Bang Bang, una historia de balas, tristeza y venganza.

Está mañana me he despertado adolorido, sufrido, triste, enojado... Aún recuerdo ese lamento en el que cuando mis hermanas me sostenían, trataba de seguir abrazándolo no quería irme del cuarto. Mis padre estaba llorando mientras que mi madre lo consolaba. Mis hermanas por otra parte estaban en silencio tristes mirando hacia abajo ¿Yo? Bueno solo les puedo decir que cuando me dijeron aquella trágica noticia se sumó a algunas de las tantas cosas que me ha pasado en los últimos seis meses. En primer lugar gracias a esos malditos racistas que votaron por el presidente actual, la familia de Ronnie Anne tuvo que huir hacia Canadá, sin posibilidad a poder volver a Royal Woods ya que las nuevas leyes han sido tan estrictas que hasta su padre perdió su trabajo. Ya saben cómo terminó está escena Lori destrozada porque ya no podrá ver nunca a su novio y yo a Ronnie Anne, aunque no era mi novia tenía grandes sentimientos hacia ella. Tenía... Tenía planes de... bueno ya saben a qué me refiero. Por otra parte los padres de Clyde se divorciaron por una discusión que terminó en golpes. Digamos que ambos están fuera del estado, al igual que Clyde. Lo extraño, era mi mejor amigo, el único en el que podía confesar mis tristezas, alegrías, ánimos, etc. Sumado a ello un nuevo bravucón vino, y sin Ronnie Anne... bueno digamos que podía hacer lo que quiera con todo el mundo, aunque sinceramente se las agarro conmigo de una manera particular. Todos los días eran calzones chinos, golpes, amenazas e insultos. Ya estaba deprimido abrumado, pero algo me abrió los ojos por un momento, pensé que... después de tantas desgracias que me estaba pasando una puerta se me había abierto. Sí aunque no lo crean Cristina apareció a defenderme y este bravucón no tuvo respeto alguno y la empujo haciendo que se lastimara el codo. No podía quedarme con los brazos cruzados, toda la furia había despertado al segundo de haber visto esa escena. Lo único que se me ocurrió es coger aquel palo de mi derecha y golpearlo por la espalda. Para que lo hice... al despertar estaba en la enfermería con una contusión que me dejo desmayado, pero les soy sincero valió la pena Cristina estaba a mi lado esperando que reaccionara. Eso me ilusiono bastante. Por suerte Clyde tenía acceso a internet y podíamos comunicarnos y contarle todo lo que había pasado. Él estaba feliz por mi, pero al mismo tiempo veía que su voz se quebraba de vez en cuando. Creo que la separación de sus padres lo ha traumatizado a tal grado de que ha dejado de ser el mismo, eso me hacía sentir mal.

Habían pasado 4 meses y mi amistad con Cristina había llegado a un punto clave en el cual yo estaba ya completamente enamorado de ella. Ella sabía que yo sentía algo por ella, pero no se lo había dicho... quería, pero... estaba muy nervioso en varias ocasiones. Ella es una chica muy simpática tiene varios admiradores y gente que quieren cortejarla, yo me ponía celoso y en algún que otro momento trataba de que ella solo este conmigo, pero esto solo la incomodaba, y me lo había dicho, pero... era un cabeza hueca. No conocía mis límites hasta que Cristina llego a un tope de que se hartará de mí y me dijera que me aleje de ella, que solo le está haciendo pasar incomodidad al máximo. Me dolió, yo en un ataque de pánico y cólera procedí a confesarle mis sentimientos de manera brusca y sin avisar. Ella solo puso con cara de confusión, y me dijo lo siguiente:

-Lincoln, eres un buen chico y un gran amigo, pero tú no me gustas. Solo eres un buen amigo mío, y sinceramente con todo lo que ha pasado no sé si deberíamos seguir siéndolos, me das algo de miedo al ser muy celoso y eso que ni siquiera somos pareja. No quiero lastimarte pero creo que sería mejor así.

-Cristina espera puedo cambiar enserio no tiene que acabar una amistad así, has sido una gran amiga desde que... bueno ya sabes.

-Lo se Lincoln, pero esto es lo mejor adiós, mañana procederé a cambiarme de salón y de horario. Hasta luego.

Acto seguido observaba que la única luz que me estaba brillando después de tantas desgracias se apagaba alejándose de poco a poco en un taxi que la esperaba afuera. Nada podía ir peor bueno hasta dentro de unas horas.

Eran las 7 de la noche de un desgarrador viernes, yo estaba en mi cuarto llorando. No quiero comer, salir ni ver televisión. ¿Qué ánimos tendría? Hace apenas unas horas la chica que me había enamorado me rechazó y prácticamente terminó nuestra amistad. Nada podía empeorar las cosas, oh esperen, si puede. Mi madre estaba tocando mi puerta, pidiéndome permiso para entrar, le dijera que pase y entró. Estaba nerviosa, algo preocupada. Me dijo lo siguiente:

-Lincoln ¿tú sabes que... papa tiene un problema al corazón no?

-Sí, la última vez que lo visitamos estaba de muy buen humor y riéndose a carcajadas.

-Bueno, tienes que ser fuerte, papa ha sufrido un infarto y este es severo. Tienes que ser fuerte Linc, ya que... tal vez esta sea la última vez que veas a papa.

¿Genial no? Ahora volvemos a la parte donde estoy intentando no separarme de papa, lo estaba abrazando fuerte no quería que me dejara, lo quería el era el único que podía dar cariño en un momento tan terrible, no quería que se fuera. No era justo, ¿Qué había pasado? No tengo la menor idea. Ver a papa ahí recostado en una cama de hospital escuchando el "Tiiiiiii" de la máquina de signos vitales mientras que mis hermanas me sostenían con todas sus fuerzas, era desgarrador. El peor día de mi vida.

Habían pasado unas semanas de la muerte de papa y su abogado nos había citado en su oficina para leernos la lectura del testamento. Tengo 16 años así que si puedo participar en una lectura de testamento, caso contrario a mis hermanas menores que no pudieron asistir. Cada una de mis hermanas recibió un artículo de papa, también las menores, pero eso es tema aparte. Lo que me dejo papa fue un baúl. Algo viejo envuelto y empolvado, según el abogado,papa, había perdido la llave con lo cual era imposible abrirlo, bueno creo que este abogado no sabe que tengo una hermana que esta estudiando ingeniería en la MIT a sus apenas 9 años de edad.

Tenía curiosidad, que demonios había en esa caja, la verdad tenía curiosidad. Pero al mismo tiempo en mi interior aún tenía esa furia y odio al mundo, no sé por qué. Me había vuelto una persona fría, sin sentimientos, mis calificaciones habían bajado, antes intentaba sacarme 10, 9, las máximas notas de la secundaria, pero ahora solo me basta que salga azul en ese historial académico. Después de que Lisa me hizo una llave maestra para abrir esa caja, solo pude encontrar al principio unas revistas de adultos de los años 70 y ropa vieja, parecía ropa militar. Como los que vestían los de la guerra con Vietnam. Un poco al costado encontré una foto de papa con sus compañeros, y sus placas de los tres ahí, acompañado de una nota de periódico, amarillenta y apuntó de quebrarse, pero se podía leer. Era una nota de periódico señalando los soldados fallecidos, mirando las placas de lo compañeros de papa estaba en esa lista. Había muerto a manos de los sovieticos, en aquella guerra. Era triste mis ojos comenzaron a lagrimear viendo la foto de papa y sus compañeros. Era como yo, había perdido 2 de mis mejores compañeros, como Clyde y Ronnie Anne. Había más debajo de esto había una tela gruesa que cubría algo abajo. Eran, ¿unas armas? Exactamente eran unas armas, un rifle de asalto M-16 y una pistola calibre 0.45, debajo había municiones en perfecto estado 5 cartuchos para el rifle y 10 para la pistola. Adicional granadas de humo y granadas explosivas. Y un chaleco de balas en perfecto estado. No entendía porque papa me había regalado todas estas cosas ni cómo pudo llevárselo a casa. Pero en ese momento no sabía que hacer solo estaba enojado, frutado, quería venganza, pero de quién te vengarías Lincoln, te preguntarías. Yo te respondo.

CUANDO TENGAS QUE PASAR POR TODO LO QUE HE PASADO YO, AHÍ RECIÉN ME COMPRENDERÁS. Mañana es lunes, odio los lunes, pero creo que a partir de mañana los lunes serán de diferente manera en Royal Woods.