Renuncia de derechos: Harry Potter y todo su universo es propiedad de J. K. Rowling, solo tomo parte de ello sin fines de lucro. Por otro lado, la trama es mía, así que me reservo su uso.
Este fic participa del Reto Temático de junio "Familia Weasley" del foro "First Generation: The story before books".
A divertirse.
Era una boda como muchas otras en el mundo mágico.
La nueva mujer Weasley saludaba a los invitados con una enorme sonrisa, a todas luces feliz con su suerte. Bilius, sin inmutarse, aprovechó para ocupar la primera silla libre que encontró, seguro de que podría dar sus felicitaciones en otro momento. No le agradaba estar rodeado de mujeres llorosas y hombres que soltaban más de una broma malintencionada sobre el matrimonio.
El recién casado, siendo honesto, era uno de sus parientes más avispados, así que esperaba que la vida fuera generosa con él, se lo merecía. Prueba de ello era ver a toda aquella gente risueña en el lugar.
Al poco rato, la gente dejó en paz a los novios para dejarlos bailar la primera pieza. A Bilius siempre le aburría que eligieran para ello las melodías más aburridas (y lo sabía con certeza, había acudido a decenas de bodas). Dejando escapar un suspiro, el hombre observó que los invitados, poco a poco, se unieron a los recién casados en la pista, moviéndose de un lado a otro con toda la gracia que podían.
Bilius debió esperar más de dos horas a que el ambiente se alegrara un poco, a causa de la música movida que ahora se escuchaba y a que muchos habían bebido bastante. Él mismo, sin ir más lejos, llevaba unas cinco copas de whiskey de fuego, pero como resistía bastante el alcohol, no había problema. Fue justo entonces que se fijó en un hueco especialmente grande entre los que danzaban, lo cual le dio una idea que lo hizo sonreír.
Sin inmutarse, pescó una botella entera de whiskey de la primera bandeja que pasó flotando a su lado, se bebió el contenido de un trago y se puso de pie. Aunque le ardía la garganta, aumentó el tamaño de su sonrisa mientras corría hacia un punto cercano a los novios, lo cual causó que se echara a reír. Más de uno, al notarlo, se hizo a un lado, sobre todo aquellos que lo conocían de anteriores festejos.
Al llegar a donde quería, Bilius saltó unas cuantas veces, al ritmo de la música, viendo de reojo al nuevo esposo, casi queriendo que se girara hacia él. El mencionado así lo hizo, abriendo los ojos exageradamente al contemplar lo que pasaba y, sin tener tiempo para otra cosa, solo tuvo el tino de cubrirle los ojos a su recién estrenada esposa.
Bilius se encogió de hombros al darse cuenta de eso, antes de empezar a recogerse la túnica. Era el momento de alegrar la fiesta, como siempre.
A los pocos minutos, la novia no fue la única fémina con los ojos cubiertos.
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¿Qué tal están? Bienvenidos sean a mi contribución a un reto en honor a los pelirrojos favoritos del mundo mágico.
En el reto, se sortean tres Weasley (tanto de nacimiento como por matrimonio) y elegí escribir sobre el tío Bilius, quien da a Ron su segundo nombre y murió veinticuatro horas después de ver a un Grim. Al haber poca información de este hombre, me decidí por mostrar un poco de cómo se comportaba, según Fred, en las bodas. Me disculpo de antemano si alguien quería saber en qué acababa el asunto, pero seguro se lo imaginan.
Cuídense mucho y nos leemos en otra ocasión.
