El viento agitaba su largo cabello negro mientras caminaba por las frías calles de Rusia. Tenia todos los músculos agarrotados por el frío y su estomago le pedía algo de comida. Ni siquiera estaba seguro de por que estaba allí, solo sintió el impulso de buscar a ese chico que tanto añoraba, al bicolor de su antiguo equipo. Así que cojió un avión desde china y voló asta allí
Ahora llevaba tres días caminando por la ciudad buscando desesperadamente la casa del chico ruso.
La gente le miraba extrañada, no solo porque era el único que no llevaba un buen abrigo de piel, también porque su cabello negro, su piel apiñonada y sus rasgos felinos destacaban entre toda la gente pálida.
Ignoro a la gente k lo miraba y se abrazo a si mismo buscando resguardarse del frío ya que su fina chaqueta parecía incapaz de hacer esa tarea. Escucho un sonido proveniente de su estomago, rebusco en sus bolsillos algo de dinero con la esperanza de poder comprar algo de comida, pero al no encontrar nada se maldijo a si mismo.
-mierda, no ha sido buena idea venir hasta aquí-
Se perdió en sus pensamientos y cuando se dio cuenta se había alejado de las calles alborotadas de gente para encontrarse en un oscuro parque con un enorme árbol en medio y unos cuantos bancos. Se iba a sentar en uno de ellos cuando oyó una voz.
-valla valla, mirad lo que tenemos aquí- Un chico alto se acerco a el- Si es un lindo gatito-
Otros cuatro chicos de acercaron a el.
-¿Qué quereis?- Ray se puso a la defensiva, sentía que esos chicos no querían nada bueno
-nada, solo divertirnos un rato- hablo un chico rubio.
Los cinco chicos se rieron y se acercaron mas a el. Uno de ellos le cogió del brazo, el pelinegro intento soltarse pero solo consiguió que el chico le agarrase mas fuerte.
Ray le propino un fuerte puñetazo en la cara.
-maldito gato cabrón¡- Los otro chicos lo agarraron y lo tiraron al suelo.
Le empezaron a golpear entre todos. Ray intento defenderse de los golpes pero eran mucho mas fuertes que el.
Siguieron golpeándole hasta que se cansaron, luego se fueron riéndose del pelinegro y dejándolo tirado en el suelo.
Ray intento moverse y ponerse de pie, lo cual no consiguió porque no sentía el cuerpo, en parte por el frío y por todas las heridas en su cuerpo.
Solo logro articular una palabra antes de que todo se volviera negro.
-Kai…-
El bicolor estaba sentado en el despacho de su abuelo, hacia dos años que los beyblakers se habían separado aun así, Kai estrañaba muchísimo al chico chino.
-Bueno Kai, yo me voy a ir unos dias- La fría voz de su abuelo resonó por toda la habitación- Te voy a dejar al cuidado de la casa ya que a tus 18 años creo que tienes edad suficiente para comportarte-
-Tranquilo abuelo, soy capaz de controlar esta casa de locos-
Kai se levanto y se fue a su habitación caminado por los largos pasillos de la mansión Hiwatari.
Cuando llego a su habitación miro la fotografia de su antiguo equipo, la sonrisa angelical de ray destacaba entre todas las demás.
-¿Por qué te estraño tanto Ray?- Susurro regañandose a si mismo. Sabia que nunca volveria a ver al chico pelinegro por mucho que lo estrañara.
Se estaba adormilando cuando la puerta de su habitación se abrió de golpe.
-Kai, vamos a salir un rato Bryan y yo, te vienes?-hablo Tala ingresando en la habitación de bicolor.
-¿Por qué no me dejais empaz?- Les ignoro Kai
-Tu mismo, nosotros nos vamos-
-hm-
Cuando los dos rusos de fueron, Kai decidio ir a dar una vuelta.
Las calles ya estaban completamente oscuras cuando el bicolor comenzo a caminar por ellas. Llego a su sitio favorito en esa ciudad, un pequeño parque con un arbol enorme en medio. Se sento en un banco con los codos apollados en las rodillas y las manos en su rostro.
-Ray… te hecho de menos-
De pronto una estraña sombra debajo del arbol llamo su atención.
-¿Qué es eso?-
Se acerco al arbol y entonces vio lo que nunca penso que volveria a ver, esa inconfundible melena negra atada a una larga coleta.
-Ray?.. No, no puede ser, es imposible-
Se acerco lo suficiente para ver el rostro del chino ensangrentado. Todo su cuerpo se quedo rigido. Habia estado soñando con el dia en el que se volvieran a ver, pero nunca
penso que seria de esta manera.
-RAY¡-
Se agacho a su lado y comprobo que definitivamente era el. Tenia todo el cuerpo magullado y una herida muy profunda en el abdomen, al igual que en el brazo.
-Ray que te a pasado?-Gritaba asustado
Abrazo su delgado cuerpo, puso la mano a un lado de su cabeza, aunque la retiro cuando sintio un liquido espeso resbalando por ella.
-Ray contestame por favor- Una lagrima escurrio por su mejilla
-RAAAAAAAAAAAAAAAY¡-
No se lo pensó dos veces y lo cargo en sus brazos.
