Al Regresar
De nuevo desperté con el miedo de que cuando llegase mi hermano hubiese desaparecido nuevamente, es mi miedo continuo cada vez que salgo en una nueva misión, pensar que quizás cuando regresé me encuentre con su ausencia. Los demás miembros del equipo estaban extenuados y yo no era menos, aquella misión había sido más complicada de lo normal, era la primera misión de rango A desde hacía mucho tiempo y se notaba la diferencia de estar acostumbrados a las de rango D que solíamos realizar. Era algo que me molestaba, yo temiendo encontrarme con que me falta la persona que en un tiempo más temía y ahora amo como a pocas más.
El lugar en que acampamos antes de atravesar el desierto de vuelta a la aldea se encontraba cerca de una cascada, era un buen lugar donde descansar y reponer agua para el trayecto. Era estupendo poder meter los pies en el agua o mojarte la cara con el agua fresca pero fue extraño lo que ese lugar me hizo, la primera vez que entre en contacto con esa agua pude ver en su superficie unos ojos carmesí, una persona de apariencia azulada, a un joven de pelo anaranjado, me estuve preguntando quienes eran, dos de ellos me resultaban muy familiares, pero era difícil recordar a alguien cuando apenas los has visto y cuando has estado en contacto con millares de personas. Sin embargo le resultaban particularmente familiares, pero decidió olvidar el tema, pronto alcanzarían los límites del desierto lo que anunciaba una llegada temprana a Sunagakure.
Estaba siendo entretenida esa misión, nos encontrábamos comparando las funciones que tubo cada uno en ella para ir agilizando lo del informe, nos acabamos durmiendo demasiado tarde, Matsuri se quedó a cargo de la primera guardia por lo que los otros descansaban tranquilos, sin embargo, para mí, ese sueño no tubo nada de tranquilo, había algo difícil en aquel sueño, estaba dentro de lo que más odiaba, me encontraba rodeada de seres que mataría sin dudar si los tuviera delante y sin embargo había tres de ellos que tenían algo diferente, se removía inconscientemente, se encontraba sumida en aquel sueño intranquilo como si realmente lo estuviese viviendo en esos momentos.
Matsuri la miró al oír movimientos y encontró algo completamente imposible de creer, vio en su maestra lágrimas, sus labios rogaban porque alguien permaneciese a su lado, "Shu", Matsuri no sabía quién debía de ser ese / esa "Shu", pero parecía importarle bastante a su maestra y de repente Matsuri dio un leve salto en el sitio al verla incorporarse algo temblorosa apartando la mirada de su maestra al instante.
Temari se secó unas lágrimas que no entendía, notó su cuerpo temblar ligeramente sin saber el porqué, miró a los demás y se los encontró durmiendo placidamente y a la castaña observando el cielo de espaldas a ella. La observó unos segundos y se acercó cubriéndola con una manta y sentándose a su lado – Puedes descansar Matsuri, yo me encargo de la guardia, es mejor que descanses – Matsuri la observó e hizo caso, se retiró donde los demás y se tumbo de espaldas a su maestra, sentía que había presenciado algo que no debía de haber presenciado, la vulnerabilidad de una mujer que jamás podía mostrarla y que nunca lo haría delante de nadie.
