Habría que leer un poco querida, te conviene antes de opinar —Emily se levantó furiosa, cogió sus cosas y se marchó azotando la puerta de la pizzería. No había durado ni diez segundos —. ¿Tres quesos está bien? —Les preguntó y Kurt asintió —. Perfecto….
Publicando de nuevo después de... ya no recuerdo cuanto tiempo. Esta es una historia nueva, mi primer longfic de Glee que tendrá Klaine. Más o menos cálculo 10 capítulos cortos.
Les aviso, Dave Karofsky tendrá una participación importante en la historia. Lo comento porque sé que hay muchas personas que leen Klaine pero no les agrada Dave, así que no quiero que se lleven una desagradable sorpresa. Si habrá Klaine, Dave no aparecerá para que pase algo raro tipo Somebody to love, así que pueden estar tranquilos por ese lado.
No tomó para nada la línea de historia de Glee. No es canon.
Y por primera vez en años escribo un longfic sin mi beta y créanme que sin Winter me siento tan extraña de publicar que me lo pensé mucho tiempo antes subir esto. Lamento si la historia no tiene la calidad gramática de mis trabajos anteriores. Espero sepan comprender que estoy si mi otra mitad.
Estaré publicando el fic: Domingos y Miércoles.
Espero que les guste. Nos vemos el miércoles.
