Desde la copa Wallace ya nada fue igual.
Desde la copa Wallace ya nada fue igual.
Encontrarse con sus amigos fue una de las más inmensas alegrías que haya experimentado y conocer a su nueva compañera de viaje fue aún mejor.
Ambas habían conectado desde el inicio, ambas coordinadoras, ambas compañeras de viaje de ash y Brook, ambas con el sueño de ser las mejores. Sin embargo, durante la copa Wallace jamás se esperó el resultado obtenido…la derrota.
Había ganado experiencia y hoy día viajaba con nada menos que sus 3 rivales más poderosos, y aparentemente nada de eso bastaba para vencer a Dawn, quizás ni siquiera bastaba para vencer a Harley o Jessilina. Ella nunca había sido presumida y no deseaba serlo pero haber perdido…frente a sus amigos, frente a sus rivales, frente a sus padres…era algo insoportable.
Naturalmente no demostró ninguna de estas emociones a sus amigos, ella no iba a demostrar en este viaje tan corto su dolor y decepción, NO, debía demostrar que si no había mejorado lo suficiente sus técnicas se había hecho más fuerte. Pero una noche mientras el barco la llevaba hacia Jotho dejo toda la negatividad y miedo fluir en forma de lágrimas.
Hacía apenas unas horas que había llegado al puerto de Jotho en compañía de su fiel glaceon, se suponía que debían dirigirse hacia una cabaña que se encontraba en las afueras de la ciudad malva…pero en lugar de eso se encontraba sentada bajo la sombra de un árbol.
¿Qué les iba a decir a ELLOS?
¿Qué le iba a decir a EL?
Hola amigos ¿qué tal? supongo que ya vieron como perdí en la copa Wallace así que no es necesario darles detalles, en fin ¿que hay para comer?
Ja, ni siquiera podía imaginar la decepción en sus caras.
No, no puedo…
Al oír a su entrenadora glaceon se preocupó, sabía perfectamente que era muy decidida y verla en ese estado era deplorable, las lágrimas surcaban su rostro y cerraba los ojos con fuerza como si no quisiera ver.
May reviso la hora, en su reloj de muñeca, las 16:00.
No veía como una posibilidad ir con sus compañeros, no podía verlos a la cara, simplemente llegar como una perdedora…solo había un camino, aunque era el camino que los cobardes tomarían.
Glaceon, hoy nos quedaremos en el centro pokemon.
La mencionada solo miro a su entrenadora incrédula.
No me mires así linda –la acaricio May- es solo que necesito un tiempo para pensar… además no he tenido tiempo de recorrer la ciudad, vamos a turistear y luego al centro ¿sí?
Asintiendo glaceon acepto y por primera vez en el día vio un asomo de sonrisa en su entrenadora.
May de inmediato se levantó y se marchó caminando.
Este paseo no tardó mucho en ser interrumpido.
Justo cuando acababa de entrar a la ciudad, vio un restaurante que celebrando su inauguración coloco el siguiente anuncio: ¡pruebe nuestros nuevos sabores de pastelillos!
Fue como si una fuerza electromagnética empujara a la castaña a entrar. Y con los ojos vueltos estrellas entro.
Jamás se esperó lo que encontró… la persona que menos deseaba ver en ese momento se encontraba ahí sentado leyendo un libro. Llevaba gafas ovaladas. Levanto la vista al sentir que alguien lo miraba y sus ojos hicieron contacto directo con ella, aquellos ojos esmeralda que tanto le gustaban pero a la vez la confundían, aquellos ojos que la hacían sentir un escalofrió recorriéndola. Estaba tan perdida en su mirada que ni siquiera se dio cuenta cuando el chico en cuestión se levantó y se dirigió hacia ella, quien por cierto seguía congelada en la entrada de aquel restaurante.
May… - ella cerro los ojos con fuerza y bajo la cabeza, estaba lista para escuchar todos los reproches y reclamos por parte del chico, pero en lugar de eso obtuvo una voz llena de preocupación- ¿estás bien?
Yo…yo…- que podía decir ¿bien? Eso es mentira ¿mal? Eso es verdad pero no se demostraría débil…opto por quedarse callada y mantener los ojos cerrados.
Al no obtener respuesta imagino que Drew la dejaría en paz, hasta que sintió como una mano la sujetaba con determinación en su mano derecha y la encaminaba hacia dentro del lugar, esto la hizo abrir los ojos y levantar la cabeza de golpe mientras su cara se tornaba de un rojo fosforescente.
La trajo a la misma mesa donde él se hallaba sentado minutos antes. La soltó y le saco una de las sillas para que tomara asiento.
Así que de eso se trataba traerla hasta la mesa para que estuviera cómoda mientras él se burlaba de su ineptitud como coordinadora, así que se mantuvo mirando sus manos sobre su regazo mientras se acariciaba la mano derecha, ojala no hubiera llevado guantes.
Pero pasados los minutos aquel regaño nunca llego, se atrevió a levantar el rostro y lo que vio la dejo perpleja.
Estaba examinando el menú.
¿qué te gustaría?
Eh Ehhhhh?
De comer.
Oh ahh
Buenas tardes señores.
El saludo de la camarera asusto a la coordinadora haciéndola dar un pequeño salto en su asiento.
Mi nombre es El aine y hoy seré su camarera, ¿puedo tomar su orden?
Sí, yo quisiera dos pasteles para el té.
Por supuesto caballero – anoto la orden en una libretita - ¿y para usted señorita?
E e Em yo… - desesperada, May busco entre los nombres de distintos platillos pero todo se veía delicioso, hasta que sus ojos se posaron en dos pastelillos chocolate con cubierta de fresas y vainilla con relleno de malvavisco. Solo de pensarlo se le hacía agua a la boca.
Ella querrá dos pastelillos, chocolate con cubierta de fresas y vainilla con relleno de malvavisco por favor. Ah y dos refrescos de cola.
Sí señor.
Al oír a Drew diciendo exactamente lo que ella deseaba estaba tan sorprendida que pensó que la boca le caería al piso, hasta que recordó algo…
¡Oh no! GLACEON
Esta conmigo
¿Que?
Motivada por impulso miro debajo del mantel y situó a su glaceon acurrucada muy cómodamente en el regazo del coordinador.
Oh…gracias.
Bien, ahora que todo está resuelto creo que es hora de que hablemos.
Ahh ¿sabes? Acabo de recordar que mis pokemon necesitan ir al centro y…bueno – hizo ademán de levantarse pero rápidamente glaceon se situó en su regazo mientras que el coordinados ocupaba la silla que estaba al lado de ella, lo único que había del otro lado era una pared y un ventanal, a menos que pudiera romper la ventana o traspasar las paredes no tenía escapatoria.
Es mejor que lo enfrentes ahora.- una vez el peliverde se sentó glaceon volvió a el regazo de este.
Creo que le gustas
Si lo se.
Que modesto.
Si lo se, soy modesto – dijo mientras hacia su típico gesto moviendo su flequillo- pero no hablaremos de eso, sino en lo sucedido en la copa Wallace.
Bien – dijo la castaña mientras internamente sabia que moria del miedo.
