DECLAIMER: Todos los personajes de Harry Potter pertenecen única y exclusivamente a la maravillosa J. , yo solo los tomé prestados para escribir ésta historia. Cualquier personaje extra sí es de mi autoría.
NOTAS DE LA AUTORA: Desde ya les aviso que la verdadera trama de la historia no se verá mucho en los primeros capítulos del fic, la pareja principal es Voldemort/Harry, pero aun así tardarán en encontrarse, éste fic está dividido en DOS partes, la primera se centra más en la vida feliz de Harry y la otra de cómo y porqué se une al lado Oscuro, okey?. Así que preparen su paciencia, actualizaré unas dos veces por semana si les va gustando :D , y ahora sí, a leer!
El Amo del Amo
Capítulo uno: recuperación
El día comenzaba normal para ser el primer día de clases , los alumnos iban y venían saludando amigos y profesores, acomodándose en sus dormitorios y contando emocionados lo divertido de sus vacaciones , nadie sospechaba nada y tampoco se percataron de que en esos momentos se formaba una junta en la oficina del director, una junta que les traería muchas sorpresas en el futuro y…el presente.
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- Hoy llegara al anochecer , tendremos que vigilar que nadie se acerque al punto de encuentro-el viejo director del colegio Hogwarts hablaba tranquilamente sentado desde su amplio escritorio, podía ver claramente los rostros ansiosos de sus interlocutores y no era para menos, éste mismo día podrían ver por fin , después de tantos años , al tesoro que era protegido por la Orden del Fénix y que ahora sería resguardado en el antiguo castillo
- A qué hora llegara?- los ojos del nuevo profesor de DCAO reflejaban una felicidad que hace mucho tiempo no sentía.
Desde esa fatídica noche en la que sus mejores amigos, los Potter, habían muerto, Remus Lupin sentía que ya no tenía razón por la cual vivir, sentía una rabia asesina hacia Sirius Black, el traidor que había delatado al joven matrimonio, el hombre lobo estaba listo para ir en su busca y acabar con su miserable existencia pero el director lo detuvo antes de cometer tal locura y le dio una nueva razón para vivir: el pequeño bebé de un año que había logrado acabar con el mago tenebroso más poderoso de todos los tiempos, Harry James Potter.
Desafortunadamente muchos incidentes , presuntamente provocados por seguidores del que No-Debe- Ser-Nombrado, ocurrieron en la sala infantil de San Mungo a la llegada de Harry así que Dumbledore no tuvo otra opción más que mandar al pequeño con sus parientes muggles para mantenerlo protegido, prometiendo a los integrantes de la orden y especialmente a Lupin que regresarían por él tan pronto como encontraran la forma de deshacerse de los criminales que habían intentado lastimar al pequeño y hoy por fin lo habían logrado.
Con los rebeldes en Azkaban y la seguridad restaurada, Harry podría regresar a su mundo después de cuatro angustiosos años de búsqueda , rastreo y captura de mortífagos.
- Al parecer arribará a más tardara las 9 de la noche, no podemos permitir que alguien le vea , Hagrid se encargará de su traslado a sus habitaciones en cuanto esté aquí, nadie más debe estar en los terrenos, no llamar la atención es lo más importante.
-Quien fue por él?- el maestro se escuchaba bastante preocupado, por los reportes de la squib que Dumbledore tenía bajo sus órdenes, su pequeño cachorro había sido muy enfermizo , muchas veces tuvieron que amenazar a los Dursley para que cuidaran bien de Harry y aun así resultaba muy difícil su recuperación.
Por eso el lobo se prometió que en cuanto tuviera al bebe entre sus brazos se ocuparía completamente de él, no permitiría que nada malo le pasara, el pobre ya tenía suficiente habiendo perdido a sus padres y el tener que cargar con una profecía sobre sus hombros, porque en efecto , El Señor Tenebroso no estaba muerto, Albus lo presentía y muchos habían estado aferrados a la idea de su desaparición, desafortunadamente la fama que tenía de hombre sabio estaba bien ganada, no podían ignorar eso; el pequeño Potter debía crecer entre los suyos, aprender de su cultura y amarla para así poder protegerla sin dudas o resentimiento en su corazón.
-no te preocupes por eso Remus, Harry está en muy buenas manos- no muy seguro de la respuesta del director se despidió de los otros profesores que hasta el momento se habían mantenido en silencio y salió del despacho aun intranquilo, solo rezaba porque su cachorro llegara a salvo.
-El lobo está bastante ansioso, solo espero que no se ponga insoportable cuando el mocoso Potter esté aquí- el tono del joven profesor de pociones se escuchaba hastiado, debías conocerlo muy bien para notar que detrás de su máscara de indiferencia se escondía verdadera preocupación y hasta alegría
-No te preocupes mi muchacho, todo se tranquilizará cuando él llegue, ahora volvamos al asunto por el que los llamé, según los reportes de Arabella, el niño tiene una salud delicada, es por eso que Severus y Poppy se encargarán de mantenerlo saludable, necesitará un chequeo completo en cuanto llegue, ¿de acuerdo?- los dos adultos asintieron- excelente, en cuanto a ti , Minerva, ayudarás a Remus en todo lo que se refiere a la educación temprana que Harry debe recibir, confío en que harán un buen trabajo
Minerva aceptó complacida, ella había apreciado mucho a los padres del pequeño y por lo que el director le había dicho sobre el niño, era muy inteligente para su edad, ella se aseguraría de que supiera todo lo necesario para ser alguien grande, se lo debía a James y a Lily.
Terminando la reunión todos los profesores se retiraron al gran comedor para la cena, tenían que asegurarse de que a ningún alumno le diera por explorar el castillo esa noche , sin dudas la vida en Hogwards iba a ser muy interesante desde ahora.
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Alastor Moody no era precisamente famoso por su gran paciencia, él era considerado un cazador peligroso, entrenado en las artes mágicas para erradicar a los malditos que se atrevían a romper con la paz del mundo mágico; durante su entrenamiento como auror aprendió tres cosas básicas : alerta permanente para que no pateen tu trasero, sigilo para romper cuellos sin necesidad de alertar al enemigo y lo más importante, paciencia para no cometer estupideces que le pueda costar la vida a tus compañeros….sinceramente estaba ejercitando esa última en niveles inimaginables, ¿la razón? muggles , la peor, la más jodida e imbécil clase de muggles que haya existido.
Cuando Dumbledore le envió a recoger a Harry Potter se sintió orgulloso de ser el encargado de tan importante tarea, no todos los días conoces al Héroe del mundo mágico…jamás pensó que se arrepentiría de su decisión.
Se encontraba de pie frente a la perfecta y aburrida casa de Privet Drive, específicamente la número 4, su cerebro acababa de procesar el hecho de que un muggle mitad morsa acababa de azotarle la puerta en la cara, ¡a Él! ; sacó su varita y con un leve Reducto se deshizo del obstáculo rompe narices, entró y caminó hacia lo que parecía ser la cocina, ahí se encontró con el hombre morsa y otros dos, un niño cerdo y una mujer caballo que lo veían con miedo y desagrado.
-¡LARGO DE AQUÍ FENÓMENO, ÉSTA ES UNA CASA DECENTE, MI FAMILIA NO TIENE NADA QUE VER CON SU MUNDO DE ABOMINACIONES!- la cara del hombre estaba de un color rojo brillante, casi pasando a morado, en su mente Moody se preguntó si le explotaría la cabeza, las venas se marcaban palpitantes en sus cienes
- Cállate muggle imbécil, no tengo ningún interés en ti o tu asquerosa familia, he venido a recoger aquello que les fue dado a cuidar, ¿dónde está? – la morsa estaba a punto de abrir la boca y continuar maldiciendo, el auror ya tenía preparada su varita para hacerle callar, pero al ver esto, la mujer fue más inteligente y decidió cooperar, en cuanto antes se deshiciera del pequeño monstruo su vida volvería a ser normal y tranquila.
Con miedo guió al hombre hacia el segundo piso, ahí en la habitación del fondo se encontraba el Niño-Que- Vivió, Alastor giró la perilla con cuidado, la horrenda mujer le había dicho que el niño estaba durmiendo, así que entró con paso lento tratando de no hacer ruido; la abitación no era muy grande, pero si lo suficiente para un niño pequeño, al fondo , junto a la ventana, apenas se distinguía una pequeña cama de madera entre las sombras de la noche, el viejo hombre se acercó y asomó la cabeza para verlo, en ese momento su corazón se ablandó: era pequeño, su respiración apenas y se notaba, se veía tranquilo. Con cuidado de no moverlo mucho lo tomó entre sus brazos pero a pesar de eso el niño se removió inquieto y abrió sus ojos, no pudo distinguir el color por la oscuridad de la habitación, pero notó que el infante lo miraba con algo de duda, como si se preguntara quién era la persona que lo había sacado de su plácido sueño
-No temas pequeño, te llevaré con tu verdadera familia, vuelve a dormir, te prometo que cuando despiertes estarás en el lugar al que perteneces, serás feliz- el adulto vio como el niño parecía entender sus palabras y con confianza y tranquilidad se acurrucaba entre sus brazos, el rumor de que era muy inteligente era cierto. Lo envolvió en una cálida cobija, aferrándolo bien para que no se zafara de sus brazos, salió de la habitación pasando al lado de los asquerosos muggles que vivían ahí.
Lo último que los Dursley vieron fue al gran hombre desaparecer en medio de la noche.
