Este es mi segundo fanfic y la verdad es que estoy aún más nerviosa, me costó volver a escribir. Con El CCB la verdad no andaba con inspiración y me daba pena que me dieran ganas de escribir algo más. Al final me rendí a mis impulsos y aquí estoy con algo nuevo otra vez. Espero que les guste.
Este en un fic RinxLen, aunque otras parejas serán incluidas, solo denme sugerencias de cuales quieren si es que quieren.
Alina Nyan
disclaimer: vocaloid no me pertenece. D:
Oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooooooo ooooooooooo.
Prologo
Vivir en un mundo donde no admiten extraños, en un mundo donde no puedes nacer distinto. El miedo a lo desconocido se convierte en el miedo a la amenaza, y desde tiempo remoto la amenaza se ha combatido con fuerza. No hay espacio para quien nace distinto.
Donde hay diferencia hay pelea, o al menos eso dicen algunos. Una batalla fría por el puesto de un solo ganador, como la guerra de dos colores distintos por pintar un papel en blanco, el débil tendría que ser reprimido, censurado, borrado. La sociedad no da cabida a lo distinto, la importancia de pintar todo de un solo color se hace ver. No lo dicen, pero se subentiende.
Toda la vida había asumido esas mismas reglas de la vida. Una vida tranquila con una familia feliz. Fue hace mucho tiempo que había notado que ella era diferente, pero conocía la reglas. Y prefirió callar. Asumimos que el amor de familia es incondicional, irrompible… y de todas formas ella guardo un secreto así por tanto tiempo.
Traición, es lo que diría su familia. Y ahí es donde comienza esta historia.
¿Cómo actuar cuando el rechazo viene de tu propia familia? Veía la duda y la repulsión en ellos, el tinte de traición en los ojos. Como si hubiera dicho un insulto muy grande.
Una mentira muy traicionera.
La vida a veces nos pone trampas que nos hacen reflexionar sobre todo lo que hemos hecho y creído. La opresión en el pecho, el dolor del desprecio, las lágrimas de traición. Todo seguido del insuperable sentimiento de injusticia. ¿Y que si era distinta? Ella jamás quiso nacer así, ponía su vivencia como prueba de ello; y sin embargo no se sentía desgraciada por eso.
Pero ellos sí.
- cuanto tiempo hace que tienes eso – una sutil pregunta. Miro a los ojos de su madre, quien los mantuvo firmes. No hay espacio para las cavilaciones. No hay espacio para el amor ante la supuesta traición.
– ¿hay alguna diferencia si contesto esa pregunta?- La firmeza en sus palabras era lo único que le quedaba. Estaba firme; si no había tolerancia para ella, ella tampoco se las daría a ellos.
- Tienes que irte-
Ya estaba. Rin miro a su madre con la última mirada de desconsuelo que se permitiría dar. No más adioses, no más perdones.
- tienes una hora – palabras sin compasión ni consuelo – no vuelvas jamás, por favor.
¿Qué haces cuando todo en lo que creías te da la espalda? El golpe de la realidad a veces es muy duro y muchas veces no sana por completo. Las lágrimas no salen de sus ojos y sin embargo siente como todo su interior se esfuerza por reprimir el grito desgarrador de su garganta. No tenía tiempo ya.
Rin recorrió con sus ojos la habitación y empaco sus cosas lo más rápido que pudo. Ya ocultarlo no importaba, ya su fachada estaba tirada y destrozada en el suelo. Vio de reojo como su madre dejaba caer lágrimas de sus claros ojos, llenos de vergüenza ante lo que estaba haciendo. Su padre se mantenía quieto, parecía reflexionar sobre cosas más profundas que lo que pasaba frente a él. ¿Cómo se lo explicaría a su hermana menor?, ¿Qué dirían los vecinos, el colegio, la gente?
Los ojos azules se centraron nuevamente en la mirada de su madre, esconderse tampoco tenía significado entrada en este punto. Soltando su bufanda atada al cuello revelo la piedra preciosa incrustada bajo su clavícula. El símbolo de su diferencia. La aceptación al rechazo.
Sin detenerse a mirar a su madre otra vez, ni pensar en su padre. Rin camino con paso apresurado hasta salir de su ahora "antigua habitación". Se pregunto si sus padres la dejarían despedirse de su hermana, pero era evidente que no se lo permitirían.
Se encontraba frente a la puerta principal de su casa, era una noche especialmente densa en neblina y el ambiente en el exterior se notaba frio. Suspiro, y sin dignarse a despedirse de sus padres Rin salió del mundo al cual había llamado hogar. Tomando con fuerza la mochila con sus cosas se largó a correr sin destino claro, manteniendo un ritmo rápido y sin embargo suave y silencioso, casi asimilando a un gato sigiloso. No quería pensar, realmente no quería… pero las lágrimas ya no pudieron retenerse más.
Ya no había espacio para dar la vuelta y mirar atrás.
No había espacio para ella en su familia.
No había espacio para ella en el mundo.
La rubia corrió hasta que su aliento se cortó por el cansancio. Ya estaba, no tenía donde ir.
La traición, la pérdida. Rin jamás creyó que en su vida los vería de tan cerca. Ya se había dado cuenta. No había lugar para ella y sus habilidades en ningún lugar que ella conociera.
Y sin más, el grito en su garganta desgarro el aire.
Oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooooooooooooooooooo oooooooooooo.
Bueno, que tal con eso? No quería hacerlo mas largo porque sentí que arruinaría la sensación de prologo. En estos momentos estoy trabajando en el CCB porque tengo un bloque y una falla argumental que me tiene enojada. Espero que les haya gustado este pequeño intento de fic, si les gusta lo puedo continuar, si no lo dejo como un one-shot o algo por el estilo, ahí vere.
