Caminaba nerviosamente, sabía que si seguía así derrumbaría el hospital porque no estaba controlando su fuerza, pero no podía, el tan solo pensar en la noticia que había recibido en la mañana le hacía estremecerse, muchas dudas cruzaban por su cabeza, ¿Cómo se lo tomaría? ¿Se enojaría? ¿Qué pasaría con su relación?

En cualquier momento tendría un ataque de nervios y ni siquiera que ella era ninja medico podría controlarlo.

– ¿Sakura? –se giró a mirar a la dulce Hinata, su estómago estaba levemente abultado…

– ¿Qué pasa Hinata? ¿Él bebe está bien? –se acercó rápidamente a ella, antes de sus problemas estaban sus responsabilidades.

–Nada –Hinata le sonrió con picardía – ¿Qué paso?

– ¿Cómo sabes que algo paso?

–Sakura yo tenía esa misma expresión en mi cara cuando me entere que estaba embarazada y no sabía cómo decirle a Naruto –eso la hiso abrir la boca, entonces Hinata se rio levemente, por lo visto ya sabía su secreto.

–No sé cómo hacer esto –Sakura estaba frustrada y preocupada – ¿Qué tal si él se enoja? Yo no sé qué hare si el me deja sola con el embarazo.

–Sasuke nunca haría nada como eso –afirmo Hinata –él te ama, no es demasiado expresivo, pero sus ojos se iluminan cada vez que está contigo.

Quería creer eso con todas sus fuerzas, sabía que su relación con Sasuke no podía ser tan romántica como la de Hinata y Naruto, pero tampoco podía ser tan extraña como la de Ino y Sai. Simplemente era que a veces ella como sabía como actuar con él, siempre lo amo y lo amaría hasta que ella muriera, cuando al fin él le correspondió supo que su espera había tenido logros.

Sasuke siempre supo que ella lo esperaría y le había cumplido, cuando el al fin regreso a la aldea y le pidió perdón acepto, sabía que había heridas que nunca cicatrizarían totalmente, pero podía vivir con eso, amaba a Sasuke y haría todo por él, además Hinata tenía razón él no era demasiado expresivo al menos que se tratara de burlarse o utilizar el sarcasmo, cosa que se lo hacía lucir más lindo ante los ojos de Sakura.

–No puedo –Sakura se derrumbó, se sentó pesadamente en su silla –tengo miedo y pánico, no sé cómo ustedes pudieron cargar con esto, yo simplemente creo que arruinare todo como otras veces.

–Esa no es la Haruno Sakura que conozco –Hinata se había sentado al lado de Sakura –tu eres una ninja valiente y no te dejaras acobardar por solo darle una noticia a Sasuke, ¿Cuándo vuelve?

–Dentro de dos días –respondió cansada.

–Tienes dos días en pensar como darle la noticia –Hinata sonrió de manera misteriosa –estoy segura que Sasuke no intentara huir, ya perdió mucho antes, no te dejara ir, más bien dicho no los dejara ir.

–Ojala todo fuera más predecible.

–Pero eso es lo que te enamoro de Sasuke –Sakura había abierto los ojos, Hinata sabía leer muy bien las emociones de las personas –que nada en él es predecible, los dos al fin están juntos no vayas a rendirte ahora.

–Tienes razón –Sakura se levantó más tranquila y con la energía recuperada –no voy a dejar que lo del embarazo me preocupe, es una vida que tengo que cuidar.

– ¿Qué? –Naruto estaba en la puerta y abrió los ojos, se había quedado quieto de la impresión – ¿Tu qué?

–Si serás baka –gruño Sakura –estoy embarazada, creo que sabes como ocurre eso, tu esposa esta así.

–Sakura –Hinata estaba sonrojada, Naruto de la nada recupero su alegría natural y se abalanzo a abrazarla.

–El teme de Sasuke es todo un suertudo –se despegó de ella –parece que hasta nos pusimos de acuerdo.

–No te lo voy a negar –se rasco la cabeza pensativa, en realidad no se había puesto a pensar que sus hijos tendrían la misma edad.

–Tenemos que volver –Hinata se levantó –Naruto acuérdate que tenemos que ir con mi padre, ¿estarás bien Sakura?

–Claro, todavía faltan dos días para darle la noticia a Sasuke –encogió los hombros.

–Eso crees –canturreo Naruto divertido y miro de reojo a Hinata–bueno nos vamos, graba la cara que tendrá el teme de Sasuke cuando se entere, de seguro será épica.

–Naruto, ¿Qué dijiste?

El rubio cargo a Hinata y se echó a correr, Sakura se quedó con unas ganas de propinarle un golpe por no decirle claramente las cosas, de hecho Naruto había sonado como si Sasuke estuviera en Konoha, eso era una completa farsa, Sasuke regresaría dentro de dos días y hasta ese momento tenía oportunidad de pensar en las mil maneras de decir una noticia como esa, con más animo se fue a dar una ronda por el hospital, el trabajo la tendría entretenida.


¿Estaba loco? ¿Desde cuándo le hacía caso al dobe de Naruto? No sabía cómo se había dejado convencer por él, no sabía nada acerca sobre cómo ser romántico, ni siquiera ahora que era novio de Sakura, esa chica que lo había seguido hasta en los momentos más oscuros de su vida.

Nunca pensó haber preparado una cena para una chica, ni siquiera por agradecimiento, pero ahora Naruto y Hinata lo habían obligado a hacerlo.

Sasuke estaba demasiado ansioso, ¿Qué tal si la cena no le gustaba? Tanto esfuerzo para nada, lo peor era que se fueron de la casa hasta que se habian asegurado de que Sasuke estaba vistiendo un ridículo traje, odiaba los trajes porque le impedían moverse con comodidad.

Había llegado antes de lo esperado a la aldea y quería tener tiempo de tranquilidad junto a Sakura, pero lo que ocurrió fue que se encontró con Hinata y Naruto, no podía creer que la primera se comportara mucho más valiente y tuviera el valor de retarlo, tal vez era porque estaba embarazada, ¿Quién iba a decirlo? Naruto estaba casado y ya con un hijo, Sasuke no supo cómo reaccionar cuando se enteró, no fue a la boda, no porque no quisiera, sino porque no se consideraba lo suficientemente digno para ir a compartir tanta felicidad con su amigo/rival.

– ¿Por qué esta tan oscuro? –rechino los dientes, esa era la voz de Sakura que acababa de llegar, ahora por primera vez no sabía cómo actuar.

La chica prendió las luces y cuando se giró lo miro, abrió la boca y los ojos, si no estuviera tan avergonzado se burlaría de su rostro, pero pensaba que el mas ridículo en esta habitación era él.

– ¿Sasuke? –pregunto Sakura, lo miraba como si pensara que esta era una ilusión, eso le extraño levemente.

– ¿Acaso esperabas a alguien más? –Respondió –es obvio que soy yo Sakura.

–Solo no te esperaba –Sakura seguía sin salir de su asombro, algo ocultaba y de eso estaba seguro – ¿Qué es eso de ahí?

–No me hagas mencionar mucho –bufo Sasuke –mejor solo sentémonos a cenar.

– ¿El traje? –se sonrojo levemente, pero lo oculto muy bien rodando los ojos.

–Anda Sakura que se va a enfriar y tu tendrás que calentar todo –contesto, la pelirrosa no se quejó simplemente se sentó en la mesa, Sasuke hiso lo mismo.

– ¿De dónde sacaste la comida? –estaba haciendo muchas preguntas, la notaba ansiosa, algo pasaba con ella y eso lo irrito levemente, ¿acaso no confiaba en él?

–La prepare yo –hacer abrir la boca y los ojos a Sakura no era cosa de todos los días, sin embargo Sasuke disfruto del momento al verla así, ella siempre le pareció linda, con o sin el cabello largo, aunque debía admitir que al principio que lo acosara como las demás chicas no sirvió de mucho, eso solo hiso que lo alejara más de ella, pero cuando formaron equipo se dio cuenta de la voluntad que tenía y de lo leal que era, podía no ser la mejor ninja, pero para él era lo suficientemente fuerte.

–Siempre estas lleno de sorpresas –Sakura sonrió débilmente sonrojada –creo que tendré que probar que tal.

–No siempre hare la comida Sakura –amenazo divertido, sabía que la pelirrosa no era muy buena en la cocina.

–En algún punto tengo que aprender Sasuke –los dos vivían juntos, no eran esposos pero estaban en la que había sido la casa de Sasuke cuando era un niño, sabía que a Sakura no le molestaba estar ahí, aunque él se preocupaba por dejarla en un lugar tan solitaria.

–Tal vez solo recibí un poco de ayuda de Naruto y Hinata.

– ¿Ellos estuvieron aquí? –le sorprendió el nerviosismo con que lo dijo, frunció el ceño.

– ¿Qué te pasa Sakura? –Pregunto –¿Qué me estas ocultando?

–Yo no estoy guardando ningún secreto –se apresuró a decir –solo tengo curiosidad porque ellos fueron a mi consultorio, nunca creí que hubieran estado aquí.

–Pues así fue –seguía sin convencerlo ese argumento pero por ahora lo dejaría ir –a eso de las 10:00 salieron y luego volvieron a venir, se veían más felices de lo normal, ¿sabes porque fue eso?

–Claro que no –ella sonó más normal –solo fueron a consultarme algo del bebe, ya tiene dos meses.

–Dos meses –murmuro pensativo –nunca creí que Naruto fuera el primero en casarse y con hijos.

–Las vueltas que da la vida –ella seguía comiendo, por sus expresiones parecía contenta con la comida y eso lo alegro, al menos ya sabía hacer algo.

– ¿Qué tal en el hospital? –le pregunto, sabía que las mejores noticias se daban en el hospital.

–Temari está embarazada de tres meses –Sakura comía muy rápido pero podía entender lo que decía –no te imaginas todo el pleito que se formó, en especial porque ella es demasiado impulsiva por así decirlo, el pobre de Shikamaru acabo en mi consultorio –Sasuke sonrió divertido, no podía creer que ese vago se hubiera casado con alguien como Temari, ¿Dónde había quedado lo de vivir una vida tranquila? –además de que parece ser que Chouji se casara el mes que viene.

–Te vas a atragantar si sigues comiendo así.

–Tengo estomago resistente –Sasuke no lo ponía en duda, hiso una mueca al ver que Sakura comenzaba a combinar la comida y no tener cuidado con masticar las cosas, ahora si ya lo tenía preocupado.

– ¿Has ido con un doctor o algo? –Pregunto –en serio no pareces estar bien.

–Recuerda que soy uno de los mejores –Sakura dejo de comer y sonrió de lado –sabría si me pasara algo raro…

Entonces ella se levantó de la mesa y corrió en dirección al baño, Sasuke ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar pero cuando lo hiso la siguió hasta ahí y escucho como vomitaba, ahí iba la cena que había preparado a bases de regaño por parte de Hinata.

Ahora no le importaba eso, estaba preocupado por la salud de Sakura, nunca antes la había visto enferma, solo mal herida y eso era en las misiones o en la guerra ninja, nunca antes vomitado o con gripa.

A los pocos minutos la pelirrosa salió del baño, lucia pálida y no tenía aspecto de estar sana, casi se cae al suelo si no es porque Sasuke la sostuvo, en estos momentos le gustaría tener dos brazos para poder agarrar a su novia de una manera más delicada.

– ¿Sakura tenemos que ir con un médico ahora? Llamare a Tsunade.

–NO –el grito que dio Sakura fue grande y se sostuvo de la pared, Sasuke no dejo de prestar atención en lo que hacía.

–Me estas asustando, ¿Por qué estas así? No estas actuando normal, vomitas y comiste como cerdo.

– ¿Cerdo? –Sasuke maldijo por lo que dijo, pero se quedó quieto cuando miro que la chica comenzaba a llorar –lo se Sasuke no tienes que recordarme lo fea que soy, si quieres puedes irte con Ino, ella si es bonita. No quisiera que tu imagen de chico malo se arruinara con una chica como yo, ni siquiera puedo hacer algo bien, además ni siquiera pude traerte de regreso cuando era necesario, soy una total inútil.

–Yo…esto…Sakura basta –no sabía como actuar al verla ahí toda débil y llorando, esto estaba mal y se sentía tan desubicado.

–No tienes que pedirme perdón –Sakura se secó las lágrimas con la mano –soy yo la que se va, no vale la pena estar aquí.

–Sakura –el miedo lo inundo y la detuvo, la jalo del brazo y la abrazo, no podía dejar que se marchara –yo no quiero a Ino o a alguien más, tú ya estás conmigo y con eso me basta.

–Sasuke vas a ser papá.

Todo se detuvo, el mismo sintió que todo se detenía a su alrededor y luego como se quedaba tan quieto que cualquier persona podía pensar que era una estatua abrazando a una mujer hermosa. Pero no podía pensar claramente, Sakura había dicho papá, eso no era un sueño, era la verdad.

– ¿No vas a decir nada? –no sabía ni que decir, las palabras no se formaban coherentemente en su boca.

Las miles de sensaciones llegaron a su pecho con tanta insistencia, miedo, pánico y preocupación, solo una se instaló profundamente en su corazón, esperanza. Se separa de Sakura que seguía con lágrimas en los ojos y estaba temblando ligeramente, nunca antes la había visto tan vulnerable, solo tal vez cuando ella intento impedir que se fuera de Konoha, pero ahora había una cosa diferente, le estaba diciendo que sería papá y con solo eso bastaba para que él se quedara con ella para siempre.

No sabía que expresaban sus ojos, esperaba que Sakura entendiera el mensaje, la beso y saboreo cada una de sus lágrimas y sus temores. La entendía y podía saber que tenía miedo de que él se alejara, de que no la quisiera volver a ver, pero ya era tarde para eso, desde hace mucho ya era tarde para que Sasuke si quiera pudiera pensar en la remota posibilidad de alejarse de ella, se separó lentamente de ella y sonrió débilmente y dejo que por unos instantes ella viera lo que en verdad sentía.

–Sakura tengo miedo –admitió –pero no pienso dejarte, estoy aquí y me quedare contigo, no pienso dejarlos a ti y a ese pequeño o pequeña, sabía que en cualquier momento podría ocurrir esto, así que no puedo estar más feliz de lo que estoy ahora.

–Sasuke –Sakura detuvo su llanto y sonrió un poco, sus mejillas se sonrojaron –tienes razón, los dos vamos a ser los mejores padres para este bebe, además va a ser el primer Uchiha en mucho tiempo.

–Creo que después nos preocuparemos por restablecer mi clan –bromeo y sonrió al ver que Sakura se rio y lo golpeo levemente en el hombro, después ella borro su sonrisa de la cara.

– ¿Has pesando en cómo les diremos a mis padres?

Por alguna razón eso era lo de menos, sabía que sus suegros no le tenían tanto aprecio pero se lo ganaría, ahora mismo tenia cosas más importantes que hacer así que no supo si esto era una locura o la mejor idea que se le ocurriría en toda su vida.

– ¿Crees que se enojaran si saben que estamos casados y esperando un hijo? –pregunto socarrón y por tercera vez en la noche Sakura abrió los ojos y la boca, en definitiva esta noche la recordaría para toda su vida.

– ¿Eso es una propuesta? –le pregunto emocionada, el encogió los hombros rodando los ojos.

– ¿Quieres casarte conmigo?