Inspirado en "Misoledad y yo" de Aljandro Sanz

Disclaimer:

Los personajes de la serie anime/manga Naruto no me pertenecen.


Distancias

By

Valetrax

¿Volverás pronto, Sasuke-Kun?

Tan pronto, que no habrás notado mi partida.

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El frío congela mi nariz y mis pies ya me pesaban, más de lo habitual. Mis brazos colgaban de mis hombros, sin vida. Y mi cabeza poco a poco era presa de la fuerza de gravedad.

El día de hoy había sido jodidamente agotador, extenuante y pesado, era uno de esos días en los cuales solo quería llegar a mi casa, recostarme sobre la cama y cerrar mis ojos aún con la ropa y los zapatos puestos.

Pero lamentablemente, aún me quedaba por hacer.

Caminé lo más rápido que mis pies y la nieve me permitieron; estaba ansiosa. Después de tantos meses de arduo trabajo, por fin mis esfuerzos daban frutos. Y ya lo esperaba hace mucho… Este era mi merecido premio a la perseverancia y el tesón. A la paciencia y dedicación. Seis meses, en los cuáles me restringí de todos mis placeres femeninos, ahorrando el dinero para algo mejor, y ahora; estaba a punto de comprarlo.

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Siempre me ponía ansiosa el molesto sonido del marcador en espera del teléfono, y como siempre para relajarme comenzaba a flexionar mis piernas con un ligero movimiento.

¿Diga?

Me detuve — ¡Hola Sasuke-Kun!

Sakura…— su voz, su grave y aterciopelada voz, era todo lo que necesitaba oír.

¿Cómo estas?

Bien, gracias. ¿Tú?

Muy bien…— Todo el día pensando en él, y ahora no se que decirle. — Hace mucho que no me llamabas, así que decidí hacerlo yo.

Lo siento.- fue todo lo que me dijo. Su voz parecía cansada, quizás lo estaba interrumpiendo.

No tienes nada que sentir, después de todo debes estar muy ocupado con tus estudios y todo lo demás. De todas formas no tienes que preocuparte por eso, te entiendo. — Él no dijo nada, pero ya estoy acostumbrada a interpretar su silencio. — Por cierto… te he extrañado.

Yo también. — definitivamente esa no era la respuesta que esperaba. Quizás algo como "Yo también te extrañado mucho Sakura" hubiese sonado mejor.

¿Estás ocupado? Te noto lejano.

Algo así, estaba por dormir.

Oh…-fue todo lo que pude decir. Después de largos diez segundos en completo silencio, los cuales para mi fueron eternos noté con claridad que lo estaba interrumpiendo. — Bueno entonces, te dejo. De todas formas no tengo mucho tiempo, Ino y yo saldremos esta noche. — Mentí.

Esta bien, buenas noches y pásalo bien.

Gracias, buenas noches para ti también. — Otra vez quedamos en silencio, en ese incomodo lapso en el cuál ninguno de los dos sabía si cortar primero.- Sasuke… Te quiero.

Yo también, Sakura.

Desde aquella última llamada siento que me esta olvidando…

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Seis meses han pasado ya, desde que Sasuke-Kun dejo el pequeño pueblo de Konoha para irse a estudiar a Tokio. Seis eternos y tediosos meses, en los cuáles no he podido dejar de pensar en él ni un solo día. Y siempre me pregunto "¿Él estará pensando en mí también?"

Alejarme de su lado ha sido la más dolorosa y a la vez madura decisión que he tomado en toda mi vida. Él quería estudiar medicina, ¿Quién era yo para mantenerlo aquí? Quería que fuera feliz. Aunque yo no lo fuera.

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La tarde había sido perfecta, la compañía había sido perfecta… la cena fue perfecta. Pero ahora que el día había culminando… Todo tomo un extraño rumbo.

A pesar que caminábamos tomados de la mano, yo sentía una distancia invisible entre nosotros, un muro tenso que no me permitía iniciar una conversación.

De pronto Sasuke detuvo la caminata, y se aferro a mi cuerpo sorprendido hundiendo su rostro en mi frondoso cabello.

Me voy a estudiar a Tokio. — me confesó sin titubeos.

Mi respiración se detuvo. ¿Había escuchado bien? ¿Se iba a Tokio? Mis manos automáticamente se aferraron tensas a su espalda, aprisionándolo. Esto no podía ser cierto, esto no podía estar pasando… ¡Yo no puedo sepárame de el!

Claro… por eso aquel día tan perfecto, por eso esa maravillosa cena… esta era su despedida.

Mis brazos se relajaron. Desde que conocí a Sasuke sabía que este día llegaría, siempre supe que en Konoha no encontraría lo que él aspiraba… el quería más, siempre más…

El amor debe ser solidario… yo le quería aquí junto a mi por siempre, pero si el quería superarse a si mismo ¿Quién era yo para detenerle?

¿Cuándo?— pregunté cuando logré calmar mis alteradas pulsaciones.

En tres días.

¿Tres días? ¿Solo tres días tenia para estar con él antes de separarnos?

Respiré profundamente varias veces, antes de responder.

Eso es muy pronto…

Lo se, es una vacante de última hora en la universidad. Y me ofrecieron el cupo hace una semana…

Eso esta muy bien— le dije con pesar — este es tu sueño…

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Y lo apoyé… apoyé su decisión de irse a estudiar a otra ciudad, aún sabiendo que mi corazón se estaba trizando con cada día que se acercaba su partida.

A él le fascinaba la idea de salir de este pequeño pueblo donde todos se conocen, y mudarse a una gran ciudad… donde seguramente conocería a muchas personas.

Y aquel era mi mayor temor en todo esto…

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¡Prométeme que no te enamoraras allí!— le grité cuando nuestras manos se soltaron y el comenzó a encaminarse por un pasillo para abordar su avión.

El volteó sin parar de caminar — Lo prometo…— me respondió con una media sonrisa.

El lo prometió… él me lo prometió… y desde ese día comenzó mi larga agonía de soledad.

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¡Hasta hoy!

Miré ansiosa el pequeño y frágil papel por última vez antes de cerrar mi cartera. Sin duda hoy era el día mas feliz que he tenido en mucho tiempo, siento como mi estomago se retuerce de la sola idea de escuchar su aterciopelada voz hoy en la noche para anunciarle mi sorpresa.

El camino de regreso a mi departamento fue mas rápido de lo que esperé, me quité los zapatos y corrí al teléfono, ansiosa. Busqué la cartera en mi bolso, para luego sacar mi preciado tesoro, lo admire por unos segundos y lo deje apoyado perfectamente junto al teléfono. Puse ambas manos en la mesita, relajando mi cuerpo y preparándome para lo que venía.

Marqué el número con avidez… y como siempre, el molesto sonido en espera aumentaba mi ansiedad.

— ¿Diga? — respondió al parecer somnoliento.

— ¡Sasuke-Kun!— exclamé sin medir mi emoción.

— ¿¡Sakura!?

— Claro, ¿Quién mas te llamaría a esta hora?

— Lo siento, es solo que me sorprendiste.

— No te preocupes. — ¡Diablos! No sabía como comenzar a explicar todo sobre mi sorpresa. Creo que lo mejor será darle vueltas al asunto un momento, para tantear las aguas.

— Sasuke, te he extrañado tanto. — admití sin querer poniéndome melancólica al recordar todas las noches frías de soledad intensa. — Estos seis meses que han pasado han sido eternos para mí…— no sabia de que otra forma expresarle cuanto le necesitaba a mi lado.

— Sakura… — el sonido de mi nombre con su voz baja y aterciopelada, hizo que cerrara mis ojos placenteramente.

— Sasuke… tengo algo importante que decirte— bien era la hora de la verdad. — Yo he com.…

Sasuke-Kun… no tardes.

Escuche vagamente una frase que congelo mis respiración. Eso era… eso era…

Mi mayor temor.

Solté el auricular del teléfono y caí de rodillas junto a el. Un extraño frío comenzó a recorrer mi espina dorsal hasta llegar a mi nuca, un frío que me quemaba.

Mi mano derecha temblaba, y mis dientes aprisionaban con leve fuerza mi labio inferior tratando de retener un quejido de dolor.

— ¡Sakura!... ¿Sakura estas ahí?— podía escuchar claramente como el gritaba mi nombre al otro lado del teléfono. — ¡Demonios, Sakura levanta el teléfono!

Él sabía que aun estaba aquí, me conoce demasiado. Tuve que morderme aún mas fuerte para tranquilizarme… ¿Pero como, si mi mundo se estaba viniendo abajo?

— Sa-Sasuke… lo siento el auricular se cayó de mis manos ¿Qué decías?— ¿habré sonado sincera?

El silencio que se hizo, me dio a entender que no. ¿Pero que mas podría hacer? Me entraban ganas de gritarle, de exigirle una explicación de lo que escuche, que me contara todo… ¡absolutamente todo!

¿Pero como hacerlo? "Sasuke dime hace cuanto que ya me olvidaste" Jamás podría decir esas palabras.

Después de todo, hace seis meses que no nos vemos… de cierta forma es natural que me haya olvidado.

— ¿Qué… tenías que decirme?— Su pregunta forzada me saco de mis pensamientos. Miré con tristeza la mesita del teléfono, como aquel rectangular pedazo de papel estuvo a punto de cambiar mi vida.

— Pues…— ¿Qué decirle? — Yo… ya — Quería que él fuera feliz — Ya no quiero molestarte más. — Aún si no fuera conmigo.

— ¿Molestarme? ¿Qué quieres decir?

Silencio nuevamente ¿Es que acaso no tenía nada que decirme?

— Nee Sasuke-Kun ¿Me harías un favor? — me atreví a preguntar. Era mi última petición y ya no lo molestaría más. — Solo… dile que te cuide mucho.

Yo de cierta forma quería— y no de la mas conciente— que el supiera, que yo había escuchado una voz melosa y femenina junto a él. Así él entendería a que me refiero con "no molestarlo más"

— Bien ya no te entretengo más… cuída-te— No pude evitarlo, mi última palabra salió temblorosa de mi boca antes de colgar bruscamente.

Realmente fui una tonta al creer que él no se enamoraría de alguien mejor que yo en la ciudad. En el fondo de mi corazón sabia que esto sucedería.

Me levante decrépitamente mientras dejo correr mis lágrimas a su antojo… Y miro con tristeza aquel papel que ya no utilizare. ¿De que me sirve tener un pasaje de avión que no utilizare?

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Arderá y será más útil en la chimenea…

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¿Fin?


Tenía pensado hacer una continuación de esta historia, que en realidad sería la misma (xD) pero desde el punto de vista de Sasuke. Todo dependera de si les gusta el fic o no.

Saludones a todos!!